Otra vez con estos maravillosos tanos, ahora con su último poderoso, intenso y lírico disco, basado en (según sus propias palabras) "una palabra que escandaliza a algunas personas pero para Syndone se convierte en un pretexto para evocar tanto el amor entre dos personas, la realidad de las prostitutas de hoy, la provocación, las imágenes, los símbolos, los juegos de rol y las personas. Y entre todo esto, una historia real, la de Perlasca, una heroína que luchó contra el nazismo, y muchas otras historias comunes, incluida quizás la nuestra, con personajes inventados, deidades, símbolos eróticos y mucho, mucho amor". Este octavo álbum de Syndone bien puede que sea su mejor trabajo hasta la fecha, un nivana multifacético con forma de obra maestra salvaje, erótica, desenfadada, pero también teatral, sutil e inteligente, un viaje enérgico de jazz-sinfónico-prog-hard rock combinado con música oriental sobre el amor de la vida. Junto con un montón de músicos sinfónicos, David Ja