Nos Boludean al Ritmo de las Redes Sociales: "La Inflación ya no es un Tema de Preocupación" (Prat Gay)
Mientras Prat Gay nos sigue tomando de boludos y dice: "la inflación ya no es un tema de preocupación" (para él, claro que no le preocupa) el Rey del Marketing Pro (Durán Barba) dice que la gente "elige" según los mensajes en Internet y la microparafernalia de las llamadas redes sociales, y que "si un candidato dice un disparate sobre cómo pagar la deuda externa, tal vez no pierda votos, porque eso es complicado. Pero si el candidato adopta un perro y lo patea y sale en Facebook, pierde las elecciones"... Por lo tanto: ¿las estupideces y tomadas de pelo de todo el equipo de CEOs de Corporación Cambiemos no tienen importancia porque no se difunden por Internet las imágenes de los castigados por sus políticas? ¿Cual es la l{ogica Por (si es que la tienen) y cuanto les durará?...
Hoy parece evidente que marketing electoral mata militancia política, por eso Durán Barba aconseja: “Más que comités, necesitamos manejar bien las redes sociales”.. Eso ha permitido y permite todo tipo de engaños, a la vez que somete rebeldías y ofrece el deplorable espectáculo de políticos camaleónicos al servicio de una gobernabilidad de cartón pintado. Hay una dinámica impactante en los modos de hacer política, y si hace 15 años la sociedad clamaba “que se vayan todos” y eso desataba debates públicos, hoy las redes sosciales muy excepcionalmente son espacios públicos de discusión y más bien son mero machacar rótulos y provocaciones de todo tipo. Así, el “homo-dispositivus” es manipulado con perversa inteligencia, minimizando toda propuesta o discurso político-ideológico. Se apela a valores individualistas, anticolectivos y por ende antisociales. La vida política ciudadana se reduce a aprobar o desaprobar mediante "me gusta o no me gusta" y en base a creencias, no a pensamiento ni mucho menos análisis.
Hoy parece evidente que marketing electoral mata militancia política, por eso Durán Barba aconseja: “Más que comités, necesitamos manejar bien las redes sociales”.. Eso ha permitido y permite todo tipo de engaños, a la vez que somete rebeldías y ofrece el deplorable espectáculo de políticos camaleónicos al servicio de una gobernabilidad de cartón pintado. Hay una dinámica impactante en los modos de hacer política, y si hace 15 años la sociedad clamaba “que se vayan todos” y eso desataba debates públicos, hoy las redes sosciales muy excepcionalmente son espacios públicos de discusión y más bien son mero machacar rótulos y provocaciones de todo tipo. Así, el “homo-dispositivus” es manipulado con perversa inteligencia, minimizando toda propuesta o discurso político-ideológico. Se apela a valores individualistas, anticolectivos y por ende antisociales. La vida política ciudadana se reduce a aprobar o desaprobar mediante "me gusta o no me gusta" y en base a creencias, no a pensamiento ni mucho menos análisis.
Gobernando con las peores decisiones antisociales, y fortaleciendo la política económica y el endeudamiento feroz que aplican desde diciembre, en el gobierno saben que el modelo neoliberal sólo cerrará si sus víctimas aceptan y sostienen el cuento de la herencia recibida y la corrupción K. Por eso acusan al kirchnerismo y alrededores de conjuras y conspiraciones, cuando son ellos mismos los que se preparan para la violencia como modo final de sustentación en el poder, y para ello cuentan con el diario espectáculo que ofrecen sus cacatúas mediáticos.
Pareciera, por momentos, que logran sus propósitos. Lo que entonces obligaría a todo demócrata a, primero que nada, entender el fenómeno. Y para ello ahí están, diáfanas, las instrucciones del Sr. Durán Barba en el congreso PRO de San Juan: “Hay que entender la política desde lo que ve la gente normal y no los informados”, dijo DB, con lo que llama “normales” a los telecautivos de las clases más pobres, las medias y las más ricas. Oxímoron horrible que empata los intereses de las amas de casa más vulnerables con los de la Sra. Legrand y a esforzados laburantes explotados con los Sres. Morales Solá, Lanata o Majul.
Los políticos profesionales –tanto los genuflexos y camaleónicos, como los dignos que aún quedan– saben hoy que las redes sociales son instrumentos importantes para la construcción de ciudadanía, pero no saben cómo hacerlo y siguen el ritmo machacón que les marcan Clarín y La Nación, que hay que reconocer que están a la vanguardia en estrategias de manipulación colectiva.
