#Músicaparaelencierro. Y empezamos la semana a puro Tío Frankie gracias a los aportes del Menduco. Sólo nueve meses después de la salida de" Sgt. Pepper", el cantautor junto a su banda, The Mothers of Invention, lanzó la más célebre y aguda sátira a la obra cumbre de The Beatles. Este álbum es probablemente el más famoso de Frank Zappa pero por su portada, una brillante parodia del disco beatle, pero la comparación acaba ahí mismo, en la portada. Aquí lo que tenemos es esa mezcla de estilos y cambios de ritmo sorprendentes característicos de Zappa, además de sus aventuras sónicas seguido de una crítica mordaz, ingeniosa y satírica del movimiento hippy. Esto como para empezar, porque no se termina aquí, ni mucho menos. Empezamos otra semanita en el blog cabezón, donde tendremos sorpresas, puteadas y buena música, como siempre... ¿y qué mejor que representarlo con este disco?
Artista: Frank Zappa
Álbum: We're Only In It For The Money
Año: 1968
Género: Experimental / Avant-prog
Duración: 38:18
Referencia: Link a Discogs, Bandcamp, Youtube, Wikipedia, Progarchives o lo que sea.
Nacionalidad: EEUU
Zappa sacó este album como sátira que enfrentaba y se burlaba de la portada y el concepto hippie del disco de Los Beatles.
We're Only in It for the Money es el tercer álbum de The Mothers of Invention, banda liderada por Frank Zappa.
La portada de la edición original iba a ser una parodia de la tapa del disco Sgt. Pepper's Lonely Hearts Club Band de The Beatles, pero según Frank Zappa, Paul McCartney no la autorizó (por su parte Paul McCartney niega haber desautorizado la tapa) La parodia se incluyó en el arte interior del disco. Luego, en posteriores reediciones del disco, la parodia sí ocupó el lugar de la portada.
Sin embargo, el Tío Frankie no concibió en un principio la idea de burlarse del Sargento Pimienta. Las grabaciones de lo que sería "We're only in it for money" comenzaron en marzo de 1967, mucho antes del 1 de junio en que John, Paul, George y Ringo publicarían su obra cumbre.
Toda contracultura tiene a su respectiva cultura oficial que escoge como enemigo y en el caso de Frank Zappa fue fácil dar con las víctimas adecuadas en los 60: The Beatles, la mayor fuerza de la cultura popular en el siglo XX, la máquina más millonaria de la industria de la música, el establishment más predecible al que desde esa época han acudido miles de músico para citar como influencia.
De alguna manera, los Fab Four representaban para el estadounidense no sólo la encarnación de todos los pecados posibles de cualquier expresión de arte; también eran los caudillos llamados a propagar el credo del flower power y el movimiento hippie, a los que siempre consideró subordinados a un discurso falso, vacío, obsoleto y comercial ("son unos estúpidos", precisaba a fines de los 70).
Por eso, a mediados de 1967 se propuso dar el gran golpe a la cátedra al facturar la primera gran parodia de, obvio, Sgt. Pepper's Lonely Hearts Club Band, la banda sonora del momento, con una respuesta que desde su título dejaba en evidencia su mensaje: We're only in it for the money (Sólo estamos aquí por el dinero). Nada de indirectas.
Paradójicamente, Zappa fue un artista cuyos primeros años de trayectoria estuvieron determinados en gran porcentaje por la obra de los Fab Four, ya sea por influencia o por sátira, vínculo que mantuvo con matices hasta el final de sus días.
(....) En su primera gran entrevista, en 1966 y como parte de la promoción de su debut, el músico dijo que el álbum que más lo había impresionado durante esa temporada era Revolver. El anzuelo de tal seducción estaba claro: los ingleses habían empezado a experimentar con la edición de cintas –"Tomorrow never knows" es el caso más claro-, lo que también maravillaba a Zappa, partidario como pocos de las técnicas de vanguardia aplicadas al pop masivo.
En la otra trinchera, Paul McCartney, el Beatle más interesado por el avant-garde y los sonidos del underground, se pasó toda la última parte de 1966 escuchando Freak out!, el debut de Zappa y sus Mothers of invention. De hecho, gran parte de sus biografías cuentan que, en las primeras sesiones de Sgt. Pepper, Macca repetía que su gran ambición era que el cuarteto lograra su propio Freak out!, trabajo volcado casi en su totalidad a la experimentación y la provocación.
Al final del disco que nos ocupa hoy había una especie de instructivo sobre "como escuchar" la última pieza.
19. El megáfono cromado del destino
Instrucciones para el uso de este material...
