Quizás los cabezones más nuevos no conozcan nuestras entradas de grupos como Chac Mool, o las aventuras experimetales-musicales que mezclan rock con música precolombina como el caso de Jorge Reyes, reconocido a nivel mundial por mezclar el rock con la música mesoamericana, aunando el sonido de instrumentos como tambores, teponaztlis, caparazones de tortugas, piedras y sonajas, ocarinas, tlapizallis, trompetas de caracol, silbatos de viento, flautas funerarias, flautas dobles, sintetizadores e instrumentos propios del rock, con oraciones y cánticos que quedaron plasmados en más de una treintena de discos, además de las incontables presentaciones alrededor del mundo, más su trabajo cercano y de forma regular con indígenas mexicanos. Revivimos así, gracias a Carlos M., una de las mayores aventuras musicales de nuestra américa.
Artista: Jorge Reyes
Álbum: Nierika
Año: 1990
Género: Progresivo Atmosférico / Etnica Ambiental
Duración: 45:48
Nacionalidad: México
Artista: Jorge Reyes
Álbum: Nierika
Año: 1990
Género: Progresivo Atmosférico / Etnica Ambiental
Duración: 45:48
Nacionalidad: México
Volvemos con la danza de los peyoteros del músico mexicano Jorge Reyes, quien se dio a conocer mundialmente por difundir y fomentar la música prehispánica, además de alcanzar fama con la legendaria banda de rock Chac Mool.
Mexican import pressing from 1990. Ten tracks total, combines Nierika LP and two tracks from Ek-Tunkul release. Disc is in excellent condition. Front cover insert shows some light wear, but nothing out of the ordinary, still in mostly very good shape.Jorge Reyes se consolidó como un artista mexicano que mira tanto a las cavernas y las pinturas rupestres, como al siglo XXI, ya que no sólo intentó recuperar las tradiciones ancestrales para fusionarlas orgánicamente con las tecnologías del presente y el futuro, sino también con la idea de borrar algunos estereotipos de la cultura mexicana para proponer nuevos puentes y vasos comunicantes de creatividad en el ámbito independiente.
Sobre el disco (por David Cortés, de su libro Escritos en el tiempo):
Tarde o temprano, antes o después, ha sido una ambición del ser humano tratar de conjuntar el pasado con la modernidad, el aprisionar y dominar la magia para emplearla como parte integrante del mundo real sin producir choques violentos. Diversas son las maneras en que estos intentos se han expresado, pero tal vez es la música la que de mejor manera lo ha logrado.
En esta vertiente se encuentra el trabajo desarrollado por Jorge Reyes, un rockero que lleva seis años en la creación de música elaborada con instrumentos prehispánicos y electrónicos. El resultado de esta singular fusión ha sido definido como etno rock o new age; sin embargo, ambas categorías, además de limitar, empobrecen la labor artística del michoacano.
Aunque Jorge Reyes se ha dedicado a explotar esta vena y ha obtenido éxito, no puede considerársele un oportunista, pues su primer contacto con los instrumentos prehispánicos se remonta a la primera mitad de los setenta, periodo en el cual formaba parte de Al Universo. Esta pasión, este anhelo de crear música a partir de nuestras propias raíces, se conformó con la formación del quinteto Chac Mool, con el cual tuviera una producción discográfica considerable para un grupo de rock mexicano contratado por una disquera establecida.
Pero la música con mayor identidad y personalidad que ha creado la ha realizado de manera independiente, y se inició con la grabación de Ek-Tunkul y ha continuado con cuatro discos más en los cuales ha buscado plasmar una música que el define como oracular, una música cuya "función específica es proponer mediante el sonido ciertas atmósferas, bloques sonoros, una geografía acústica; música abierta donde el público tiene que participar con su creatividad".
Bajo esta perspectiva, está próximo el lanzamiento de Niérika, quinto disco en la producción de Jorge Reyes, grabado en Alemania como una coproducción con la compañía independiente Mundo Music. A diferencia de su disco anterior, éste no es un disco conceptual. Incluye ocho composiciones que proponen como ventanas sonoras, como "cuadros de sonido", en los cuales intervienen instrumentos tanto electrónicos como acústicos que no habían sido utilizados con anterioridad por él en otras de sus grabaciones.
