En 1975, Lluis Llach crea uno de sus mejores discos: Viatge a Ítaca. Partiendo de los poemas de Constantino Petrou Cavafis, poeta griego, inspirado a su vez en "La Odisea", y ahora el Canario nos reseña y trae éste disco. Ítaca, la patria del mítico Ulises es una isla en el mar Jónico, una más de las seis mil islas e islotes que forman Grecia. Gran disco de un gran músico. Lluis Llach demuestra con este disco que es capaz de componer una hermosa sinfonía. Con este disco inició la colaboración en los arreglos de Manel Camp y Santi Arisa en batería, antiguos componentes de Fussion.
Artista: Lluis Llach
Artista: Lluis Llach
Álbum: Viatge A Itaca
Año: 1975
Género: Nueva canción de Catalunya / Prog folk / Sinfónico
Nacionalidad: España
Año: 1975
Género: Nueva canción de Catalunya / Prog folk / Sinfónico
Nacionalidad: España
Lista de Temas:
1. Ítaca
2. A força de nits
3. Escriu-me aviat
4. Fins el mai
5. Abril 74
1. Ítaca
2. A força de nits
3. Escriu-me aviat
4. Fins el mai
5. Abril 74
Alineación:
- Lluis Llach / Voz, composición, arreglos
- Manel Camp / Dirección musical
- Santi Arisa / Batería y percusión
- Tete Matutano / Flauta
- Laura Almerich / Coros y voz
- Quique Cano / Contrabajo
- Martí Soler / Guitarra
- Lluis Llach / Voz, composición, arreglos
- Manel Camp / Dirección musical
- Santi Arisa / Batería y percusión
- Tete Matutano / Flauta
- Laura Almerich / Coros y voz
- Quique Cano / Contrabajo
- Martí Soler / Guitarra
El disco más vendido de la historia de la música en catalán, el Viaje a Ítaca de Lluís Llach, un trabajo que marcó un antes y un después en la carrera del cantautor y yo diría que en el mundo de la canción. La pieza rompió esquemas en muchos sentidos: un cantautor catalán que tomaba textos de un poeta griego, una composición de ritmo ágil y que se podría enmarcar en el llamado rock sinfónico y arreglado por el Fusioon Manel Camp, su larga duración, de más de 15 minutos y dividida en tres partes (a Llach corresponde la letra de la segunda y la tercera), que ocupaban desde el exterior hasta el núcleo de la cara A del disco.
Como ocurre a menudo en el mundo de la música (y creo que también fuera de la música) cuando se quiere ser un innovador, el invento puede salir muy bien o muy mal. Y a Llach la apuesta le fue con viento a favor. Aquí tenemos el comentario del Canario que nos escribe para la ocasión.
VIAJE A ITACAEl Canario
(Poema de Kavafis)
“Cuando emprendas tu viaje hacia Ítaca
debes rogar que el viaje sea largo,
lleno de peripecias, lleno de experiencias.
No has de temer ni a los lestrigones ni a los cíclopes,
ni la cólera del airado Poseidón.
Nunca tales monstruos hallarás en tu ruta
si tu pensamiento es elevado, si una exquisita
emoción penetra en tu alma y en tu cuerpo.
Los lestrigones y los cíclopes
y el feroz Poseidón no podrán encontrarte
si tú no los llevas ya dentro, en tu alma,
si tu alma no los conjura ante ti.
Debes rogar que el viaje sea largo,
que sean muchos los días de verano;
que te vean arribar con gozo, alegremente,
a puertos que tú antes ignorabas.
Que puedas detenerte en los mercados de Fenicia,
y comprar unas bellas mercancías:
madreperlas, coral, ébano, y ámbar,
y perfumes placenteros de mil clases.
Acude a muchas ciudades del Egipto
para aprender, y aprender de quienes saben.
Conserva siempre en tu alma la idea de Ítaca:
llegar allí, he aquí tu destino.
Mas no hagas con prisas tu camino;
mejor será que dure muchos años,
y que llegues, ya viejo, a la pequeña isla,
rico de cuanto habrás ganado en el camino.
No has de esperar que Ítaca te enriquezca:
Ítaca te ha concedido ya un hermoso viaje.
Sin ella, jamás habrías partido;
mas no tiene otra cosa que ofrecerte.
