El futuro se construye mejorando el presente. Empeorar el presente para mejorar el futuro es verso. Pero los medios están implantando una serie de falsos paradigmas sociales para tratar de acallar tanta protesta y rabia. Vale, en la Argentina de hoy en día, repasar las "Las 10 Estrategias de Manipulación de Masas" que habíamos publicado el 17 de diciembre de 2015, para comprobar que, salvo el gradualismo, todos los puntos fueron y son aplicados sobre un pueblo que mal que mal acepta sus premisas mansamente. ¿Hasta cuando se puede gobernar en base al control de la población gracias a desmoralizarla o maltratarla?. En este nuevo experimento social-económico aplicado en la Argentina somos los conejillos de indias de la dominación mediática.
Censura, desinformación, mentiras y relatos en el reino del revés.
La dirección ideológica que imponen los llamados "grandes medios", que son los verdaderos enemigos de la democracia y la civilidad, viene triunfando en su perverso propósito: desalentar, desmotivar, sumir en la impotencia y la inacción. Esos sentimientos, perfectamente funcionales al gobierno macrista y a los intereses transnacionales, están destruyendo en pocos meses las pymes, el empleo y la producción nacional, sustituida día a día con basura importada.Mempo Giardinelli - La desazón y la esperanza
La desazón que se expande, pegajosa, e impregna la piel de tantos argentinos y argentinas de bien, está siendo fabricada en usinas y redes sociales, en la telebasura cada vez más asquerosa y en la mentira sistemática del poder. Y lo hacen tan hábilmente que producen en la sociedad pasividad y pasmo en lugar de hastío y rebeldía. ¡Y vaya que lo saben hacer! Estos también leyeron a Chomsky, y aprendieron a joderlo.
Censura, desinformación, mentiras y relatos en el reino del revés.
No puede haber democracia sin medios democráticos.
O dicho de otra manera: nuestra democracia será solamente formal mientras exista el monopolio de la información, monopolio que se expresa en una combinación de procedimientos y dispositivos casi automáticos. Repetición y golpeteo de información escorzada ,el ocultamiento o naturalización de hechos catrastóficos para la sociedad y la puesta en un brete expresivo que reduce al máximo posible el pensamiento.No solo el crítico, sino el mero pensamiento.
Hoy lunes 18 de julio se cumplen 22 años del feroz atentado contra la AMIA y nuevas paradojas están a la vista: las dirigencias comunitarias judías no se pronuncian contra la invitación a neonazis a la Casa Rosada, de igual modo que en tiempos de Menem hacían la vista gorda frente a la tramada confusión que buscaba, y encontró, garantizar impunidad a los asesinos. Como ayer el Sr. Beraja, hoy el secretario de Derechos Humanos Claudio Avruj y muchos legisladores y funcionarios macristas judíos practican el mismo silencio inexplicable, inmoral.Mempo Giardinelli - La desazón y la esperanza
La perplejidad y la rabia que eso produce en millones de buenas personas que son simples ciudadanos y ciudadanas que trabajan honradamente, coincide, de modo contundente, doloroso y atemorizado, con los múltiples datos y amenazas de lo que solemos llamar la realidad. Es un sentimiento que de diversos modos viene ganando al pueblo argentino, y sobre todo a quienes viven en las provincias, lejos del siempre exasperado microclima porteño. Amigos, colegas, lectores, gente de las más diversas extracciones, orígenes y residencias, informan a esta columna acerca de sus sentimientos: desánimo, desesperanza, desasosiego, bronca, frustración e incluso deseos de emigrar, como pareciera que está condenada a sucederle a una de cada dos generaciones argentinas.
(...) Son maestros en la instalación de condenas mediáticas. Así confunden a la gente decente, la de trabajo y esfuerzo, el pueblo jodido y estafado mil veces que no logra saber en qué se diferencian, realmente, los millones de dólares del Sr. López, del Sr. Báez o de la familia Kirchner, de los millones de dólares del presidente Macri, el Sr. Caputo o el Sr. Calcaterra. ¿En que unos son mostrados en fotos en la primera plana de Clarín y La Nación, y los otros, seguramente muchísimos más, incalculables, están escondidos en Panamá, Bahamas y Suiza y aquí el aparato mediático los protege con silencio o minimizándolos?
