Seguimos con la obra del mexicano Guillermo Briseño en nuestro festival de rock mexicano. Este disco que data de 1999, además de algunas canciones nuevas, contiene varias versiones re-grabadas de sus temas clásicos contenidos en discos anteriores, con 11 temas eclécticos y de mucha fusión, reinterpretando las reglas de la música moderna, decididamente mexicano pero sin pasar por el folklore, y líricamente metido de lleno en la problemática del medio ambiente biológico, social y político, incursionando otra vez en la poesía para adornar su canto y señalar su visión, y con todo su virtuosismo a cuestas. Otra obra de calidad de este señor, aunque tengamos que soportar una tapa tan horrenda...
Y por más que el disco guste o no, quizás más importante que en la obra final resulta el intercambio social que se generan en el proceso de producción de este tipo de obras.
Pero, en definitiva... ¿Puede la música convertirse en una herramienta de transformación social? Por lo menos Guillermo Briseño sí lo cree, e intenta hacer que los jóvenes músicos, y según sus propias palabras: "estén asociados y despierten su inteligencia para lograr que la música cumpla con su objetivo que es reconocernos en el otro y como mexicanos. La gente, en especial los jóvenes, tiene que hacer su música, pintura, cine, teatro o poesía con los pies en la Tierra y eso no quiere decir que no puedan fantasear o enamorarse, pero no se nos puede olvidar que tenemos que transformar este país. No me parece que sea aceptable que los músicos campesinos tengan que vivir en miseria o sin saber si al otro día tendrán vida".
Espero que lo disfruten... me parece mejor terminarlo con otra frase del músico: "En general todos los grupos que participan son interesantes, pero me gustaría que los que provienen de comunidades originarias se expresen, hablen y promuevan música en su propia lengua para que no se pierda. Hay que ayudar a que viva y se conozca, ya que cuando desaparece una lengua en el mundo esto es una tragedia para la humanidad, porque se pierde la forma de reconocer en otras lenguas el cosmos, lo que vivimos, la naturaleza, el afecto, la inteligencia, la filosofía y la sabiduría".
Me dejo de chácharas. Lo pueden escuchar desde Spotify:
https://open.spotify.com/intl-es/album/4zMcmYKFpvI54WRokA134t
Alineación:
- Guillermo Briseño / teclado, voz
- Jorge Rossell / bajo, coro
- Juan Carlos Novelo / batería, coro
Artista: Guillermo Briseño y La Banda de Guerra
Álbum: De Tripas Corazón
Año: 1999
Género: Blues Rock / Fusión / Funk
Duración: 50:02
Nacionalidad: México
Año: 1999
Género: Blues Rock / Fusión / Funk
Duración: 50:02
Nacionalidad: México
Nuevamente tenemos más del músico mexicano, multiinstrumentista, compositor, y por si fuera poco, poeta, Guillermo Briseño. Y ya que siempre aprovechamos el campo musical en el que nos movemos para atacar o comentar sobre temas sociales, aclaro que no me gusta que el arte, en este caso la música, se trate de desligar completamente del terreno social, de su entorno, tratando de presentar la obra del artista como algo impoluto e intachable que no logra mancharse con el barro de la realidad cotidiana por estar tan pero tan alto. Lamentablemente hay muchos músicos que tienen esa postura nihilista y personalista, donde importa solo "el" artista y su obra y deja afuera al "todos", o sea que estamos solamente para mirarlo y contemplar la obra como simples espectadores... y no me parece una postura demasiado interesante.
En todo caso, el tema estará en la calidad con que se tocan los temas sociales, puede ser muy poéticamente o muy burdamente, y allí también está parte del arte que se pone en juego, y no por ser comprometido se tiene que dejar el hecho artístico de lado. Al fin y al cabo, y como decía Facundo Cabral, el mero hecho de dedicarse a cualquier tipo de actividad artística es ya una toma de posición política comprometida para con la sociedad.
Digo esto porque en este disco ese compromiso es parte fundamental de la obra. He aquí, para explicarlo mejor, el comentario de Calle Neptuno:
Es difícil transmitir en pocas palabras la importancia de Guillermo Briseño, de su música y su musicalidad dentro de la escena de México.Oscar Sarquíz
Pionero rocanrolero desde principios de los 60´s, prominente en Rhythm & Blues y Funk, y a la vanguardia del rock mexicano desde su surgimiento como solista en 1975, su aportación de compositor aun esta por evaluarse, pero su eclecticismo y gran concepción (para no mencionar la prolificidad de su autor) siempre me recuerdan a Frank Zappa, aunque su música y su personalidad artística sean totalmente diferentes.
