Desde Bielorrusia llega toda la oscuridad, crudeza y desesperación. El artista bielorruso Arseny Ershov, mente creativa detrás del alias "Ars de Er" (hay que reconocer no sólo lo prolífico de su producción sino también su versatilidad y calidad indesmentible), desarrolla un disco con tres temas, muy extensos todos ellos, continuando con su producción durísima y bellísima en su horror, tanto que hasta duele oír, nada fácil de asimilar, con composiciones muy intensas y áridas, pero excitantes y muy sentidas y emocionales, en un desafiante ejercicio que hay que aceptar o bien retirarse derrotado, con una suite que cierra la entrega y que dura nada menos que 20 minutos, atravesando varios géneros como el Avant prog, el RIO, lo cinemático, el sinfónico y lo épico. Es que su música podría derivar en cualquier cosa, desde un chamber rock hasta un black metal o un doom, las bases están allí pero su música es demasiado inquieta y despliega un sinfonismo expresionista devastador, sin