Seguimos con algo de lo mejor de Brasil y también la historia musical de Fabio Ribeiro antes de que sea el destacado tecladista de Angra, y aquí con el segundo disco de su proyecto Blezqi Zatzas, concretado luego de muchos años desde su primer disco. Este trabajo también es completamente instrumental, y con la misma tendencia sinfónica que se había mostrado en su primer trabajo pero con más variación en la instrumentación, sobretodo con una mayor presencia de guitarra y la inclusión de saxo y flauta, por lo que la tendencia pomposa está más controlada, ordenado con una dosis más discreta su grandiosidad sinfónica majestuosa a lo ELP o Wakeman, y creando un viaje magnífico al mundo de la música sinfónica.
Año: 2000
Género: Rock sinfónico
Duración: 70:40
Nacionalidad: Brasil
Algo más de buen rock progresivo brazuca... Ya hablamos de este proyecto, y hemos publicado su primer disco, para quien lo haya escuchado y le haya gustado, todo lo que sigue es al botón. Para quien no tenga idea de que estoy hablando, les cuento: Blezqi Zatsaz fue un "hijo" de la banda III Milênio (que fuera suceso en Brasil), liderado por el tecladista Fabio Ribeiro (quien tocó en III Milênio y también en Desequilíbrios que se ubica en el típico progresivo sinfónico brasilero. Así, Blezqi Zatsaz es más un proyecto del tecladista más que un grupo de verdad. Vale mencionar que entre otras participaciones, este grupo participó de la antología "Tales of Brazilian Rock", lanzado por el desaparecido (según me han contado) sello Record Runner.
Este es el segundo álbum de la banda, lanzado luego de nueve años del lanzamiento de su ópera prima. Otra vez Fabio Ribeiro que es la cabeza y el alma de esta banda y eso se siente en todo el trayecto del álbum, que es totalmente instrumental, bajo el típico estilo brasilero de hacer progresivo sinfónico (en la onda de sus compatriotas de Tempus Fugit y Quaterna Requiem) con sabor grandilocuente y con influencias obvias de Yes, ELP y Genesis. Fíjense todos los músicos que intervienen en este álbum, y con tantos miembros de la banda, no es de extrañar que algunas secciones suenen realmente grandiosas.
Aunque en función de orientar a quien esto lee, podemos decir que su música está fundamentalmente basada en finas y bellas líneas melódicas; con pasajes “alla Wakeman”, momentos con sonido sinfónico clásico, como la estupenda suite de 15 minutos “Azzivullas’ Suite”, o el estupendo “The Gates of Ixtlán” (sin dudas inspirado en la literatura de Carlos Castaneda) sumamente logrado.
Pero también posee matices, como sonidos que puede acercarse al último Lito Vitale Cuarteto o al Pat Metheny Group, como el sencillo pero muy bello “Lilith”.
Otra característica es el muy buen uso de los vientos, como saxos de todo tipo o una exquisita flauta traversa que se luce en muchos pasajes a lo largo de esta obra.
Solventes músicos (casi un ensamble, de acuerdo al tema) destacándose su principal compositor Fabio Ribeiro, y los nombrados vientos de Hugo Hori, en un marco instrumental inobjetable.
Un trabajo lleno de buen gusto, con una estupenda edición en CD (acompaña al disco un packaging de lujo), que será las delicias de quien lo escuche y se deje envolver por su encantadora música.
Gustavo Bolasini
Y como no podía faltar, aquí tenemos el comentario de nuestro eterno comentarista involuntario de siempre, que nos dice lo siguiente sobre el disco en cuestión:
Tardo mucho el tecladista Fabio Ribeiro en concretar “The Turn Tides”, el segundo trabajo de Blezqi Zatsaz. Este disco sigue explorando la senda sinfónica iniciada en su disco debut “Rise and Fall of Passional Sanity”, pero esta vez la instrumentación esta más diversificada (se incluyen partes de saxo y flauta, y hay una mayor presencia de la guitarra), aunque los incontables teclados de Ribeiro siguen ocupando el rol estelar dentro de la propuesta global de BZ. También hay que notar una mayor fluidez en el sonido del grupo, una mayor frescura, como si Ribeiro hubiera tenido especial cuidado en no dejar que las orquestaciones y contrapuntos varios de teclado se hicieran opresivas o absorbentes de alguna manera: la pomposidad inherente al estilo sinfónico de BZ aparece en este disco manejada con buen gusto y un cierto aire de sobriedad. Pero eso sí, la pompa a lo Wakeman es un sello de influencia que se advierte facilmente en el estilo tanto interpretativo como compositivo de Ribeiro. También se puede notar una cierta familiaridad con sus paisanos de Tempus Fugit y Quaterna Requiem, aunque el sonido de BZ es mas contundente que el de los primeros y es un poco menos majestuoso que el de los segundos.