Como Zappa, Briseño es redondo en un medio musical donde las cosas se venden mas fácilmente si embonan en una casilla definida y cuadrada. Sus influencias son tan diversas como sus múltiples intereses musicales, que incluyen además de los antes mencionados, la música contemporánea, ritmos latinoamericanos, folklore mexicano, electrónica y rap. Su música es por tanto proteica e impredecible, una verdadera bendición para quienes aprecian encontrar intereses duraderos y profundidad en lo que escuchan y están dispuestos a prestarle atención plena.
Quienes lo hagan encontraran una manera fresca de reinterpretar las reglas de la música moderna, con carácter decididamente mexicano, pero sin efectismo folkloroide, presidida por una onda de preocupación por el hombre y su medio ambiente biológico, social y político. Persiguiendo su meta, Briseño incursiona en la poesía para adornar su canto y señalar su visión, pero es su fuego interpretativo lo que da vida a su música decididamente original: los dedos de Briseño son más rápidos que el prejuicio.
Pregunten a cualquiera de sus ingenieros de sonido, y les dirá que es difícil suprimir los gruñidos, rugidos y quejidos ahogados que emite cuando toca, son de esperarse de alguien que esta haciendo el amor apasionadamente.
En todo caso, el tema estará en la calidad con que se tocan los temas sociales, puede ser muy poéticamente o muy burdamente, y allí también está parte del arte que se pone en juego, y no por ser comprometido se tiene que dejar el hecho artístico de lado. Al fin y al cabo, y como decía Facundo Cabral, el mero hecho de dedicarse a cualquier tipo de actividad artística es ya una toma de posición política comprometida para con la sociedad.
Digo esto porque en este disco ese compromiso es parte fundamental de la obra. He aquí, para explicarlo mejor, el comentario de Calle Neptuno:
Si la denuncia humorística forma parte de la obra briseñiana desde el principio, a partir de los sucesos de 1994, Briseño parece abordar de forma más sistemática los asuntos políticos. De hecho, es a partir del levantamiento zapatista que su accionar se vuelve más militante, empezando con su participación en la presidencia colectiva de la Convención Nacional Democrática de agosto de 1994, llevada a cabo en territorio liberado por los zapatistas.Calle Neptuno
En formato de trío, Briseño ataca esta vez en son de funk y jazz pero siempre alrededor de su característico blues en piano. A diferencia de La Banda de Guerra, en este corte los sintetizadores y su sonido sinfónico están ausentes, dejando que el trío, la formación jazzística por excelencia, se desarrolle sin obstáculos.
En 2014 la Fonoteca nacional dio un reconocimiento a Briseño como uno de los "iconos del rock mexicano". Según una nota del diario La Jornada, "el periodista Ricardo Bravo destacó que Guillermo Briseño ha construido muchos vasos comunicativos en México y el extranjero y que ha sido todo un ejemplo de trabajo y honestidad. Agregó que su convicción a toda prueba permitió un vínculo afectivo con la sociedad, convirtiéndolo en un artista que ha demostrado que la música es un motor muy importante en la realidad actual".
Y por más que el disco guste o no, quizás más importante que en la obra final resulta el intercambio social que se generan en el proceso de producción de este tipo de obras.
Por un lado la avalancha de vacío, por el otro la esperanza, las ganas de tocar, el animal de la música gruñendo y sobreviviendo. Eso nos hizo juntarnos martes tras martes a sudar vida y una música con aire de ternura en pie de guerra. Hicimos de tripas corazón. Escuchen.Acaso como una respuesta al individualismo extremo que acompañó el discurso dominante de los 90 y su intento de desacreditar cualquier utopía, a fines de esa década aparecieron en la escena internacional del arte, y noi solo en lo músical, numerosos proyectos artísticos que proponían un arte de participación social. La intención manifiesta no era nueva: volver sobre la vieja ambición vanguardista de acercar el arte a la vida.
