Seguimos recorriendo el under nacional y ahora presentamos a Melmac, tremenda banda que nos invade desde la zona sur del Gran Buenos Aires, espectacular disco que les presentamos para que se deliten con otro excelente trabajo que sale del mágico submundo del under argento. Un disco fabuloso. Entren al post... no se lo pierdan. Exclusivo para el blog cabezón, no lo van a encontrar, aún, en ningún otro lado, y menos en lossless.
Artista: Melmac
Artista: Melmac
Álbum: El Fin de la Guerra del Volumen
Año: 2016
Género: Heavy preogresivo sinfónico
Duración: 39:42
Nacionalidad: Argentina
Año: 2016
Género: Heavy preogresivo sinfónico
Duración: 39:42
Nacionalidad: Argentina
Lista de Temas:
1. Plexo solar
2. Caballo psicopata
3. Eucalipto
4. Punto g
5. Siberia
6. 2012
7. Presion ocular
8. Chacaplasma
1. Plexo solar
2. Caballo psicopata
3. Eucalipto
4. Punto g
5. Siberia
6. 2012
7. Presion ocular
8. Chacaplasma
Alineación:
- Lucas Monroe / bajo
- Benja mundo / batería
- Pedro Elías Cruz / teclados
- Fernando Benítez / guitarra
- Lucas Monroe / bajo
- Benja mundo / batería
- Pedro Elías Cruz / teclados
- Fernando Benítez / guitarra
Desde los reinos épicos y mágicos de Temperley llega la banda Melmac y presenta su primer disco: "El fin de la guerra del volumen". Si bien éste es su primer trabajo discográfico el registro está diseñado por expertos en lo que hacen, que no es nada más y nada menos que lo que les gusta, y salen a la cancha con los tapones de punta en un trabajo para el puro y limpio disfrute.
Estos chicos son capaces de dejar al oyente sorprendido por su profesionalismo y talento en menos de tres minutos... a veces es increíble que éste tipo de trabajos se puedan llevar a cabo en Argentina, por unos pibes de barrio que tocan bien y arman su banda, y luego de mucho ensayo deciden grabar su disco a pulmón... y que sean tantas bandas lo que protagonizan este echo (y no saben la cantidad de bandas que me falta presentar!)
Aunque su trabajo está fuertemente influenciado por sonidos de rock sinfónico y del hard rock, los chicos de Melmac son capaces de inyectar una sensación fresca, contemporánea, se puede escuchar trazas de otros iconos de los setenta, entre ellos Kansas. Quizás Melmac con una nueva capa sonora de violín sería la versión moderna de Kansas. Bueno, más o menos, quizás los chicos nunca hayan escuchado a Kansas. Aunque si me tendría que centrar en una banda clásica en la podríamos ponerle un paralelismo, yo traería a Rush por su relación sinfónico - hard rock. No se dejen llevar mucho por mis palabras porque estos chicos no se parecen demasiado a ninguno, pero estarían a mitad de camino entre Kansas y Rush, y quizás con algún toque de Spock´s Beard o The Flower Kings en sus desarrollos melódicos más modernos, junto con destellos de grupos como Transtlantic y los Dream Theater en su costado pirotécnico, ponele. Puro rock con influencias de todas partes y todas ellas, demoledoras, combinando estructuras complejas, una amplia destreza instrumental y un exquisito gusto en los arreglos.
Es de destacar, si bien el trabajo de todos los instrumentos son remarcables y con un encomiable sinergia grupal, pero el trabajo sólido de la base es monumental, porque la batería y el bajo forman una muralla inquebrantable por donde la guitarra, secundada por el teclado, se dedica a dar mil piruetas juguetonas. Pero el desarrollo de cada linea de bajo es apabullante e impresionante, y es el instrumento que le da cohesión a todo el trabajo en conjunto y da unidad, como llevando la batuta a todos los demás intrumentos. Para quienes somos amantes del bajo eléctrico, acústico, contrabajo y todos sus derivados, encontrarnos con trabajos como éstos un verdadero placer, donde el bajo tiene tanto protagonismo, uno puede escuchar con detenimiento y disfrutar cada segundo, cada nota de toda la linea del bajo y se dará una panzada de satisfacción. Cada cambio y arreglo, más si atendemos de la manera en que el bajo sincroniza con la batería y el resto de los instrumentos se les acoplan arriba, desarrollando la melodía sobre esa enorme base armónica y sumamente consistente.
