Skip to main content

Yes - 90125 (1983)

Y esta semana vamos a tener mucho del Yes pos setentas gracias a los aportes invalorables de Horacio Manrique. Y más allá de que si nos gusta o no (yo dejaré mi opinión de lado) esta versión tuvo sus detractores y sus seguidores por igual, pero será algo que dejaremos de lado porque si de algo sirvió, al menos para los habitantes del suelo argentino que gustan del buen rock, fue para que haya sido la primer banda internacional de primer nivel que pisó suelo argentino ofreciendo un recital de lujo, la primera banda que dejó todo en un escenario en suelo argentino. Así comenzamos la semana con un clásico, y los clásicos no se discuten, o al menos no abiertamente. Pero a nosotros nos importa un carajo lo que es políticamente correcto así que si queremos poner en tela de juicio un controvertido clásico como este lo hacemos. Y se lanza una semana más en el blog cabeza!

Artista: Yes
Álbum: 90125
Año: 1983 - 2009
Género: Pop rock sinfónico
Referencia: Discogs
Nacionalidad: Inglaterra


Yo creo que el máximo problema que ha tenido esta encarnación de Yes (tan ninguneada por muchos), fue el propio Yes. Al menos es lo que me sucede a mí en particular.

Resulta que si agarrás a cualquier banda nueva, la ponés a grabar un disco y sale "90125", será furor de per se, y pondremos a dicha banda en lo alto del pedestal. Pero si ese mismo álbum lo hace la banda que dejó sus hitos tan pero tan altos, como en los casos de un "Fragile", de un "Close...", de un "Relayer", y... la verdad que no les llega ni a los talones y cualquier seguidor se verá defraudado. Pero no es que el disco sea malo, al contrario, es que uno espera mucho más de una agrupación que ha hecho semejantes obras musicales que han quedado en el bastión de la música universal.

Pero como dije, no me voy a dedicar tanto al disco en sí, sino a su contexto. Por eso copio algunas reseñas y luego voy a lo que me interesa en el final.

Hacia diciembre de 1980, luego de completar la gira por los Estados Unidos y el Reino Unido presentando el disco Drama, Yes pronto se desintegró, con los diferentes integrantes embarcando distintos caminos. Casi dos años después, el destino le dio una nueva oportunidad al grupo y primero bajo el nombre de Cinema, Chris Squire, Alan White, Tony Kaye, Jon Anderson y ahora con la incorporación de Trevor Rabin, Yes resurgía para reinventarse y encarar una nueva etapa.
90125, el onceavo disco del grupo, fue el resultado de aquella reunión y significó una nueva concepción musical para la banda. Con una clara orientación hacia el pop más comercial, este material encontró muy buena recepción entre el público y sirvió también para que muchos jóvenes descubrieran al grupo. “Owner of a Lonely Heart” se convirtió en un éxito rotundo, mientras que “Changes” marca un punto quiebre con el uso de los sintetizadores.
La segunda parte del disco abre con la instrumental “Cinema” y continúa con “Leave It”, otro tema bastante popular. “Our Song” sea tal vez el punto más flojo y en el final encontramos “City of  Love” y “Hearts”.
El alejamiento de las raíces de Yes pudo haber causado el enfado de los fanáticos de la primera hora del grupo, sin embargo, es innegable la adaptación de la formación a los tiempos musicales que corrían durante los primeros años de  los ochenta, y que le permitió expandir sus mercados a través de un respetable material como fue 90125.

Piro

Eso sí, no me pidan que haga ninguna referencia al bodrio de "Owner Of A Lonely Heart", ni video ni nada. Lo que más me disgusta de este disco es dicho tema...

