Cabezonas/nes, aquí esta el primer trabajo del gran dúo australiano Dead Can Dance. Banda conocida por muchos y desconocida para otros más, formada principalmente por Brendan Perry y Lisa Gerrard. Incluso con la aureola de banda de culto que el dúo se ha ido ganado en disco tras disco, esta banda ha sabido buscar su proceso de creatividad a través de los sonidos inanimados de otras épocas y darles vida de manera que expresen el amplio universo al que nos sumergen en cada uno de sus álbumes. Una máscara funeraria de Papúa Nueva Guinea en la portada de este álbum de 1984, es la mejor imagen para describir los sonidos que emanan de su álbum debut homónimo. Pero su espectro profundiza mejor cuando la parte más ignota se une con la parte más nostálgica, y cuando la solemne belleza que da rienda suelta y transforma la vida en muerte y la muerte en vida, al mismo tiempo que se fusionaban los elementos primordiales de la rebeldía del post punk, junto a lo embelente del dark wave, al roman