#Músicaparaelenciero. Y seguimos con la maratón zappera de la mano de el Menduco y LightbulbSun. En sus tres décadas de carrera musical, Frank Zappa encabezó varias formaciones extraordinarias y entre ellas tiene un sitial muy alto la alineación que dio forma a sus Mothers de 1973 para la grabación de un extraordinario álbum llamado Overnite Sensation. Tenía una sección rítmica funky con Ralph Humphrey en batería y Tom Fowler en bajo más la experiencia de dos avezados músicos provenientes del mundo del jazz, el tecladista George Duke y el violinista Jean-Luc Ponty. A ellos se sumaban dos virtuosos de los instrumentos de viento: el trombonista Bruce Fowler y el trompetista Sal Marquez y como si fuera poco también estaba en el barco de las Mothers el talentoso matrimonio de Ian y Ruth Underwood, expertos en varios instrumentos. ¡Ah!, y por supuesto, el gran Frank en guitarra, voz y composición.
Artista: Frank Zappa & The Mothers
Álbum: Over-nite Sensation
Año: 1973
Género: ----
Referencia: Discogs
Nacionalidad: EEUU
Soy lo mejor que puedes encontrar. ¿Has adivinado ya quién soy? Soy la baba que rezuma de tu televisor.
Zappa, F. I'm The Slime
Over-Nite Sensation es un álbum del músico y compositor estadounidense Frank Zappa con su banda The Mothers, lanzado al mercado el 7 de septiembre de 1973. Se grabó entre marzo y junio de ese mismo año en varios estudios de grabación distintos. El álbum se lanzó en sonido estereofónico y cuadrafónico.
El álbum es considerado un punto de inflexión en la carrera de Zappa, ya que es muy distinto de sus álbumes anteriores. Es más accesible (siendo su primer álbum en conseguir un disco de oro), con una serie de canciones mezcladas con sus típicos retos musicales. Las letras son básicamente humorísticas, tratando temas como el sexo ("Dirty Love", "Camarillo Brillo", "Zomby Woof" y "Dinah-Moe Humm"), o de crítica social ("I'm the Slime"), u otros temas ("Fifty-Fifty", "Montana").
El repertorio de Overnite Sensation era también el más pegadizo y políticamente incorrecto que Zappa hubiese compuesto desde los comienzos de las Mothers of Invention.
“Camarillo brillo” era una sátira a una chica hippie que está un poquito chiflada, como Zappa da a entender en el título, ya que en Camarillo existe una conocida clínica para enfermos mentales. El tema “I’m the slime”, por su parte, destripaba a la televisión, llamándola “la herramienta del gobierno y de la industria / destinada darte órdenes y a controlarte”. “Y vas a hacer lo que se te diga” –advertía Zappa, transformado en siniestro locutor televisivo, “hasta que los derechos sobre vos hayan sido vendidos. No salgas a buscar ayuda: nadie te va a llevar el apunte.”
En Overnite Sensation no faltaban las canciones meramente lascivas, como “Dirty love”, con letra filosa, buen ritmo y un gran solo de Zappa. La canción de mayor contenido erótico, sin embargo, era “Dinah Moe Humm” donde –en un marco que bordea el soul y el funk, con un pionero uso de la voz en un estilo cuasi hip-hop- una chica le dice al protagonista que todos los hombres son una basura y le apuesta cuarenta dólares a que no la hace llegar al orgasmo. Después de varios, infructuosos intentos que la canción se ocupa de detallar, el hombre transfiere sus esfuerzos amatorios a la hermana de la desafiante (que actuaba de testigo en esta singular prueba amatoria), y es así como gana la apuesta, porque la desafiante al ver esa escena que protagoniza su hermana, llega finalmente al climax.
Otros grandes momentos de Overnite Sensation eran “Fifty fifty”, con una delirante parte vocal a cargo de Ricky Lancelotti y los no menos esotéricos coros de “Zombie woof”, tema que habla de un marginal que vive al límite y está orgulloso de ello, y que originalmente habría el lado dos en la versión de vinilo.
“Montana” fue escrito cuando Zappa vio una cajita de hilo dental en el botiquín de su baño y decidió que tenía que escribir canciones que fuesen “más específicas”. Así diseñó un tema sobre un aspirante a cowboy que quiere mudarse al remoto estado de Montana para cultivar “dental floss”, o sea la fibra del hilo dental.
Para la tapa, Zappa volvió a emplear al artista David B. McMacken, quien ya había diseñado tanto el poster como la tapa de la obra 200 Motels. El caótico dibujo de portada fue realizado de acuerdo a las especificaciones de Frank y tiene que ver con diversas situaciones por las que los músicos, plomos y manager atravesaron durante la convivencia “en el camino”.
Overnite Sensation se editó en junio de 1973 en el sello Discreet, co-propiedad de Zappa, y –además de ser un gran logro artístico- no le fue nada mal en el aspecto comercial: entró en seguida en el chart de álbumes de USA y se quedó allí cerca de un año, trepando hasta el puesto treinta y dos; el mejor desempeño de Zappa en términos de ventas hasta ese momento.
