Un buen álbum de rock sinfónico mexicano con un sonido similar al de Chac Mool mezclado con ELP (ponele), y que aparece en el blog cabezón gracias a Carlos y su Viaje por el Espacio Visceral. Mucho teclado (el aspecto más original de esta banda fue que los cuatro miembros tocaron los sintetizadores y dividieron los roles para otros instrumentos como el piano, el bajo, la guitarra y la batería), mucha melodía, y bastante de ese no sé qué que tienen los proyectos musicales mexicanos que los hacen reconocibles. Los invito a conocer al demonio de los teclados y de los sonidos infinitos, con pasajes que nos conducen por las veredas sonoras de un sinfonismo de alta manufactura, donde intervienen los sintetizadores Korg MS-20, ARP Omni, Mini Korg y pianos acústicos y eléctricos, creando texturas románticas, suaves referencias de música clásicay ambientes atmosféricos, más alguna virtuosa introducción ocasional. Un grupo que grabó este único disco aunque comenzó su proyecto a finales de los