Mientras la mayoría de los argentinos desconocen la grave situación de contaminación y daño a la salud que generan los agroquímicos como el glifosato, el herbicida que utiliza nuestro modelo de agrotóxicos, Italia muestra este drama por televisión para que miremos nuestro propio drama. "Glifosato: L’erbicida nuoce alla salute del mondo?", un informe presentado recientemente en el programa Le Iene, el CQC italiano, difundió una realidad que golpea principalmente a los habitantes de los 'pueblos fumigados', los pueblos de las zonas rurales del Litoral argentino que padecen las fumigaciones aéreas con agroquímicos de nuestro modelo de agroproducción.
Con la conducción de Gaetano Pecoraro y la participación del periodista argentino Patricio Eleisegui (autor del libro 'Envenenados'), este documental hace foco en el glifosato, el herbicida de la multinacional Monsanto que se utiliza para eliminar las malezas de los cultivos, principalmente de soja transgénica.
Malformaciones congénitas, problemas respiratorios, neurológicos, alergias, abortos espontáneos y cáncer son solo algunas de las enfermedades que sufren estos argentinos que viven cerca de grandes extensiones de cultivos de soja, o en regiones cercanas al área de producción de eventos transgénicos dependientes de venenos de Monsanto.
Este informe cuenta con el testimonio de Fabián Tomasi, oriundo de Basavilbaso, Entre Ríos, quien en 2005 comenzó a trabajar en una empresa de aplicación aérea de agroquímicos y hoy padece una polineuropatía tóxica metabólica severa y atrofia muscular generalizada. También participan el médico pediatra y neonatólogo Medardo Avila Vazquez, con quien dialogamos anteriormente sobre las distancias mínimas preventivas que deben respetarse a la hora de realizar fumigaciones aéreas; y el doctor de Ciencias Exactas, Damián Marino, investigador de la Universidad Nacional de La Plata (UNLP), cuya investigación detectó trazas de glifosato en algodón, gasas y tampones comercializados en nuestro país.
La utilización de glifosato no solo afecta a la salud de los habitantes de los pueblos cercanos a los cultivos, sino también a la salud de todos los habitantes del país, porque ya anteriormente otras investigaciones demostraron que las frutas y verduras que compramos en supermercados y verdulerías están contaminados con uno o más químicos, e incluso que la cuenca del río Paraná está contaminada con este herbicida.
Este peligroso veneno también fue hallado en orina humana en Mar del Plata y en muestras de sangre y agua en Pergamino. En el resto del mundo se encontró en vinos de California, en cervezas alemanas, y también en alimentos del desayuno en Estados Unidos.
La incorporación de nuevas malezas resistentes a los sistemas agrícolas no pasa de moda. Desde la Red de conocimiento en Malezas Resistentes (REM), aseguran que ya se contabilizan 32 biotipos resistentes. Y lejos de encontrar un techo, la curva ascendente no termina de torcerse. “En la Argentina estamos a un ritmo de sumar entre tres y cuatro malezas resistentes por año”, advierte Martín Marzetti, gerente del programa que depende de Aapresid.
Se trata de una tendencia alarmante que se viene repitiendo por lo menos en los últimos cinco años y que claramente muestra un panorama bastante desalentador. “Estamos peor que hace un par de años y es un problema que no está para nada solucionado”, agrega el especialista, quien afirma que el actual escenario es fruto de los efectos residuales del sistema productivo que dominó la última década. “Es como si fuera la inflación, depende también de lo que hiciste en el pasado”, grafica...
Mientras tanto, Monsanto se enfrenta a una nueva ola de juicios en EEUU...
8.700 víctimas del agrotóxico demandan a la multinacional Monsanto en EEUU
Un fallo histórico concluyó que el herbicida Roundup provocó cáncer a un hombre, algo que abre la puerta para que miles de familias busquen justicia. En diciembre de 2015 cuando supieron que un cáncer en la sangre llamado linfoma no Hodgkin (LNH) estaba atacando rápidamente el cuerpo y el sistema inmunológico de Dean Brooks. En julio de 2016, Dean ya había fallecido.
En un fallo histórico del mes de agosto, un jurado sentenció que Monsanto le había causado un cáncer terminal a un hombre y ordenó que la empresa agroquímica pagara más de 250 millones de euros por daños y perjuicios. La extraordinaria decisión, que expone los posibles peligros del herbicida más utilizado del mundo, ha abierto la puerta a que miles de pacientes con cáncer y familias busquen justicia en los tribunales.
Monsanto y Bayer, el gigante farmacéutico alemán que adquirió la empresa a principios de este año, se juegan mucho. Alentados por la victoria de Johnson, una ola de nuevos juicios amenaza el legado y las finanzas de las corporaciones, y el futuro de un producto químico que se utiliza en el mundo entero.
En todo Estados Unidos se han presentado unas 8.700 demandas similares, alegando que la exposición a los herbicidas basados en glifosato han provocado diferentes tipos de cáncer. Si Monsanto sigue perdiendo juicios, el impacto podría ser enorme.
Con la conducción de Gaetano Pecoraro y la participación del periodista argentino Patricio Eleisegui (autor del libro 'Envenenados'), este documental hace foco en el glifosato, el herbicida de la multinacional Monsanto que se utiliza para eliminar las malezas de los cultivos, principalmente de soja transgénica.
