El blues, la verdadera música urbana no sería nada sin él. Su poesía y ese coctel perfecto junto a sus compañeros Claudio Gabis y el Negro Medina. Ese tempo para la batería y esa voz única e irrepetible. Un personaje además, un artista con mucha verba y su carácter. Fui muy chico para disfrutarlo a fines de los 60s en su veloz y breve paso por el espacio roquero incipiente que daba batalla, a pesar que parecía convivir con el sonido beat, que nos entraba más rápido a los pibes. Por Roberto Blanco Macor Pero si estuve una de las 4 noches del regreso en Obras en mayo de 1980, en mi primera visita al templo. Ya entendía muchas cosas y fue de mucho disfrute. Como siempre cuento, el oficio me permitió con el tiempo otros contactos con muchos de mis ídolos y casi dos décadas después, allá por 2003 re editó “Basta de Boludos”, una nueva versión de “Swing”, con un par de temas extras y armó una conferencia de prensa una tarde en San Telmo que se extendió por casi 3 horas de charlas y de monó