Seguimos con los aportes de Callenep sobre algo de lo mejor de la música mexicana y ahora le toca el turno a la música tradicional. El Grupo Mono Blanco es toda una institución en uno de los géneros más ricos de la tradición musical mexicana, el son jarocho, que es la música de Veracruz, en la sierra y la costa tropical del Golfo de México. El lanzamiento de El mundo se va a acabar en 1997 marcó el momento en que se consolidó el proceso de revaloración de esa música, que estaba un poco olvidada. A partir de entonces la tradición sonera de Veracruz ha crecido, han aparecido muchas agrupaciones nuevas como Chuchumbé y Son de Madera, se han reinstituido los fabricantes de jaranas, arpas y otros instrumentos propios de esta música, se organizan cada vez más fandangos (las fiestas en que se toca y se baila esta música) y las familias que conservan la tradición, como los Vega y los Utrera, se han convertido en escuelas. Pero antes de eso, el son jarocho vivió tiempos duros ante el embate de influencias que aparecían y conquistaban el gusto de la gente desplazándolo, en ocasiones como expresión de un pasado y unas circusntacias que la gente parecía querer dejar atrás. Mono Blanco es un reflejo fiel de este proceso pues se formó en 1977 en la ciudad de México, por iniciativa de migrantes que habían dejado sus tierras en la sierra de los Tuxtlas para buscarse la vida en la capital.
Artista: Grupo Mono Blanco y Stone Lips
Álbum: El mundo se va a acabar Año: 1997 Género: Música tradicional mexicana / Son jarocho fusión Duración: 44:40 Nacionalidad: México
"El Mono Blanco es una deidad de los indígenas popolucas que viven en el sur de Veracruz, en la sierra de Santa Martha, es un mono prehispánico, los cristianos lo confunden con cosas del diablo, pero no tiene nada que ver con eso, es muy anterior a todo eso, y entre sus cualidades más destacadas es que le gusta la música, entonces cuentan que en un tiempo se transformaba en persona e iba a tocar a los fandangos, dejando claro su amor por el arte musical. Creo que fue un nombre muy atinado, nos ha ido muy bien con él."
(De una entrevista con Gilberto Gutiérrez Silva)
1977 fue un momento de
gran popularidad del folclor sudamericano, cuya poderosa influencia
se había dejado sentir en las grandes ciudades, colocando en el
imaginario musical mexicano, con toda naturalidad, instrumentos y
ritmos provenientes de los Andes y el Cono Sur, pero había quedado
relativamente olvidado el “rescate” de las tradiciones
propiamente mexicanas, las cuales no se personificaban precisamente
en la “música ranchera” y el mariachi, que identifican a los
mexicanos en el exterior y
representan más un discurso de nacionalismo chauvinista que un
recurso de expresión del pueblo.
Los
fundadores de Mono Blanco optaron por su
música y dieron a su
proyecto el nombre de un lugar sagrado en la fuerte tradición
chamánica de los Tuxtlas, el cerro Mono Blanco que se eleva en los
bordes de la laguna de Catemaco, famosa por ser lugar de brujos.
Cuenta uno de sus fundadores lo
difícil que le resultó conseguir una jarana en la ciudad de México,
en una época en la que podías adquirir quenas, zampoñas, charangos
y cuatros venezolanos en cualquier tienda de música. Pero el grupo
nació y fortaleció el espíritu de búsqueda y rescate de la
tradición jarocha que hoy está más viva que nunca.
A
20 años de haberlo creado, el Mono Blanco viajó a los EEUU y allá
en California se reunieron con músicos chicanos agrupados en Stone
Lips para producir esta maravilla de álbum. El mundo de va
a acabar hace referencia cómica
de los miedos milenaristas que ocupaban nuestras mentes al acercarse
el fin de siglo, y en las 8 canciones que conforman esta producción
de son jarocho, la
participación de esta agrupación chicana
fusiona el son con
elementos de jazz tanto
rítmicos como instrumentales:un
bajo eléctrico sustituye los bordones de la jarana tercera;
algunas percusiones que no se encuentran en la tradición original
sustituyen en la grabnación al zapateo, y se incorpora un piano tipo
fox trot en el tema principal del disco.