Podría ser posible un buen YES sin Howe ni Wakeman?
Si… definitivamente. A fines de 1980, Jon Anderson y Rick Wakeman deciden salirse de la banda. Desde 1968 venían forzando la marcha para mantener unida la banda, pero el desgaste era evidente. Rick Wakeman ya se había salido bastante para el desarrollo de su carrera como solista, pero Jon Anderson había sido un bastión inamovible hasta ese momento. Ahora transformado en un trío, Yes contaba en su line-up con Chris Squire, Steve Howe y Alan White. Sin embargo, esto no alcanzaba para ocupar todo el espectro sinfónico que los caracterizaba. Propuestos por su productor, Jon y Rick son reemplazados por los ex-The Buggles: Trevor Horn y Geoffrey Downes. Hacen giras y graban, pero los resultados no fueron buenos. La banda se desbanda. Howe se retira y sólo quedan Chris Squire y Alan White del “original” Yes, mientras los Buggles también salen del grupo.
En 1982, Chris invita a Jon Anderson a la grabación de algunos temas. El reencuentro los entusiasma y deciden relanzar Yes. Para reemplazar a Howe convocan a Trevor Rabin, un excelente guitarrista sudafricano. A su vez, vuelve el primer tecladista de Yes (quien formó la banda originalmente antes de Wakeman en 1968), Tony Kaye.
Así es que en 1983, editan 90125. Un álbum con reediciones, inclusiones de viejos singles y temas nuevos, donde Yes vuelve a sonar de maravillas.
En 2004, el excelente sello Rhino, reedita la cinta original, remasterizándola, y agregando algunos bonus tracks que en sí solos ya valen la pena el disco. La edición del ´83 era de 9 temas y esta es de 15.

The Sacred Monster

Y ahora vamos a lo que me interesa. Aquí un video con uno de los recitales en Argentina. Y como nota de color, en la foto del video lo vemos a Rabin, a White, a Squire, a Anderson, y... jeje...




A continuación, una crónica rimbombante de Carlos Polimeni, artículo publicado el 03/02/1985 en el diario Clarín,  rescatado por un fan (entre corchetes algunas observaciones sobre la nota original de Polimeni)

