Desde Francia llega otro gran trabajo del pasado año 2022: la música evocadora, meditativa, soñadora, instrospectiva y etérea de un grupo con un extraño nombre, con su atmósfera latente y orquestal que invita a la ensoñación, así que te aclaro que esto para una festichola no va, pero para quienes gusten de los climas de Sigur Rós mezclado con lo más espacioso de Pink Floyd (hasta tenemos en "Song for Syd" un tributo a Syd Barrett), lo más misterioso en la línea de un Seven Reizh mezclado con música étnica de Medio Oriente y con lo más ambiental de Peter Gabriel. Este disco es hipnotizante como un mantra, y se apoya en un profundo concepto sobre la necesidad de paz con nosotros mismos, con los demás y la naturaleza (de ahí viene su arte gráfico). Una agrupación que en sus filas cuenta con dos ex-miembros de la gran banda francesa Pulsar (vanagloriada por mucho cabezón) y que en este trabajo crean un todo de gran calidad, desde la música, la lírica, el arte gráfico, la pro