En los temas incluidos en esta grabación hay algunos más fusionados
o modernos, como “Se acaba el mundo”, “La palma” o “Tiempos
pasados”, y otros más cercanos al son jarocho tradicional, como
“El perro”, “Malhaya”, “El son del viento”, “El
Chuchumbé” y “El aguacero”. En algunos de ellos, como ya es
común en la música mexicana, hay humorismo y picardía; en otros,
esa melancólica languidez de los campesinos mexicanos, especialmente
en “El son del viento” y “El perro”. La forma poética por
excelencia del son jarocho es la décima, y en este aspecto resulta
pariente cercano de muchas formas tradicionales a lo largo de América
Latina: la décima está presente en las músicas caribeñas (Cuba,
Puerto Rico, República Dominicana, Venezuela, Panamá, Colombia), en
las tradiciones de la costa del Pacífico (Colombia, Ecuador, Perú y
Chile) y por supuesto en la música de los payadores argentinos y
uruguayos. Como en muchos casos, en la situación tradicional, la
décima se improvisa, y con ella se compite en términos de
creatividad, espontaneidad y picardía.
A
partir de los años 90, gracias al esfuerzo de escuelas como Mono
Blanco, el son jarocho rejuvenece y se recupera. Hoy debemos a estos
músicos veracruzanos el hecho de que una de las formas musicales más
sabrosas y creativas de México esté presente, viva y sea reconocida
en el mundo.
Sobre
Mono Blanco en las tecnonubes, empezamos con el breve texto con el
que los presenta el sello que ha grabado algunos de sus discos:
Mono Blanco más que en un grupo es
una institución con veinte años de tradición e innovación en el
Son Jarocho. Urtext se complace en presentar un nuevo CD que conjura
y rompe tradiciones: “El mundo se va a acabar”, reúne a
distinguidos invitados de la Unión Americana, América Latina y
Africa en un proyecto premiado por el Fondo Nacional para la Cultura
y las Artes.
El son jarocho es un género que no tiene una letra específica, cada
cantador posee su acervo de coplas, puede incluso inventar un
argumento y está inspirado en el momento actual o el estado de
ánimo, aseguró anoche el director del grupo de son jarocho Mono
Blanco, Gilberto Gutiérrez Silva.
Entrevistado previo a un recital que ofreció la agrupación en el
foro multidisciplinario Bajo Circuito, de la zona de la Condesa, en
esta capital, el también cofundador del grupo originario de esta
ciudad, comentó a Notimex que el son jarocho “le canta al amor, a
la vida, a la muerte y todo lo que hay en medio”.
Refirió que el género hoy “tiene mucha actividad, hay mucho
fandango, muchos grupos, algunos apegados a lo tradicional otros a lo
experimental, pero el género en la ciudad representa una parte
importante de la dinámica cultural”.
No obstante la amplia oferta cultural y artística en la capital,
Gutiérrez afirmó que ese tipo de música gana cada vez más terreno
y espacios, no sólo en la capital sino en otras varias partes del
país y del mundo.
“Cada vez hay más público, ha crecido en cantidad y ello se debe
a un trabajo que en nuestro caso, comenzó hace 40 años con
distintas personalidades”, señaló.
El jaranero expresó también su beneplácito por tocar en espacios
como el Bajo Circuito, el cual, consideró, es una valiosa
alternativa dentro de la capital.
“Para nosotros es interesante porque se trata de espacios que están
abriendo y dan cabida a la música tradicional mexicana. Es buena la
apertura de estos espacios para promover la música y sobre todo
porque se crean fuentes de empleo y más en un época en que la
tendencia escasea en el rubro cultural”, señaló.
Con toda la energía del Sotavento, la agrupación impulsora de la
renovación del son jarocho, tuvo un muy buen debut en dicho espacio
donde promocionaron su más reciente material discográfico titulado
“Orquesta Jarocha”.
Octavio Vega Hernández, César Castro González y Andrés Vega
Delfín, integrantes de Mono Blanco, ofrecieron una buena dosis de
sones jarochos tales como “La lloroncita”, “La petenera”,
“Los chiles verdes”, “La bruja”, “El capotín”, “El
coco”, “La palma” y “La guacamaya”, entre otros.
En un buen ambiente en este lugar que cuenta con una capacidad para
cerca de 300 personas, no faltó quien se levantó de sus asientos y
se puso no a bailar, sino a zapatear, junto con uno de los
integrantes de la agrupación que fue quien animó la velada musical.
Entre pieza y pieza, los presentes reconocieron entre aplausos y
gritos a esta agrupación nacida en el Distrito Federal en 1977.