Mientras la mayoría de los argentinos se debate entre Tarifazos, Despidos, Hambre, Desocupación, Represión, Fuga de dólares, Deuda Eterna, Cárcel a opositores, y mentiras cotidianas de un gobierno vendepatria... los agronegocios siguen matando a la Pachamama. En 2015, la Agencia Internacional para la Investigación del Cáncer (IARC) perteneciente a la Organización Mundial de la Salud (OMS) categorizó al glifosato como probablemente cancerígeno, y recientemente investigadores de la Facultad de Bioquímica de la Universidad Nacional de Rosario (UNR) concluyeron que el glifosato causa un mecanismo de toxicidad en el desarrollo y funcionamiento del sistema nervioso de mamíferos. Mientras tanto, hay alarma en la Asociación Argentina de Productores en Siembra Directa (Aapresid), pero no por la contaminación a la población, sino porque les aumentan los costos en el combate a las plagas...
Malformaciones congénitas, problemas respiratorios, neurológicos, alergias, abortos espontáneos y cáncer son solo algunas de las enfermedades que sufren estos argentinos que viven cerca de grandes extensiones de cultivos de soja, o en regiones cercanas al área de producción de eventos transgénicos dependientes de venenos de Monsanto.
Este informe cuenta con el testimonio de Fabián Tomasi, oriundo de Basavilbaso, Entre Ríos, quien en 2005 comenzó a trabajar en una empresa de aplicación aérea de agroquímicos y hoy padece una polineuropatía tóxica metabólica severa y atrofia muscular generalizada. También participan el médico pediatra y neonatólogo Medardo Avila Vazquez, con quien dialogamos anteriormente sobre las distancias mínimas preventivas que deben respetarse a la hora de realizar fumigaciones aéreas; y el doctor de Ciencias Exactas, Damián Marino, investigador de la Universidad Nacional de La Plata (UNLP), cuya investigación detectó trazas de glifosato en algodón, gasas y tampones comercializados en nuestro país.
La utilización de glifosato no solo afecta a la salud de los habitantes de los pueblos cercanos a los cultivos, sino también a la salud de todos los habitantes del país, porque ya anteriormente otras investigaciones demostraron que las frutas y verduras que compramos en supermercados y verdulerías están contaminados con uno o más químicos, e incluso que la cuenca del río Paraná está contaminada con este herbicida.
Este peligroso veneno también fue hallado en orina humana en Mar del Plata y en muestras de sangre y agua en Pergamino. En el resto del mundo se encontró en vinos de California, en cervezas alemanas, y también en alimentos del desayuno en Estados Unidos.
La incorporación de nuevas malezas resistentes a los sistemas agrícolas no pasa de moda. Desde la Red de conocimiento en Malezas Resistentes (REM), aseguran que ya se contabilizan 32 biotipos resistentes. Y lejos de encontrar un techo, la curva ascendente no termina de torcerse. “En la Argentina estamos a un ritmo de sumar entre tres y cuatro malezas resistentes por año”, advierte Martín Marzetti, gerente del programa que depende de Aapresid.
Se trata de una tendencia alarmante que se viene repitiendo por lo menos en los últimos cinco años y que claramente muestra un panorama bastante desalentador. “Estamos peor que hace un par de años y es un problema que no está para nada solucionado”, agrega el especialista, quien afirma que el actual escenario es fruto de los efectos residuales del sistema productivo que dominó la última década. “Es como si fuera la inflación, depende también de lo que hiciste en el pasado”, grafica...
Mientras tanto, Monsanto se enfrenta a una nueva ola de juicios en EEUU...
Fuente: Matilde Moyano
8.700 víctimas del agrotóxico demandan a la multinacional Monsanto en EEUU
Un fallo histórico concluyó que el herbicida Roundup provocó cáncer a un hombre, algo que abre la puerta para que miles de familias busquen justicia. En diciembre de 2015 cuando supieron que un cáncer en la sangre llamado linfoma no Hodgkin (LNH) estaba atacando rápidamente el cuerpo y el sistema inmunológico de Dean Brooks. En julio de 2016, Dean ya había fallecido.
En un fallo histórico del mes de agosto, un jurado sentenció que Monsanto le había causado un cáncer terminal a un hombre y ordenó que la empresa agroquímica pagara más de 250 millones de euros por daños y perjuicios. La extraordinaria decisión, que expone los posibles peligros del herbicida más utilizado del mundo, ha abierto la puerta a que miles de pacientes con cáncer y familias busquen justicia en los tribunales.
El juicio de Johnson contra Monsanto fue revolucionario desde antes de comenzar, porque el juez les permitió a los abogados del demandante presentar investigaciones científicas y testimonios de expertos sobre el glifosato y sus peligros para la salud, evidencia científica que el jurado consideró creíble y convincente.
Monsanto y Bayer, el gigante farmacéutico alemán que adquirió la empresa a principios de este año, se juegan mucho. Alentados por la victoria de Johnson, una ola de nuevos juicios amenaza el legado y las finanzas de las corporaciones, y el futuro de un producto químico que se utiliza en el mundo entero.
En todo Estados Unidos se han presentado unas 8.700 demandas similares, alegando que la exposición a los herbicidas basados en glifosato han provocado diferentes tipos de cáncer. Si Monsanto sigue perdiendo juicios, el impacto podría ser enorme.
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