YES, entre la cordura y el delirio
El debut del grupo de rock internacional más importante que haya llegado hasta la Argentina, YES, resultó un espectáculo tecnológico-musical de antología, seguido fervorosamente y sin incidentes, por un público ávido de sensaciones estéticas de vanguardia. Un eficiente operativo de control -había amenazas de bombas en el estadio- enmarcó la actuación del quinteto, que proseguirá su gira por el país con sendas actuaciones en Cordoba y Mar del Plata, completando así una experiencia sudamericana que comenzó en Rio de Janeiro y Punta del Este.
Apabullante por su perfección tecnológica, arrasadora por su nivel cualitativo, la actuación del quinteto británico YES será recordada aquí por mucho tiempo como una de las más sólidas evidencias de los infinitos a que se acerca la música contemporánea electrónica de este siglo de los pasos gigantescos y las bombas nucleares [¿qué comiste, Polimeni?].
YES, una máquina de tocar y tocar, se irguió una vez más como artífice del espectáculo artístico total: el del canto y la poesía, la cordura y el delirio, las luces y el teatro, los hombres y la ciencia. Despegarlo del contexto de la era atómica, de la inminencia del siglo XXI sería reducirlo, entenderlo sólo en parte [¿qué tomaste, Polimeni?].
El concierto en el estadio de Velez Sarsfield -15 mil personas pidiendo energía, el cielo estrellado de verano, 150 toneladas de energía al servicio del espectáculo- fue claramente la apoteosis de un estilo, el rock sinfónico, nacido al comenzar la década pasada pero con una palpable proyección hacia horizontes aún inciertos.
Una inagen: Tony Kaye ha comenzado su solo de teclados, y cuando su sutileza grave empieza a convertirse en la tocata en Fa de Juan Sebastián Bach, una “campana” de rayos láser lo enmarca de verde, y un humo denso, grávido, empieza a envolverlo, formando una imagen onírica, diabólica, irreal, que encerrará a la multitud en un solo ronquido de incredulidad.
Eso es YES: Bach y el rayo láser, la técnica virtuosa del guitarrista sudafricano Trevor Rabin -la estrella del concierto- y su furioso punteo rocanrolero, la voz sugerente de Jon Anderson y su aire de gnomo fantasioso, el talento escénico de Chris Squire y su imagen de ogro danzarín, el festival dionisíaco [?] de Alan White desde la batería.
Pero además es indefinible, un nudo de sensaciones, un espectro errante por campos desconocidos. YES es Squire bailando freneticamente sobre sí mismo, abrazado a su bajo eléctrico inalambrico hasta hacer el rictus de un perfecto suicidio escénico mientras reitera con obsesión una nota, pero también Anderson abriendo los brazos con ternura de un niño para mirar al cielo, en éxtasis, y susurrar que “la música es magia”.
YES no es inglés, siendo en ciertas armonías tan inglés. YES es un patrimonio de la cultura de esta época, una ejemplificación clara de que los límites no existen para la ciencia. YES es un fabuloso conjunto de cinco solistas de vanguardia, empeñados en hacer una música que siempre explora y sólo a veces -casi siempre por exigencia del público- accede a la tentación de lo facilmente digerible.
Se encontró en el estadio de Vélez con un público adicto, que pese a los consabidos 35 minutos de demora en el inicio del espectáculo, le tributó la cálida recepción de miles de encendedores prendidos en la tribuna, uno de los códigos rockeros argentinos, como el “canto de Woodstock”.
De ahí en más fueron 135 minutos de pasión de cinco hombres por sus instrumentos, de catarsis multitudinaria al compás de una de las mejores músicas que ha escuchado el público joven del siglo XX. El órgano casi religioso de Kaye se entremezcló con la batería electrónica de White y después de que dos rayos láser brotaron del escenario buscando el infinito, estalló cinema en el fraseo de Anderson, ese Prometeo electrizado.
Jugando con todas las posibilidades de una batería de recursos tecnológicos nunca vista en la Argentina, YES eslabonó luego un total de 18 temas, de los viejos y los nuevos. Mostró, por ejemplo en Leave It, que Squire, Rabin y Kaye pueden ser un coro de ángeles detrás de la voz inconfundible de Anderson y que White pasará a la historia como uno de los bateristas más persuasivos y dúctiles de la historia del rock internacional.
Desparramada por el césped del campo de juego, apiñada en las tribunas, la multitud ya ha sido impactada por la música que llueve desde el escenario. YES se toma ahora un descanso y mientras el bajo puntea la melodía, un mar surge de los teclados. Pero empieza otra vez el crescendo, y en la garganta de Anderson brilla Hearts, mientras se dibujan corazones de láser en el cartel electrónico del estadio.
El progreso del quinteto hacia los vértices del éxtasis es implacable: acabó de acribillar al público con una guitarra de escalas impecables, aceleradas hasta el frenesí y atacó ahora con All Good People, con Anderson gritando su convicción de que en este mundo “cada uno se satisface a su modo” y que al fin y al cabo tal vez ése no sea el problema final [¡qué filosofía de cuarta!].
Vienen ahora los primeros solos, y Kaye -con uno de sus teclados iluminado de verde- está parado sólo en la oscuridad, con un spot rosado sugiriendo su figura. Saca del alma un sonido como de manantial, lo profundiza, lo torna grave, lo lleva hacia Bach, lo trae hacia un desgarrón, y se pierde después entre el humo y su campana de láser, como un ser de otra galaxia.
El público apenas si tiene tiempo de estremecerse: con la guitarra acústica ha surgido, sentado en la oscuridad, Rabin, con sus 29 años y sus manejos del mundo clásico, para alocarse los dedos primero en un rasguido torturado y juguetear después sobre aires españoles. Showman también, correrá sobre el escenario vacío, bajará hacia el contacto con la platea para ofrendar su digitación y se irá finalmente hacia el camino del rock universal.
Changes, And You And I y Soon, tres temas históricos del grupo, preludiaron al éxito comercial actual Owner Of A Lonely Heart, con una concurrencia de amarras soltadas, de sentimientos rebosantes. Dueña de la situación, al cabo destinataria de todo esfuerzo, pero respetando por respetada.
Kaye demostró que es un tecladista menos excitante y efectista que Rick Wakeman, su antecesor, pero más solidificante para el grupo, y a continuación vino el show personal de Squire, pulsando primero melodías sencillas con su bajo -solo el baterista White quedaba sobre en escena- para hacer luego un monólogo músico-corporal que concluyó con esa especie de “canto del cisne” que fue la situación de su propia muerte tocando.
Enronquecida, la guitarra de Rabin sonaba cercana a la perfección, cuando con Starship Trooper y Roundabout empezó el final de un espectáculo en que la terrible poesía del delirio cruzó camino siempre con el acento terreno de la mejor música universal. Squire cae como un muñeco desarticulado, Anderson flota sobre el escenario, Kaye y Rabin son rituales para persegurise en dos riffs enloquecedores, y cuando White destroza sus palillos sobre un redoblante, ha terminado el rock and roll puro del final y la multitud ya no puede más, pese a que quiere…
YES propuso sangre sudor y lágrimas y la mejor música de hoy. Urdió un final fuertísimo, con los instrumentos sonando a muerte, los rayos láser cruzando como espadas el escenario, y un arsenal de spots y seguidores girando y haciendo de mil colores al humo denso que todo lo invadía. Sus integrantes bajaron como caminando sobre la ovación. Habían tocado parte de la mejor música del mundo, la que hermana sensaciones más allá de las barreras y las trampas que tiene el poder para dividir.