LEER CUIDADOSAMENTE:
1. Si ya has leído "EN LA COLONIA PENITENCIARIA" de Franz Kafka, sáltate las instrucciones 2, 3, 4.
2. Todos los demás: consigue un libro de historias cortas y lee "EN LA COLONIA PENITENCIARIA".
3. NO OIGAS ESTA PIEZA HASTA QUE HAYAS LEÍDO LA HISTORIA.
4. Después de haber leído la historia, aparta el libro y enciende el tocadiscos... ahora es seguro escuchar (NO LEAS Y ESCUCHES AL MISMO TIEMPO).
5. Mientras escuchas, piensa en los campos de concentración de California construidos durante la 2ª Guerra Mundial para alojar a los ciudadanos orientales potencialmente peligrosos... los mismos campos que muchos dicen que ahora están siendo preparados para ser usados como parte de la SOLUCIÓN FINAL para el PROBLEMA (¿hippy?) INCONFORMISTA. Te podrías permitir (sin tener en cuenta la longitud de tu pelo o lo que pienses de las guerras codiciosas o los asesinos a sueldo) imaginar que tú mismo ERES UN INVITADO EN EL CAMPO REAGAN. Podrías imaginarte que te han invitado a probar un nuevo APARATO RECREATIVO maravilloso (diseñado por el Laboratorio de Ingeniería de los Factores Humanos como un método para liberar la tensión y las hostilidades reprimidas entre los miembros del EQUIPO DEL CAMPO... un trabajo ingrato que le da al ego poca o ninguna gratificación... incluso para el guardián jefe).
6. Al final de la pieza, el nombre de TU CRIMEN estará grabado en tu espalda.
Este álbum es probablemente el más famoso de Frank Zappa pero por su portada, una brillante parodia de la del Sgt. Pepper's de The Beatles. Contrariamente a la opinión generalizada, la comparación con ese disco acaba ahí mismo, en la portada. Aquí lo que tenemos es esa mezcla de estilos y cambios de ritmo sorprendentes característicos de Zappa, además de sus aventuras sónicas a veces estomagantes. Se puede clasificar como un disco conceptual porque lo que aparece en general en las letras es una crítica mordaz, ingeniosa y satírica del movimiento hippy. Y la gallardía y encomiable valentía de Zappa está en realizarlo en los años del auge de dicho movimiento. Mirándolo en perspectiva, solo una persona sagaz e inteligente como él podía observar y razonar en ese momento cómo esa mayoría imperante de mentalidad hippy no eran sino jóvenes acomodados apuntados a una moda, sin reivindicaciones consistentes salvo el ingenuo “Haz el amor y no la guerra”. Justo en el año en que en París y en la antigua Checoslovaquia la juventud implicada de verdad se veía trágicamente respondida por las autoridades existentes.
Una de las más claras críticas a la simpleza hippy es ‘Flower Punk’, que por otra parte es una copia enormemente acelerada de la canción ‘Hey Joe’ (la que grabaron, entre otros, Hendrix, Love y The Byrds), pero con otra letra más ácida, donde se entabla el diálogo con uno de estos hippies, asomando la simpleza en cuanto a ideal que tenía el movimiento en general, una moda pasajera para la mayoría de gente. Musicalmente es mala, pero se le perdona por su divertida letra.
En cualquier caso, desde la canción inicial (si no contamos la pregunta de si “estás colgado”, “Are you hung up?”) ya va echando sus dardos mortíferos en ‘Who Needs The Peace Corps?’, como en la línea “I'm really just a phony / But forgive me 'cause I'm stoned” (“Realmente soy un farsante / pero perdóname porque estoy colocado”) o con “Every town must have a place where phony hippies meet” (“Cada ciudad debe tener un lugar donde los falsos hippies se encuentren”). Y la parte final es hilarante, con ese supuesto hippy contando lo primero que hará una vez llegue a San Francisco, capital mundial del movimiento. Todo ello sin olvidar la buena música que lo acompaña todo. Y es que musicalmente Zappa sigue demostrándonos su dominio de diferentes estilos, todo ello con esos cambios de ritmo continuados que en primera instancia resultan algo desconcertantes pero que, una vez te has acostumbrado a ese estilo, le da mucha agilidad y variedad a lo que se está escuchando. Con Zappa ya sabes que de un minuto a otro puede cambiar el panorama por completo.
En ‘Concentration Moon’ nos devuelve a la realidad violenta derivada de la acción policial ante las concentraciones o manifestaciones, algo que en Estados Unidos estaba (y sigue estando) a la orden del día, hasta que mamá y papá (‘Mom & Dad’) descubren el trágico final de su hija en una de ellas, en una canción desgarradora tanto en su música como en su letra. Si Frank es un maestro, es porque también sabe transmitir seriedad y solemnidad en los momentos que lo requieren. Con la breve conversación telefónica que sigue, nos mantiene en tensión por lo ocurrido, una técnica que se podría equiparar a las utilizadas por un director de cine (léase Hitchcock) para mantener el suspense con las imágenes.