El Grupo Mono Blanco fue fundado en la Ciudad de México, en 1977,
por iniciativa de Gilberto Gutiérrez Silva, Juan Pascoe y José
Angel Gutiérrez, tres jóvenes intensamente motivados por su interés
en el son jarocho. Tras haber realizado una serie de grabaciones e
investigaciones sobre el son jarocho, hicieron amistad con el
legendario Don Arcadio Hidalgo, quien se une a ellos con sus 87 años
de edad. Pronto se incorporó también al grupo Don Andrés Vega,
otro excelente jaranero rural.
En 1984 murió don Arcadio Hidalgo. Sin embargo, el grupo continuó
trabajando con dos nuevos integrantes: el legendario arpista
tlacotalpeño Andrés Alfonso Vergara y José Tereso Vega, hijo de
don Andrés Vega.
En
el Sistema de Información Cultural del Consejo Nacional para la
Cultura y las Artes aparece esta ficha:
El Grupo Mono Blanco fue fundado en 1978, por iniciativa de Gilberto
Gutiérrez Silva, Juan Pascoe y José Ángel Gutiérrez. Al paso del
tiempo se ha convertido en líder dentro del movimiento renovador que
vive la música y la danza tradicionales del sur del estado de
Veracruz. La agrupación realiza talleres de ejecución, versada,
danza, canto y fabricación de instrumentos musicales. Ha participado
en diversos encuentros y festivales, como el Festival Internacional
de Arpas (ciudad de México, 2000); el Tercer Encuentro
Latinoamericano de Arpas (Caracas, Venezuela, 1998); el Festival de
Rabat, (Marruecos, 1996), y el Festival de Música Electroacústica
(Skinnskatterberg, Suecia, 1995). Han grabado Sones jarochos,
El mundo se va a acabar y Sin tener que decir nada.
Mono Blanco, grupo de son jarocho nacido en el Distrito Federal en
1977, celebró el pasado jueves con un concierto en el Teatro de la
Ciudad Esperanza Iris su 36 aniversario, y reafirmó que si se quiere
a alguien debe decírselo, probárselo, ¡ya!, porque el mundo se va
a acabar.
Tal fatalismo amoroso de este son "que dio fama a Molotov",
dijo Alberto Gutiérrez, jarana tercera, creó al oírse un clímax
en el fandango, en el foro de Donceles, el cual hizo que la multitud
aplaudiera la rola que comienza como no queriendo y va aumentando el
ritmo para que los estáticos tiren la polilla.
Tres décadas es mucho tiempo para todo y los recuerdos son una
montaña, una Sierra Madre. Al apagarse las luces, a las veinte 30
horas, en las pantallas se proyectaron imágenes de los músicos
pioneros, muy jovencitos, que no siguieron las modas, sino un gusto,
una tradición, el poder de la autenticidad del son jarocho. En 1977
todo era un ambiente ceceachero y la canción de protesta dominaba en
peñas y calles, en los salones.
"A mediados de los años 70, cuando en la ciudad de México
pululaban los charangos, los bombos, quenas y zampoñas, llegó a la
capital Gilberto Gutiérrez Silva, a los 16 años de edad, desde Tres
Zapotes, Veracruz, para encontrarse con su destino. Por distintas
razones y en diferente fecha, su hermano José Ángel Gutiérrez
Vázquez también había llegado a la capital. En otro contexto y
otra actividad se encontraba avencidado aquí Juan Pascoe Pierce.
Cierto día, un compañero de trabajo lo invitó a la Peña
Tecuicanine, que en ese tiempo era eje de un movimiento que celebraba
la música tradicional. Esa noche tocaron sonidos de Paraguay
(resultaron ser Celso Duarte y una de sus hijas) y el grupo Kanek,
compañía que se dedicaba a hacer música original y a tocar ritmos
mexicanos. Quedó fascinado con los sones de arpa grande de Tierra
Caliente y salió de ahí con la convicción de comprarse una jarana
jarocha." Todo había comenzado.
Así, entre fragmentos de historia de Mono Blanco, durante tres horas
se narró el devenir del grupo, sus nexos con músicos viejos, los
maestros soneros. Hoy, Mono Blanco es un árbol de gran fronda, cuyas
ramas son otros proyectos de numerosas agrupaciones. Es una
genealogía del son jarocho, ritmos y bailes, lo indígena y lo
español, lo afro, lo árabe. Y en la manera de cantar por momentos
hasta dylanesca.
