Cuarto disco (bueno, casi, porque mejor dicho es el "3,76", algo más que el tercero, poco menos que un cuarto) para los Factor Burzaco, siempre un paso adelante en la propuesta vanguardista, con su R.I.O. que combina bandas como Thinking Plague, Henry Cow con la música clásica contemporánea. La intención de hacer este álbum fue recrear temas de discos anteriores de Factor Burzaco, discos que habían salido por el sello italiano AltrOck, inconseguibles y carísimos en Argentina, debían circular en su tierra natal. "3,76" reume los 10 años Factor Burzaco y lo hace accesible al público local, condensando su obra para los oyentes argentinos.
Artista: Factor Burzaco
Artista: Factor Burzaco
Álbum: 3,76
Año:2015
Género: RIO / Avant Garde
Nacionalidad: Argentina
Año:2015
Género: RIO / Avant Garde
Nacionalidad: Argentina
Lista de Temas:
1. Que
2. Mesianik
3. Inter-diccion
4. Mesianik en Saigon
5. LAS (y Orfeo)
6. Guantanabu I
7. Guantanabu 2,3
8 Guantanabu 3
9. Que 2
10. Arnold Turro
11. Dans Arnold, Tanz!!!
12. Como Acariciar un Tigre Muerto
1. Que
2. Mesianik
3. Inter-diccion
4. Mesianik en Saigon
5. LAS (y Orfeo)
6. Guantanabu I
7. Guantanabu 2,3
8 Guantanabu 3
9. Que 2
10. Arnold Turro
11. Dans Arnold, Tanz!!!
12. Como Acariciar un Tigre Muerto
Alineación:
- Carolina Restuccia / vocals
- Abel Gilbert / composer, arranger, piano
- Pedro Chalkho / guitars
- Carlos Eduardo Quebrada Vásquez / bass
- Facundo Negri / drums and percussion, synthesizers
Guest musicians:
Alan Courtis / guitar
Sergio Catalán / flute
Rosa Nolly / sax
Hernán Samá / sax
Luciano Giambastiani / clarinet
Marcelo Katz / piano
Silvia Dabul / piano
Marcela Toreales / piano
Carlos Cutaia / organ
Sebastián Preit / organ
Lorena Torales / harmonium
Nahuel Tavosnasnska / bass
Marcelo Delgado / vocals
Marcelo Cohen / vocals
Luciano Vollacé / vocals
Marcel Álvarez / vocals
Nonsense Ensamble Vocal de Solistas:
Valeria Martinelli / mezzo soprano and director
Virginia Majorel / soprano
Martín Díaz / tenor
Javier Lezcano / barítone
- Carolina Restuccia / vocals
- Abel Gilbert / composer, arranger, piano
- Pedro Chalkho / guitars
- Carlos Eduardo Quebrada Vásquez / bass
- Facundo Negri / drums and percussion, synthesizers
Guest musicians:
Alan Courtis / guitar
Sergio Catalán / flute
Rosa Nolly / sax
Hernán Samá / sax
Luciano Giambastiani / clarinet
Marcelo Katz / piano
Silvia Dabul / piano
Marcela Toreales / piano
Carlos Cutaia / organ
Sebastián Preit / organ
Lorena Torales / harmonium
Nahuel Tavosnasnska / bass
Marcelo Delgado / vocals
Marcelo Cohen / vocals
Luciano Vollacé / vocals
Marcel Álvarez / vocals
Nonsense Ensamble Vocal de Solistas:
Valeria Martinelli / mezzo soprano and director
Virginia Majorel / soprano
Martín Díaz / tenor
Javier Lezcano / barítone
"Toda dirección es un embuste" viene machacando desde lejos la voz multifacética de nuestra querida Carolina Restuccia...
"FB 3,76" está en las mejores manos, la de sus músicos, sus hacedores, los responsables de que esto sea posible. Y ahora te lo distribuyen, orgullosos, para que vos seas el próximo en escucharlo y tenerlo. Podes ponerte en contacto con los músicos para la versión casera de compra online, a través de su Facebook que está en el final de la entrada.
