Podríamos oír muchísimas cosas el día de Navidad, pero creo que no sorprenderá a nadie que haya elegido algo de Bach, concretamente esta poderosa y magnífica cantata dedicada a estas fechas. El llamado Oratorio de Navidad consta de seis partes y, como era habitual en él, Bach recicla alegremente música de composiciones anteriores y la empaqueta aquí.
Este emocionante coro inicial, por ejemplo, apareció por primera vez en una cantata profana, la n.º 214, compuesta en 1733 para celebrar el cumpleaños de la reina de Polonia. El coro original concentra tambores, trompetas y cuerdas que llenan el aire y en esta versión navideña se acentúa el carácter teatral con exaltadas llamadas a regocijarse, alegrarse y celebrar estos días. Además del grupo de jubilosas voces humanas, esta vívida y cromática orquestación tiene trompetas, timbales, flautas, oboes, oboes de amor, violines, viola y contrabajo. Es una combinación fantástica.
Este movimiento se interpretó por primera vez este día de 1734 en la iglesia de San Nicolás de Leipzig. Doscientos setenta años después, exactamente la Navidad de 2004, tuve la alegría de interpretarlo por primera vez en mi vida. Fue en Jerusalén, en el Festival Bach de Palestina. Formábamos la orquesta jóvenes músicos israelíes y palestinos, más unos cuantos británicos. Cristianos, musulmanes, judíos. Humanos. Tocando a Bach, tocando juntos.
No lo olvidaré mientras vida. ¡Felices Pascuas!
Clemency Burton-Hill
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