Vamos a comenzar la semana presentando el segundo disco del grupo vasco Itoiz, publicado en 1980 y cantado en euskadi, y quizá el grupo más influyente de la música en euskera. En palabras de los músicos, el disco es "la historia del joven Ezekiel, que se encuentra con la problemática del cambio generacional; intenta luchar contra el mundo que le oprime, utiliza la violencia y se encuentra con la decadencia. Por eso, la música también es decadente". Folk progresivo con bastante cosas del jazz, un toque medieval, muchas guitarras acústicas, bastante sinfonismo, algunas canciones cantadas por voces femeninas o infantiles, flautas, saxos, órganos, violines, mandolinas, pianos y toda una serie de recursos puestos al servicio de la musicalidad, que dan un resultado sublime, mexcla de música popular vasca, Gwendal, Jethro Tull y Genesis (como para que se entienda fácil su estilo). Un disco donde se nota que salta y se despliega todo el talento y toda la energía reprimida que se