Las cuatro primeras piezas del disco encajan muy bien dentro de los parámetros que he indicado en el párrafo anterior, especialmente ‘L’Etre et le Neant’ y ‘Parallel Paradise’, donde el esplendor de las ejecuciones ensalza perfectamente el brillo creado por las exigentes líneas melódicas vertidas en las composiciones. Tras todo el boato manifestado en estos cuatro temas, viene ‘Thy Fake’, una pieza de carácter más tirado hacia un cruce entre el neo-prog y el jazz-pop: las intervenciones ocasionales del saxo soprano ayudan a crear un aura romántica amable, pero ciertamente los contrapuntos inteligentemente armados en los interludios y los estilizados solos de guitarra y sintetizador ayudan a esta pieza a permanecer asentada en la ideología prog. Luego viene ‘The Well Tempered Drawbar’, un homenaje progresivo a Bach que nos puede hacer recordar a lo que hacia el maestro holandes Rick van der Linden en sus tiempos con Trace – la amalgama creada simultaneamente por los sonidos de órgano y piano resulta bastante efectiva. Con ‘Ways of Control’ vuelve la energía frontal del sinfonismo más bombástico: aquí los referentes principales son ELP (en la primera mitad) y Camel (en la segunda). A continuación sigue la pieza mas extensa del disco, la cuatripartita ‘Azzivullas’ Suite’, que dura casi un cuarto de hora: pero no alcanza los niveles de complejidad de las piezas más intrincadas que le preceden, sino que más bien, se concentra en una breve serie de ideas melódicas sobrias, sin mucha fastuosidad, apuntando más bien a un lirismo directo que solo en ocasiones se eleva hacia un nivel moderado de colorido sinfónico. Lo lírico sigue siendo explotado en las dos siguientes piezas (especialmente ‘Lilith’, que contiene aires de new age sobre una base de influencia latin jazz). Con ‘The Gates of Itxlan’ tenemos una mixtura de este mismo delicado lirismo con la fuerza expresiva de los cuatro primeros temas. ‘Once and Again’ cierra el disco con una retoma más decidida de la faceta más pomposa del grupo, sobre la base de un motivo recurrente que va adquiriendo una serie de variaciones sucesivas sobre el camino.
En suma, Blezqi Zatsaz logra nuevamente crear un trabajo progresivo sumamente interesante con “The Tide Turns”, un catálogo de piezas donde la elegancia y la exquisitez son los sellos más consistentes.
Si lo dice nuestro comentarista involuntario por algo es. Vamos, no sean tímidos, probar no cuesta nada, vean si les gusta este grupo y este disco. Francamente, todo este álbum es un magnífico viaje por el mundo de la música sinfónica tocada en clave de rock. Otro álbum recomendado del blog cabezón.
https://www.youtube.com/watch?v=G5PyEjg_D30
1. L'Etre et le néant
2. The Asphaeing
3. Afterimage
4. Parallel Paradise
5. Thy Fake
6. The well tempered Drawbar
7. Ways of Control
8. Azzivullas' suite
..i) Fleeting Dream
..ii) Pangs Of Death
..iii) Back To Our Minds
..iv) Hereafter
9. Lilith
10. Soul Mirror
11. The Gate of Ixtlan
12. Once and Again
Alineación:
- Fabio Ribeiro / electric keyboards
- Kiko Loureiro / electric and acoustic guitars
- Eduardo Ardanuy / electric guitars
- Hugo Mariutti / electric and acoustic guitars
- Ze Renato / electric guitars
- Hugo Hori / flute, saxophones
- Ale Souza / bass guitar
- Carlos Desenha Gonzales / bass guitar
- Richard Furck / bass guitar
- Eduardo "FLY" Ribeiro / drums, percussion
Interesante Moe... Bajando para comentar . Gracias
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