La ciudadanía honesta sabe que la Justicia en la Argentina no condena, y si acaso alguna vez lo hace siempre hay cámaras amigas, o la mismísima Corte Suprema, para des-condenar. En cambio, acá los que sí condenan son los mentimedios. Los Sres. Lanata y Morales Solá sí condenan, como condenan los Sres. Wiñaszky y Majul y tantos más. Pero eso no es justicia. Aunque se crean o comporten como si fuesen jueces republicanos, en realidad son sólo, y apenas, operadores a sueldo de intereses antinacionales y antipopulares.
Claro que, aunque la desinformación y la reinstalada censura es la causa principal (en el Chaco, por ejemplo, Radio del Plata fue eliminada del dial hace dos semanas, y en todo el país se desinforma sobre la brutalidad en Jujuy), la verdad es que la desazón que se está generalizando es producto también de lo que esta columna sostiene desde hace varios meses: el incomprensible, absurdo y ahora se ve que suicida silencio de quien condujo el entusiasmante proceso nacional y popular de los últimos años. Silencio que ha provocado que las mejores figuras democráticas de recambio cedieran espacios a dirigentes desgastados y de nulo prestigio como los que hoy conducen el PJ y el Senado. E incluso dio pie a que sectores importantes de la militancia de base ahora estén desperdigados y algunos ilusionándose... ¡con el Sr. Massa!
El silencio, la desinformación y la mediocridad publicitada en la tele a toda hora hacen que la ciudadanía no se sienta representada por quienes votó. Ni los derrotados que hoy parecen un hormiguero pateado, ni los vencedores que se abroquelan detrás de vallas, policías y represiones porque en esencia, es obvio, no sólo desprecian a las clases medias y bajas sino que además les temen.
Lo que nos queda, ahora y apenas, es la nostalgia de un país que durante algunos años se pareció, o buscó parecerse, al que soñaron nuestros padres fundadores de 1810 y 1816. No era poco ni fue chico ese sueño, como tampoco fue perfecto, pero ahí en su durísima derrota está, piensa esta columna, la razón misma de la desazón actual del pueblo argentino.
Por eso es en la conciencia de ello y en la gravedad misma de la constatación –que es sano reconocer– donde está la posibilidad de recuperarnos como pueblo. No hay mucho que inventar en la política argentina. El camino no será otro que recuperar lo mejor del peronismo en sus ideales de Patria Justa, Libre y Soberana; lo mejor del radicalismo combativo capaz de romperse pero no doblarse como ahora; lo mejor del socialismo que enseñó Alfredo Palacios e incluso lo mejor del conservadorismo popular. Es decir, la inmensa mayoría del pueblo argentino que es trabajador, honrado, pacífico y está harto de chorros y mentirosos.
La frustración existe y es nuestra. De ahí la desazón. Entonces hay que asumirla, llegar hasta el fondo y tocarlo para dar la patada que nos reponga en la superficie. Sólo así se puede volver a nadar y a remar.
Los medios hegemónicos son los pilares de la ofensiva contra los pueblos. Ante tanto absurdo disparado por los medios, lo que queda en el atrofiado cerebro del consumidor de hamburguesas, no son los informes técnicos, no son las opiniones de los expertos, ni siquiera es la propaganda disfrazada de noticia que emiten las conglomerados comunicacionales. Lo que realmente queda es la versión filme de todo ello, que producen los medios como si fuera un Hollywood argento. Y ese es el motivo por el que se fabrican escenarios para el linchamiento social de ladrones como Baéz y López con emisión 24 horas por parte de las grandes cadenas televisivas. Los dos son los ladrones-bufones que el sistema necesita en este momento preciso para canalizar la indignación de las masas que se ven perjudicadas radicalmente en su nivel de vida. Estamos a siete meses de un Gobierno que habla sóĺo de la gestión anterior para ocultar las cosas que ellos está haciendo mal.
La función de los medios de masas es fabricar el consentimiento de la explotación
En los siete meses de gobierno de Mauricio Macri, el número de despidos en el sector público y privado ha superado los 130.000. La pobreza se elevó al 33,2%, mientras que la indigencia se ha disparado un 38% en el área metropolitana de Buenos Aires y las tarifas de electricidad, agua y gas han aumentado hasta un 500%, pero nunca importó tanto la honestidad en el pueblo. Los medios implantan el tema de la honestidad en un pueblo de doble moral donde la coima es habitual para evitarse la multa de tránsito, y que votó al candidato históricamente que todos sabían más corrupto de todos los que había entre los posibles presidenciables, y su corrupción se ve confirmada ante los argentinos por el blanqueo de capitales donde desfilan todos sus funcionarios y ante el mundo con los Panamá Papers. Corrupción de un gobierno que que no escandaliza a nadie porque los medios se encargan de quitarle peso, porque los medios forman la opinión de millones de desprevenidos.