Alfredo Rosso
A. Rosso: En revista La Mano, había una sección a mi cargo que se volvió mensual: ¿Cómo se hizo?, donde contábamos cómo se realizó la composición de un tema famoso o el proceso que desembocó en un álbum clásico. Hoy rescaté para Mundorosso la nota que le dedicamos a un gran álbum de Frank Zappa y The Mothers: "Overnite Sensation", editado en 1973.
Y
como hay mucho comentarios sobre el disco me ahorro mi opinión personal
y paso a copiarle excelentes reviews sobre el disco... aquí un par de
excelentes críticas que los invito a leer:
Durante la primavera de 1973 la nueva formación de The Mothers estaba de gira por los Estados Unidos, a la vez que aprovechaban ciertas pausas para entrar en los estudios Bolic Sound y Whitney para grabar el material que iban rodando en directo. Para muestra este ensayo posterior a la grabación del disco...Z
En 9 días repartidos entre el 19 de marzo y el 1 de junio registraron los siguientes temas: Dirty Love, Dinah-Moe Humm, For The Young Sophisticate, Roadie Music, Montana, Excentrifugal Forz, I'm The Slime, Fifty-Fifty, Inca Roads, Camarillo Brillo, RDNZL, Cosmik Debris, Zomby Woof, Wonderful Wino y probablemente Kung Fu. No todos estos temas acabaron formando parte de Over-nite Sensation, sino que se acabaron repartiendo entre éste, Apostrophe', Läther y posteriormente como rarezas en The Lost Episodes. En este video podeis ver una interpretación de RDNZL, uno de los temas que finalmente no se incluyeron en el disco.
La nueva formación de The Mothers era seguramente la más versátil y completa hasta la fecha:
George Duke: Teclados.Poco tienen que ver estos Mothers con los originales; más bien son la confluencia entre el rock venéreo de la etapa Flo & Eddie, (que fue interrumpida abruptamente debido al accidente que sufrió Zappa en diciembre de 1971), y la experiencia previa en la onda jazz-rock de The Grand y The Petite Wazoo a lo largo de 1972. Sin embargo es el comienzo de una etapa totalmente nueva y característica que se prolongaría hasta el comienzo de la gira con Captain Beefheart en 1975, en la que la fusión entre el rock retorcido, predominantemente cantado, y el jazz, incluso funk, se convertiría en la seña de identidad de Zappa, dejando una serie de álbumes inolvidables y cuya escucha es obligada para cualquier persona interesada en su música.
Jean-Luc Ponty: Violín.
Ralph Humphrey: Batería.
Ruth Underwood: Marimba, vibráfono y percusiones.
Ian Underwood: Instrumentos de viento.
Bruce Fowler: Trombón.
Tom Fowler: Bajo.
Sal Marquez: Trompeta y voces.
Ricky Lancelotti: Voz.
Kin Vassy: Coros.
The Ikettes (Tina Turner, Linda Sims, Debbie Wilson): Coros.
Se dice que Over-nite Sensation es uno de los discos más comerciales de Frank Zappa, y es muy posible que en el momento de su lanzamiento así fuese. De todas formas el concepto de comercialidad dentro de la obra de este músico se mueve dentro de un rango bastante lejano a lo que se suele entender como tal.
El disco se abre con Camarillo Brillo, un tema aparentemente sencillo, fácilmente memorizable y pegadizo, pero hay muchos detalles y arreglos detrás de esa aparente simpleza. A donde quiero llegar es que es un tema muy fácil de tocar en su forma básica; cualquiera puede coger una guitarra y cantar sobre los acordes, ahora bien, cuando uno se para a escuchar la forma en la que Ralph Humphrey exprime los timbales, cómo George Duke adorna los acordes de piano, o la delizadeza de los metales, dejándose caer poco a poco, enfermízamente, entonces la cosa cambia, y es ahí en donde radica la diferencia entre cómo conseguir que un tema aburra a la segunda escucha o no.
Después de esta primera concesión, con I'm The Slime el ambiente se vuelve más sucio y a la vez emocionante. Guitarras corrosivas, un texto grasiento referido a la televisión, un despliegue de teclados totalmente funky sobre un riff mítico, unos coros alucinantes de The Ikettes, y como colofón un solo agresivo que te conduce directamente hacia la mugre más maloliente.
Si hace 36 años la televisión ya era una porquería, ahora más. Me imagino que una de las cosas que más habría de molestar de las críticas que Zappa solía hacer acerca de las taras de la sociedad, era que estaban apoyadas sobre una música de una calidad incontestable.
Dirty Love es otro de los temas que, junto a Camarillo Brillo y Dinah-Moe Humm, se encargan de otorgar un importante peso a la temática sexual dentro del disco. Es precisamente en estos tres en los que la música se hace más accesible.
