LightbulbSun nos trae más de lo poco que hay de esta banda. Y es que "Closer" llegaría un año después del "Unknown Pleasures", pero lo que sucedió en el medio cambió para siempre la historia del grupo: Ian Curtis, con tan solo veintitrés años, se quitó la vida dos meses antes de la salida del álbum. Entonces, "Closer" es el disco póstumo de su vocalista, un trabajo que promete la tragedia y anuncia el final en su sombría poética y crean un disco icónico del post punk para dar cierre a una historia tan corta como dramática y perdurable, historia que, como lo trágico, nunca muere, y a pesar de su nombre, "Closer" nunca termina.
Artista: Joy Division
Álbum: Closer
Año: 1980
Género: Post Punk
Duración: 44:16
Referencia: Discogs
Nacionalidad: Inglaterra
En general, es un disco mucho más oscuro que el debut y se puede dividir en dos partes, considerando que estas fueron grabadas en tiempos distintos: La primera fueron temas escritas en 1979, y tenían un predominio de las guitarras, por lo que dan más pesos a estos que los sintetizadores. Algunos fueron tocados en vivo y en sesiones radiales. La segunda parte fueron escritas en 1980 y ocurre lo contrario: los sintetizadores tienen mayor peso.
La evidente pulsión suicida de Ian Curtis puede entreverse en su inspiración en ciertos autores literarios con los que sentía una cercanía emocional. La primer canción del disco, "Atrocity Exhibicion", está basada en la novela de J. G. Ballard, escritor inglés de ciencia ficción cuyos relatos se caracterizan por una atmósfera post apocalíptica llena de paisajes lúgubres y deshabitados, en donde los residuos y la chatarra tienen una importancia vital en un ecosistema metálico.
Esas rechinantes guitarras e Ian Curtis te suplican: “this is the way, step inside” (este es el camino, entra).
Si Unknown Pleasures no terminaba con una nota lo suficientemente oscura, Joy Division en Closer no tenía intenciones de ceder. La piedad representada en la portada se volvería inquietantemente profética, ya que sería el último álbum de estudio de la banda.
El suicidio de Curtis dos meses antes ahora se cernía sobre Joy Division como una mortaja. Por supuesto, la banda y posiblemente el propio Curtis, no tenían idea de lo que vendría al cortar este su segundo esfuerzo.
En «Atrocity Exhibition» las lineas de Ian Curtis hablan de horrores indescriptibles que se venden como entretenimiento, en líneas como “for entertainment they watch his body twist/ behind his eyes he says `I still exist.’” (para entretenerse, miran cómo su cuerpo se retuerce / detrás de sus ojos, él dice ‘Todavía existo’)
Y como un ladrador sádico de carnaval, Curtis atrae al oyente con una súplica más, “this is the way, step inside”. Mientras el batería Stephen Morris y el bajista Peter Hook mantienen un zumbido ominosamente constante en su estruendo de bajo nivel, las guitarras de Bernard Sumner chillan y aúllan, rasgan y raspan, como los temas de abuso y tormento en la canción.
“Isolation”, en comparación, era algo así como un predecesor sónico de New Order, marcado por sintetizadores espásticos y un ritmo disco, siendo la canción más obviamente pegadiza de Closer, pero aún muy paranoica e inquietante, particularmente por la confesión de Curtis: “I’m ashamed of the person I am” (Estoy avergonzado de la persona que soy)
En “Passover”, una canción más lenta, más apagada y líricamente sombría, es donde Joy Division se ganó su reputación como banda progenitora del rock gótico. Sin embargo, al no haber empleado nunca la moda del maquillaje, sino más bien una personalidad solida, esta es en gran medida una percepción del oyente.
Dejando de lado la imagen o el sesgo, es difícil no verla como una de las canciones más oscuras del canon post-punk.
«Colony» está más cerca para un rockero, aunque todavía está a kilómetros de distancia. Sin embargo, aumenta el ritmo antes de pasar a «A Means to An End«, una canción más simple y pegadiza, una de las mejores de la banda.
La línea de bajo descendente de Hook, el hi-hat disco de Morris en cámara lenta, el riff inolvidable de Sumner y el grito embrujado de Curtis de “I put my trust in you” (pongo mi confianza en ti) combinados, hacen una escucha intensa, que ha proporcionado una plantilla que ha sido copiada por generaciones de bandas desde entonces.
Podría decirse que ninguna pista del álbum es tan poderosa como «Heart and Soul«, una mirada sombría a la humanidad.