El capitalismo, un sistema basado en la explotación, no puede subsistir sin apropiarse también de los medios de producción de conciencia...
Es un ejemplo de cómo los medios manipulan a la población, hay muchos otros ejemplos:
Para la inmensa mayoría ya no importa más, por ejemplo, la "autonomía del Banco Central"; dejó de ser hipnotizante un tema que hace mucho estaba en boca de todos, y ahora quizás no lo recuerde casi nadie, ¿Se acuerdan cuándo se inició -en tiempos kirchneristas- la discusión por la famosa "autonomía del Banco Central"? Fue cuando Redrado se atrincheró resistiendo el DNU de Cristina que mandaba pagar con las reservas los vencimientos de la deuda externa allá por el 2010, hoy el actual gobierno de Corporación Cambiemos S.A. está haciendo exactamente lo mismo que hacía la anterior administración y ellos criticaban tanto cuando eran opositores. ¿Cual es la diferencia entre esta misma acción realizada en dos momentos y gobiernos diferentes?. En que ésta vez los medios no se ocupan del tema y no generan opinión.
En los siete meses de gobierno de Marioneta Macri, el número de despidos en el sector público y privado ha superado los 130.000. La pobreza se elevó al 33,2%, mientras que la indigencia se ha disparado un 38% en el área metropolitana de Buenos Aires y las tarifas de electricidad, agua y gas han aumentado hasta un 500%. En 5 meses se transfirieron de pobres a ricos 19.383 millones de dólares que quieren disfrazar con el cuento de la "herencia recibida" y de una tremenda manipulación informativa y discursiva:
- Falso que la economía argentina venía en recesión: Orlando Ferreres, economista y consultor que jamás puede ser sospechado de kirchnerista, concluyó que la economía argentina creció un 1,7% en el 2015. Según el FMI, que tampoco es kirchnerista, crecimos un 1,5% en el 2015.
- Falso que la inflación venía en aumento: Según la Ciudad de Buenos Aires, la inflación pasó del 33,6% en 2014 al 19,7% en el 2015. Según el IPC Congreso, controlado por Patricia Bulrrich, la inflación pasó del 33,5 % en 2014 al 20,4% en 2015.
- Falso el enfoque monetarista de la inflación: El gobierno de Macri viene planchando la emisión y sin embargo, la inflación proyectada para el 2016 es de un 50%. La emisión puede ser un mecanismo de propagación de la inflación, nunca una causa principal. No hay evidencia empírica de que lo sea.
- Falso que el déficit fiscal heredado haya sido del 7%. El déficit fiscal, reconocido por el mismisimo Prat Gay inicialmente, fue del 2,3% del PBI. Después lo apretaron y dibujó la cifra.
Pero, como ya dijimos hace tiempo, nada de eso importa porque no importa la verdad sino lo bien que se arma el relato, sea en el gobierno que sea.
Las derechas hicieron de la lucha contra la inseguridad y el narcotráfico, un estandarte para socavar la legitimidad de los gobiernos progresistas. Sabiendo cuáles son los mecanismos y los intereses presentes en esos flagelos, es impensable que la derecha pueda erradicar algo que es parte de sus mismos intereses. Todo lo concerniente a las economías sumergidas (trata, narco, armas, delito) son otras formas de acumulación de capital, complementarias de la acumulación legal. La corrupción generalizada en las fuerzas de seguridad son parte de un problema que no podría resolverse manteniendo fuerzas que organizativamente y culturalmente vienen de los tiempos oscuros de la dictadura.