Y si la encuentras pobre, Ítaca no te ha engañado.
Y siendo ya tan viejo, con tanta experiencia,
sin duda sabrás ya qué significan las Ítacas.”
Comienzo esta reseña con el poema que inspiró el disco de Lluis Llach, “Viatge a Itaca”, porque es en él que residen su mensaje y su esencia.
Viaje a Itaca es un poema de Kostantinos Kavafis escrito en 1911, y basado en la Odisea de Homero. En él, Kavafis hace una alegoría de la vida en la cual esta es siempre un viaje hacia algún puerto (una Ítaca), o sea, hacia un sueño, una meta, un ideal... con mucha frecuencia un fantasma, un espejismo. El poema transmite la idea de que lo importante es la vivencia intensa del viaje, y no el propio final.
En 1975, Llach ya llevaba tiempo deseando romper con la etiqueta de cantautor clásico que le estaba quedando estrecha, y la ocasión se le presentó cuando su amigo el poeta Biel Mesquida le recomendó leer los poemas de Kavafis.
Esta lectura le impacta de tal manera que le impulsa a buscar otra forma de hacer música, en la que incluirá el rock progresivo y la música étnica, entre otras influencias.
En ese sentido tuvo el brillante respaldo de músicos como Manel Camps, teclista del legendario grupo manresano Fusioon.
"Viatge a Itaca" marca una nueva etapa en la carrera de Llach en la que se adentra en lo sinfónico, y cuida mucho más los arreglos musicales, pero para mí esa etapa llega a su culminación en discos posteriores, en los que la composición es más elaborada y menos previsible, logrando al fin distanciarse de su pasado de cantautor a la vieja usanza.
Y dejo algún que otro comentario:
Nos encontramos delante de un disco verdaderamente excepcional: Viatge a Ítaca. El último álbum de Lluís Llach es una obra de un peso específico más que considerable, que nace como consecuencia lógica y natural de toda la evolución artística del cantautor de Verges, en el mismo momento que se sitúa como una de los trabajos más importantes de toda la discografía catalana más reciente. Pese a que Llach ya nos había demostrado muy ampliamente buena parte de su potencial creativo, es justo a partir de Viatge a Ítaca que inicia una etapa nueva, en una línea de madurez ejemplar, tanto en el terreno de la composición como en el campo de la interpretación, hasta el punto de conseguir fines de un interés cualitativamente extraordinario.Jordi García-Soler
En efecto Viatge a Ítaca, es una obra que nace de una gran ambición expresiva, no solamente por lo que se refiere a la música, sino también, y quizá especialmente, en referencia a los textos, que rompen abiertamente con las vacilaciones, las ambigüedades y las reiteraciones de algunas obras anteriores, hasta el punto de entrar en un campo nuevo, difícilmente previsible años atrás.
Viatge a Ítaca, es una obra que queda claramente dividida en dos partes, les dos caras del álbum, la primera íntegramente dedicada a la composición Ítaca, y la otra que recoge cuatro canciones, todas un buen ejemplo de la línea de creación más reciente de Llach. A pesar de esta división formal, Viatge a Ítaca es una obra perfectamente coherente y lógica, incluso las temáticas entre las diversas canciones no hace sino que reforzar una expresividad llena de fuerza y de intención. Evidentemente, Ítaca es la pieza más importante de todo el disco. Se trata de una composición que, pese que podría ser calificada como canción, se aleja del esquema y se nos presenta como algo mucho más complejo y matizado, que destaca quizá por su duración y adopta formas expresivas nada habituales en el mundo de nuestra canción actual. Es una obra extraordinariamente ambiciosa y compleja, que usa indistintamente el lenguaje épico y el lenguaje lírico sin perder nunca de vista una contención ajustada y precisa. Destaca por otra parte, sensibilidad y madurez, y su complejidad estilística y temática se resuelve con eficacia sobretodo a través del uso de unos apuntes reforzados con acierto por unos arreglos inteligente. Cabe destacar, el uso infrecuente de instrumentos muy diversos, que hacen mucho más fácil la unión entre los tempos sucesivos. Bueno y partiendo de unos textos de Kavafis que Carles Riba traducción al catalán, Ítaca es una