Artista: Tryo
Álbum: Suramérica
Año: 2023
Género: Progressive Rock, Ethno Prog, World Music
Duración: 50:38
Referencia: Discogs
Nacionalidad: Chile
Aquí tenemos nada más y nada menos que casi una hora de música de alta calidad. El disco cuenta con la participación de los tres músicos originales de la banda: Ismael Cortez (guitarras eléctricas y acústicas, y voz), Félix Carbone (batería y percusiones) y Francisco Cortez (bajo eléctrico, violonchelo, trompe, trutruca y voz), más dos nuevos integrantes –Felipe Baldrich (percusiones y voz) y Pablo Martínez (teclados, sintetizadores y programación), y cuatro artistas invitados: Ernesto Holman (bajo fretless), Cecilia Cortez (piano), Gonzalo Cortés (quena y charango) e Ignacio Carvajal (voz). Y para presentar el disco quién mejor que nuestro eterno comentarista involuntario de siempre... he aquí sus palabras.
La pieza homónima, que contiene las secciones ‘La Llamada’ y ‘Los Orígenes’, inicia las cosas de una manera bastante significativa. En efecto, ‘Suramérica’ ostenta un vigor ígneo que, tras un preludio etéreo ejecutado por vientos andinos, brota con contundente musculatura sobre un groove en clave jazz-rockera que se desarrolla con variados swings: éstos son manejados con grácil soltura. El bloque instrumental se sitúa en un camino intermedio entre RUSH y JEFF BECK. El carácter evocador de la letra está bien capitalizado por el contorno armado comunitariamente por la guitarra y los teclados. ‘Canoeros Celestes’ sigue a continuación con la misión de llevar las huellas de la pieza de apertura hacia una instancia de incrementada sofisticación, siendo así que la ingeniería rítmica se articula con una mayor complejidad progresiva. Hay, de hecho, un señorío más pronunciado en la garra rockera de esta pieza, la cual se beneficia grandemente del solo de órgano que emerge en algún momento del intermedio. ‘Nómades’ es la pieza más extensa del álbum con sus cerca de 7 ¾ minutos de duración: contiene tres secciones, las mismas que reciben los títulos respectivos de ‘Conexión Espiritual’, ‘Ritual Chamánico’ y ‘Cruzando El Umbral’. Su introducción de quena y charango ostenta una mística aureola de encanto andino, explayándose en envolventes matices etéreos antes de que el cello entre a tallar para abrir la puerta al cuerpo central, el cual establece un fulguroso viaje de fusión progresiva en base a cadencias y atmósferas del folklore criollo. Cuando surgen los solos de guitarra, éstos toman la posta de tonalidades evocadoras inicialmente dibujadas por los vientos andinos. Más adelante, la musculatura rockera aumenta con el fin de impulsar las vibraciones majestuosas de la pieza. Definitivamente, tenemos aquí un cénit decisivo del repertorio. Cuando llega el turno de ‘Orillas’, el ensamble se dispone a crear una atmósfera contemplativa mientras sigue aplicando la logística sonora esplendorosa que ha ido trazando y madurando en la secuencia de las dos piezas precedentes. A rasgos generales, se siente una calidez revitalizadora en el núcleo expresivo de esta canción.