8 temas que van a hacer las delicias de cualquier amante del progresivo, perfectamente ejecutados por parte de los cuatro instrumentistas de lujo. Cada canción se desarrolla en un circuito fantástico, grandilocuente y con una gran sumatoria de que todos los tracks parecen entrelazarse como partes de un todo, como piezas de un rompecabezas o engranajes de un reloj. A veces un reloj un tanto salvaje, de ritmo rápido y frenético, pero no deja de ser reloj al fin. El disco también nos regala algunos giros interesantes, dando como resultado un sonido consistente y coherente. Desde el principio el álbum introduce al oyente de una manera cristalina en el discurso musical del grupo: gran importancia de las líneas de bajo, los riffs de guitarra intrincados, las líneas y ambientes de teclados, imponiendo sus colchones y su atmósfera, y los distintivos cambios de ritmo con una sólida base percusiva que se reflejan a la perfección en los diferentes interludios instrumentales de cada pieza. La dinámica de disco se basa en el continuo recorrido por los numerosos pasajes instrumentales en los que muestran su versatilidad; tan rica en matices, con la combinación y sana convivencia de arreglos más rockeros y metálicos junto a otros sonidos más clásicos se hacen muy patentes a medida que avanza el disco, donde hay también ciertos componentes funky y a veces algo de psicodélia en sus arreglos.
El disco en su totalidad es una excelente muestra de naturalidad musical y riqueza en el desarrollo instrumental virtuso sin caer en los excesos, haciendo de este disco un ejercicio muy disfrutable por los amantes del género; con composiciones instrumentales de alta destreza desde que el disco comienza hasta que se cierra el álbum.
Para mí gusto uno de los trabajos más interesantes realizados en este excelente 2016 en Argentina, muy recomendable y disfrutable sobre todo para los amantes del rock progresivo sinfónico más clásico con toques de Metal-Prog. Y atención porque, con un poquito más de producción, este disco podría formar parte del catálogo de sellos internacionales como Magna Carta, AltrOck o Inside Out, perfectamente.
Aclaro, no tiene nada que ver con el disco, pero ya que estamos hablando de "La Guerra del Volumen" me pareció traer a colación una referencia sobre de lo que se habla, porque hay mucha gente que quizás no conoce éste término, aunque en el blog hemos hablamos varias veces de él... repito que éstos españoles que hablan en el video no tiene nada que ver con el grupo argentino...
Volviendo al disco que estamos presentando, no dejamos de recomendar este trabajo brillante que refleja calidad musical de principio a fin. Definitivamente hay algo especial en Melmac, pero lo único que tienen que hacer es no teorizar tanto, sentarse a escuchar este buen disco y disfrutar plenamente. Y aclaramos nuevamente que éste discazo lo tenemos en exclusiva.
¡Absolutamente maravilloso! Otro de los grandes discos del 2016. No se lo pierdan ni en pedo, está disponible en la Biblioteca Sonora Cabezona, imagino que ya sabés cómo entrar, sino, preguntá que no cuesta nada.
Melmac es un planeta ficticio de la serie ALF y su universo. Es el planeta natal de Gordon Shumway (ALF). Sus residentes son conocidos como "melmacianos". En los comics, se muestra que este planeta tiene la forma de un huevo, y no es redondo como habitualmente son. Los Melmacianos son incapaces de producir el sonido de la "r".Wikipedia
Estos chicos son capaces de dejar al oyente sorprendido por su profesionalismo y talento en menos de tres minutos... a veces es increíble que éste tipo de trabajos se puedan llevar a cabo en Argentina, por unos pibes de barrio que tocan bien y arman su banda, y luego de mucho ensayo deciden grabar su disco a pulmón... y que sean tantas bandas lo que protagonizan este echo (y no saben la cantidad de bandas que me falta presentar!)
Aunque su trabajo está fuertemente influenciado por sonidos de rock sinfónico y del hard rock, los chicos de Melmac son capaces de inyectar una sensación fresca, contemporánea, se puede escuchar trazas de otros iconos de los setenta, entre ellos Kansas. Quizás Melmac con una nueva capa sonora de violín sería la versión moderna de Kansas. Bueno, más o menos, quizás los chicos nunca hayan escuchado a Kansas. Aunque si me tendría que centrar en una banda clásica en la podríamos ponerle un paralelismo, yo traería a Rush por su relación sinfónico - hard rock. No se dejen llevar mucho por mis palabras porque estos chicos no se parecen demasiado a ninguno, pero estarían a mitad de camino entre Kansas y Rush, y quizás con algún toque de Spock´s Beard o The Flower Kings en sus desarrollos melódicos más modernos, junto con destellos de grupos como Transtlantic y los Dream Theater en su costado pirotécnico, ponele. Puro rock con influencias de todas partes y todas ellas, demoledoras, combinando estructuras complejas, una amplia destreza instrumental y un exquisito gusto en los arreglos.