La letra de Curtis combinada con el arreglo ambiental de la banda, unida por una línea de bajo repetitiva y un ritmo de batería insistente, enmarcan la voz de Curtis, inundada de reverberación, que suena como si se hablara desde más allá.
Sin embargo, después del segundo coro, la guitarra de Sumner se sale de control y se convierte en una distorsionada tonalidad de terror menor.
El arreglo de esta canción en papel no parece tan complejo, ni su estructura es tan diferente a la mayoría de las canciones pop convencionales, pero en ejecución, es mucho más avanzada que la mayoría de las canciones de Joy Division, así como el de la mayoría de los artistas de vanguardia de hoy.
Es durante el último tercio del álbum donde el estado de ánimo desciende de sombrío y melancólico a desesperado, comenzando con la frase “So this is permanence/love’s shattered pride” (Así que esto es la permanencia / el orgullo destrozado del amor) en “Twenty Four Hours”, deslizándose de un lado a otro entre la tenue contemplación y las velocidades viscerales y fuertes, el modelo mismo bipolar.
«The Eternal» renuncia a lo maníaco por el simple y depresivo piano de espíritu agónico y el sintetizador que enmarca las observaciones de Curtis sobre la muerte.
«Decades«, es la canción más cercana a sonar «gótica», aparte de las meras sensibilidades oscuras. Un sintetizador similar a un clavecín crea una atmósfera de tipo barroco que enciende una llama debajo del sonido ya sombrío creado dentro de la canción.
Esta canción, en particular, parece hacer una fuerte transición hacia el primer álbum de New Order, Movement (1981). Este es el sonido de una banda en su apogeo creativo, mirando hacia el futuro, sin decir adiós. Empujando para ver hasta dónde podían llegar.
A pesar de todos a los que influyó en estos 40 años, no hay otro álbum como Closer. A pesar de la austera producción fúnebre de Martin Hannett, Curtis y compañía nunca han sonado tan vivos.
Cualquiera que sienta que Joy Division era tristeza y fatalidad solo escucha con oídos superficiales. A pesar de su reputación desesperada, es una banda y un álbum muy incomprendido. Su música es sobre supervivencia, no resignación mórbida.
Es cierto que el ambiente es sombrío, pero en ningún momento Joy Division se revuelca en él. Si bien la banda no tenía noción del género musical conocido como Goth ni tampoco la estética dark, durante mucho tiempo se les ha atribuido su surgimiento.
Y gótico, sin duda, lo son. Tan gótico como una catedral abandonada con hojas muertas que vuelan por sus pasillos. Sin embargo, diría que, más que nada, el sonido de Joy Division era primitivo. Esa es una de las razones por las que todavía suena tan resonante en la era musical artificial y consciente de la imagen que ahora disfrutamos. Joy Division no decía «mírame». Decían: «mira dentro de mí».
Si bien la desesperación y el anhelo son omnipresentes e incluso opresivos a veces, también son signos de vida. En definitiva, se trata de música sobre la resistencia, no sobre la muerte y la descomposición.
En todo caso, esta banda ha perdurado en nuestras almas, nuestros pensamientos, nuestra forma de pensar, caminar, y reaccionar, la resistencia lo es todo.
Destacan “Atrocity Exhibition”, con un ritmo muy tribal y con pasajes sombríos. “Isolation” es más acorde al post-punk y un poco de synthpop. “Passover” es más lenta, mientras que “Colony”, “A Means To An End” y “Twenty Four Hours” recuerdan a su anterior trabajo. La única con un sonido más luminoso es “Decades”, que cierra el disco.
Y ahora nos adentramos un poco en el arte gráfico del disco, saliendo de lo estrictamente musical. Y desde allí podríamos ver que contra todo pronóstico, el disco (como todo arte) tiene múltiples interpretaciones.
El álbum debut de Joy Division, «Unknown Pleasures», presenta un diseño de portada que generó cientos de artículos de merchandising y miles de parodias… ¿Pero qué hay de su segundo álbum, Closer? ¿De qué se trata su tapa? ¿Quiénes son las oscuras figuras que la adornan? ¿Por qué todo esto es motivo de controversia para algunos fans? En el día de su 40º aniversario revivimos estos interrogantes y sepultamos todas las dudas respecto a esta oscura historia.
