¡Cuidado con los Idus de marzo! Para este día, asociado para siempre con el asesinato de Julio César, en 44 a.C., he pensado que deberíamos saber algo del hombre mientras sigue vivo, en el Acto I de la triunfal y tardía ópera de Händel, cuya acción transcurre unos años antes del día fatal. (En realidad, el título original de la obra es Giulio Cesare in Egitto, es decir, Julio César en Egipto, ya que trata de las relaciones de César con Cleopatra.)
Parece que Händel tenía cualidades innatas de dramaturgo. Su música, al parecer sin ningún esfuerzo por parte del compositor, ilustra a la perfección la coyuntura en que se ve metido el cauteloso y desconfiado César. Convencido de que lo traicionarán, se describe a sí mismo como un cazador que persigue a la presa: y mira por dónde, eso es exactamente lo que oímos en la música.
Va tacito e nascosto, Anda sigiloso y a escondidas
Quand’avido è di preda, Cuando está ávido de presa
L’astuto cacciator. El astuto cazador.
E chi è a mal far disposto, Y quien está dispuesto a hacer daño
Non brama che si veda No quiere que se vea
L’inganno del suo cor La doblez de su corazón.
La trompa tiene un papel destacado en esta aria; solo por oírla vale la pena.
Clemency Burton-Hill
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