Y si bien las redes cambian velozmente, año a año y día a día, y la sonoridad multimedial y tecnologizada resulta incontrolable e impredecible, de hecho la comunicación propagandística por Facebook o usinas de tuiteros (los llamados trolls) es la forma más eficaz de penetración directa en la pobre inocencia de la gente común, como usted o como yo. Las redes sociales son el único espacio en el que cualquier ciudadano/a puede expresarse sin intermediarios y sintiendo que su rol es protagónico. De ahí la facilidad para consolidar cuentos satanizantes de personas o de políticas sociales en un mundo en el que no se rinden cuentas ni hay transparencia.
Las redes sociales son hoy la verdadera plaza pública. Es allí es donde se consagra o se condena; allí donde se coloca el patíbulo contemporáneo. El espacio virtual es de todos y todas, y en ese sentido es democracia pura, en la que por eso mismo es tan peligrosa la manipulación imperial y la local a su servicio. Las RS son el ágora contemporáneo y por eso la democracia representativa va camino del cementerio y lo que viene, como ya decía el Manifiesto Argentino en 2002, es la democracia participativa.
Texto tomado (en su mayoría) de esta nota de Mempo Giardinelli.
Pareciera, por momentos, que logran sus propósitos. Lo que entonces obligaría a todo demócrata a, primero que nada, entender el fenómeno. Y para ello ahí están, diáfanas, las instrucciones del Sr. Durán Barba en el congreso PRO de San Juan: “Hay que entender la política desde lo que ve la gente normal y no los informados”, dijo DB, con lo que llama “normales” a los telecautivos de las clases más pobres, las medias y las más ricas. Oxímoron horrible que empata los intereses de las amas de casa más vulnerables con los de la Sra. Legrand y a esforzados laburantes explotados con los Sres. Morales Solá, Lanata o Majul.
Los políticos profesionales –tanto los genuflexos y camaleónicos, como los dignos que aún quedan– saben hoy que las redes sociales son instrumentos importantes para la construcción de ciudadanía, pero no saben cómo hacerlo y siguen el ritmo machacón que les marcan Clarín y La Nación, que hay que reconocer que están a la vanguardia en estrategias de manipulación colectiva.
Y si bien las redes cambian velozmente, año a año y día a día, y la sonoridad multimedial y tecnologizada resulta incontrolable e impredecible, de hecho la comunicación propagandística por Facebook o usinas de tuiteros (los llamados trolls) es la forma más eficaz de penetración directa en la pobre inocencia de la gente común, como usted o como yo. Las redes sociales son el único espacio en el que cualquier ciudadano/a puede expresarse sin intermediarios y sintiendo que su rol es protagónico. De ahí la facilidad para consolidar cuentos satanizantes de personas o de políticas sociales en un mundo en el que no se rinden cuentas ni hay transparencia.
Las redes sociales son hoy la verdadera plaza pública. Es allí es donde se consagra o se condena; allí donde se coloca el patíbulo contemporáneo. El espacio virtual es de todos y todas, y en ese sentido es democracia pura, en la que por eso mismo es tan peligrosa la manipulación imperial y la local a su servicio. Las RS son el ágora contemporáneo y por eso la democracia representativa va camino del cementerio y lo que viene, como ya decía el Manifiesto Argentino en 2002, es la democracia participativa.
Texto tomado (en su mayoría) de esta nota de Mempo Giardinelli.
Queridos cabezones:
ReplyDeleteLeyendo este post, recuerdo una película que vi el año pasado y se las recomiendo, es una comedia alemana llamada "Er ist wieder da" (Ha Vuelto) en la cual Hitler es transportado en el tiempo desde el Bunker de Berlín en 1945 al año 2011.
Adolf Hitler se despierta en Berlín, sin memoria de nada sucedido tras el año 1945. Sin casa y sin recursos, Hitler comienza a reinterpretar la Alemania que ve en pleno siglo XXI desde su perspectiva nazi, acompañado por un periodista venido a menos, que decide realizar un documental sobre este personaje.
Cualquier similitud con la actualidad de la Argentina, sus gobernantes, post realizados en este blog y la película, es pura coincidencia.
Huy que buena data!!! vamos a ver si lo podemos conseguir!!!! (8O
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