Y cerramos la semana con algo excelente: unos jovencísimos músicos (la mitad de ellos adolescentes, la otra mitad apenas en sus 20 añitos) que hacen la música que les gusta, y lo hacen tremendamente bien. Vienen de Brasil, y la onda que hacen es un jazz rock sinfónico instrumental con muchas texturas que se lo podría emparentar con un Camel con atmósferas floydianas haciendo jazz fusión psicodélico mientras están dados vuelta por el LSD y meten aires indúes. Elegante, espacial, con una alta dosis de psicodelia en sumo grado, generando un rock progresivo rico y sólido que tiene una paleta de estilos enorme (mezcla de Canterbury, sinfónico, jazz rock, psicodelía, música del mundo y hasta toques de electrónica progresiva) pero que al mismo tiempo suena homogéneo y muy fresco, una mezcla de estilos que suena perfecta y les dejo hoy viernes para que lo conozcan y disfruten en el fin de semana. Toda una sorpresa sumamente agradable que va a dejar a más de un cabezón con la boca abierta.