En palabras de Abel Gilbert: "Factor Burzaco 3,76 ya está disponible por menos dinero que una entrada de cine (ey, por favor, respeten la cola, psss, ey, tú, no te cueles, y vos, no me lo saques de las manos!). Interesados, por inbox a nuestra página o a esta. Sabremos responder con celeridad y agradecimiento. Esta es una producción completamente independiente, imposible disfrazarla de programas sapienciales o beneficios de una institución. Prescindimos ademas de los agentes de prensa. Todo sin despecho: creemos que hay otra manera de conectarse con la audiencia y que vale la pena realizar el intento, aún en la posibilidad de la indiferencia. Por las dudas, pueden escuchar nuestros bandcamps anteriores o pueden ir el 18/10 a La Usina a escucharnos, con otras grandes sorpresas. No queremos caridad: no somos yaguaretes ni osos panda necesitados de la falsa compasión. FB es un desafío colectivo, una manera de establecer complicidades en las acciones. Vuelvo a agradecer a todos los que lo hicieron posible. Desde ya, el excelso team (Pedro Chalkho, Facundo Negri, Carolina Restuccia) y todos los que colaboraron activamente y de manera desinteresada: Carlos Quebrada Vázquez, Rosa Nolly, Sergio Catalán, Nahuel Tavos, Silvia Dabul, Lorena Torales, Marcelo Delgado, Marcelo Cohen, Marcelo Katz, Alan Courtis, Hernán Samá, Carlos Cutaia, Luciano Giambastiani, Sebastian Preit. Espero no olvidarme de nadie. La mezcla increíble estuvo a cargo de Pablo Formica, que ya es parte del proyecto. Nos vemos pronto."
Factor Burzaco es un proyecto de Abel Gilbert, compositor argentino nacido en Buenos Aires en 1960, que tuvo su primera influencia muy joven de un álbum de Los Beatles y más tarde el mismo chico descubrió a King Crimson, Gentle Giant, Egberto Gismonti, Gaetano Veloso y Henry Cow.La mayoría de los temas son re-grabaciones de composiciones antiguas que ya han aparecido en los tres primeros discos de la banda. Tal vez por eso el compositor y líder Abel Gilbert no lo considera un cuarto álbum en todo su derecho. ¿Por qué eran en realidad el disco consta de piezas regrabadas? En el arte del disco se puede leer un pequeño artículo publicado en español, pero por lo que puedo descifrar que es un guiño para el público argentino que hasta ahora estaba relegado a la obra de Factor Burzaco.
Abel Gilbert también creció escuchando (y estudiando) Debussy, Berio, Ligeti y Morton Feldman, y que decidió emplear esta experiencia musical para hacer algo nuevo. Todo esto plasmado en Factor Burzaco.
La música es, por supuesto, de alta calidad habitual, pero los temas no son, a veces, similares a los originales. Como dije antes, la intención de hacer este álbum fue recrear temas de discos anteriores de Factor Burzaco, discos que habían salido por el sello italiano AltrOck, inconseguibles y carísimos en Argentina, debían circular en su tierra natal. "3,76" reume los 10 años Factor Burzaco y lo hace accesible al público local, condensando su obra para los oyentes argentinos. Él sin embargo hizo hincapié en que no es "reescribir, reorganizar y remezcla (a veces radicalmente) de material previa" para una antología, sino una preocupación. Gracias a Abel Gilbert de esta información!
Burzaco, una estación sin cartografía ni rieles que viene después del progreso y la reacción.
Un factor que se multiplica.
Burzaco una esponja que absorbe distintos discursos y géneros musicales que por mucho tiempo han reclamado para sí el derecho absoluto a representar un tiempo y una sensibilidad. Y esa esponja se nutre de técnicas de la música contemporánea, ciertos criterios de improvisación del jazz, y de gestos y una materialidad de lo que alguna vez, a principios de los 70, era territorio del rock. Digo claramente “alguna vez”.