No se actúa sobre la realidad más que en relatos
No alcanza gobernar con slogans, ni mucho menos tratar de realizar una redistribución del poder de la comunicación desde los slogans, porque los slogans pasan y los mientemedios siguen quedando. Ni tampoco alcanzó la Ley de Medios, más allá de que nunca pudo implementarse completamente por acción de medios concentrados y sobretodo Clarín. Pero el gobierno kirchnerista fue más revolucionario en los relatos que en la realidad y prefirió apoyar a dudosos empresarios comunicacionales (como los que dejaron en banda a los trabajadores de Tiempo Argentino, por ejemplo) que a los pequeños medios y emprendimientos comunitarios, barriales, independientes o no, pero siempre cohesionantes. Tenemos que denunciar todos estos errores que confundieron y tiraron para atrás. Así como una defenza de los trabajadores debe ser más que discursiva y entrar en los terrenos concretos y reales, la defensa de la comunicación horizontal también debe ser concreta. Mucho se dijo sobre la comunicación, la de los medios hegemónicos, la de los públicos, la comunitaria y la popular, pero fueron más palabra que hechos.
La Ley de Medios fue muy buena pero los grandes grupos económicos impidieron su aplicación a través de la judicialización, aunque al menos se logró desenmascarar el negocio que significa la comunicación para el Grupo Clarín, y todo el poder que el mismo tiene en la sociedad.
Si la violencia es la expresión del poder dominante expresada por el conglomerado de mientemedios, la comunicación popular y comunitaria debe ser la única salida posible. La construcción se hace desde abajo, ladrillo por ladrillo, codo con codo, y al mismo tiempo que se luchaba por la Ley de Medios el Estado tuvo la obligación de fomentar y garantizar la existencia de medios populares. Y en ese sentido el kirchnerismo está flojo de papeles, como ejemplo mencionemos que el 8% de la producción audiovisual en Argentina se sigue realizando en Buenos Aires.
Si no la hacen los gobiernos, la democratización de la palabra la deben hacer los pueblos
Ya no se trata de derechas e izquierdas, ni de conservadores o progresistas, en el escenario mundial y nacional actual se va perfilando cada vez con más claridad el posicionamiento del anti-humanismo y también –en la base social– del humanismo, sea cual sea el signo que este último vaya tomando. Porque los espacios del poder, de la concentración económica y mediática, armamentista y militar, sin duda están siendo ejercidos cada vez con mayor fuerza por quienes violentan, discriminan, marginan y expulsan cruelmente a grandes mayorías de seres humanos, prescindiendo de ellos como si se tratara de objetos desechables.
Es necesario construir nuevos relatos para crear nuevos tejidos sociales, y si los gobiernos no siguen adelante los procesos de integración, serán los pueblos los que deberán continuar esta tarea. La comunicación popular es un proyecto político que quiere transformar la sociedad ayudando a cambiar los discursos al que accede el querido consumidor de hamburguesas dueño del atrofiado cerebro. Los medios de comunicación hegemónicos fundamentan el miedo al cambio y lo venden como caos, y por ello los comunicadores populares debían aspirar a ocupar espacios en los medios hegemónicos para que estos no "cuenten una sola historia". Es necesario reconstruir la comunicación hoy secuestrada por la propaganda.
La comunicación popular podría ser el camino para la construcción de una nueva conciencia del hombre común y un nuevo sentido para la sociedad. Una nueva narrativa desde los pueblos. Es necesario dar una batalla discursiva reflexionando y proponiendo otro punto de vista opuesto al discurso único en los grandes temas de discusión.
Lo que define a la comunicación popular es la construcción de poder popular, poder que no debe renunciar a ser críticos de los mismos gobiernos o iniciativas progresistas ya que la comunidad es el actor principal en la comunicación popular, no el medio de comunicación ni el organismo social o político que lo lleva adelante.
Urge imaginar nuevos caminos para ir gestando una nueva dirección histórica y personal: atreverse a cambiar miradas, paradigmas y conductas. Los tiempos de cambio reclaman nuevos caminos, personales y sociales. Desde nuestro espacio, somos coherentes con lo dicho simplemente aportamos un granito de arena a dicho trabajo, que nos parece vital, urgente y necesario.
Para finalizar, un poquito de humor sobre la actualidad no viene mal...
Estimados amigos: Los felicito por las muy buenas notas que vienen publicando desde la asunción del gobierno de nuestro querido Macri, que será recordado como un de los vendepatria mas importantes extraído de nuestro rico arsenal de liberales. Los apoyo totalmente, y desde Tucumán, quisiera enviarles un saludo cordial y esperanzado.
ReplyDeleteGracias Ricardo!! trataremos de seguir manteniendo el nivel con el poco tiempo que tenemos, pero le ponemos ganas aunque queden muchas cosas en el tintero.
DeleteUn abrazo fraterno y a no perder la esperanza y la sed de rebeldía