Con la emergencia de la dupla de ‘La Huida’ y ‘Danza Rebelde’, dos canciones bastante ambiciosas en sus propios términos, la gente de TRYO nos brinda casi 14 ¾ minutos de persistente gloria musical.* El primero de estos temas mencionados reactiva y remodela los grooves predominantes en las dos primeras canciones del álbum para insuflarles un nervio renovador. La tríada rítmica carga sobre sus hombros las cadencias de las secciones más agresivas, mientras que el interludio se centra en signos atmosféricamente crepusculares que enhebran la energía de lo introspectivo con un delicado sosiego flotante. Hay confluencias con las bandas paisanos ERGO SUM y ESTIGMA. Por su parte, ‘Danza Rebelde’ refleja lo que tal vez sea el indicio más directo de las señales más majestuosas del bloque sonoro grupal. La vitalidad de la pieza se centra primordialmente en las agitaciones y titilaciones tribales que sustentan el despliegue de fastuosidad absorbente que se concreta en el desarrollo temático. Los vientos y tambores andinos completan cabalmente la senda sonora en curso. ¿Cuándo fue que llegó un híbrido de URIAH HEEP y YES para perpetrar un inspirado ejercicio de rock progresivo con poderosos tintes sudamericanos? Tal vez nunca, pero para eso está TRYO ahora, para llenar ese vacío conjetural. Dos nuevos cénit excelsos del álbum. ‘La Unión’ es una serena pieza de piano solo cuyos matices impresionistas parecen retratar la melancólica noche que emerge tras varios festivales de luz (especialmente, los exhibidos en las dos piezas anteriores). ‘Elementos’ sirve para que el colectivo refuerce varios de los recursos sonoros empleados en los pasajes más extrovertidos de las piezas precedentes, logrando crear nuevos recursos de elaborado lirismo progresivo con estilizadas raíces folklóricas. Se trata de un tema bastante llamativo, no hay duda al respecto. ‘Trascender’ trae el cierre del repertorio con un peculiar reprise de los aires telúricos que conformaron el pasaje prologar de la pieza homónima, los mismos que reciben un impulso celebratorio con la inclusión de una urdimbre adicional de escalas de guitarra y ágiles ornamentos percusivos. Estos últimos instantes se sienten genuinamente masivos sin llegar a ser ampulosos: hermosa conclusión para un impactante repertorio.
Aquí está el gran aporte de “Suramérica” para la producción de rock artístico en el año 2023 desde la escena latinoamericana para el mundo entero. El renovado colectivo de TRYO ha hecho lucir las nuevas medallas de su lucha constante por renovarse a través del tiempo y bajo cualquier circunstancia. Este disco es una inmensa joya cuyos 50 minutos y medio de espacio enriquecen a la millonésima potencia los múltiples tesoros que guarda el multivalente palacio de la música progresiva sudamericana. ¡Que impresionante es esta serie de cantos progresivos chilenos!
* Ambos constan de secciones con títulos autónomos. ‘La Huida’ contiene a ‘Choques De Dos Mundos’ y ‘Refugio En La Caverna Interna’, mientras que ‘Danza Rebelde’ consta de ‘Enfrentando El Destino’, ‘La Lucha’ y ‘El Desenlace Victorioso’.
Y por supuesto, lo mejor es que lo escuchen ustedes mismos así que pueden empezar por acá...
Desde las profundidades de Chile llega un álbum que fusiona los sonidos ancestrales del imaginario nacional con el poder del progresivo contemporáneo. TRYO te sumerge en una odisea musical única, explorando las raíces de ‘Suramérica’ mientras desafía los límites de la creatividad. Te invitamos a conocer este extraordinario material.
Resulta admirable lo que ha logrado Tryo en más de 35 años de carrera, con un catálogo que desde los ’90s ha dejado su huella de alcance sideral y un estilo que no para de sorprender. Reduciendo el análisis a la última década, Órbitas (2016) marcó un hito en todo sentido, partiendo por el uso inédito de las voces como parte de una línea expresiva 100% instrumental hasta entonces. Y también por la vena espiritual de su concepto, donde nuestro ser interno se conecta con la grandeza de la Bóveda Celeste. Todo aquello reflejado en un paquete musical y sonoro que se atreve con gusto a dar el paso hacia donde pocos se atreven.
Con tamaño antecedente, y allanando el camino con el compilado “Antología Eléctrica” (2017) y su trabajo de versiones con Ensamble de cuerdas, ya nos podíamos hacer una idea de lo que se venían en el flamante “Suramérica”, un LP que, en palabras de sus creadores, marca una conexión fundamental con su antecesor, a la vez que se mueve e impone de manera autónoma. Y es que lo que Órbitas aborda de manera etérea y amplia, Suramérica lo lleva a una experiencia más concreta. Es un viaje al Sur del Mundo, con el foco en la búsqueda de la identidad y el camino hacia la sabiduría ancestral, reflejado en un trabajo musical de jerarquía cósmica. El viaje del héroe llevado al último rincón del Globo, con el presente y el tiempo de los ancestros hermanados en un propósito.
Las canciones de “Suramérica”
Desde el arranque con el corte titular, nos sumergimos en el mundo de la leyenda y, a la vez, los pensamientos sobre el relato histórico se manifiestan en una composición que asoma imponente para desembocar en una pieza con melodía evocadora y coro angustiante. Dos sensaciones encontradas, un sentimiento respecto a la tierra arrebatada de nuestros ancestros por la mano invasora.