“Progreso y reacción”. Esos polos han sido determinantes a la hora de configurar una identidad. Las palabras vienen de lejos, empezaron a tener sentido a mediados del siglo XIX y, todavía, cargamos con ellas como un trasto de la historia. Otras músicas se apropiaron luego de esa polaridad en la medida que que reivindicaron ser “escuchadas” y, de esta forma, adquirir un nuevo estatuto. Se llamaron a si mismas “progresivas” en algún momento. Lo hizo el jazz, también el tango, con Astor Piazzolla, y luego esa etiqueta se acuñó en Londres. Pero el adjetivo, sabemos, tiene en la actualidad una pátina de blasfemo anacronismo, así que mejor abstenerse de reciclarlo. Burzaco se abstiene de la etiqueta, pero no niega un linaje de manera vergonzante. La paleta de lenguajes que atraviesan esta música no es caprichosa ni un involuntario ejercicio del bricollage: responde a la certeza de que determinados territorios que delimitaron, clasificaron y jerarquizaron la música han caducado. Fueron. Ya nadie se toma demasiado en serio la seriedad de la música seria. Con esa certeza Burzaco se ha convertido en el “medio” –el instrumento- para difuminar la frontera que separa a lo “bajo” de lo “alto”.
Los fans de la RIO y el rock progresivo menos convencional sin duda disfrutar de este disco. Es una especie de viaje onírico en el que la música se convierte en aventurera y las emociones se conjugan.
Factor Burzaco se presentó por primera vez en el Centro Cultural Ricardo Rojas de la ciudad de Buenos Aires, en junio del 2004. Creo haber aprendido mucho de aquella tentativa plagada de errores técnicos, operativos y conceptuales. De ese magma inicial, de la primera formación al presente, quedamos Carolina Restuccia y quien esto escribe. Me siento sumamente orgulloso de todos los que han aportado a la gestación y desarrollo de este proyecto. Pero nunca he sentido la empatía y el gusto por el trabajo en conjunto como en esta “tercera” versión de FB.He aquí la botella en el mar...
En un principio, Factor Burzaco se configuró alrededor de un grupo refugiado en el sur (ya no: nos hemos dispersado por el mapa). Un sur que no solo es topográfico, el punto de un recorrido hacia la nada, sino también una forma de crear e intervenir en medio de la adversidad y la amenaza, sobre los escombros de una escena musical devaluada, en la que no solo se verifica una constante regresión de la escucha sino que se acentúan las dificultades materiales y de difusión. Entre 2004 y el presente han cambiado los formatos y se ha profundizado el proceso de desmaterialización de la música. Han irrumpido otros soportes y otras mediaciones. Nosotros seguimos apostando al disco. Como aquellos náufragos que lanzan una botella al mar, sabemos que siempre hay -siempre habrá- alguien del otro lado dispuesto a cruzar el límite de una práctica normalizada. Burzaco ha arrojado su botella. Que otros la tomen.
Podría escribir más sobre el disco en sí... pero mejor veamos qué es lo que dicen otros, pero sin dejar de recordarles que aquí no hay links de descarga, inclusive pueden escuchar el disco, pero a pedido de los músicos, la idea es que todo el que le guste luego de escucharlo lo compre directamente a los músicos y apoye la propuesta... nosotros no podemos hacer otra cosa que apoyar la iniciativa.
FACTOR BURZACO, ese exquisito monstruo avant-progresivo fundado y dirigido por el magistral compositor argentino Abel Gilbert, vuelve al ruedo fonográfico con el disco “3.76”, un disco con cuyo título designa su intención de que no se le conciba como el cuarto ítem de la discografía de la banda –aunque técnicamente lo es– sino como un disco de transición hacia la que habrá de ser su próxima obra. Mientras llega ese momento, Gilbert y la pléyade de compañeros/as de viaje se dedican principalmente a repasar ciertas piezas de los tres primeros álbumes para elaborar nuevas versiones de las mismas: las sesiones de grabación para “3.76” tuvieron lugar entre octubre del 2014 y mayo del 2015, siendo publicado a nivel doméstico en octubre del mismo 2015, en coproducción con el sello AltrOck Records. De todas formas, este sello italiano recién ha impulsado la distribución internacional a inicios del presente mes de abril, por lo que en cierto sentido “3.76” pertenece a los años 2015 y 2016 simultáneamente. El núcleo duro de FACTOR BURZACO consta de la vocalista Carolina Restuccia, el guitarrista Pedro Chalkho, el bajista Carlos Eduardo Quebrada Vásquez (héroe de SALES DE BAÑO y BOSNNIA), el baterista-percusionista Facundo Negri (también tocando sintetizador a veces) y el propio Gilbert al piano. Por su parte, el nutrido ejército de colaboradores partícipes incluye al maestro guitarrista Alan Courtis, los vientistas Hernán Samá, Rosa Nolly, Sergio Catalán y Luciano Giambastiani, el bajista Nahuel Tavosnasnska, el Nonsense Vocal Ensamble (Valeria Martinelli, Virginia Majorel, Martín Díaz y Javier Lezcano), el legendario Carlos Cutaia al órgano, tres personas alternándose al piano (Marcelo Katz, Silvia Dabul y Marcela Toreales), Sebastián Preit y Lorena Torales a los teclados adicionales, y cuatro personas aportando voces en diversos momentos del disco (Marcelo Delgado, Marcelo Cohen, Luciano Vollacé y Marcel Álvarez). Bueno, centrémonos en los detalles de “3.76” a partir de ahora, ¿vale?César Inca