Fifty/Fifty es un tema que se usaba en la gira previa, en una forma bastante más primitiva, para dar rienda suelta a los solos de Jean-Luc Ponty, George Duke, etc... En la versión que finalmente aparece en el disco se le incluye una letra cantada por Ricky Lancelotti que lo dota de una estructura más concreta, a pesar de mantener su función como vehículo para la alternancia de solos en un acercamiento bastante claro al jazz-rock tan de moda en la época.
Zomby Woof es el tema más enfermo del disco, una auténtica revolución musical, sin apenas tregua entre las partes que lo conforman, con una orquestación enrevesada hasta el límite, unos juegos vocales extremos con Ricky Lancelotti dándolo todo, un solo de guitarra sucio en plan neurona exprimida y George Duke tratando de aportar ese toque funky, aunque teniendo en cuenta cómo es la canción, hay partes en las que simplemente es inviable intentarlo.
Dinah-Moe-Humm es uno de esos temas que Zappa acabó odiando con el tiempo, ya que siempre se lo pedían en los conciertos y eso le obligaba a buscarle un lugar en el repertorio. A mí es el tema que menos me apasiona del disco - a pesar que tiene detalles como los coros de Tina Turner y sus amigas, maravillosos a lo largo de todo el disco – ya que la música queda en un segundo plano bien marcado, para centrarse en la dura experiencia que supuso conseguir que Dinah-Moe alcanzase la plenitud.
Y para finalizar, Montana es uno de los temas más grandes del Puto Amo, una epopeya del sueño americano, de la búsqueda de la autosuficiencia, del dominio de las tierras y de la transformación del paisaje. Detrás del absurdo concepto de establecerse en el estado de Montana para poner en funcionamiento una granja de hilo dental y disfrutar tranquilamente de las mieles del éxito productivo, se nos presenta un entramado musical perfecto, que suavemente deriva en un solo de guitarra cortante y agresivo, con ese clásico uso del pedal wah-wah como corte de frecuencias y no como complemento rítmico, para dar paso al que posiblemente sea el momento que más me emociona de toda su discografía:
I'm pluckin' the ol' Dennil Floss / That's growin' on the prairie
Pluckin' the floss! / I plucked all day an' all nite an' all afternoon . . .
I'm ridin' a small tiny hoss / (His name is MIGHTY LITTLE)
He's a good hoss / Even though
He's a bit dinky to strap a big saddle or blanket on anyway
He's a bit dinky to strap a big saddle or blanket on anyway
Any way
I'm pluckin' the ol' Dennil Floss
Even if you think it is a little silly, folks
I don't care if you think it's silly, folks
I don't care if you think it's silly, folks
Más allá de la 'obligación' de hacer un repaso tema a tema del disco sería interesante entrar un poco en algunas de las personalidades que formaban parte de esta encarnación de The Mothers, ya que una de las razones por las cuales la obra de Frank Zappa es tan heterogénea es sin duda la discontinuidad de muchos de los miembros que formaban parte de sus bandas.
Es evidente que a pesar de que la figura de Frank Zappa, musicalmente, conlleva una serie de características que se mantienen más o menos constantes, y evolucionan a medida que se va alcanzando una madurez, no se puede esperar que un tema suene igual tocado por unos determinados músicos que tocado por otros con estilos totalmente diferentes. Un cambio de batería puede resultar crítico, más aún cuando el feeling con el bajista no es el adecuado; un cambio de teclista/s es igualmente determinante; la presencia de una sección de viento puede elevar un tema a cotas inimaginables o su ausencia, por el contrario, hundirlo en algunos casos.
George Duke ya había formado parte de The Mothers para la gira de 1970, pero por aquel entonces la música de Zappa no se acercaba para nada al jazz-rock, que es el terreno en el que George Duke podía marcar las diferencias. En tres años, el mundo de los teclados y sintetizadores había evolucionado muchísimo, y la paleta de texturas que tenía a su disposición para la grabación de Over-nite Sensation era inmensa para la época. En los dos años y pico siguientes en los que George Duke se ocupó de los teclados en The Mothers, los temas estuvieron salpicados de esa frescura jazz-funk que posteriormente se perdió, algo que ya se veía venir cuando Terry Bozzio entró como batería en la gira con Captain Beefheart de 1975.
La relación de Jean-Luc Ponty con Frank Zappa venía ya de atrás, cuando grabó King Kong, un álbum en el que interpretaba temas de Zappa junto con George Duke, que formaba parte de su banda a finales de los 60. Posteriormente hubo intentos de que entrase en The Mothers Of Invention, pero problemas con su permiso de trabajo en USA lo impidieron. Cuando esto se solucionó, entró a formar parte de la banda, pero no llegó a encontrarse a gusto durante la gira, ya que él esperaba un mayor protagonismo y libertad. Una de sus quejas era que las partes que tenía que interpretar estaban bastante acotadas, que no disfrutaba de suficiente espacio para solos, y que no se tocaban temas de aquel disco, King Kong. Es por ello que para otoño de 1973 ya no formaba parte de la banda y ficha por la nueva encarnación de The Mahavishnu Orchestra. Over-nite Sensation no es un buen ejemplo de su trabajo en la banda; para ver realmente lo que dio de sí esta colaboración lo mejor es hacerse con conciertos de cualquiera de las giras de 1973.
