Esto es música para amar o para odiar sin términos medios ni grises, pero desde la perspectiva de la música electrónica. Mariano nos presenta la que quizás sea la sorpresa de la semana: el proyecto australiano Cybotron, y a no confundir con los yankys del mismo nombre, ya que estos que ahora nos ocupan vendrían a ser algo así como los Tangerine Dream con forma de canguros (pero de una manera más melódica y sinfónica, con secciones más marcadas y más rítmicas, y con menos bucles repetitivos). Además, los Cybotron presentaron en su música un instrumento poco utilizado por las bandas electrónicas: el saxo, y esto le añade una sensación extra que sumado a melodías sinfónicas da un resultado bastante refrescante a su música. Aquí, su segundo álbum, un desconocido disco que te lleva a un viaje sonoro intrigante y emocionante y que seguro sorprenderá a mucho cabezón desprevenido con su buen electro-prog y su impresionante trabajo de batería y percusión, más su música hipnótica y espacial.