recreación lúcida y llena de sensibilidad, sin caer nunca en actitudes conservadoras o miméticas, buscando y consiguiendo una obra propia, de una grandeza no exenta de sencillez y de austeridad. Con reminiscencias de obras sinfónicas, corales de las corrientes más actuales, Ítaca destaca también per la potenciación inteligente de la percusión, especialmente agradecida en reforzar las interpretaciones vocales, instrumentales, de una dificultad bastante evidente ya desde una primera audición de la obra. Por lo que se refiere a las cuatro canciones publicadas a la segunda cara del álbum, cabe destacar, que peses a que contrastan con Ítaca por obvias razones de estilo y de temática, no se desmerecen para nada. A força de nit es una pieza vibrante, de una gran calidad poética, quizá mejor creación de toda la producción de canciones de Lluís Llach. Escriu-me aviat destaca por la fuerza insistente del ritmo, con unos cambios de tiempo muy bien trabajados, es una pieza de impacto directo y fácil con un texto de una intensidad erótica parecida a la de Onades, pero con hallazgos todavía más notables. Fins el mai, en una línea mucho más intimista, está cantada casi a medio tono, como si el interprete no se quisiera entregar del todo, y junto gracias a esto se crea toda una atmósfera especial, reforzada con habilidad por los arreglos y las interpretaciones instrumentales. Finalmente Abril 74, una composición de una calidad excepcional tanto musicalmente como literariamente, es una pieza muy directa, que enlaza con la línea más testimonial de la producción de Llach, sin caer nunca, pero, en demagogias de ningún tipo y un texto bellísimo, nacido del contacto personal con la realidad portuguesa, es reforzado por una música de gran calidad, que cierra Viatge a Ítaca con unes esperanza lúcida, alejada de todas las concesiones pamfletarías.
Los arreglos del álbum - Lluís Llach y Manuel Camp - son de un matiz considerable, sobretodo por lo que se refiere a la complejidad del tratamiento de instrumentos muy diversos, en una obra extraordinariamente ambiciosa, que los habría podido hacer caer en grandilocuencias, efectismos, pero que los ha llevado a utilizar una línea de austeridad realmente ejemplar. Junto con los músicos que habitualmente lo acompañan - Laura Almerich, Tete Matutano, Martí Soler, Quique Cano, Santi Arisa, Manuel Camp - Lluís Llach ha contado también, para la realización de Viatge a Ítaca, con otros instrumentistas y cantantes, los cuales han hecho posible una obra verdaderamente excepcional, una de las mejores de la discografía catalana de los últimos años.
Reconozco que estoy jugando en la línea. Es más, que algunos podrían no estar de acuerdo en la inclusión de este disco en este foro, pero no lo pude evitar por muchas razones. No las voy a numerar, simplemente escribiré lo que me venga a la mente y tómese entonces, dichas reverberancias como argumentos y hasta como necedades.Jesús Díaz Garaygordobil
Lluis Llach es un músico Catalán, de Girona para ser exactos. Fué miembro fundador del movimiento de La Nova Cancó, que posteriormente sería La Nueva Canción en España y cuando se americanizara el movimiento (aquí americanizar no es en el modo en que los vecinos del norte usan el término, sino literalmente), sería el Canto Nuevo. A diferencia de Serrat – otro miembro del movimiento original, aunque no de primera generación – Llach nunca cantó en español, ganándose el respeto y aprecio de los miles de seguidores que tiene, aunque casi todos circunscritos a Cataluña. Una pena verdadera que su principal virtud (no traicionar su causa inicial que era defender los usos, costumbres e independencia cultural de su tierra) se convirtiera en la principal razón de su casi desconocimiento en un movimiento que hoy en día ha sido hasta abusado por los medios.
Dentro de su prolífica carrera, tuvo algunos discos donde el nivel de sofisticación en la composición y lírica le mereció ser tomado en cuenta, a retrospectiva, por los hoy seguidores del rock progresivo, o música progresiva debiera decir. En concreto hablaremos de uno, a mi juicio personal su obra cúspide y uno de los discos más bellos jamás hecho: Viatge a Itaca.
