¿Qué ocurre cuando eres compositor y solista de viola internacional, vas alegremente a Londres para dar un concierto con la Orquesta Sinfónica de la BBC y de pronto se muere el rey de Inglaterra?
Dediquemos un minuto de silencio al pobre Paul Hindemith, compositor alemán y exsoldado. El hombre que contribuyó poderosamente a la tonalidad del siglo XX (expuesta en su Arte de la composición musical, publicado en 1938) también desempeñó un papel único en las honras fúnebres del fallecido monarca británico. El 19 de enero de 1936 partió para Londres con la intención de estrenar en Inglaterra su último concierto para viola el día 22. Pero el rey Jorge V falleció inesperadamente poco antes de la medianoche del 20.
El concierto se suspendió, pero los organizadores convencieron a Hindemith de que compusiera algo que reflejara lo sucedido. El compositor (¡sin sentirse presionado, por supuesto!), aceptó encantado y a las 11 de la mañana del día siguiente entró en un despacho facilitado por la BBC, se sentó y se puso a componer.
Parece increíble, si tenemos en cuenta que algunos compositores tardan años en escribir una obra, pero a las 5 de la tarde del 21 de enero ya había terminado de componer el encargo. Se trataba de una pieza evocativa e inquietante que tituló Trauermusik, «Música fúnebre», en homenaje al difunto rey. Los músicos británicos son famosos en todo el mundo por su capacidad para «repentizar» (es decir, para ejecutar una obra sin haberla ensayado previamente) y en esta ocasión no decepcionaron: aquel mismo atardecer interpretaron la recién creada Trauermusik en una emisión en directo desde un estudio radiofónico de la BBC, bajo la dirección del gran maestro inglés Adrian Boult y con el compositor como solista. Impresionante.
Clemency Burton-Hill
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