Operetas que se vuelven en contra: la sumatoria de episodios ridículos en la cumbre del G20 protagonizados por el gobierno nacional supera todas las expectativas. La industria memística tiene picos históricos, porque claro, si uno no se toma todo esto con poco para la chacota, la única salida es el suicidio por vergüenza ajena. Ya tenemos una ciudad sitiada, y encima llegó esa mezcla rara de Rockefeller y Pomelo que se llama Donald Trump y no solamente es la estrella indiscutible de este Loolapalooza de garcas, sino que además parece empecinado en desplantar al Felino Macri, al que lo deja mal parado hasta el sismo que sacudió Buenos Aires luego de 130 años que no se registraba un movimiento telúrico en la zona. Aquí, algunos bloopers de la cumbre del suicidio colectivo (para coleccionar). La Argentina Amarilla pasó a ser un festival de crueles payasadas. Y el G20 dejó además una larga lista de bloopers en los que Macri se lleva el protagonismo estelar. Creo que en el futuro