En medio de la duda y el horror de una Suramérica que grita ante el asalto extranjero, “Canoeros Celestes” aparece como la luz-guía durante el viaje. Llendo al plano musical, el aporte de Pablo Martinez en los teclados es soberbio, pues sus brochazos sónicos coronan el temple señorial de los Tryo circa 2023. Lo que en absoluto no quita lo potente, sino que incluso lo amplifica con la maestría necesaria.
La quena y el charango llegando para después escoltar el violonchelo de Francisco Cortez, dan paso a la (casi) instrumental “Nómades”. Salvo su coro con aire de mantra, es una pieza que permite apreciar la ambición artística de Tryo, con un sonido pesado que el teclado de Pablo Martinez usa como pivote para expandir su umbral en pleno ritual introspectivo. Como guinda de la torta, el solo de Ismael Cortez bastándose de un par de notas y un vibrato único para darle a la canción la intensidad que requiere el viaje hacia los misterios de nuestra tierra. Electrizante y, sobretodo, crudo.
El sentimiento revelador de “Orillas”, puede ser tan fascinante en lo musical como desconcertante en su idea a expresar. Lo chocante que nos resulta ver cómo lo sagrado de Suramérica es despojado por la codicia asesina, la reacción convulsa que nos provoca el ultraje hacia el continente ante nuestros ojos… Tryo se despacha, y con toda seguridad, una de sus comportamientos más espectaculares con su estilo cinemático. Lo que debe ser la música, y más en estos tiempos; evocar y rememorar imágenes. Y eso de que la música se puede ver, Tryo lo aplica de manera extraordinaria.
El riff amenazante de linaje carmesí con que “La Huida” emula el choque de mundos, es tan maravilloso como perturbador en su objetivo. Por lejos, la pulpa del disco en toda su plenitud, donde del fragor del enfrentamiento pasamos al refugio en la caverna personal, para finalmente volver a la sección inicial pero en plan de transformación. Si Tryo disminuye la intensidad, lo hace para dibujar pasajes internos y reflejar en la música los pensamientos que nos envuelven en plena hecatombe.
El desplante jaivesco de “Danza Rebelde”, conforma una Declaración de Principios sin ningún aditivo ni término rebuscado. El sentimiento de lucha y resistencia interiores, aflora en un corte tan enérgico como revitalizante para quienes sabemos lo que tiene cada individuo por delante de su puño: el destino. Y uno muy brillante cuando el propósito de la lucha es genuino.
Aquí nos detenemos un poco para hacer un paréntesis acentuado en la labor de Félix Carbone, y no sólo en su despliegue monumental en la batería y similares. Quienes hemos presenciado los recientes conciertos de Tryo (incluyendo la apertura para los supremos Magma hace unos meses), nos conmueve la energía que le brinda a la banda Felipe Baldrich, dueño de una pegada que nos pone de rodillas. Como la propia banda nos contó en una entrevista a ProgJazz el año pasado, Baldrich formó parte de todo un proceso previo a la salida de Carbone, por lo que su ingreso fue más allá de reemplazar a un integrante histórico. De alguna forma, podemos afirmar que Félix Carbone hizo su trabajo en Suramérica pensando en lo que se venía y es hoy Tryo al nivel del todo: un grupo humano y musical que, con 35 años en la ruta, se mantiene en pleno estado de gracia y confianza.
El piano de Cecilia Cortéz en “La Unión” (escrita por el mismo Félix Carbone), conjura tanto la redención tras el cataclismo como el (largo) retorno a casa. Un descanso necesario para retomar el camino por el último tramo y aumentar los BPM, como ocurre en “Elementos”, sin duda el clímax de una obra brillante hasta el último surco.
El puntapié con un riff furibundo, pasando a un corte acelerado y rico en texturas, nos deja con los pies en la tierra en la recta final del disco. De ahí, la emoción por el aprendizaje obtenido durante el viaje es incontenible, igual que su coro de sello tribal con los elementos adquiriendo forma concreta a puro ingenio y voluntad. El pasaje más rockero y volcánico del largo, con mil cosas pasando en casi seis minutos de música de nivel superlativo. “Aún estamos aquí, siempre, siempre”, nos susurran los antiguos habitantes de la tierra desde el tiempo de la leyenda, como muestra del balance obtenido antes de dar el paso trascendental hacia el siguiente nivel de consciencia.