Y para comprobar esa maestría nuevamente, en ‘Harry, You're A Beast’ asistimos al momento íntimo entre una hippy (Madge) y un tipo muy rudo (Harry). A la hippy ya nos la definen primero (“And the life you live is completely empty” -----> “Y la vida que llevas está completamente vacía”), y al bestia de Harry nos lo definen después por su deplorable acto. Graciosamente, el “Don't cum in me” distorsionado que le repite Madge está en las letras impresas del libreto del CD como “censored censored censored”. Y bueno, como al final no sale bien la cosa, estremece escuchar el llanto de ella mientras el otro se maldice. Menos mal que, tras este varapalo emocional, a continuación llega un momento distendido de humor, aunque sea breve, en la primera parte de ‘What's The Ugliest Part Of Your Body?’, parte que se repetirá nuevamente más adelante. Y la acusadora temática de dicha canción (la excesiva preocupación por la imagen, cuando son las cualidades interiores las que deberían ser motivo de preocupación, algo que debería ser una prioridad para los padres) se repetirá de alguna manera en ‘Lonely Little Girl’, la cual precisamente empieza con un magnífico riff de guitarra que por desgracia no se volverá a repetir más.
Como reconocimiento de que el movimiento hippy en teoría es una liberación de los estigmas sociales y culturales para disfrutar de la vida como ser natural (menuda entelequia), Zappa utiliza un ritmo de vals para la memorable ‘Absolutely Free’, la cual engancha desde sus primeras palabras (“Discorporate and come with me”) que nos invitan a unirnos al baile.
También hay momentos de humor escatológico, en este caso con la obvia ‘Let's Make The Water Turn Black’, donde los muy escrupulosos deberán desistir de querer entender lo que se canta. Aun así, es una buena y graciosa melodía la que acompaña la canción. Los personajes de esta canción aparecerán como “padrinos” del hijo idiota y bastardo de la siguiente, ‘The Idiot Bastard Son’, fruto del acto sexual entre un congresista ultraconservador (directamente llamado nazi en la canción) y una prostituta callejera. Obviamente aquí ya no hay humor y la música transmite perfectamente esa triste situación, con su ritmo fúnebre y un ambiente desolador.
Para devolvernos otra vez a la senda de la crítica hippy, tenemos ‘Take Your Clothes Off When You Dance’, donde se muestra otra vez la simpleza e ingenuidad de su ideal. El ritmo es algo más lento que el escuchado en Lumpy Gravy, pero la grandeza de la melodía sigue ahí. Como último tema nos aparece un collage musical esta vez sin atractivo ninguno, igual que el situado hacia la mitad del disco, no sin antes haber escuchado ‘Mother People’, que tiene una gran melodía-estribillo y un mensaje claro de que ellos (los Mothers Of Invention) son “la otra gente” y de que no tienes que sentirte raro por no sentirte hippy a la fuerza, aunque sea la moda.
Obra maestra pues, tanto por su música y sus letras como por su valentía y honestidad. La única pega que se le puede poner es su escasa duración, pero no deja de ser una experiencia única. Una lástima que Zappa abandonara en cierta manera su estilo musical de estos primeros álbumes para abrazar otra amplia variedad de estilos, pero se puede decir que es ley de vida para cualquier artista con inquietudes artísticas y con una perspectiva de futuro tan interesante como la que tenía Frank.
En esa portada aparecen los Mothers vestidos de señoras con pelucas y/o peinados extraños. Frank Zappa está peinado con un par de colitas de caballo a lado y lado de su cabeza cual colegiala (esta foto con ese peinado se haría famosa con el tiempo), Billy Mundi tiene una peluca de moño alto como de fiesta con laca, también aparecen Nosferatus, monstruos, momias, vampiros, engendros del mal y maniquíes.
Una figura 3D con el vientre abierto cual cesárea del cual sale una muñequita y que tiene como cabeza realizada hiperrealisticamente, con la imagen de Ian Underwood, otra de yeso de Billy Mundi y otra horrible de Zappa con cabellos y bigotes verdaderos y en donde uno de sus brazos fue sustituido por la pata torneada de una mesa, está Jimi Hendrix (en vivo) que ese día fue a visitar a su amigo Zappa, está abrazando y sosteniendo una imagen de una niña (Lisa Cohen), a su lado está Gail Zappa con un traje de gala azul eléctrico y una piel de armiño de las nieves, está embarazada, se le ve la barrigota y adentro está su hija “Moon Unit” creciendo, el mismo Cal Schenkel aparece acuclillado a la derecha con un envase lleno de huevos y en otra imagen está cuando era niño, tocando el acordeón , Buck Gardner como señora está descalzo sentado en una silla de ruedas, atrás se ve un pino con decorados de navidad, en el piso hay dos cajas con latas de Draft Beersun, una parejita que danza, un pequeño robot de juguete y un busto en mármol de Ludvin Van Beethoven… Hay muchos seres bizarros en un paisaje tenebroso de tormentas eléctricas, un cielo oscuro y relampagueante que sustituye al cielo celeste de Sgt. Pepper’s.