Carlos Polimeni




Lista de Temas:
01 – Owner Of A Lonely Heart
02 – Hold On
03 – It Can Happen
04 – Changes
05 – Cinema
06 – Leave It
07 – Our Song
08 – City Of Love
09 – Hearts
10 – Leave It (Single Remix)
11 – Make It Easy (Bonus Track)
12 – It Can Happen (Cinema Version)
13 – It’s Over (Previously Unissued)
14 – Owner Of A Lonely Heart (Previously Unissued Extended Remix)
15 – Leave It (A Capella Version)

Alineación:
- Jon Anderson / Voces
- Tony Kaye / Teclados
- Trevor Rabin / Guitarras y Coros
- Chris Squire / Bajo y coros
- Alan White / Percusión y Coros



Comments

Lo más visto de la semana pasada

Isaac Asimov: El Culto a la Ignorancia

Vivimos una época violenta, muy violenta; quizás tan violenta como otras épocas, sin embargo, la diferencia radica en que la actual es una violencia estructural y mundial; que hasta la OMS retrata como "epidemia mundial" en muchos de sus variados informes de situación. En ese engendro imperial denominado (grandilocuentemente) como "el gran país del norte", la ignorancia (junto con otras bestialidades, como el supremacismo, el racismo y la xenofobia, etc.) adquiere ribetes escandalosos, y más por la violencia que se ejerce directamente sobre aquellos seres que los "ganadores" han determinado como "inferiores". Aquí, un texto fechado en 1980 donde el genio de la ciencia ficción Isaac Asimov hace una crítica mordaz sobre el culto a la ignorancia, un culto a un Dios ciego y estúpido cual Azathoth, que se ha esparcido por todo el mundo, y aquí tenemos sus consecuencias, las vivimos en nuestra cotidaneidad. Hoy, como ayer, Cthulhu sigue llamando... ah,

David Gilmour - Luck and Strange (2024)

Una entrada cortita y al pie para aclarar porqué le llamamos "Mago". Esto recién va a estar disponible en las plataformas el día de mañana pero ya lo podés ir degustando aquí en el blog cabeza, lo último de David Gilmour de mano del Mago Alberto, y no tengo mucho más para agregar. Ideal para comenzar a juntar cositas para que escuchen en el fin de semana que ya lo tenemos cerquita... Artista: David Gilmour Álbum: Luck and Strange Año: 2024 Género: Rock Soft Progresivo / Prog Related / Crossover prog / Art rock Referencia: Aún no hay nada Nacionalidad: Inglaterra Lo único que voy a dejar es el comentario del Mago... y esto aún no existe así que no puedo hablar de fantasmas y cosas que aún no llegaron. Si quieren mañana volvemos a hablar. Cae al blog cabezón, como quien cae a la Escuela Pública, lo último del Sr. David Gilmour (c and p). El nuevo álbum de David Gilmour, "Luck and Strange", se grabó durante cinco meses en Brighton y Londres y es el prim

Jon Anderson & The Band Geeks - True (2024)