El repertorio de este recuento comienza con la dupla de ‘Qué’ y ‘Mesianik’, una secuencia que comienza con un tenor de inquietante sigilo y termina irrumpiendo en un colorido neurótico cuyas vibraciones expresionistas se instalan por todas partes, llenando espacios dadaístas mientras los va creando dentro de una osada ingeniería sonora. A continuación sigue ‘Inter-dicción’, pieza cuya base temática está bien metida en el estándar Crimsoniano de los 80s, aprovechando tal circunstancia para abrir campo a la emergencia de ornamentos de percusión tonal a lo ZAPPA y retazos de guitarra eléctrica muy a lo HENRY COW. Poco menos de 5 minutos de pura gloria avant-progresiva químicamente pura. La irrupción de ‘Mesianik En Saigón’ sirve para que Torales nos agasaje con intensos y retorcidamente celebratorios efluvios de piano muy a lo Rachmaninov, los cuales sirven no solo para lucir su propia luminiscencia sino también para anticipar el arribo de los delirios etéreos en cuyo éter inescrutable flota el esquema de ‘LAS (Y Orfeo)’, la siguiente pieza del álbum. Es como si tras haberse tomado un par de minutos para admirar el refinado acabado de oro y bronce de la puerta de una mansión, encontramos que ésta guarda dentro de sí un inmobiliario adusto que evoca sensaciones de un incierto horror ante el pronto auge de una presencia maléfica invisible. Los ornamentos de órgano que aparecen en la sección final mientras flotan los oscurantistas arreglos corales ostentan un aura provocadora y siniestra… y aún así, el ensamble se las arregla muy bien para que la cosa no se desborde. ‘Guantanabu 1’ tiene una letra recitada (escrita por Marcelo Cohen) mientras la instrumentación vuelve a la instauración parcialmente Crimsoniana que anteriormente habíamos disfrutado en ‘Inter-dicción’, aunque esta vez el esquema de trabajo es muy diferente: se arma en torno a una nebulosa ambientación de oráculos urgentes arropados por un vigoroso y electrizante pathos. A continuación siguen ‘Guantanabu 2,3’ y ‘Guantanabu 3’, cuyas misiones respectivas consisten en llevar la densidad inicial del concepto de ‘Guantanabu’ a una suerte de incandescente implosión metafísica y en construir un crescendo arquitectónico desde el cual se rearma la predominante aureola de tensión posmodernista.
‘Qué 2’ consiste en un sereno pasaje solista de piano donde se remodela el foco central de ‘Qué’, logrando crear así el único momento genuinamente etéreo del álbum. También es verdad que esta pieza de piano sirve para abrir la puerta a ese fabuloso ejercicio de abstractas extroversiones y surrealistas jolgorios que es ‘Arnold Turro’, una de las piezas más notables del álbum “III”. Bueno, aquí recibe el beneficio de un arreglo más filudo y fresco, lo cual hace que suene mejor que nunca. La secuela de este tema viene encarnada en ‘Dans Arnold, Tanz!!!’, un ejercicio de tecno-dance con ornamentos disruptivos propios tanto del krautrock electrónico como del rock-in-opposition: un abordaje gracioso e intrigante que revela una inesperada arista cuasi-popera dentro de la visión militantemente vanguardista de FACTOR BURZACO. La cosa es que Arnold Schoenberg es una figura referencial para esta dupla de temas, pues ‘Arnold Turro’ contiene una cita de la magna obra ‘Pierrot Lunaire’ y ‘Dans Arnold, Tanz!!!’ incluye el sonido de la voz del mismo Schoenberg. Cierra el disco ‘Cómo Acariciar Un Tigre Muerto’, 7 minutos que amplían la versión original que había aparecido en el primer álbum del ensamble (allá por el año 2007). Alternando pasajes grisáceos de tendencia minimalista con otros más abiertamente exultantes, los músicos involucrados en este broche del álbum despliegan a sus anchas sus propias interpretaciones de los legados de ART BEARS y HENRY COW, estableciendo aires de familia con el estándar de THINKING PLAGUE. Todo esto fue “3.76”, un notable catálogo de revisiones de varias de las composiciones más significativas de FACTOR BURZACO a lo largo de la obra desarrollada hasta el día de hoy: el rol principal de este disco es el de acompañar a los tres anteriores mientras muestra la permanente actitud evolutiva de la visión musical de esta entidad vital para la vanguardia progresiva argentina del nuevo milenio.
