Siguen las malas noticias, esta vez atrasadas. Las bajas lamentables continúan: El gran guitarrista de jazz Larry Coryell , ese inquieto obrero de la música, incluso más visionario aún que otros valores más saludados, también conocido como el "padrino de la fusión", nos ha dejado ya hace unos cuantos días. No sé porqué se me pasó, pero aquí estamos para prenderle su velita. Si bien Larry no era de los guitarristas a los que más afecto les tengo, tampoco le puedo faltar el respeto. Él para mí, forma parte de esa guardia de honor de la música del S.XX, pero que a veces uno, despiadadamente, pone en la bolsa de valores, haciendo que sus acciones suban y bajen ante cada manifestación artística que producen, y que o él no nos sabe conquistar, o uno se pone demasiado veleidoso y exigiéndole y preguntándole por qué hizo o no hizo lo que sea. Por cierto, para uno de los tipos que vislumbró el jazz rock antes que los otros, no ha tenido un reconocimiento mayor, como si ese