Sin un vocalista fijo, la tarea de cantar se reparte entre Frank Zappa y una serie de personas, cada cual más sorprendente: Kin Vassy, The Ikettes y Ricky Lancelotti.
La aportación del primero es muy puntual, y aunque llegó a ser el vocalista principal en algún concierto de la gira previa a la grabación, no hay mucho más que decir.
Uno de los puntos álgidos de este disco son los coros de Tina Turner y sus amigas The Ikettes. Los estudios Bolic Sound eran propiedad de Ike Turner, un lugar cochambroso según recuerdan algunos de los músicos, así que Frank recurrió a The Ikettes para grabar una serie de pasajes alucinantes y extraños, muchos de ellos con alguna voz grabada a velocidad lenta para luego ser reproducida más rápido en plan dibujos animados. Tuvo que ser un trabajo muy duro y a la vez muy divertido. Cuando se lo pusieron a Ike Turner, éste dijo algo sí como que tanta historia para grabar esa mierda...
Personalmente, el disco no hubiese sido lo mismo sin esas voces femeninas tan cómicas y a la vez maravillosas.
Y, ¿qué se puede decir de Ricky Lancelotti? No sé, todavía no he escuchado a nadie cantar como este hombre en los temas de Over-nite Sensation y las sesiones de la época. Desgraciadamente, y tras un par de conciertos como vocalista principal, una serie de problemas de comportamiento hicieron inviable que mantuviese su puesto en la banda. Una auténtica pena, pues el talento y la energía que rebosaban sus intervenciones era inigualable.
Tampoco se puede dejar de lado la labor de Ruth Underwood a la marimba, vibráfono y percusiones varias. Desde un año antes, Zappa apostó por la integración de estos instrumentos de forma prácticamente fija en la banda (con las excepciones de algunas giras de 1975, 1976 y la de 1984), y no cabe duda de que ha sido un elemento básico a la hora de decorar y adornar los temas. Tal y como cuenta Ruth Underwood en el DVD 'Apostrophe – Overnite Sensation', Zappa fue uno de los pioneros en el uso de sistemas de electrificación para marimbas y vibráfonos.
Por último comentar que el disco, igual que me ocurre con las voces, tampoco sería lo mismo sin la sección de vientos, conformada en este caso por Ian Underwood, Bruce Fowler y Sal Marquez. Cualquier versión posterior de estos temas sin el uso de estos instrumentos, o bien desapareciendo por completo las líneas que interpretaban o bien siendo sustituidos por los típicos sonidos de sintetizador teóricamente similares, palidece ante las originales.
Over-nite Sensation siempre ha sido, y supongo que seguirá siendo, uno de mis discos preferidos de Zappa. Si acaso hubiese cambiado Dinah-Moe Humm por alguna de las otras que se grabaron en las mismas sesiones. En España ya la cambiaron por Eat That Question, pero no fue precisamente una decisión artística.
Me da la sensación de que me dejo muchísimas cosas por comentar, pero es que quedan todavía ochenta y pico discos oficiales por reseñar.
Me encanta cuando un disco tiene tantas y tan buenos reviews porque me evita todo el trabajo de hacerlo yo... además ¿cómo podría yo mejorar los comentarios anteriores?. Vamos ahora con comentarios en inglés para el que guste y quiera...
Tras el escaso éxito de la orquesta Wazoo, Zappa decide montar, a finales de 1972, una nueva versión de los Mothers Of Invention que le acompañarían durante unos años. En estos nuevos M.O.I. Zappa buscaba superar la formación precedente, para ello, contó con viejos conocidos que aportaran una mayor riqueza instrumental al grupo y fueran más divertidos y funkys, en palabras del propio Zappa. Dicho y hecho, a inicios de los setenta, el mundo vió renacer a unos nuevos M.O.I., convertidos, ahora sí, en la banda particular del genio de Baltimore.
La alineación de estos nuevos Mothers Of Invention es de absoluto infarto. A día de hoy, en opinión de muchos seguidores del bigotudo – entre los que me incluyo - , sigue siendo uno de los mejores escuadrones musicales que escudaron la música de Zappa. No sólo tenemos a Jean-Luc Ponty, brillante violinista y uno de los pilares del Jazz fusion, sino que además, tenemos; a los hermanos Ian y Ruth Underwood, espléndido saxofonista él y percusionista ella, un dúo devastador y terrible donde los haya; el reciente y desafortunadamente desaparecido George Duke, sobre la magia de las teclas; los hermanos Fowler y, atención por favor, a las legendarias Ikettes. Sinceramente, con semejante alineación, ¿hay algún motivo para no comprar la moto?
