Tocó con los grandes, y es catalogado como "multi-intrumentalista", sabe tocar el piano, la guitarra, la batería y su fuerte es el bajo, instrumento al que se dedicó profesionalmente. Pero quizá su mayor mérito es el de componer. Su obra se rehúsa a encuadrarse en un género musical específico, pese a que es fácilmente reconocible. Experimentación y talento constituyen un binomio indisoluble, al menos en la carrera de este músico, lo demostramos en otro gran aporte de Pedro Rock. Aquí, acompañado por Alejandro Terán, Fernando Samalea, Gustavo Cerati, Pedro Onetto, Daniel Melingo, Coleman y muchos más...
Artista: Christian Basso
Artista: Christian Basso
Álbum: La música cura
Año: 2011
Género: Sondtrack / Rock ecléctico / World Music
Nacionalidad: Argentina
Año: 2011
Género: Sondtrack / Rock ecléctico / World Music
Nacionalidad: Argentina
Lista de Temas:
01. El sultán
02. El Quilombo
03. Flowers
04. Valse del cielo
05. Argentine!
06. La bicicleta de Busato
07. The Woods
08. Vino triste
09. Viento
10. Arrigo
11. Vidalita de madera
12. Primavera
01. El sultán
02. El Quilombo
03. Flowers
04. Valse del cielo
05. Argentine!
06. La bicicleta de Busato
07. The Woods
08. Vino triste
09. Viento
10. Arrigo
11. Vidalita de madera
12. Primavera
Alineación:
- Christian Basso / vocals, accordion, viola, organ, synths, armonium, guitars, bass, piano & percussion
Haien Qiu, Eva Faludi, Hana / vocals
Alejandro Terán / viola, violin & clarinet
Gonzalo Córdoba / guitars
Gustavo Cerati / guitars
Richard Coleman / guitars
Adi Azicri / guitars
Marta Roca / violin
Maria Eugenia Castro / violoncello
Pedro Onetto / piano & accordion
Daniel Melingo / clarinet & percussion
Sole Yaya / harp
Sebastian Schachtel / accordion
Nicolas Rainone / contrabass
Andrea Ciliberti / persussion & vocals
Mariano Oliva / synths & programming
Fernando Samalea / drums & percussion
- Christian Basso / vocals, accordion, viola, organ, synths, armonium, guitars, bass, piano & percussion
Haien Qiu, Eva Faludi, Hana / vocals
Alejandro Terán / viola, violin & clarinet
Gonzalo Córdoba / guitars
Gustavo Cerati / guitars
Richard Coleman / guitars
Adi Azicri / guitars
Marta Roca / violin
Maria Eugenia Castro / violoncello
Pedro Onetto / piano & accordion
Daniel Melingo / clarinet & percussion
Sole Yaya / harp
Sebastian Schachtel / accordion
Nicolas Rainone / contrabass
Andrea Ciliberti / persussion & vocals
Mariano Oliva / synths & programming
Fernando Samalea / drums & percussion
Hijo del tubista y contrabajista de jazz Héctor Basso. Christian arrancó tocando la guitarra y el bajo, pero luego comenzó a estudiar con el ex bajista de Sui Generis, Rinaldo Rafanelli, quien fue su primer maestro.
En esa búsqueda incesante, signada por la experimentación, Christian se topó con Clap, una banda underground de mediados de los '80 que cobró gran prestigio gracias a la calidad de sus integrantes: Adi Azicri, Diego Frenkel, Fernando Samalea, Sebastián Schachtel y Beno. "Ese grupo fue la ruptura con mi parte académica de la música. Era un grupo revulsivo de los '80 que quería impactar con la imagen y ése era el momento justo para hacerlo. Desde la performance, cómo nos maquillábamos, cómo nos vestíamos, la actitud, la música y nuestras vidas personales en aquel momento", recuerda Basso, quien paralelamente integró “Fricción” junto a Gustavo Cerati y Richard Coleman.
Años más tarde, ya comenzados los '90, saltaría a la fama de la mano de “La Portuaria”. Esta legendaria banda, que fundó junto con Diego Frenkel, alcanzó un gran reconocimiento por parte del público y llegó a editar 10 discos. Basta recordar “Selva” como uno de los íconos representativos del grupo que incorporó, con gran libertad, una variedad de ritmos musicales.
"Fue una continuación de Clap pero con una búsqueda no tan agresiva, sino más de conquistar el mercado para agradar a la gente en vez de provocarle escozor. Hicimos una música que en ese momento fue novedosa. Creo que La Portuaria fue uno de los primeros grupos de rock en usar el acordeón, en mezclar ritmos medio latinoamericanos. Fuimos precursores en todo eso", recuerda.
Junto a Axel Krygier, Basso conformó El Sexteto Irreal, un grupo fantasma integrado por cinco músicos que se juntan de vez en cuando para mostrar lo que hacen. “Siento que siempre estuve en una especie de avanzada artística”, confiesa desde lo más profundo. Sus discos como solista –Profanía (2001), La Pentalpha (2004) y La Música Cura! (2011), este último nominado a los Premios Gardel 2012-, son una muestra de ello. “Nadie se animaba en ese momento a sacar discos instrumentales, a meterse en mundos nuevos.”