Antes de terminar la semana el Mago Alberto nos trae algo recién salido del horno y que huele bastante al Yes de los 80s y 90s, aunque también tiene un tema de más de 16 minutos de la onda de "Awaken" para los más progresivos. Y es que proviene de Jon Anderson, ex miembro fundador de Yes, que junto con la formación The Band Geeks como apoyo lanza este "True", que para presentarlo lo copio al Mago que nos dice: "La producción musical es sensacional con arreglos exquisitos, una instrumentación acorde a las ideas siempre extra mega espaciales de Anderson, el resultado; un disco fresco, agradable al oído, con toda la impronta de el viejo YES, lógico, sabiendo que Jon siempre fue el corazón de la legendaria banda británica". Ideal para ir cerrando otra semana a pura sorpresa, esta es otra más! Artista: Jon Anderson & The Band Geeks Álbum: True Año: 2024 Género: Prog related Nacionalidad: Inglaterra Antes del comentario del Mago Alberto, copio

Charly García - La Lógica del Escorpión (2024)

Y ya que nos estamos yendo a la mierda, nos vamos a la mierda bien y presentamos lo último de Charly, en otro gran aporte de LightbulbSun. Y no será el mejor disco de Charly, ya no tiene la misma chispa de siempre, su lírica no es la misma, pero es un disco de un sobreviviente, y ese sobreviviente es nada más y nada menos que Charly. No daré mucha vuelta a esto, otra entrada cortita y al pie, como para adentrarse a lo último de un genio que marcó una etapa. Esto es lo que queda... lanzado hoy mismo, se suma a las sorpresas de Tony Levin y del Tío Franky, porque a ellos se les suma ahora el abuelo jodón de Charly, quien lanza esto en compañía de David Lebón, Pedro Aznar, Fito Páez, Fernando Kabusacki, Fernando Samalea y muchos otros, entre ellos nuestro querido Spinetta que presenta su aporte desde el más allá. Artista: Charly García Álbum: La Lógica del Escorpión Año: 2024 Género: Rock Referencia: Rollingstone Nacionalidad: Argentina Como comentario, solamente dejar

Tony Levin - Bringing It Down to the Bass (2024)

Llega el mejor disco que el pelado ha sacado hasta la fecha, y el Mago Alberto se zarpa de nuevo... "Cabezones, vamos de sorpresa en sorpresa, esta reseña la escribo hoy jueves 12 de Setiembre y mañana recién se edita en todo el mundo esta preciosura de disco, una obra impresionante, lo mas logardo hasta el momento por Levin". Eso es lo que dice el Mago Alberto presentando este disco, otro más que se adelanta a su salida en el mercado, para que lo empieces a conocer, a disfrutar y a paladear. Llega al blog cabezón un disco que marcará un antes y un después en la carreara de Levin, y creo que eso ya es mucho decir... o no? Otra sorpresota de aquellas, con un DISCAZO, con mayúsculas. Artista: Tony Levin Álbum: Bringing It Down to the Bass Año: 2024 Género: Fusion, Jazz-Rock. Referencia: Site oficial Nacionalidad: EEUU Creo que el pelado esta vez disfrutó el bajo como nunca, y ello parece haberse trasladado a la grabación, y de ahí a tu equipo de sonido y de

Los 100 Mejores Álbumes del Rock Argentino según Rolling Stone

Quizás hay que aclararlo de entrada: la siguiente lista no está armada por nosotros, y la idea de presentarla aquí no es porque se propone como una demostración objetiva de cuales obras tenemos o no que tener en cuenta, ya que en ella faltan (y desde mi perspectiva, también sobran) muchas obras indispensables del rock argento, aunque quizás no tan masificadas. Pero sí tenemos algunos discos indispensables del rock argentino que nadie interesado en la materia debería dejar de tener en cuenta. Y ojo que en el blog cabezón no tratamos de crear un ranking de los "mejores" ni los más "exitosos" ya que nos importa un carajo el éxito y lo "mejor" es solamente subjetivo, pero sobretodo nos espanta el concepto de tratar de imponer una opinión, un solo punto de vista y un sola manera de ver las cosas. Todo comenzó allá por mediados de los años 60, cuando Litto Nebbia y Tanguito escribieron la primera canción, Moris grabó el primer disco, Almendra fue el primer

Spinetta & Páez - La La La (1986-2007)