Impresa en sobrio blanco y negro, la tapa de «Closer» presenta el título del álbum escrito en una fuente que parece haber sido cincelada en mármol, mientras que una fotografía monocromática parece mostrar cuatro figuras encapuchadas llorando alrededor de un hombre que yace en un lecho… Lanzado el 18 de julio de 1980, «Closer» fue a todas luces una obra póstuma. El frontman Ian Curtis se había suicidado en su casa en Macclesfield, Cheshire, el 18 de mayo y la banda ya no existía; habían acordado previamente que si algún miembro abandonaba el grupo, el nombre de Joy Division debía asimismo abandonarse. Y así fue: los tres miembros sobrevivientes -el guitarrista Bernard Sumner, el bajista Peter Hook y el baterista Stephen Morris– se convertirían en New Order, junto con el tecladista Gillian Gilbert.
La tumba de la familia Appiani en el Staglieno Cimitero Monumentale de Genoa, Italia, uno de los más grandes de Europa. Esta es la escultura retratada en la foto que inspiró la tapa.
Ahora bien, ¿cuál es el problema con la tapa de «Closer»? Debido a que la misma mostraba aun grupo de personas llorando a un muerto, el sello Factory Records fue acusado de falta de juicio por varios fans del grupo, que quedaron estupefactos cuando vieron la tapa por primera vez en las disquerías: la misma fue literalmente un velorio gráfico para el cantante fallecido. Como Morris recordó en su autobiografía «Record Play Pause«, «La foto parecía una inquietante profecía o alguna broma de mal gusto, un truco para vender más. ¿Quién en su sano juicio pondría una tumba en la tapa del álbum de una banda cuyo cantante acababa de morir?». Sumner se suma a la queja: «Nos acusaron de sacar provecho de la muerte [de Ian]», dijo en su libro «Chapter And Verse». «Como si fuéramos capaces de hacer algo así. Te dice más acerca de los acusadores que de la banda», concluye.
En su reseña de «Closer» para el periódico musical Sounds, el escritor Dave McCullough señaló que la música era «el equivalente auditivo de una rica losa de mármol, tan lujosa y tan conmovedora como la antigua imagen pétrea de la muerte que muestra la tapa». Pero cualquier acusación relativa a que Joy Division glorificara la muerte de su cantante carecía de asidero: de hecho, la tapa del álbum había sido creada y aprobada -por la banda, eh- semanas antes de que Curtis muriera. Fue solo el caótico calendario de lanzamientos de Factory lo que retrasó al disco; para cuando fue editado, la tragedia ya había ocurrido. «(La tapa) Parecía una buena idea en aquel momento», recuerda Steve Morris, «pero, después de que Ian murió, se convirtió en otra de esas horribles coincidencias».
Pero bueno, ¿qué muestra exactamente la tapa? La imagen parece inspirada en «La Lamentación Sobre Cristo Muerto», famoso cuadro del pintor Giotto: la figura preponderante es Jesús, tras haber sido bajado de la cruz (detalle marcado por el halo en su cabeza) y las otras figuras son personas que estuvieron presentes en la crucifixión, entre ellas las Tres Marías (la madre de Jesús, María Magadelena y María de Clopas) e incluso Juan el Apóstol, José y Nicodemo, según la versión que veas. Peter Saville, el premiado diseñador que había trabajado con Joy Division en la portada de «Unknown Pleasures», reveló que las fotos provenían de una revista de arte muy trendy llamada Zoom, que tenía dando vueltas en su estudio en Londres.
Años más tarde, Saville le relató lo siguiente a la revista Mojo: “Bernard Pierre Wolff había hecho una serie de fotografías en un cementerio en Italia. No sé hasta el día de hoy si eran reales o no – algunas te hacían pensar que él había armado toda la puesta. Eran solo modelos, cubiertos de polvo». La verdad es que la imagen no era falsa sino que se trataba de una lápida bellamente tallada, situada en el cementerio Staglieno en Génova, al norte de Italia. La tumba pertenece a la familia Appiani y la increíble obra de mármol fue creada por el escultor Demetrio Paernio en 1910.