Como ya dijimos, la salida del disco “We're Only In It For The Money” de Zappa, se demoró varios meses debido a grandes problemas legales, pero una vez superados, compitió cabeza a cabeza durante muchos años con el del Sargento Pimienta, siendo estos dos discos los más famosos de los años 60s. Aunque el de Zappa fue el más censurado por el uso de un lenguaje verdaderamente obsceno… ambos discos se consideran hoy en día unos clásicos de la historia del rock and roll.
El disco de Zappa recuperó el derecho de utilizar como portada, la original con la muchedumbre y hoy en día se consigue así… Frank Zappa también ganó esa batalla.
Es bueno saber que en el año 2005, la National Recording Preservation Board de Estados unidos incluyó We're Only in It for the Money en el National Recording Registry, explicando que "el inventivo e iconoclasta álbum de Frank Zappa presenta una postura política única, tanto anticonservadora como anticontracultural, y ofrece una sátira mordaz tanto del hippismo como de las reacciones de América sobre el mismo".
Sergio Monsalvo acota:
En la actualidad es difícil apreciar el alboroto causado por el álbum "We´re Only In It For The Money" de 1967. En el momento culminante del movimiento hippie, una de sus figuras de culto se atrevió a burlarse de los ideales de toda una generación. El título era un golpe bajo contra los manifiestos de sus contemporáneos sobre la paz y el amor. La portada, una maliciosa parodia de "Sgt. Pepper". Los textos, una ironía despiadada hacia los Flower Children: Zappa pretendía apartarse de la manada. Hoy día sabemos cuán acertado fue su escepticismo.
Originalmente la portada iba a ser como la del Sgt. Peppers, pero cuando McCartney se enteró hizo todo lo posible para impedir la salida de semejante afrenta a su carrera, y finalmente consiguió que se le diera la vuelta [esto no es así exactamente, ver abajo]. Es decir, que la parte interior saliera como portada (la foto del fondo amarillo, que es igual a la de los Beatles también con fondo amarillo), y la portada saliera como parte interior (la foto en la que sale un montón de gente y en la que en el suelo en lugar de poner "Beatles" pone "Mothers", y en la que el cielo, en lugar de ser limpio y soleado, es tormentoso y con rayos). Por eso cuando se reproduce la portada del disco aparecen Roy Estrada, Don Preston, Jimmy Carl Black e Ian Underwood. El resto, Zappa incluido, sale en la contraportada. El álbum era desplegable y al abrirlo se les veía a todos.
Los MOI se metieron en los Mayfair Studios de Nueva York en Agosto de 1967, donde casualmente también estaba grabando la Velvet Underground su álbum White Light/White Heat (en el álbum de los MOI hay algún comentario del ingeniero de ambos, Gary Kellgren, sobre el tema). Mientras grababan se incorporó a los MOI un nuevo miembro, Ian Underwood, que los vio actuar en el Garrick Theater y luego fue al estudio diciendo que quería entrar en el grupo. Cuando demostró a Zappa de lo que era capaz, éste no pudo negarse (la historia completa en Uncle Meat).
Las sesiones continuaron en Octubre en los estudios Apostolic, y allí Zappa instaló un curioso montaje: dentro de un piano de cola colocó unos micrófonos y lo tapó con una manta. Dejó presionado con un peso el pedal de resonancia y luego hizo pasar a gente y les hizo decir cosas dentro del piano. Cosas sobre cerdos con alas, ponies, y gente que vive dentro de un piano. También pasó por el estudio Eric Clapton, al que ya conocía de un concierto en L.A., y Zappa le hizo grabar algunos comentarios irónicos sobre el famoso lema de la época: "Clapton is God!"
Para hacer la portada del disco Zappa contó con Calvin Schenkel, que ya le había ayudado haciendo carteles, dibujos y más cosas para los MOI, y que desde ese momento (y hasta hoy en día) sería el principal encargado de la parte visual del universo Zappa. Para la portada la idea era hacer una minuciosa parodia de la del álbum de los Beatles. Zappa dirigió el montaje, y Schenkel hizo los modelos de escayola y el collage. Jerry Schatzberg se encargó de la foto. En lugar de los personajes que los Beatles habían sacado en su disco, Zappa sacó otros más, digamos, controvertidos. Desgraciadamente a Paul McCartney no le hizo ninguna gracia la broma [esto no es exactamente así, ver abajo] e intentó paralizar la edición del álbum por todos los medios, lo cual retrasó su edición algunos meses.