Esta renovada banda inicia, con "Over-nite Sensation", una nueva etapa musical dentro del extenso catálogo de Zappa. Muy atrás quedan ya la locura y las vanguardistas composiciones de las Madres, adiós a la fusión de "Hot Rats" y las "Big bands" jazzísticas de Wazoo y Waka/Jawaka. Su nueva compañía discográfica, DiscReet, fundada junto a su mánager Herb Cohen, le permitió trabajar con una mayor libertad. Como dijo Bob Dylan, "los tiempos cambian". Y Zappa, lo sabía. Sin perder un ápice de calidad musical, Zappa decidió emprender derroteros más "comerciales". Si compones un disco de canciones de fácil escucha, excelente instrumentación, no te pasas con la duración de los temas o los solos, pones voz y letra a cada una de las canciones y...¡bingo! Éxito asegurado. Over-nite Sensation, junto con el siguiente Apostrophe('), fue uno de los discos más exitosos del músico, y marcará el rumbo de las futuras producciones de Zappa.
Empezamos con el fantástico medio tiempo de Camarillo Brillo y sus geniales melodías de "llamada y respuesta" que construyen una magnífica canción, que se halla acompañada de una bellísima sección de viento. La letra - absurda y humorística como el resto de las que siguen - nos relata un furtivo encuentro sexual de una hippie algo loca y un poncho (¿Será un poncho mejicano o de Sear's?). Así, y dentro del aparente caos, Zappa inaugura aquí su tradición de la Continuidad Conceptual. En la cual, muchos de temas y personajes de sus discos se repetirán con el paso del tiempo: caniches, ponchos, esquimales, sofás, etc.
Seguimos con I'm The Slime y su descomunal solo de guitarra, uno de ésos que seguro hacían brillar los ojos del joven Steve Vai. Una canción muy rockera con mucho "boogie" y con derroche de funk que se convirtió en otro clásico de Zappa. En su papel de narrador, Zappa nos habla de las vicisitudes y bellezas de la caja tonta. Esto alegrará a muchos: Zappa sigue siendo igual de mordaz, se vista como se vista. "Soy bruto y pervertido [...] Me obedecerás mientras dirijo y te comerás la basura con la que te alimento. Hasta el día en que no te necesitemos [...]". Tras el interludio hablado y el coro, pasamos el protagonismo a las angelicales Ikketes y terminamos con un solo "muy funky" de Zappa fundiéndose entre la niebla que nos conduce a la rockera Dirty Love. El clásico "sucio amor", homenaje al rock de los 70, querido por muchos, y favorita de personajes como el Gran Wyoming. ¿Quién se resiste a ése ritmo arrastrado, sucio y rockero, protagonizado por el colosal riff de Tom Fowler?
Y hablando de Fowler, pasamos a Fifty-Fifty. Una de las mejores del disco con la fantástica voz del fallecido Ricky Vancelloti, un personaje que acompañó a Zappa por muchos años y que era especialmente experto en imitar las voces chillonas típicas de los dibujos animados. Aquí tenemos que destacar los brillantes solos, por ése orden, de George Duke, Jean-Luc Ponty - en su única pero excepcional aparición -, y Zappa. Nuestro bigotudo guitarrista añadió la letra únicamente para engañar al público, pero Zappa no es ningún tonto y nos aprovecha para hacer una declaración de principios: "No voy a cantaros ninguna canción de amor, ni cómo me duele el corazón [...]Pero está bien, gente,estoy lo suficientemente loco como para cantaros de cualquier forma.Supongo que hay un cincuenta por ciento de posibilidades de que tenga algo que decir." . Fabuloso. Como la humorística Zomby Woof, donde tenemos la oportunidad de escuchar nuevamente a esa maravillosa sección de vientos, escudada por la temeraria percusionista Ruth Underwood. Otro de los clásicos. Con unos arreglos que no pueden describirse con palabras, la voz de Zappa susurrando sobre hombres lobo zombies que se cuelan en las habitaciones de las chicas cuando duermen, alternándose con Ricky y las Ikketes. No se puede pedir más.
Llegamos casi al final, con Dinah-Moe Humm, otra canción muy funky y macarrilla con una letra de ésas que harían enrojecer a un marinero: "He conocido a una mujer llamada Dinah-Moe Humm, se acerca y me dice: "Mira aquí, vagabundo. Tengo un billete de cuarenta dólares que dice que no puedes hacer que me corra. Seguro que no puedes." Muy divertida, y fantástica, aunque pierde un poco de entidad frente al super clásico de cierre: Montana. Ésta es probablemente la canción más absurda de Zappa. Una canción que nos cuenta el sueño de un vaquero de abandonar las praderas y marchar a Montana para cultivar hilo dental. Aquí las protagonistas son las Ikketes, que protagonizan un fantástico pasaje -¿operístico?- donde despliegan toda su técnica vocal, imitando la voz de un Pitufo. Tina Turner todavía recuerda, con humor y cariño, lo que le costó grabar esta parte de la canción, no sólo por su dificultad sino por la risa que despertaba en ellas. Según recuerda Zappa, Tina se sentía muy orgullosa de ser capaz de cantar estos delirios, que no gustaban nada a su controlador marido Ike Turner. Memorable también es ése final que nos dibuja al vaquero caminando hacia al atardecer, con un ritmo cabalgante, y Vancelotti cantando esos Yippy-Ty-O-Ty-Ay muy "pielrroja". En serio, si no te gusta esta canción ¡estás muy muerto!