Dijo Juan Pascoe que estar esa noche en el Teatro de la Ciudad los
llenaba de orgullo, a la vez que les reafirma su responsabilidad con
el son.
La palabra comunicó un sentir. Primero fue el verbo. Y la décima.
De los primeros días de Mono Blanco un decimista cantó que el son
se da entre cerros, ríos, lluvia, truenos, en el monte Mono Blanco,
con el dios del maíz, cerca de donde caminan las iguanas y los loros
vuelan libres.
El símil es que la agrupación es como una semilla que ya prendió
en la tierra. Con el tiempo los músicos tuvieron hijos y éstos han
seguido la costumbre familiar de tocar y bailar, de aprender a ser
decimistas.
Son guitarreros de acahuales, como don Andrés Vega, a quien se
tributó con un aplauso cerrado. Se oye El ahualulco. Era noche de
fandango, breve, pues en su medio natural puede durar varios días,
en un jolgorio perenne donde los efluvios corren con diligencia,
aguardientes de muchos grados, verdaderos saltapatrás.
Alguna que otra pieza se escuchó en popoluca, moderna, con el punteo
de una jarana, el virtuosismo en el tañido de un arpa.
Se habló de los muertos, de los viejos soneros que ya no están y a
quienes se recuerda con cariño. Son los finados Patricio Hidalgo
Cruz y Andrés Alfonso Vergara.
Citar a todos los ex integrantes llenaría este espacio, pero baste
decir que por Mono Blanco han pasado unos 30 músicos, varios de los
cuales han seguido su camino en, por ejemplo, Son de Madera.
Juan Pascoe Pierce, un gringo ajarochado, "de hablar mocho",
leyó un texto sobre lo que ha sido Mono Blanco, desde que ensayaban
por los rumbos de Mixcoac.
La aportación de este grupo al son está fuera de toda duda. "La
vida no vale nada... cuando me llevaban preso." "A una
joven que parecía doncella yo me acercaba a ella." Suena La
bamba y no se oye aburrida, como en kermés. Se escucharon sones
lentos, como los que se tocaron en el funeral de Patricio Hidalgo.
Sones para zapatear, para alzar las enaguas. Los punteos, los
arpegios marcan el paso silente, lento, para acompañar con música
al alma a su nueva morada.
El son es alegría, amor que se susurra. "Adonde bajan los
dioses para entregarnos las voces."
El Mono Blanco tiene canas, pero ni quién se las note.
Una entrada cortita y al pie para aclarar porqué le llamamos "Mago". Esto recién va a estar disponible en las plataformas el día de mañana pero ya lo podés ir degustando aquí en el blog cabeza, lo último de David Gilmour de mano del Mago Alberto, y no tengo mucho más para agregar. Ideal para comenzar a juntar cositas para que escuchen en el fin de semana que ya lo tenemos cerquita... Artista: David Gilmour Álbum: Luck and Strange Año: 2024 Género: Rock Soft Progresivo / Prog Related / Crossover prog / Art rock Referencia: Aún no hay nada Nacionalidad: Inglaterra Lo único que voy a dejar es el comentario del Mago... y esto aún no existe así que no puedo hablar de fantasmas y cosas que aún no llegaron. Si quieren mañana volvemos a hablar. Cae al blog cabezón, como quien cae a la Escuela Pública, lo último del Sr. David Gilmour (c and p). El nuevo álbum de David Gilmour, "Luck and Strange", se grabó durante cinco meses en Brighton y Londres y es el prim
Vivimos una época violenta, muy violenta; quizás tan violenta como otras épocas, sin embargo, la diferencia radica en que la actual es una violencia estructural y mundial; que hasta la OMS retrata como "epidemia mundial" en muchos de sus variados informes de situación. En ese engendro imperial denominado (grandilocuentemente) como "el gran país del norte", la ignorancia (junto con otras bestialidades, como el supremacismo, el racismo y la xenofobia, etc.) adquiere ribetes escandalosos, y más por la violencia que se ejerce directamente sobre aquellos seres que los "ganadores" han determinado como "inferiores". Aquí, un texto fechado en 1980 donde el genio de la ciencia ficción Isaac Asimov hace una crítica mordaz sobre el culto a la ignorancia, un culto a un Dios ciego y estúpido cual Azathoth, que se ha esparcido por todo el mundo, y aquí tenemos sus consecuencias, las vivimos en nuestra cotidaneidad. Hoy, como ayer, Cthulhu sigue llamando... ah,