Con excelentes comentarios del disco como los que traigo aquí no hace falta agregar más palabras, he aquí buenos reviews realizados por gente que escribe realmente bien...
Factor Burzaco 3.76. Algo más que el tercero, poco menos que un cuarto. Y la posibilidad de disponer otra vez en nuestro país, a diez años de su debut, de un disco de esta agrupación esencial. Hasta ahora sus álbumes habían circulado en el exterior bajo cuidadas ediciones del sello italiano altrOck. Pero parece que Abel Gilbert, líder y compositor del proyecto FB, sintió la necesidad de asentar una presencia en la escena local que excediera a la de esos pocos enterados que han (hemos) venido siguiendo con interés su singular evolución. Para ello realiza una apuesta que, como todas las iniciativas independientes, no carece de riesgos. Promete un concierto en la Usina del Arte para el próximo domingo 18 de octubre junto a Carolina Restuccia y el EPN trío, músicos que forman a su vez la columna vertebral del sonido Burzaco. El motivo, la presentación de 3.76, un CD editado de manera autogestionada que, dado el desinterés de la prensa mainstream, Abel insiste en difundir por canales alternativos: el boca en boca o, en su defecto, el sustituto tecnológico de aquellas entrañables relaciones personales que son hoy las modernas redes sociales. Una postura que, a mi modesto entender, parte de un acertado diagnóstico acerca de las transformaciones musicales de estos últimos años. Abel lo explica con una metáfora del filósofo Theodor Adorno:Norberto
“La paleta de lenguajes que atraviesan esta música no es caprichosa, responde a la certeza de que determinados territorios que delimitaron, clasificaron y jerarquizaron la música han caducado. Fueron. Ya nadie se toma demasiado en serio la seriedad de la música seria. Con esa certeza Burzaco se ha convertido en el “medio” –el instrumento- para difuminar la frontera que separa a lo “bajo” de lo “alto”. En un principio, Factor Burzaco se configuró alrededor de un grupo refugiado en el sur (ya no: nos hemos dispersado por el mapa). Un sur que no solo es topográfico, el punto de un recorrido hacia la nada, sino también una forma de crear e intervenir en medio de la adversidad y la amenaza, sobre los escombros de una escena musical devaluada, en la que no solo se verifica una constante regresión de la escucha sino que se acentúan las dificultades materiales y de difusión. Entre 2004 y el presente han cambiado los formatos y se ha profundizado el proceso de desmaterialización de la música. Han irrumpido otros soportes y otras mediaciones. Nosotros seguimos apostando al disco. Como aquellos náufragos que lanzan una botella al mar, sabemos que siempre hay –siempre habrá- alguien del otro lado dispuesto a cruzar el límite de una práctica normalizada. Burzaco ha arrojado su botella. Que otros la tomen.”