Con estos nuevos Mothers, Zappa se embarcó en una gira mundial por USA, Australia y Europa que duró desde febrero hasta septiembre de 1973, con un fantástico repertorio instrumental: "Dog Breath", "Uncle Meat", "Chunga's Revenge", "Inca Roads", "King Kong"...Increíble. Y lo mejor sólo estaba por llegar, con Apostrophe, One Size Fits All y el brutal directo en el Roxy. Uno de esos que hacen historia, sientan cátedra, y siguen invictos a día de hoy. Y con éste pistoletazo más rockero y comercial, la carrera de Zappa emprendió un vuelo aún más alto que seguiremos narrando mientras el mundo exista.
No hay nada más que yo pueda decir sobre esta maravillosa obra de arte. No os lo perdáis. De hacerlo, posiblemente os convertiréis en uno de esos zombies de mente sucia y podrida.
Durante la primavera de 1973 la nueva formación de The Mothers estaba de
gira por los Estados Unidos, a la vez que aprovechaban ciertas pausas
para entrar en los estudios Bolic Sound y Whitney para grabar el
material que iban rodando en directo. Para muestra este ensayo posterior
a la grabación del disco...
En 9 días repartidos entre el 19 de marzo y el 1 de junio registraron
los siguientes temas: Dirty Love, Dinah-Moe Humm, For The Young
Sophisticate, Roadie Music, Montana, Excentrifugal Forz, I'm The Slime,
Fifty-Fifty, Inca Roads, Camarillo Brillo, RDNZL, Cosmik Debris, Zomby
Woof, Wonderful Wino y probablemente Kung Fu. No todos estos temas
acabaron formando parte de Over-nite Sensation, sino que se acabaron
repartiendo entre éste, Apostrophe', Läther y posteriormente como
rarezas en The Lost Episodes. En este video podeis ver una
interpretación de RDNZL, uno de los temas que finalmente no se
incluyeron en el disco.
La nueva formación de The Mothers era seguramente la más versátil y completa hasta la fecha:
George Duke: Teclados.
Jean-Luc Ponty: Violín.
Ralph Humphrey: Batería.
Ruth Underwood: Marimba, vibráfono y percusiones.
Ian Underwood: Instrumentos de viento.
Bruce Fowler: Trombón.
Tom Fowler: Bajo.
Sal Marquez: Trompeta y voces.
Ricky Lancelotti: Voz.
Kin Vassy: Coros.
The Ikettes (Tina Turner, Linda Sims, Debbie Wilson): Coros.
Poco tienen que ver estos Mothers con los originales; más bien son la
confluencia entre el rock venéreo de la etapa Flo & Eddie, (que fue
interrumpida abruptamente debido al accidente que sufrió Zappa en
diciembre de 1971), y la experiencia previa en la onda jazz-rock de The
Grand y The Petite Wazoo a lo largo de 1972. Sin embargo es el comienzo
de una etapa totalmente nueva y característica que se prolongaría
hasta el comienzo de la gira con Captain Beefheart en 1975, en la que
la fusión entre el rock retorcido, predominantemente cantado, y el
jazz, incluso funk, se convertiría en la seña de identidad de Zappa,
dejando una serie de álbumes inolvidables y cuya escucha es obligada
para cualquier persona interesada en su música.
Se dice que
Over-nite Sensation es uno de los discos más comerciales de Frank Zappa,
y es muy posible que en el momento de su lanzamiento así fuese. De
todas formas el concepto de comercialidad dentro de la obra de este
músico se mueve dentro de un rango bastante lejano a lo que se suele
entender como tal.
El disco se abre con Camarillo Brillo,
un tema aparentemente sencillo, fácilmente memorizable y pegadizo,
pero hay muchos detalles y arreglos detrás de esa aparente simpleza. A
donde quiero llegar es que es un tema muy fácil de tocar en su forma
básica; cualquiera puede coger una guitarra y cantar sobre los acordes,
ahora bien, cuando uno se para a escuchar la forma en la que Ralph
Humphrey exprime los timbales, cómo George Duke adorna los acordes de
piano, o la delizadeza de los metales, dejándose caer poco a poco,
enfermízamente, entonces la cosa cambia, y es ahí en donde radica la
diferencia entre cómo conseguir que un tema aburra a la segunda escucha
o no.
Después de esta primera concesión, con I'm The Slime
el ambiente se vuelve más sucio y a la vez emocionante. Guitarras
corrosivas, un texto grasiento referido a la televisión, un despliegue
de teclados totalmente funky sobre un riff mítico, unos coros
alucinantes de The Ikettes, y como colofón un solo agresivo que te
conduce directamente hacia la mugre más maloliente.