Las negociaciones con McCartney terminaron con la decisión de publicar la portada al revés. Es decir, la parte interior desplegable apareció como portada y la portada apareció como parte interior desplegable.
Mientras, Zappa y los MOI habían seguido trabajando en los estudios Apostolic en lo que serían sus dos siguientes álbumes: Cruising With Ruben & The Jets, sentido homenaje al rock de los 50 y a las canciones que Zappa y Ray Collins grababan en el estudio de Cucamonga, y Uncle Meat, quizá el disco más personal de Zappa hasta el momento y que aún tardaría en completarse.
Cuando We're Only In It For The Money por fin salió a la venta (según unas fuentes en Enero de 1968, según otros en Febrero, y todavía según otros en Septiembre, y Lumpy Gravy, según unos salió en Diciembre de 1967, y según otros en Mayo de 1968, ¿es que no pueden ponerse de acuerdo?), los MOI se fueron de nuevo de gira por Europa, y Zappa se llevó un disgusto tremendo cuando escuchó el disco durante la entrega de un premio en Holanda. Habían recortado algunas frases sin consultarle. Previamente él mismo había tenido que recortar material del disco para eliminar algunas palabras malsonantes muy a su pesar, pero lo que escuchó en Holanda estaba todavía más recortado, incluso habían eliminado algunos compases de alguna canción. "No puedo aceptar esta estatua. Prefiero que el premio se le entregue al tipo que modificó el disco, porque lo que estáis escuchando refleja mejor SU trabajo que el mío".
Zappa consiguió que se retiraran los discos censurados y se reeditara la versión original, pero a la mínima ocasión que tuvo, aprovechando un resquicio legal en su contrato con MGM, creó su propio sello, "Bizarre", distribuido por MGM, junto a su mánager Herb Cohen.
La "Fase Uno" de Lumpy Gravy, el álbum We're Only In It For The Money, apareció también con dos caras muy diferenciadas. La primera cara estaba destinada a narrar con tono de parodia los clichés y las incoherencias de la época, desde "Who Needs The Peace Corps?", contando cómo los jóvenes iban a San Francisco para estar 'en la onda', "Concentration Moon", basada en la teoría de que el gobierno americano hacía experimentos con LSD entre los jóvenes de San Francisco porque allí había un campo de concentración (preparado en la 2ª Guerra Mundial por si había que recluir a la población japonesa de la Costa Oeste) para el caso de que el experimento se les fuera de las manos y no supieran qué hacer con todos esos hippies drogados. "Mom & Dad", una monumental bronca a los padres que se despreocupan de sus hijos y que no hacen ningún esfuerzo por entenderlos, una de las canciones más serias y duras de Zappa. En esta línea viene "Telephone Conversation", con Pamela Zarúbica (the one and only) hablando con su hermana sobre las amenazas de su padre, seguida de "Bow Tie Daddy", una parodia de la mccartniana "When I'm Sixty Four", con un mensaje claro: "Papi, no te vueles los sesos y sigue bebiendo". Después una oda a la mujer americana, "Harry, You're A Beast", más sobre los padres y sus relaciones sexuales, con problemas de censura (la frase "no te corras encima mío" tuvo que ser incluida al revés). Un poco de rock de los 50 con "What's The Ugliest Part Of Your Body?", con otro duro mensaje para los padres ("todos vuestros hijos son pobres víctimas desafortunadas de las mentiras en las que creéis"), y que tendrá su "reprise" en la cara B, al estilo de Sgt. Pepper's. Una nueva burla sobre la mentalidad hippy, en "Absolutely Free" y finalmente el pobre hippy pierde la cabeza con tanta droga en "Flower Punk".
La cara B es más personal, aunque no menos sociológica, como dice Zappa en la funda: "una serie de canciones sobre gente con extraños hábitos personales... muchos de los cuales resulta que son mis amigos más queridos". Tras un poco de música electrónica y ruidos de cintas con voces y cosas así, al estilo de Lumpy Gravy, ("Nasal Retentive Calliope Music", que por cierto incluye un fragmento del instrumental "Heavies" de The Rotations, otro de los grupos que grababan en Cucamonga), nos cuenta la historia de Kenny & Ronnie, dos amigos que quemaban pedos, pegaban mocos en las ventanas, y meaban en jarras que guardaban hasta que criaban bichos. "Let's Make The Water Turn Black" y "The Idiot Bastard Son" van dedicadas a ellos. Luego viene "Lonely Little Girl", también llamada "It's His Voice On The Radio", dedicada a las chicas que se sienten abandonadas por sus padres y necesitan buscar novedades donde sea, y que recupera la bronca a los padres de la cara A. De nuevo "Take Your Clothes Off When You Dance", ahora en versión hippy con paz y amor para todos, y que enlaza con el reprise de "What's The Ugliest Part Of Your Body". Después, "Mother People", una declaración de principios de los Mothers of Invention (de Zappa en realidad), con estrofa censurada (por lenguaje malsonante). El tema incluye un pasaje orquestal tomado directamente de Lumpy Gravy. El disco se cierra con "The Chrome Plated Megaphone of Destiny", una especie de homenaje a la última nota del Sgt. Pepper's, con más ruidos electrónicos, risas, pianos, y con unas instrucciones de uso que incluyen la lectura de "En la Colonia Penitenciaria" de Franz Kafka (estupendo relato, por cierto).