El nombre del acetato está tomado de los estambres de color que hacen los huicholes y que para ellos es una representación plástica que les permite mirar un mundo mágico, ancestral y mítico. En la elaboración de Niérika se emplearon 135 horas de estudio y se espera que la música plasmada allí contenga ideas y propuestas diferentes. De hecho, comenta Jorge Reyes, el nuevo disco es una continuación de Comala, aunque aquí han variado los métodos de composición, la utilización de los instrumentos y los sistemas de grabación.
Hace ya tiempo que la música mexicana está buscando una nueva identidad. Su camino se forja lejos de las escabrosas rutas de la comercialización y del estrellismo. En las grabaciones independientes se encuentran los fragmentos de ese gran rompecabezas que es la música mexicana, la nueva música mexicana, en donde Jorge Reyes ha hecho aportaciones, que si no resultan definitivas, pues la veta apenas ha sido inaugurada, sí resultan de interés para dar al rock hecho en casa una fisionomía diferente, más profesional y con más calidad.
En esta vertiente se encuentra el trabajo desarrollado por Jorge Reyes, un rockero que lleva seis años en la creación de música elaborada con instrumentos prehispánicos y electrónicos. El resultado de esta singular fusión ha sido definido como etno rock o new age; sin embargo, ambas categorías, además de limitar, empobrecen la labor artística del michoacano.
Aunque Jorge Reyes se ha dedicado a explotar esta vena y ha obtenido éxito, no puede considerársele un oportunista, pues su primer contacto con los instrumentos prehispánicos se remonta a la primera mitad de los setenta, periodo en el cual formaba parte de Al Universo. Esta pasión, este anhelo de crear música a partir de nuestras propias raíces, se conformó con la formación del quinteto Chac Mool, con el cual tuviera una producción discográfica considerable para un grupo de rock mexicano contratado por una disquera establecida.
Pero la música con mayor identidad y personalidad que ha creado la ha realizado de manera independiente, y se inició con la grabación de Ek-Tunkul y ha continuado con cuatro discos más en los cuales ha buscado plasmar una música que el define como oracular, una música cuya "función específica es proponer mediante el sonido ciertas atmósferas, bloques sonoros, una geografía acústica; música abierta donde el público tiene que participar con su creatividad".
Bajo esta perspectiva, está próximo el lanzamiento de Niérika, quinto disco en la producción de Jorge Reyes, grabado en Alemania como una coproducción con la compañía independiente Mundo Music. A diferencia de su disco anterior, éste no es un disco conceptual. Incluye ocho composiciones que proponen como ventanas sonoras, como "cuadros de sonido", en los cuales intervienen instrumentos tanto electrónicos como acústicos que no habían sido utilizados con anterioridad por él en otras de sus grabaciones.
El nombre del acetato está tomado de los estambres de color que hacen los huicholes y que para ellos es una representación plástica que les permite mirar un mundo mágico, ancestral y mítico. En la elaboración de Niérika se emplearon 135 horas de estudio y se espera que la música plasmada allí contenga ideas y propuestas diferentes. De hecho, comenta Jorge Reyes, el nuevo disco es una continuación de Comala, aunque aquí han variado los métodos de composición, la utilización de los instrumentos y los sistemas de grabación.
Hace ya tiempo que la música mexicana está buscando una nueva identidad. Su camino se forja lejos de las escabrosas rutas de la comercialización y del estrellismo. En las grabaciones independientes se encuentran los fragmentos de ese gran rompecabezas que es la música mexicana, la nueva música mexicana, en donde Jorge Reyes ha hecho aportaciones, que si no resultan definitivas, pues la veta apenas ha sido inaugurada, sí resultan de interés para dar al rock hecho en casa una fisionomía diferente, más profesional y con más calidad.
La mexicaneidad al palo, pero ahora desde Argentina. Le podemos decir la latinoamericaneidad al palo... mejor!: la cultura universal al palo!
Un disco maravilloso para detener el tiempo y ensoñar
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