Si hace 36
años la televisión ya era una porquería, ahora más. Me imagino que una
de las cosas que más habría de molestar de las críticas que Zappa solía
hacer acerca de las taras de la sociedad, era que estaban apoyadas
sobre una música de una calidad incontestable.
Dirty Love
es otro de los temas que, junto a Camarillo Brillo y Dinah-Moe Humm, se
encargan de otorgar un importante peso a la temática sexual dentro del
disco. Es precisamente en estos tres en los que la música se hace más
accesible.
Fifty/Fifty es un tema que se
usaba en la gira previa, en una forma bastante más primitiva, para dar
rienda suelta a los solos de Jean-Luc Ponty, George Duke, etc... En la
versión que finalmente aparece en el disco se le incluye una letra
cantada por Ricky Lancelotti que lo dota de una estructura más
concreta, a pesar de mantener su función como vehículo para la
alternancia de solos en un acercamiento bastante claro al jazz-rock tan
de moda en la época.
Zomby Woof es el tema
más enfermo del disco, una auténtica revolución musical, sin apenas
tregua entre las partes que lo conforman, con una orquestación
enrevesada hasta el límite, unos juegos vocales extremos con Ricky
Lancelotti dándolo todo, un solo de guitarra sucio en plan neurona
exprimida y George Duke tratando de aportar ese toque funky, aunque
teniendo en cuenta cómo es la canción, hay partes en las que simplemente
es inviable intentarlo.
Dinah-Moe-Humm es
uno de esos temas que Zappa acabó odiando con el tiempo, ya que siempre
se lo pedían en los conciertos y eso le obligaba a buscarle un lugar
en el repertorio. A mí es el tema que menos me apasiona del disco - a
pesar que tiene detalles como los coros de Tina Turner y sus amigas,
maravillosos a lo largo de todo el disco – ya que la música queda en un
segundo plano bien marcado, para centrarse en la dura experiencia que
supuso conseguir que Dinah-Moe alcanzase la plenitud.
Y para finalizar, Montana
es uno de los temas más grandes del Puto Amo, una epopeya del sueño
americano, de la búsqueda de la autosuficiencia, del dominio de las
tierras y de la transformación del paisaje. Detrás del absurdo concepto
de establecerse en el estado de Montana para poner en funcionamiento
una granja de hilo dental y disfrutar tranquilamente de las mieles del
éxito productivo, se nos presenta un entramado musical perfecto, que
suavemente deriva en un solo de guitarra cortante y agresivo, con ese
clásico uso del pedal wah-wah como corte de frecuencias y no como
complemento rítmico, para dar paso al que posiblemente sea el momento
que más me emociona de toda su discografía:
I'm pluckin' the ol' Dennil Floss / That's growin' on the prairie
Pluckin' the floss! / I plucked all day an' all nite an' all afternoon . . .
I'm ridin' a small tiny hoss / (His name is MIGHTY LITTLE)
He's a good hoss / Even though
He's a bit dinky to strap a big saddle or blanket on anyway
He's a bit dinky to strap a big saddle or blanket on anyway
Any way
I'm pluckin' the ol' Dennil Floss
Even if you think it is a little silly, folks
I don't care if you think it's silly, folks
I don't care if you think it's silly, folks
Más allá de la 'obligación' de hacer un repaso tema a tema del
disco sería interesante entrar un poco en algunas de las
personalidades que formaban parte de esta encarnación de The Mothers,
ya que una de las razones por las cuales la obra de Frank Zappa es tan
heterogénea es sin duda la discontinuidad de muchos de los miembros que
formaban parte de sus bandas.
Es evidente que a pesar de que
la figura de Frank Zappa, musicalmente, conlleva una serie de
características que se mantienen más o menos constantes, y evolucionan a
medida que se va alcanzando una madurez, no se puede esperar que un
tema suene igual tocado por unos determinados músicos que tocado por
otros con estilos totalmente diferentes. Un cambio de batería puede
resultar crítico, más aún cuando el feeling con el bajista no es el
adecuado; un cambio de teclista/s es igualmente determinante; la
presencia de una sección de viento puede elevar un tema a cotas
inimaginables o su ausencia, por el contrario, hundirlo en algunos
casos.
George Duke ya había formado
parte de The Mothers para la gira de 1970, pero por aquel entonces la
música de Zappa no se acercaba para nada al jazz-rock, que es el
terreno en el que George Duke podía marcar las diferencias. En tres
años, el mundo de los teclados y sintetizadores había evolucionado
muchísimo, y la paleta de texturas que tenía a su disposición para la
grabación de Over-nite Sensation era inmensa para la época. En los dos
años y pico siguientes en los que George Duke se ocupó de los teclados
en The Mothers, los temas estuvieron salpicados de esa frescura
jazz-funk que posteriormente se perdió, algo que ya se veía venir
cuando Terry Bozzio entró como batería en la gira con Captain Beefheart
de 1975.
