Y ahora nos vamos para Yankylandia para presentar un buen heavy prog que lleva encima todo el panorama progresivo actual y los unen para crear algo intenso y bello, inmensamente rico, quizás arraigado en el metal progresivo (una etiqueta que la propia banda eligió), pero cuyos límites van más allá y donde hay mucho más por descubrir en estos más de 60 minutos que dura el disco (incluyendo una orquesta y un coro). Majestuoso primer disco lleno de capas, sutilezas, arreglos, resultado de casi seis años de trabajo (gran parte del álbum se escribió en 2012 cuando los miembros de la banda salían de la escuela secundaria y seguían con sus vidas, y permaneció en el estante hasta finales de 2016, cuando se comprometieron a terminarlo). Si le tenés fobia a la potencia del heavy prog, te invito a escuchar un disco que se encasilla en ese estilo pero con una dulzura y delicadeza notable. Como referencia, en Progarchives alguien dice que este es el mejor álbum de metal progresivo de los últim