Pero, en definitiva... ¿Puede la música convertirse en una herramienta de transformación social? Por lo menos Guillermo Briseño sí lo cree, e intenta hacer que los jóvenes músicos, y según sus propias palabras: "estén asociados y despierten su inteligencia para lograr que la música cumpla con su objetivo que es reconocernos en el otro y como mexicanos. La gente, en especial los jóvenes, tiene que hacer su música, pintura, cine, teatro o poesía con los pies en la Tierra y eso no quiere decir que no puedan fantasear o enamorarse, pero no se nos puede olvidar que tenemos que transformar este país. No me parece que sea aceptable que los músicos campesinos tengan que vivir en miseria o sin saber si al otro día tendrán vida".
Reconocen a Guillermo Briseño como personaje fundamental del rockLa Jornada
Por ser un personaje fundamental en la historia del rock mexicano, el cantautor y guitarrista Guillermo Briseño fue reconocido durante una sesión de escucha en la Sala “Murray Schafer” de la Fonoteca Nacional.
En el acto, que se realizó dentro del ciclo “Iconos del rock mexicano”, Briseño relató algunas de las vivencias más significativas de su trayectoria, entre las que destacan las referentes a lugares como Tequisistlán, Oaxaca, y el Istmo de Tehuantepec.
“Las tocadas más recordables se dieron en lugares extraños, en un bar, en algún patio de una escuela, en la calle o en la casa de la cultura de un pueblo miserable”, expresó.
El también poeta aseguró que en algún momento pensó que eso se perdía y que eran presentaciones aparentemente efímeras, “pero no (…) todo eso te deja un sello, es como un parámetro que se mueve para que a la siguiente tocada trates de imitarlo”.
Lo anterior, dijo ha sido posible “gracias a la gente que me ayuda a hacerlo, porque es como si se tratara de un poder telepático, anímico y amoroso”.
En compañía de colegas, amigos y familiares, Briseño sostuvo que el afecto que puede desarrollarse en forma recíproca entre la gente y él, y del cantautor para el público, es muy importante.
El director de la Escuela de Música "Del rock a la palabra" recordó, además, las colaboraciones que ha hecho al lado de otras reconocidas figuras del rock, como Betsy Pecanins, y el ambiente que se vivía en la década de los 60 y 70, cuando se inició en el rock and roll.
En la presentación del homenaje, el periodista Ricardo Bravo destacó que Guillermo Briseño ha construido muchos vasos comunicativos en México y el extranjero y que ha sido todo un ejemplo de trabajo y honestidad.
Agregó que su convicción a toda prueba permitió un vínculo afectivo con la sociedad, "convirtiéndolo en un artista que ha demostrado que la música es un motor muy importante en la realidad actual".
Además de su destacable labor como músico, Briseño ha transitado por otros terrenos, al hacer obras de muy diversa índole, incluso cuestiones sinfónicas y libros de poesía, señaló.
Espero que lo disfruten... me parece mejor terminarlo con otra frase del músico: "En general todos los grupos que participan son interesantes, pero me gustaría que los que provienen de comunidades originarias se expresen, hablen y promuevan música en su propia lengua para que no se pierda. Hay que ayudar a que viva y se conozca, ya que cuando desaparece una lengua en el mundo esto es una tragedia para la humanidad, porque se pierde la forma de reconocer en otras lenguas el cosmos, lo que vivimos, la naturaleza, el afecto, la inteligencia, la filosofía y la sabiduría".
Me dejo de chácharas. Lo pueden escuchar desde Spotify:
https://open.spotify.com/intl-es/album/4zMcmYKFpvI54WRokA134t
Lista de Temas:
1. A quien corresponda
2. No tengo nada que perder
3. La escena me traspasa (El corazón)
4. A veces
5. Blues de la iniciativa
6. La basura (El enemigo oculto)
7. Salvador
8. Para cantar
9. Presagio charro
10. Rap por la justicia
11. Hilo negro, hilo blanco
1. A quien corresponda
2. No tengo nada que perder
3. La escena me traspasa (El corazón)
4. A veces
5. Blues de la iniciativa
6. La basura (El enemigo oculto)
7. Salvador
8. Para cantar
9. Presagio charro
10. Rap por la justicia
11. Hilo negro, hilo blanco
Alineación:
- Guillermo Briseño / teclado, voz
- Jorge Rossell / bajo, coro
- Juan Carlos Novelo / batería, coro
Gracias :¬)
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