Es de destacar, si bien el trabajo de todos los instrumentos son remarcables y con un encomiable sinergia grupal, pero el trabajo sólido de la base es monumental, porque la batería y el bajo forman una muralla inquebrantable por donde la guitarra, secundada por el teclado, se dedica a dar mil piruetas juguetonas. Pero el desarrollo de cada linea de bajo es apabullante e impresionante, y es el instrumento que le da cohesión a todo el trabajo en conjunto y da unidad, como llevando la batuta a todos los demás intrumentos. Para quienes somos amantes del bajo eléctrico, acústico, contrabajo y todos sus derivados, encontrarnos con trabajos como éstos un verdadero placer, donde el bajo tiene tanto protagonismo, uno puede escuchar con detenimiento y disfrutar cada segundo, cada nota de toda la linea del bajo y se dará una panzada de satisfacción. Cada cambio y arreglo, más si atendemos de la manera en que el bajo sincroniza con la batería y el resto de los instrumentos se les acoplan arriba, desarrollando la melodía sobre esa enorme base armónica y sumamente consistente.
8 temas que van a hacer las delicias de cualquier amante del progresivo, perfectamente ejecutados por parte de los cuatro instrumentistas de lujo. Cada canción se desarrolla en un circuito fantástico, grandilocuente y con una gran sumatoria de que todos los tracks parecen entrelazarse como partes de un todo, como piezas de un rompecabezas o engranajes de un reloj. A veces un reloj un tanto salvaje, de ritmo rápido y frenético, pero no deja de ser reloj al fin. El disco también nos regala algunos giros interesantes, dando como resultado un sonido consistente y coherente. Desde el principio el álbum introduce al oyente de una manera cristalina en el discurso musical del grupo: gran importancia de las líneas de bajo, los riffs de guitarra intrincados, las líneas y ambientes de teclados, imponiendo sus colchones y su atmósfera, y los distintivos cambios de ritmo con una sólida base percusiva que se reflejan a la perfección en los diferentes interludios instrumentales de cada pieza. La dinámica de disco se basa en el continuo recorrido por los numerosos pasajes instrumentales en los que muestran su versatilidad; tan rica en matices, con la combinación y sana convivencia de arreglos más rockeros y metálicos junto a otros sonidos más clásicos se hacen muy patentes a medida que avanza el disco, donde hay también ciertos componentes funky y a veces algo de psicodélia en sus arreglos.
El disco en su totalidad es una excelente muestra de naturalidad musical y riqueza en el desarrollo instrumental virtuso sin caer en los excesos, haciendo de este disco un ejercicio muy disfrutable por los amantes del género; con composiciones instrumentales de alta destreza desde que el disco comienza hasta que se cierra el álbum.
Para mí gusto uno de los trabajos más interesantes realizados en este excelente 2016 en Argentina, muy recomendable y disfrutable sobre todo para los amantes del rock progresivo sinfónico más clásico con toques de Metal-Prog. Y atención porque, con un poquito más de producción, este disco podría formar parte del catálogo de sellos internacionales como Magna Carta, AltrOck o Inside Out, perfectamente.
Aclaro, no tiene nada que ver con el disco, pero ya que estamos hablando de "La Guerra del Volumen" me pareció traer a colación una referencia sobre de lo que se habla, porque hay mucha gente que quizás no conoce éste término, aunque en el blog hemos hablamos varias veces de él... repito que éstos españoles que hablan en el video no tiene nada que ver con el grupo argentino...
Volviendo al disco que estamos presentando, no dejamos de recomendar este trabajo brillante que refleja calidad musical de principio a fin. Definitivamente hay algo especial en Melmac, pero lo único que tienen que hacer es no teorizar tanto, sentarse a escuchar este buen disco y disfrutar plenamente. Y aclaramos nuevamente que éste discazo lo tenemos en exclusiva.
¡Absolutamente maravilloso! Otro de los grandes discos del 2016. No se lo pierdan ni en pedo, está disponible en la Biblioteca Sonora Cabezona, imagino que ya sabés cómo entrar, sino, preguntá que no cuesta nada.
Muchas gracias por tal linda reseña estamos felices de que nuestro trabajo este dando frutos y mas aun de poder compartirlo!!
ReplyDeletePara los viejitos que piensan que el virtuosismo en el rock es cosa pasada...
ReplyDeleteExcelente banda. Muy muy recomendable.
ReplyDeletewould you share link to d/l please?
ReplyDeletehttps://melmac2016.bandcamp.com/releases
DeleteCOmo andan?. Donde se puede bajar?
ReplyDeleteDesde aquí lo podés bajar:
DeleteDownload: (Flac + Mp3)
https://melmac2016.bandcamp.com/releases