Y para empezar la semana siempre vamos con algo bueno ¿Y qué decir de esto que ahora nos trae El Mago Alberto?, tenemos uno de los disco claves del Rey Carmesí con temas inéditos, y me copio de uno de los comentarios de esta entrada: "El último gran álbum de los mejores King Crimson, los de la década de los ’70, veía la luz en aquel Noviembre de 1974. "Red" nacía proyectando su propia sombra densa, vestida de elementos de su sinfónico pasado, de un oscuro y rauco jazz y del naciente heavy metal, marcado este último por las distorsionadas guitarras y sus pétreos riffs, que dieron una visión un tanto peculiar de aquel primogénito del Hard Rock desde el especial prisma de Robert Fripp. (...) Este álbum sin duda marcó un antes y un después en la carrera de la banda, pues tras 7 años de silencio después de "Red", la banda volvió entrados los ’80 con otra onda completamente distinta, otra visión y concepción de su sonido, sonando también interesantes y originales, pe
Empezamos la semana con la nueva versión del "Red" de King Crimson, seguimos luego con Bill Bruford´s Earthworks y parece que seguimos en la misma onda porque ahora presentamos, gracias al Mago Alberto, algo recién salido del horno: "The Best of Bill Bruford The Winterfold & Summerfold Years", que no otra cosa que una retrospectiva completa que cubre amplias franjas del trabajo del legendario baterista, desde su homónima banda de jazz-rock hasta la encarnación final de su célebre banda de jazz Earthworks, un conjunto de tres discos que está lleno de numerosas colaboraciones; su compañero de Yes Patrick Moraz, el pianista holandés Michiel Borstlap, Luis Conte, Chad Wackerman y Ralph Towner, entre otros. Artista: Bill Bruford Álbum: The Best of Bill Bruford The Winterfold & Summerfold Years Año: 2024 Género: Jazz Rock / Fusion Referencia: Link a Discogs, Bandcamp, Youtube, Wikipedia, Progarchives o lo que sea. Nacionalidad: Inglaterra Ante
Tras el impresionante "La Potestad" en el 2015, y casi diez años después llega el nuevo y magnífico álbum del multiinstrumentista Alejandro Matos "Carnaval De Las Victimas", otro trabajo de primer nivel que para constatarlo se puede ver simplemente el lugar que ocupa en Progarchives, dentro de los mejores discos del este año 2024 a nivel mundial, y con eso ya nos damos una idea de la valía de este nuestro trabajo, donde Alejandro Matos se ocupa de todos los instrumentos salvo la batería, conformando un trabajo oscuro, cinematográfico, elegante y ambicioso, y toda una reflexión sobre los tiempos que corren, en base a buenos riffs y melodías cautivadoras, hasta su bucólica y triste belleza. Un trabajo que llevó tres largos años, que cursa su travesía desde un medio tiempo en casi toda su extensión y se escucha como un oscuro regalo de los dioses... o de los demonios, uno vaya a saber, pero que definitivamente tenemos que recomendar al selecto público cabezón. Ide
Quizás aquellos que no estén muy familiarizados con el rock mexicano se sorprendan de la calidad y amplitud de bandas que han surgido en aquel país, y aún hoy siguen surgiendo. El Ritual es de esas bandas que quizás jamás tendrán el respeto que tienen bandas como Caifanes, jamás tendrán el marketing de Mana o la popularidad de Café Tacuba, sin embargo esta olvidada banda pudo con un solo álbum plasmar una autenticidad que pocos logran, no por nada es considerada como una de las mejores bandas en la historia del rock mexicano. Provenientes de Tijuana, aparecieron en el ámbito musical a finales de los años 60’s, en un momento en que se vivía la "revolución ideológica" tanto en México como en el mundo en general. Estas series de cambios se extendieron más allá de lo social y llegaron al arte, que era el principal medio de expresión que tenían los jóvenes. Si hacemos el paralelismo con lo que pasaba en Argentina podríamos mencionar, por ejemplo, a La Cofradía, entre otros muchos