Basso reconoce que esos pasos en su carrera fueron algo “lanzados”, pero ahora está más tranquilo y sigue buscando. “Siempre, la mía es una búsqueda permanente”, recalca. La tarea de los músicos experimentales es arriesgada y no siempre reconocida por el público.
Actualmente Basso está sumergido en el cine. El séptimo arte le abrió las puertas y le mostró un mundo diferente, en el que puede explotar mejor sus habilidades y goza de mayor libertad para componer música de películas. El film coreano “Secret Sunshine” (2007), los mexicanos “No eres tú, soy yo” (2010), “Nos vemos Papá” (2011) “Marcelo” (2012) y “Tlatelolco” (2012), y los argentinos “La invención de la carne” (2009), “Eva y Lola” (2010), “La Despedida” (2012) y “Las Mujeres llegan tarde”, son algunos ejemplos.
Años más tarde, ya comenzados los '90, saltaría a la fama de la mano de “La Portuaria”. Esta legendaria banda, que fundó junto con Diego Frenkel, alcanzó un gran reconocimiento por parte del público y llegó a editar 10 discos. Basta recordar “Selva” como uno de los íconos representativos del grupo que incorporó, con gran libertad, una variedad de ritmos musicales.
"Fue una continuación de Clap pero con una búsqueda no tan agresiva, sino más de conquistar el mercado para agradar a la gente en vez de provocarle escozor. Hicimos una música que en ese momento fue novedosa. Creo que La Portuaria fue uno de los primeros grupos de rock en usar el acordeón, en mezclar ritmos medio latinoamericanos. Fuimos precursores en todo eso", recuerda.
Junto a Axel Krygier, Basso conformó El Sexteto Irreal, un grupo fantasma integrado por cinco músicos que se juntan de vez en cuando para mostrar lo que hacen. “Siento que siempre estuve en una especie de avanzada artística”, confiesa desde lo más profundo. Sus discos como solista –Profanía (2001), La Pentalpha (2004) y La Música Cura! (2011), este último nominado a los Premios Gardel 2012-, son una muestra de ello. “Nadie se animaba en ese momento a sacar discos instrumentales, a meterse en mundos nuevos.”
Basso reconoce que esos pasos en su carrera fueron algo “lanzados”, pero ahora está más tranquilo y sigue buscando. “Siempre, la mía es una búsqueda permanente”, recalca. La tarea de los músicos experimentales es arriesgada y no siempre reconocida por el público.
Actualmente Basso está sumergido en el cine. El séptimo arte le abrió las puertas y le mostró un mundo diferente, en el que puede explotar mejor sus habilidades y goza de mayor libertad para componer música de películas. El film coreano “Secret Sunshine” (2007), los mexicanos “No eres tú, soy yo” (2010), “Nos vemos Papá” (2011) “Marcelo” (2012) y “Tlatelolco” (2012), y los argentinos “La invención de la carne” (2009), “Eva y Lola” (2010), “La Despedida” (2012) y “Las Mujeres llegan tarde”, son algunos ejemplos.
Miembro fundador de La Portuaria junto a Diego Frenkel, Christian Basso es el artífice de grandes canciones que ya se han instalado en el inconsciente colectivo como “Selva” y “El Bar de la Calle Rodney” pero sus primeros pasos en el rock local los dio a mediados de los años ochenta cuando integro como bajista las agrupaciones Clap y Fricción.Lean Ruano
Christian Basso es un músico cosmopolita sus influencias son tan diversas que es una tarea harto difícil encasillarlo dentro de un estilo, esto mismo es lo que lo realza como compositor y multiinstrumentista y lo transforma en un músico original y polifacético.
La música gitana, clásica, las cansonettas italianas y el spaghetti western son terrenos donde Basso se mueve como pez en el agua. Ha trabajado en variadas bandas de sonido para diferentes películas como la mexicana “Nos Vemos Papa” o la coreana “Secret Sunshine / Milyang” como también en discos de artistas consagrados como Charly García o Andrés Calamaro. Sus discos como solista son viajes, son bandas de sonidos donde cada oyente puede imaginarse sus propias escenas.
En el año 2000 edito su opera prima Profania y tres años mas tarde La Pentalpha , este año junto a la agrupación Sexteto Irreal participo del álbum Jogging.
La Música Cura es el título de su flamante tercer trabajo, que abre con “El Sultan” un pseudo reggae instrumental que cuenta con hipnóticos sonidos de teclados y exquisitos punteos de guitarras, a través de los doce temas que conforman el álbum Christian Basso esta acompañado por un refinado seleccionado de músicos/ amigos de la talla de Gustavo Cerati, Richard Coleman, Daniel Melingo y Fernando Samalea, “Flowers” con letra de Haien Qiu es una hermosa balada a piano , voz y cuarteto de cuerdas arreglado por Alejandro Teran, no falta la voz de Eva Faludi en “El Quilombo” y “Viento” como ocurriera en sus anteriores trabajos.
Arpas, acordeones y clarinetes se entremezclan con samplers y sintetizadores de diversas texturas y colores, entre Ennio Morricone, Goran Bregovich y Ry Cooder se traducen temas como “Valse del Cielo”, “Argentine!” y “Vino Triste”.
No sabemos a ciencia cierta si la música cura, pero con seguridad que la creatividad de músicos como Christian Basso nos hacen la vida más placentera y excitante.
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