La letra e idea de Viatge a Itaca está tomada libremente de un famoso poema del mismo nombre del poeta griego Kavafis. Es totalmente banal y hasta ruín tratar de resumir el tema de un poema, pero digamos que el mensaje final es la enseñanza que cuando uno emprende un viaje, sea literalmente o en sentido figurado, lo importante no es el destino, sino lo que se aprende en el camino. Por supuesto, estamos hablando de Itaca, la isla que fuera tierra de Ulises de La Odisea.
Entonces, ahora sí, a la música. El disco de Viatge a Itaca se compone de 5 temas, una larga suite que da nombre al disco y 4 pequeñas viñetas.
Itaca
Esta hermosa suite que es la pieza central del disco dividida en tres movimientos, que bien podrían ser tres temas diferentes unidos por un leit motif o melodía central.
Abre con un suave sonido de vientos y gaviotas, que nos remiten a una playa distante en una madrugada cualquiera. Entra entonces un suave piano y los primeros versos (aquí traducidos al español) que nos dicen:
“Cuando salgas para hacer el viaje hacia Itaca
has de rogar que sea largo el camino,
lleno de aventuras, lleno de conocimiento.
Has de rogar que sea largo el camino,
que sean muchas las madrugadas
que entrarás en un puerto que tus ojos ignoraban
que vayas a ciudades a aprender de los que saben.
Ten siempre en el corazón la idea de Itaca.”
Aparecen guitarras acústicas, bajo y batería. La voz de Lluis Llach es suave, pero grave y profunda. Inmediatamente vienen flautas, oboes y complejos acordes de guitarra acústica. El puente para ir de un tema a otro es sumamente elaborado, con chelos que suben para crear tensión, rasgueo de cuerdas de violín que emulan sonidos de gaviotas y efectos de sonido que pretenden hacernos creer que vas sobre un viejo barco, escuchando como los tablones se retuercen bajo de ti. Entonces suena una tuba, anunciando con una hermosa melodía el segundo tema. Aquí entonces no susurran al oido:
“Más lejos, tenéis que ir más lejos
de los árboles caídos que os aprisionan.
Y cuando los hayáis ganado
tened bien presente no deteneros.”
Acompaña a nuestro amigo un inquieto clavicordio, cuerdas y diferentes alientos, mientras que esa tuba de que les hablaba no deja de recitar su melodía. El siguiente puente es solemne y majestuoso, con un coro de voces graves, percusiones con escobetillas y mas efectos de sonido que una vez más, nos harán creer que Ulises está a un lado nuestro y que en cualquier momento pudiera aparecer el Cíclope. Resurge esa bella melodía, que antes era de la tuba, ahora con coros masculinos. Al aparecer el piano, entramos en el tercer y último tema que advierte:
“Buen viaje para los guerreros
que a su pueblo son fieles
favorezca el Dios de los vientos
el velamen de su barco
y a pesar de su viejo combate
tengan placer de los cuerpos más amantes.”
La pasión con que Llach canta este último tema, es capaz de arrancar sentimientos hasta a los más impávidos. Casi al final de la canción aparece una flauta jethro tullesca que desafortunadamente anuncia, junto con el sonido de las olas y gaviotas que aparecen al inicio, el final de la canción. Termina así una bella, épica canción de más de 15 minutos.
A força de nits
Un remanso después de lo bombástico y pretencioso de Itaca. Lluis Llach con un piano y nada más.
Escriu-me aviat
Una de las canciones más conocidas del catalán y una consentida de sus conciertos. Atisbos bluseros en la guitarra eléctrica y de nuevo una flauta tullera. La letra, como se imaginarán, desgarrante gritando desesperadamente “escríbeme pronto”.
Fins el mai
Una canción en el mismo espíritu de A força de nits, pero con el bajo y clavicordio como instrumentos centrales. El más puro sabor del mediterráneo medieval te atrapa durante los dos cortos pero substanciosos minutos que dura.
Abril 74
Un bello poema describiendo los problemas políticos de la época en Portugal, un país muy cercano al autor. Las voces polifónicas que retocan la melodía al final dan fin a un breve, pero inmenso, inconmensurable disco.
Otra discografía recomendable para los progresivos
Campanadas a morts (1977)
Astres (1986)
Ya saben dónde encontrarlo... espero que les guste!
Bravo Moe, has hecho un gran trabajo, gracias!
ReplyDelete