La relación de Jean-Luc Ponty
con Frank Zappa venía ya de atrás, cuando grabó King Kong, un álbum en
el que interpretaba temas de Zappa junto con George Duke, que formaba
parte de su banda a finales de los 60. Posteriormente hubo intentos de
que entrase en The Mothers Of Invention, pero problemas con su permiso
de trabajo en USA lo impidieron. Cuando esto se solucionó, entró a
formar parte de la banda, pero no llegó a encontrarse a gusto durante la
gira, ya que él esperaba un mayor protagonismo y libertad. Una de sus
quejas era que las partes que tenía que interpretar estaban bastante
acotadas, que no disfrutaba de suficiente espacio para solos, y que no
se tocaban temas de aquel disco, King Kong. Es por ello que para otoño
de 1973 ya no formaba parte de la banda y ficha por la nueva encarnación
de The Mahavishnu Orchestra. Over-nite Sensation no es un buen ejemplo
de su trabajo en la banda; para ver realmente lo que dio de sí esta
colaboración lo mejor es hacerse con conciertos de cualquiera de las
giras de 1973.
Sin un vocalista fijo, la tarea de cantar se
reparte entre Frank Zappa y una serie de personas, cada cual más
sorprendente: Kin Vassy, The Ikettes y Ricky Lancelotti.
La
aportación del primero es muy puntual, y aunque llegó a ser el vocalista
principal en algún concierto de la gira previa a la grabación, no hay
mucho más que decir.
Uno de los puntos álgidos de este disco son los coros de Tina Turner y sus amigas The Ikettes.
Los estudios Bolic Sound eran propiedad de Ike Turner, un lugar
cochambroso según recuerdan algunos de los músicos, así que Frank
recurrió a The Ikettes para grabar una serie de pasajes alucinantes y
extraños, muchos de ellos con alguna voz grabada a velocidad lenta para
luego ser reproducida más rápido en plan dibujos animados. Tuvo que ser
un trabajo muy duro y a la vez muy divertido. Cuando se lo pusieron a
Ike Turner, éste dijo algo sí como que tanta historia para grabar esa
mierda...
Personalmente, el disco no hubiese sido lo mismo sin esas voces femeninas tan cómicas y a la vez maravillosas.
Y, ¿qué se puede decir de Ricky Lancelotti?
No sé, todavía no he escuchado a nadie cantar como este hombre en los
temas de Over-nite Sensation y las sesiones de la época.
Desgraciadamente, y tras un par de conciertos como vocalista principal,
una serie de problemas de comportamiento hicieron inviable que
mantuviese su puesto en la banda. Una auténtica pena, pues el talento y
la energía que rebosaban sus intervenciones era inigualable.
Tampoco se puede dejar de lado la labor de Ruth Underwood
a la marimba, vibráfono y percusiones varias. Desde un año antes, Zappa
apostó por la integración de estos instrumentos de forma prácticamente
fija en la banda (con las excepciones de algunas giras de 1975, 1976 y
la de 1984), y no cabe duda de que ha sido un elemento básico a la
hora de decorar y adornar los temas. Tal y como cuenta Ruth Underwood
en el DVD 'Apostrophe – Overnite Sensation', Zappa fue uno de los
pioneros en el uso de sistemas de electrificación para marimbas y
vibráfonos.
Por último comentar que el disco, igual que me
ocurre con las voces, tampoco sería lo mismo sin la sección de vientos,
conformada en este caso por Ian Underwood, Bruce Fowler y Sal Marquez.
Cualquier versión posterior de estos temas sin el uso de estos
instrumentos, o bien desapareciendo por completo las líneas que
interpretaban o bien siendo sustituidos por los típicos sonidos de
sintetizador teóricamente similares, palidece ante las originales.
Over-nite Sensation siempre ha sido, y supongo que seguirá siendo, uno
de mis discos preferidos de Zappa. Si acaso hubiese cambiado Dinah-Moe
Humm por alguna de las otras que se grabaron en las mismas sesiones.
En España ya la cambiaron por Eat That Question, pero no fue
precisamente una decisión artística.
Me da la sensación de que
me dejo muchísimas cosas por comentar, pero es que quedan todavía
ochenta y pico discos oficiales por reseñar.
Lista de Temas:
1. Camarillo Brillo
2. I'm The Slime
3. Dirty Love
4. Fifty Fifty
5. Zomby Woof
6. Dinah-Moe Humm
7. Montana
Alineación:
- Frank Zappa / Guitarra, voz (excepto en Fifty-Fifty)
- Ian Underwood / Saxofón tenor, flauta, clarinete, saxofón alto
- Ruth Underwood / Percusiones, marimba, vibráfono
- Bruce Fowler / Trombón
- Tom Fowler / Bajo
- Ralph Humphrey / Batería
- George Duke / Teclados, sintetizadores
- Jean-Luc Ponty / Violín, violín barítono
- Sal Marquez / Trompeta, voz (Dinah-Moe Humm)
Invitados:
Kin Vassy / Voz (I'm The Slime, Dinah-Moe Humm y Montana)
Ricky Lancelotti / Voz (Fifty-Fifty y Zomby Woof)
Tina Turner / coros
Ikettes / coros
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