Para cerrar el viaje a través de Suramérica, “Trascender” es la pieza idónea al momento de finalizar un ciclo y antes de renovarlo. Es la representación musical de la cosmovisión indígena, con el bajo fretless del maestro Ernesto Holman acompañado de trutruca, bombo legüero y djembe para rendir homenaje a nuestros ancestros antes de empezar una nueva etapa.
El viaje como una forma de hacer y pensar
Donde otros lo ven como un gesto chovinista o una avalancha de halagos hacia un consagrado, para nosotros es un deber referirnos al calibre que tienen y proyectan las bandas como Tryo en Chile. Originarios de Valparaíso (igual que Los Jaivas, la institución más grande del rock chileno, este mes de agosto celebran seis décadas de carrera), los hermanos Ismael y Francisco Cortez Aguilera han sabido portar el estandarte de la música progresiva a nivel local desde sus inicios en la década del ’80, para hoy darle cara y hombro a cualquier potencia mundial. Una obligación remarcar aquello, y más en esta época, donde la promoción en Europa y otras latitudes como acto principal en festivales de renombre ya es una constante desde hace más de 20 años. Cómo no sentirnos orgullosos. Cómo no jactarnos con tamañas toneladas de maestría e ingenio que, en vez de la fórmula a la segura o la pirotecnia de clínica, son invertidas en la exploración de la frontera final, al mismo tiempo que el disfrute de la aventura refuerza la mística de un conjunto que tiene algo que decir tras el viaje interno.
Otro punto a celebrar es la manera en que la paleta sonora se expande sin perder un ápice de su integridad. Al igual que los todopoderosos Rush durante su ciclo ochentero, la presencia de los teclados y sintetizadores no menguan en lo absoluto la crudeza que distingue la firma de Tryo, sino que la lleva hacia lugares ignotos y fascinantes. Si tienes a un músico como Pablo Martinez, capaz de moverse entre lo clásico y lo transgresor con la fluidez propia de los maestros, es porque hay algo más grande que la convención en tu propósito.
Con un nutrido catálogo discográfico que establece una identidad (eso con que debieran sonar los buenos discos, y más aún en estos tiempos de producción genérica), Suramérica, el álbum, sorprende de entrada, se digiere y gusta como el manjar más exquisito y, lo más importante, reafirma la vigencia de un estilo que moldea su propio canal de expresión en cada producción. De Valparaíso a todo Chile, de aquí a Suramérica y el resto del Globo Terráqueo, es un gusto ver a Tryo abrazando el viaje como una forma de hacer y pensar las cosas antes de comunicarlas mediante lo que importa.
A veces, la música trasciende las fronteras del tiempo y el espacio para conectarnos con nuestro pasado y despertar un sentido profundo de identidad. En su nuevo álbum, titulado de manera evocadora ‘Suramérica’, TRYO nos invita a un viaje sonoro que va más allá de las melodías y las letras. Este trabajo no sólo se trata de un simple compendio de canciones; es una búsqueda espiritual, un homenaje a los ancestros y una exploración de la riqueza cultural de una región que guarda secretos ancestrales.
Los cinco miembros de TRYO liderados por los hermanos Ismael y Francisco Cortez, han logrado catalizar una simbiosis musical que trasciende los límites convencionales. Sus instrumentos se entrelazan como los hilos de un tapiz ancestral, creando una experiencia auditiva que es tan rica en texturas como en emociones. Ismael Cortez, con su voz emotiva y sus guitarras eléctricas y acústicas, teje una narrativa que oscila entre lo etéreo y lo visceral, conectando el pasado con el presente.
Es así como “Suramérica“, la canción homónima que inicia este viaje, es un torbellino de sonidos y emociones que captura la esencia misma del continente. El conjunto de vientos andinos nos llaman desde las alturas, mientras que, por su parte, las guitarras y los teclados dibujan un camino que nos lleva a explorar la vastedad de la tierra y el alma de su gente. El groove jazz-rockero que impulsa la canción es como un río caudaloso que nos arrastra con su poder, recordándonos que estamos ante algo más grande que nosotros mismos.
