Seguimos con los buenos discos mexicanos, y en algún lugar ignoto entre la electrónica, el ambient, lo atmosférico y lo experimental, un disco de culto, un trabajo muy valioso que muestra un submundo subterráneo a través de paisajes sórdidos, enfermos. Critica aguda a la vida detrás del teléfono, los conmutadores, la incipiente era de la web que se aproximaba sin nostros darnos cuenta. La naturaleza experimental y electrónica de éste trabajo no suena como nada que haya escuchado por los 80's, aunque algunos de los conceptos explorados aquí (los menos riesgosos) sí pueden asemejar a lo que hicieron en otros actos latinoaméricanos (sobretodo chilenos) durante la segunda mitad de los 90's. Sin duda un disco de culto, inteligente y visionario, testigo de un futuro posible que ya es. Otro ejemplo de la gran música méxicana que no aparece en el documental "Rompan Todo". Y otro gran aporte de Carlos M. que nos sigue enseñando las maravillas del rock mexicano desconocido.