Para ir cerrando la semana vamos con uno de los clásicos experimental de todos los tiempos, pero presentado de un modo nuevo gracias al Mago Alberto que se zarpa nuevamente para quemarla las válvulas a más de un cabezón, mientras que a algunos más les funde algunas lamparitas. Hablo de un álbum que rompió nuestra percepción del mundo de la música, donde Fripp, Bruford, Wetton, Cross y Muir crean un disco bisagra en la historia del Rey Carmesí, pero ahora en otra versión distinta a la que conocés, y sobre ello nos dice el Mago: "Una nueva edicion de Larks Tongues in Aspic commemorando los 50 años de la salida de esta enorme obra, y así como sucedió con RED nos encontramos con un nuevo lanzamiento con nuevas versiones y mezclas, esta vez a cargo de David Singleton, van a poder disfrutar también de versiones alternativas del mismo álbum. Cuando se lanzo este disco King Crimson rompió con todos los moldes existentes hasta el momento, la instrumentación era exquisita y la grabación era
Otro gran aporte del Mago Alberto, se trata del tercer álbum de Alan Parsons Project, pero ahora reeditado en este 2024. "Pyramid" fue un álbum conceptual centrado en las pirámides de Giza, que se grabó en los estudios Abbey Road con una variedad de vocalistas y músicos un conjunto de 4 CD que incluyen una nueva remasterización del álbum por Miles Showell y 67 temas adicionales, 54 de ellos inéditos, incluidas tomas descartadas de sesiones de estudio y demos de Eric Woolfson o "Songwriting Diaries", como se las conoce. Y lo presentamos basándonos en un comentario que nos dejó hace tiempo nuestro amigo El Canario, que como siempre se disfruta mucho. Que lo disfruten, tanto al texto como a esta nueva versión de este clásico. Artista: The Alan Parsons Project Álbum: Pyramid (edición remasterizada y ampliada, 2008) Año: 1978 - 2024 Género: rock progresivo, rock sinfónico Duración: 1:03:40 Nacionalidad: inglesa De todo lo que he escuchado de Alan Par
Comenzamos la semana con más de 80 minutos del mejor progresivo sinfónico nuevamente de la mano de los húngaros Solaris, en otro capítulo de su ya famoso "Martian Chronicles", y en otro de los mejores discos del 2024, algo recién salido del horno que nos presenta el Mago Alberto. Todo un festín de buena música, desafiante, melódica, potente, con toda la pasta que estos tipos vienen imprimiendo a su música desde hace décadas, "Martian Chronicles III" se compone de largas suites, una marca registrada de Solaris que nunca ha dejado de lado, creando una obra maestra de la música actual que no podemos dejar de recomendarles encarecidamente. Artista: Solaris Álbum: Martian Chronicles III: I Or A.I. Año: 2024 Género: Rock sinfonico Duración: 41:37 + 39:43 Referencia: Discogs Nacionalidad: Hungría Recordamos que el primer "Martian Chronicles" apareció como su álbum debut en 1984 y causó sensación de inmediato, tanto que todavía se lo menciona
Y ya que nos estamos yendo a la mierda, nos vamos a la mierda bien y presentamos lo último de Charly, en otro gran aporte de LightbulbSun. Y no será el mejor disco de Charly, ya no tiene la misma chispa de siempre, su lírica no es la misma, pero es un disco de un sobreviviente, y ese sobreviviente es nada más y nada menos que Charly. No daré mucha vuelta a esto, otra entrada cortita y al pie, como para adentrarse a lo último de un genio que marcó una etapa. Esto es lo que queda... lanzado hoy mismo, se suma a las sorpresas de Tony Levin y del Tío Franky, porque a ellos se les suma ahora el abuelo jodón de Charly, quien lanza esto en compañía de David Lebón, Pedro Aznar, Fito Páez, Fernando Kabusacki, Fernando Samalea y muchos otros, entre ellos nuestro querido Spinetta que presenta su aporte desde el más allá. Artista: Charly García Álbum: La Lógica del Escorpión Año: 2024 Género: Rock Referencia: Rollingstone Nacionalidad: Argentina Como comentario, solamente dejar
Excelente comentario Calle Neptuno, que buen momento para empaparse de verdadera tradición mexicana.
ReplyDeleteGRACIAS
Gracias Dnilson!
ReplyDeleteHermoso disco.... Muchas gracias...
ReplyDeletegracias!
ReplyDeleteLe agradezco infinitamente la aportación. Muchos años buscando y lo encontré nuevamente.
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