Factor Burzaco 3.76 es un disco de versiones (no exactamente remixes) en donde el grupo reinventa su propio pasado. “Mesianik” y “Como acariciar un tigre muerto” señalan la considerable distancia que los separa de sus inicios. La primera ofrece un espacioso interludio instrumental -donde confluyen por igual flautas y saxos con guitarras, bajos y pianos- que se extrañaba en FB 1, dominado por la urgencia enrarecida que caracteriza el canto de la mencionada Carolina. La otra comienza con una introducción de piano en clave contemporánea y evoluciona hacia un avant funk pletórico de pausas y cortes abruptos, que muestra la endiablada capacidad de Abel para generar atmósferas variadas en el medio de lo que, al fin y al cabo, sigue siendo casi siempre una canción. Me atrevería a decir que el nombre del juego consiste en la búsqueda de una belleza crispada, tanto más bienvenida en cuanto escapa a las coordenadas estéticas reinantes.
Hay multifónicos y vibratos, como los del “Qué” que inaugura el disco, un título que constituye una interrogación arrojada como un desafío. Dos piezas para piano solo en las capaces manos de Lorena Torales –“Mesianik en Saigón” (¿Messiaen en Vietnam?) y “Qué 2”- que indican tanto la familiaridad como la incomodidad de Gilbert ante la herencia de la música contemporánea. O la notable “Inter-dicción”, liderada por la guitarra crimsoniana de Pedro Chalko que dialoga con el vibráfono de Facundo Negri, mientras la Restuccia le hace honor al título jugando con una dicción entrecortada.
Los temas restantes constituyen un ámbito fluido en el cual Gilbert da rienda suelta a sus obsesiones. “LAS (y Orfeo)” propone una síntesis admirable entre Luis Alberto Spinetta y el Orfeo de Monteverdi. Una manera de violar las sacrosantas distinciones entre lo culto y lo popular. Una atmósfera morosa, de progresión ralentada, con una lírica hecha de fragmentos spinettianos y un coro renacentista (o del barroco temprano) que concluye con una cita doble de Hammond (al “Corto” de Pescado Rabioso y a la ópera del título) por parte de un invitado eminente: el mismísimo Carlos Cutaia.
“Arnold Turro” y “Dans Arnold Tanz” la emprenden contra Arnold Schönberg. Otro funk interrumpido por interludios de cámara que se burla del exasperante orgullo germano del compositor vienés y, en su continuación electrónica, lo pone a bailar entre procesamientos de voces que comienzan en clave de rap hasta concluir en tecno puro y duro. Un ajuste de cuentas con la tradición que constituye a su vez un manual de cómo trabajar contra ella.
Finalmente la trilogía de “Guantanabu” que constituía la piéce de résistance de FB 2. Menos electroacústica que en el original, persiste como homenaje a las complejidades de la música en el texto de Marcelo Cohen. Cambia el recitante (aquí Marcelo Delgado) y la forma de su configuración. El tono de la primera parte, amén del recitado, lo da el entrecortamiento de piano, guitarra (otra vez de resonancias al Robert Fripp de los ’80) y vientos. La segunda parte se caracteriza por unísonos de saxos y clarinete bajo que decantan en noise. El inesperado armonio del final le concede una cualidad de musique antique que delata la voluntad de atravesar horizontalmente todas las disponibilidades del pasado. La tercera añade gradualmente capas instrumentales en el marco de una repetición minimalista un tanto libre, de esas que permiten escapadas armónicas que una estricta observancia de las normas no autorizaría.
En definitiva, se trata de la cuestión de la perspectiva. ¿Cómo enfrentarnos a la abigarrada herencia musical que nos rodea? ¿Qué hacer con el pretérito, incluido el nuestro, desde el punto de vista del futuro? ¿Dónde situar la punta del compás que nos permita desde allí generar un movimiento? ¿Cómo configurar un manual de reinvenciones estilísticas que apunte a diferenciarse de tanto estímulo sonoro y nos permita establecer una identidad definida? Me consta que todo esto ha rondado la cabeza de Abel durante los últimos diez años. Es, si se quiere, el material del que está construido ese proyecto alucinado que se llama Factor Burzaco. No han sido muchas las oportunidades de atestiguarlo en vivo. El próximo domingo a las 18hs., en la Usina del Arte de La Boca, habrá una nueva. ¿Te lo vas a perder?
Por último, aquí tienen un par de links desde donde pueden comprar el disco, apoyando a éste tipo de iniciativas que no abundan en un mundo tan mercantilizado y falto de verdadero arte...
Saludos Moe te he mandado un mensaje a tu correo y bueno espero que lo cheques cuando tengas oportunidad hasta pronto gracias atte...jovas
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