El viaje continúa con la canción “Canoeros Celestes“, una pieza que resulta ser una amalgama de elementos entre la tierra y el cielo. Los teclados y sintetizadores comandados por Pablo Martínez añaden un toque de misticismo, como si estuviéramos contemplando las estrellas desde la cima de una montaña sagrada. Es en este punto que TRYO establece su intención con maestría, recordándonos que la música es un lenguaje que trasciende más allá de las palabras y se conecta directamente con el corazón.
“Nómades” nos invita a sumergirnos dentro de una aventura en la cual los instrumentos autóctonos como la quena y el charango nos sirven de guía en una mirada introspectiva, mientras el violonchelo de Francisco Cortez se une a la danza, creando un diálogo entre lo antiguo y lo contemporáneo. Es como si las almas de los ancestros hicieran contacto a través de los instrumentos, revelándose secretos y conocimientos que trascienden el tiempo. Se nos hace una invitación para presenciar la fusión de instrumentos autóctonos y eléctricos que termina por canalizar una sensación de unidad entre lo humano y lo divino.
Por su parte, la contemplativa “Orillas” nos sumerge en la dualidad de lo sagrado y lo profano. Arrancando con una emotiva sensación de calma, pronto toma un giro para tornarse oscura, acompañada de la aparición del temor y la invasión. Es un recordatorio de que las orillas pueden ser tanto lugares de paz como de conflicto, y que nuestras acciones pueden cambiar su significado. La canción va tomando un desarrollo con una tensión creciente, como un relato en sí misma, y la música se convierte en el narrador que nos guía por las emociones.
El viaje musical llega a su conclusión con “Trascender“, canción que tiene como invitado al talentosísimo bajista nacional Ernesto Holman y cuyo trabajo evoca un sentido de esperanza, renovación y comunión con la pacha mama. Los sonidos de la naturaleza nos conectan con la tierra, mientras el bajo fretless y los instrumentos autóctonos construyen una atmósfera de resurgimiento. Es una despedida que nos deja con una sensación de gratitud por el viaje que hemos emprendido junto a TRYO.
Suramérica: El grito del progresivo nacional
‘Suramérica’ finalmente resulta ser más que un álbum, resulta ser un testimonio de la capacidad de la música para trascender el tiempo, el espacio y las diferencias culturales. TRYO se ha encargado de crear un monumento sonoro dedicado a la identidad ancestral, fusionando los elementos autóctonos junto con el poder del progresivo contemporáneo. Cada canción es un capítulo en esta epopeya musical, una invitación a explorar nuestros propios orígenes y a conectarnos con algo más grande que nosotros mismos.
En resumen, ‘Suramérica’ es un viaje épico que te sumergirá en las profundidades de la identidad ancestral y te dejará maravillado ante la vastedad de su belleza sonora. TRYO ha creado una experiencia musical que perdurará en el tiempo y que sin lugar a dudas resonará en lo más profundo de tu ser. Un disco absolutamente imprescindible para los amantes del rock progresivo.
Lo podés escuchar en su espacio en Bandcamp:
https://mylodonrecords.bandcamp.com/album/suram-rica
Lista de Temas:
01. Suramérica
02. Canoeros Celestes
03. Nómades
04. Orillas
05. La Huida
06. Danza Rebelde
07. La Unión
08. Elementos
09. Trascender
Alineación:
- Ismael Cortez / Guitarra Eléctrica y Acústica, Voz
- Francisco Cortez / Bajo, Violonchelo, Trompe, Trutruca, Voz
- Félix Carbone / Batería, Mallet Kat, Tumbadoras, Djembe, Gong, Crótalos, Shaker
- Pablo Martínez / Teclados, Sintetizadores, Programación
- Felipe Baldrich / Mallet Kat, Tambor Indio, Bombo Legüero, Cascahuillas, Voz
Músicos Invitados:
- Ernesto Holman / Bajo Fretless
- Cecilia Cortez / Piano
- Gonzalo Cortés / Quena, Charango
- Ignacio Carvajal / Voz
******DATOS TECNICOS*******
Artist: Tryo
Album: Suramérica
Year: 2023
Label: Mylodon Records
Catalog: MRM130
Country: Chile
Release: 2023
Tracks: 9
Barcode: 0658325852189
Matrix: 38338 MonotypePressing
Mastering SID Code: none
Mould SID Code: none
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