#Músicaparaelencierro. LightbulbSun nos revive el disco doble entre el Flaco y Fito. La edición original de este álbum fue en formato vinilo y contenía 20 temas distribuidos en dos discos. Sin embargo en su posterior edición en CD se incluyeron los primeros 19 temas, dejando fuera la última canción que era la única canción compuesta por ambos. En relación a este trabajo, Spinetta en cada entrevista que le preguntaron sobre este disco el dijo que fue un trabajo maravilloso, que es uno de los discos favoritos grabados por él. En septiembre de 2007 se reedita el disco en formato CD, con todos los temas originales contenidos en la edición original en vinilo pero con un nuevo diseño. Creo que lo más elevado del disco es la poética del Flaco, este trabajo es anterior a "Tester de Vilencia" y musicalmente tiene alguna relación con dicho álbum... y una tapa donde se fusionan los rostros de ambos, que dice bastante del disco. Aquí, otro trabajo en la discografía del Flaco que estamos

El Ritual - El Ritual (1971)

Quizás aquellos que no estén muy familiarizados con el rock mexicano se sorprendan de la calidad y amplitud de bandas que han surgido en aquel país, y aún hoy siguen surgiendo. El Ritual es de esas bandas que quizás jamás tendrán el respeto que tienen bandas como Caifanes, jamás tendrán el marketing de Mana o la popularidad de Café Tacuba, sin embargo esta olvidada banda pudo con un solo álbum plasmar una autenticidad que pocos logran, no por nada es considerada como una de las mejores bandas en la historia del rock mexicano. Provenientes de Tijuana, aparecieron en el ámbito musical a finales de los años 60’s, en un momento en que se vivía la "revolución ideológica" tanto en México como en el mundo en general. Estas series de cambios se extendieron más allá de lo social y llegaron al arte, que era el principal medio de expresión que tenían los jóvenes. Si hacemos el paralelismo con lo que pasaba en Argentina podríamos mencionar, por ejemplo, a La Cofradía, entre otros muchos

Casandra Lange - Estaba En Llamas Cuando Me Acosté (1995)

#Músicaparaelencierro. LightbulbSun vuelve a las andadas y nos presenta un disquito de Casandra Lange (conjunto integrado por Charly García a la cabeza, junto con María Gabriela Epumer, Juan Bellia, Fabián Quintiero, Fernando Samalea y Jorge Suárez), un disquieto en vivo con canciones de Lennon, McCartney, Hendrix, Dylan, Annie Lennox, Jagger y Richards y de otros compositores además de las propias. Este es quizás uno de los secretos mejor guardados de Charly, que además aporta dos temas inéditos. Artista: Casandra Lange Álbum: Estaba En Llamas Cuando Me Acosté Año: 1995 Género: Rock Duración: 56:47 Referencia: Discogs Nacionalidad: Argentina Con ganas de pasarla bien, en el verano de 1995 Charly García armó una banda que tocara covers y recorrió distintos bares y teatros de la costa: Casandra Lange , con María Gabriela Epumer, Fabián Quintiero, Fernando Samalea y hasta Pedro Aznar en algunas ocasiones. Parte de esa gira quedó registrada aquí, un disco de edición re

Yaki Kandru - Yaki Kandru (1986)

#Músicaparaelencierro.  La agrupación colombiana Yaki Kandru, en cabeza del antropólogo e investigador Jorge López Palacio, constituye uno de los hitos etnomusicales de Latinoamérica, siendo sus aportes extremadamente valiosos para la etnomusicología no sólo del país, sino de todo el continente y a su paso, el mundo. Artista: Yaki Kandru Álbum: Yaki Kandru Año: 1986 Género: Etnomusicología Duración:  35:30 Referencia:   zigzagandino.blogspot.com Nacionalidad: Colombia Fundamentalmente, el trabajo de la agrupación consta de profundas y apasionadas investigaciones con las comunidades indígenas y campesinas, que terminaron en registros sonoros avezados, frutos de un esfuerzo inquebrantable por la comprensión integral de la música como un elemento de orden vital en las poblaciones nativas, superponiéndose a la concepción ornamental y estética del arte occidental. De este modo, Yaki Kandru no corresponde a un grupo meramente recopilatorio, sino uno que excava en los cimientos

Ideario del arte y política cabezona

Ideario del arte y política cabezona


"La desobediencia civil es el derecho imprescriptible de todo ciudadano. No puede renunciar a ella sin dejar de ser un hombre".

Gandhi, Tous les hommes sont frères, Gallimard, 1969, p. 235.