Una vez recuperados los masters comenzó a remasterizarlo y a remezclarlo todo para reeditarlo, primero en formato vinilo (la serie The Old Masters Box One, Two y Three), y después en CD. En el caso de We're Only In It For The Money y Cruising With Ruben & The Jets, al recuperar el master original de ocho pistas para hacer la remezcla descubrió que algunas pistas estaban dañadas, y añadió una nueva pista de batería y bajo, a cargo de Chad Wackerman y Arthur Barrow (hay quien dice que en realidad fue una venganza contra Jimmy Carl Black). El resultado es muy extraño, y el disco adquiere una sonoridad completamente diferente. Lumpy Gravy estuvo a punto de correr la misma suerte, pero el ingeniero convenció a Zappa de que era un error (¡gracias, Bob Stone!).
Así, en la edición en CD de 1985, Lumpy Gravy y We're Only In It For The Money aparecían unidos en un sólo CD, y este último con las pistas añadidas. Sin embargo, en la última remasterización (en realidad un repaso general donde se arreglaron sólo algunos fallos) que hizo Zappa de todo el catálogo en 1993, recuperó la mezcla original en estéreo de We're Only In It For The Money y Ryko reeditó ambos discos por separado en 1995.
Desgraciadamente, Cruising With Ruben & The Jets no tuvo tanta suerte, y en la reedición de 1995 continúa llevando las nuevas pistas de bajo y batería. Los que hemos tenido la suerte de haber oído la versión original de ese disco sabemos lo que se están perdiendo los nuevos oyentes. Yo jamás había oído una sección de ritmo tan marciana, y eso era lo que más me gustaba del disco. Sólo el último tema, "Stuff Up The Cracks", está tomado de la mezcla original en estéreo (al parecer la cinta de ocho pistas estaba deteriorada en esa canción), y así podemos comparar los dos sonidos. ¿Lo reeditarán alguna vez con la mezcla original? ¿Por favor?
"No, el añadido de bajo y batería no fue una solución para el problema de la cinta. El problema con la cinta tenía que arreglarse con una remezcla, no importa cuál. La idea de poner bajo y batería grabados digitalmente en esas pistas fue una decisión creativa que hice porque siempre había sentido que el material de We're Only In It For The Money era bueno, pero odiaba la calidad técnica de la grabación".
(Goldmine, 1989)
Al parecer, la intención era conseguir que el público de los 80 escuchara el disco. Pues bueno.
Un poco de luz sobre el asunto de la portada:
Frank quería conocer a los Beatles para conseguir su permiso para parodiar la cubierta de Sgt Pepper en We're Only In It For The Money. Yo había estado viendo mucho a Paul McCartney que estaba muy involucrado con IT [International Times] y conseguí contactar con él por teléfono para que Frank pudiera hablar con él y quizá arreglar un encuentro. Pero hubo un vacio de comunicación entre ellos. En aquella época las diferencias culturales entre Liverpool y Los Angeles eran tan grandes que hablaron todo el tiempo de cosas diferentes. Paul estaba perplejo; conocía los discos de los Mothers muy bien y se esperaba a alguien muy moderno y divertido, el tipo de persona con el que se podía fumar y charlar un rato. En cambio, Paul me dijo que Frank sonaba como un hombre de negocios americano: "No paraba de hablar de 'producto'", dijo. Paul le dio sus bendiciones en cualquier caso, y telefoneó a la oficina de Brian Epstein de para pedir que despejaran el camino para que Frank lo hiciera, pero obviamente Frank se tropezó con algún abogado de EMI en algún lugar del camino. EMI, y no los Beatles, era quien había pagado por la portada.