Saville explicó que el manager de Joy Division, Rob Gretton, fue a verlo con la banda para hablar sobre la arte de tapa mientras estaban haciendo el LP: «No había escuchado nada de lo que habían grabado, así que les dije ‘Les voy a mostrar algo que he visto recientemente y que me entusiasmó'». Fue así que el diseñador le enseñó al grupo todas las fotos de Wolff, que cubrían varias páginas de la revista: «Todos se apiñaron en torno a mi tablero de dibujo y fueron pasando las páginas», cuenta Saville en la biografía de la banda «This Searing Light, The Sun y Everything Else» (2019). «Todavía eran cuatro amigos que hacían algo juntos; nadie era más importante que nadie. (…) Pensé que la banda se reiría, pero quedaron cautivados. Dijeron ‘nos’ -remarco que dijeron ‘nos’, como en ‘nosotros’- ‘nos gusta esa foto en particular'».
Fue así que la imagen terminó en la tapa, junto con una tipografía elegida por Saville, un marco blanco simple y se imprimió en cartulina blanca suave, «como el papel usado en el grabado», destaca el diseñador. Otra foto de la revista, esta vez de la escultura de un ángel afligido en el mismo cementerio, en la tumba de la familia Ribaudo (obra creada en 1910 por Onorato Toso) se incluyó en la tapa de la edición de 12 pulgadas de «Love Will Tear Us Apart». La versión de 7″ del single presentaba el título de la canción estampada en una lámina de metal, que semejaba la de una lápida… Tras la muerte de Ian Curtis, Saville se dio cuenta enseguida de las implicancias: «Tony Wilson me dio las tristes noticias y ahí dije, ‘tenemos un problema. La tapa del álbum tiene una tumba’; ‘Oh, fuck’, me dijo Tony. Pero no obstante, la banda me dijo ‘Lo decidimos entre todos, Ian fue quien la eligió’. Lo inquietante es preguntarse qué estaría pensando (Ian)…»
Hoy, los fans de Joy Division aún hacen el viaje a Génova (al menos mientra lo permita la actual pandemia y sus restricciones en cada país) para ver las esculturas y la muy recomendable web Joy Division Central tiene instrucciones para encontrar los lugares con exactitud. ¿Y el álbum que hoy cumple 40 años? A cuatro décadas de su lanzamiento, «Closer» merece su reputación como la última voluntad y testamento de Curtis. «Este es el camino, entrá», instruye aquel joven de 23 años en el tema «Atrocity Exhibition», como si fuera el barquero que rema para llevar a los recién llegados al Hades… Si bien la música y el clima son más bien oscuros, contienen más que depresión y muerte: desde inspiración literarias pasando por la innovadora producción innovadora de Martin Hannett hasta los fenómenos psicológicos experimentados por su arquitecto principal.
Entonces, ¿«Closer» es un álbum sombrío? Sin duda. ¿Funciona exclusivamente como una nota de suicidio? No precisamente. En retrospectiva, sorprende lo optimistas que son «A Means to a End», «Heart and Soul» y «Twenty Four Hours», incluso si existen solo para que «The Eternal» pueda atraerlos a su fúnebre estela. Aunque Curtis terminó quitándose la vida, a veces comentaba esperanzado sobre el futuro, expresando su deseo de mudarse a Europa continental, abrir una librería y establecerse en un rol más de estudio que de giras. Eso no es lo que sucedió, claro. Pero la introspección e innovación de «Closer» lo hace más que una lápida; muestra que Joy Division pudo haberse convertido en una banda pionera del art rock con picos y valles en su discografía. Porque, en esencia, esta era una banda de rock and roll con un líder carismático e inteligente, no la manifestación humana de una camiseta. Lo que produjo el grupo «Fue espontáneo, no se calculó, no fue artificial», afirma Annik Honoré (la amante de Curtis) en «This Searing Light«. «Simplemente tenían la luz, el espíritu»… Su luz pudo haberse apagado hace cuatro décadas, pero «Closer» no fue el interruptor; más bien fue una señal de lo deslumbrante que pudo llegar a ser.
Hay un hecho innegable, y es que es una piedra angular del post-punk y punto de partida para los que vinieron después.
Lo podés escuchar completo acá:
https://www.youtube.com/playlist?list=PLfO40GL5cNo9x9twhjv1fqpP1JOU9ZjEK
Y acá:
https://open.spotify.com/album/0KBdfMTMxi0oD1oVqApTjr
Lista de Temas:
1. Atrocity Exhibition
2. Isolation
3. Passover
4. Colony
5. A Means To An End
6. Heart And Soul
7. Twenty Four Hours
8. The Eternal
9. Decades
Alineación:
- Ian Curtis / voz, guitarra
- Bernard Sumner / guitarra, bajo , sintetizadores
- Peter Hook / bajo, guitarra
- Stephen Morris / batería, batería electrónica, percusión
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