Frank también estaba perplejo. Me dijo, "¡Pero es un Beatle! ¡Puede hacer lo que sea! Lo único que tiene que hacer es decirle a EMI que él ha dicho que está bien." Esto probablemente fuera cierto en los EEUU. Para el resto del mundo los Beatles eran dioses y cualquier ejecutivo discográfico se postraría a sus pies y realizaría actos innombrables sólo para ganarse sus favores. Pero los Beatles estaban en EMI y EMI en esos días era como la BBC, con hombres con gabardinas blancas con carpetas y damas del té empujando enormes carritos por todas partes. Los Beatles sólo eran una pequeña ganancia en uno de sus sellos de pop más oscuros. Frank más tarde le dijo a un periodista: "Paul McCartney estaba preocupado de que yo me refiriera a lo que hacemos como producto, pero yo trato con hombres de negocios a los que no preocupa nada la música, o el arte, o yo personalmente. Quieren hacer dinero y yo me tengo que relacionar con ellos en ese nivel o me trataran como a otro tonto del rock'n'roll".
Miles, en la revista Mojo, 1994.
Nota original
Frank ZAPPA pertenece, de acuerdo con dicha clasificación, a esta última clase de creadores: hombres sanguíneos, instintivos y descaradamente antiintelectuales que, a pesar de su talante innovador y vanguardista, llevan en su interior a un romántico que no cesa de fustigar el orden social por haber cometido un crimen de lesa humanidad muy específico: haber despojado al individuo de sus mejores atributos en provecho de un sistema depredatorio, corrupto y mercantilista (en el contexto de ZAPPA, su variación local del capitalismo selvático gringo). En este sentido, cabría citar a TRISTAN TZARA, MAX ERNST o el movimiento estridentista mexicano de los años treinta como espíritus afines al particular dadaísmo que practicaba ZAPPA. Y ello, cincuenta años después de la formación, en Zurich, del celebérrimo Cabaret Voltaire. Lo que, a su vez, dejaría abierta la cuestión - y echado el guante - de hasta qué punto el rock progresivo, más que innovar, ha vulgarizado (en el sentido de difundir, divulgar) los descubrimientos y las revoluciones estéticas de las primeras décadas del siglo XX entre lo que la sociología de la época comenzaba a denominar “masas”.
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"We’re Only in it for the Money" (1968), de Frank Zappa & The Mothers of Invention, sobresale en el canon del rock progresivo no tanto por sus virtudes precursoras de la práctica ulterior de este género de música, cuanto como ejemplo de los contornos que puede adquirir la subversión de las formas convencionales (que hasta entonces se tenían por innovadoras y hasta revolucionarias) y de la clarividencia de un músico respecto del futuro de sus propias potencialidades. En realidad, lo que en este álbum importa menos es la diatriba y el espíritu de sátira que se enderezan contra un blanco en particular, a saber, el jipismo y sus utopías. Al final, de lo que se trataba era de darle el tiro de gracia a un movimiento que, víctima de sus propias contradicciones, había terminado por aislarse en la complacencia y en el autoconvencimiento. Emanado como producto ideológico de las clases acomodadas y del todo ajeno, aun en sus manifestaciones más radicales, a la clase trabajadora a la que pretendía emancipar por la sola fuerza de la conciencia y la buena voluntad, estos herederos y continuadores fallidos de los beat de los años cincuenta tendrían que terminar por reconocer, en un ejercicio de honestidad, que los grupos sociales a los que pretendían redimir no tenían otro objetivo en la realidad que incorporarse al llamado “sueño americano”. Todo esto se verificaba en el seno de una sociedad que, merced a una movilidad y un dinamismo económico extraordinarios, garantizaba el acceso al bienestar material a todo aquel que estuviera dispuesto a pagar el costo del ascenso social. Lo anterior implica, en suma, que lo de Zappa y las Madres de la Invención bien puede visualizarse como un asalto de la clase trabajadora sobre una de las muchas decadencias de las clases que arribaron a la sociedad normativa en las décadas posteriores a la Segunda Guerra Mundial.
Y es dicho costo lo que, en cierto modo, constituye uno de los grandes temas de la obra de Frank ZAPPA a lo largo de sus diferentes etapas: la pérdida de la humanidad básica y de los lazos más elementales de la solidaridad entre las personas. Claro está que ZAPPA jamás lo habría enunciado así – de hecho, el único pronunciamiento teórico que le conozco se deriva de una (mala) lectura de Franz KAFKA que le indujo a concluir que el hombre es un ser esencialmente egoísta, avieso y mendaz al que sólo lo detiene el temor a las leyes y sus castigos (véase el booklet que acompaña a "Freak Out!", el primer álbum de ZAPPA). En vez de ello, echó mano de un recurso, si no el más artístico de todos, sí el más efectivo para hacer valer la premisa (“El compositor de nuestros días se niega a morir”) que utilizó desde el principio como punta de lanza de su arte: la sátira social.
Y sátira social es lo que encontramos en "We’re Only In It For The Money". Desde instituciones o esfuerzos institucionales como los “Peace Corps” y el sistema de administración de talentos de las compañías grabadoras, hasta el flower power y la libertad sexual, la paternidad irresponsable y la represión policial, nada escapa a la mirada implacable de un observador que pareciera mofarse de cada uno de sus personajes como si se tratara de un museo de arquetipos irrisorios: el jipi, el junkie, los padres insensibles y consumistas, la policía brutal y los estudiantes muertos por la Guardia Nacional, la feminidad envilecida (… the ugliest part of your body… I think it’s your mind), las ropas de plástico asimilables a las mentes igualmente plásticas de sus portadoras, como si se tratara de viles objetos de manipulación y de todas las formas imaginables de explotación política, publicitaria, sexual, e ideológica. Y todo ello representado y expuesto con los caóticos, crueles, irracionales, pero al mismo tiempo imaginativos, fecundos y profundamente iluminadores recursos del dadaísmo.
Tampoco podemos dejar de percibir en "We’re Only In It For The Money" una especie de laboratorio para la obra experimental que, de manera paralela, ZAPPA desarrolló desde el inicio de su carrera como músico. (¿Cómo explicar entonces los globos con la leyenda “Is this phase 1/2 of Lumpy Gravy/We’re Only In It For The Money?” que se aprecian en las portadas de ambos discos?) Esta obra paralela, que abarca desde el citado “Lumpy Gravy” hasta el póstumo “Civilization Phaze III”, por no mencionar la obra sinfónica y orquestal, parece haber sido uno de los principios motores de la composición del álbum que nos ocupa, y que el pastiche del "Sgt. Peppers Lonely Hearts Club Band" no es más que una mirada desdeñosa, conciente hasta la insolencia de su superioridad artística y musical, frente al fenómeno eminentemente comercial de The BEATLES y muchos otros exponentes del circuito industrial de la música. Los efectos de las voces hiperrevolucionadas, la electrónica varesiana, las incursiones pianísticas y los largos arpegios de Ian Underwood, los monólogos delirantes y, en fin, la pista con la que cierra el álbum (‘The Chrome Plated Megaphone of Destiny’) constituyen aspectos un tanto fragmentarios de lo que más adelante plasmaría, con mayor o menor fortuna, en sus obras más ambiciosas, como “The Perfect Stranger” (con Pierre BOULEZ) o la mencionada “Civilization Phaze III”, así como en algunas partes de “Studio Tan” o “Jazz From Hell”.
Es más que probable que, al considerar la crítica musical y/o la reseña de discos una cosa tan vana e inútil como tratar de “bailar la arquitectura” (según propia expresión), Frank ZAPPA tuviera en mente sus propias creaciones y no tanto la de otros creadores de música popular, lo que acaso torna posible que aspirara a la consideración crítica que merecieran sus ídolos más conspicuos, como STRAVINSKY, BARTÓK y VARÈSE. A lo largo del presente comentario, quizá no hayamos hecho sino bailar la arquitectura (o pintar la sociología, o esculpir la historia, o difuminar con tiza y carbón los caracteres más precisos) de un álbum que parece explicarse por sí solo y que, no obstante carecer de la magnificencia y exuberancia de discos como "Absolutely Free", o de la belleza-sin-necesidad-de-sátira como "Burnt Weeny Sandwich", ha de contarse como un eslabón imprescindible para todo aquel que desee profundizar en una obra que se inserta con toda legitimidad, al mismo tiempo que rebasa con majestuosidad, la esfera del rock progresivo.
Lista de Temas:
1. Are You Hung Up? (1:24)
2. Who Needs The Peace Corps? (2:34)
3. Concentration Moon (2:22)
4. Mom & Dad (2:16)
5. Bow Tie Daddy (0:33)
6. Harry, You're A Beast (1:21)
7. What's The Ugliest Part Of Your Body? (1:03)
8. Absolutley Free (3:24)
9. Flower Punk (3:03)
10. Hot Poop (0:23)
11. Nasal Retentive Calliope Music (2:02)
12. Let's Make The Water Turn Black (2:01)
13. The Idiot Bastard Son (3:18)
14. Lonely Little Girl (1:09)
15. Take Your Clothes Off When You Dance (1:32)
16. What's The Ugliest Part Of Your Body? (Reprise) (1:02)
17. Mother People (2:26)
18. The Chrome Plated Megaphone Of Destiny (6:25)
Alineación:
- Frank Zappa / lead vocals, guitar, piano, arranger & producer
- Ian Underwood / woodwind, piano
- Roy Estrada / bass, vocals
- Billy Mundi / drums, vocals
- Euclid James `Motorhead` Sherwood / soprano & baritone saxes
- Bunk Gardner / woodwind
- Jimmy Carl Black / drums, trumpet, vocals
With:
Sidney Sharp / orchestral conductor (8,17,18)
Eric Clapton / voice
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