El peor gobierno del que se tenga registro de memoria en tiempos democráticos ha batido su propio récord: el año pasado sepultó la meta de inflación prevista en el presupuesto a las 12 horas de que el Congreso lo aprobara, en aquella célebre conferencia de prensa de los cuatro fantásticos, de los que hoy solo dos siguen siendo parte del gabinete. Decía el gran filósofo, científico y físico argentino de reputación mundial Mario Augusto Bunge que una característica de Argentina es la de destruir y empezar después de nuevo, en un eterno espiral. Mientras nos preparamos para otro caos anunciado, y lo que queda del mejor equipo de los últimos 500 años nos siguen planteando las mismas salidas que sabemos son entradas al peor de los mundos; endeudar. Endeudar es su mayor interés, y hablando de intereses, me detengo en lecciones vienen de más lejos en el tiempo, me refiero en este caso a las palabras de Manuel Belgrano que suenan muy actuales, traduzcan estas palabras al día de hoy, en esta Argentina liderada por el FMI: "El grueso interés del dinero convida a los extranjeros a hacer pasar el suyo para venir a ser acreedores del Estado. No nos detengamos sobre la preocupación pueril, que mira la arribada de este dinero como una ventaja (...). Los rivales de un pueblo no tienen medio más cierto para arruinar su comercio, que el tomar interés en sus deudas públicas".
Los últimos meses están siendo muy convulsos en Argentina tanto en lo político y económico como en lo social y judicial. Gracias a la economía del Flan, el país hace frente a una crisis económica bajo la acelerada devaluación del peso argentino. El gobierno solamente hace guiños a la elite financiera global mientras la economía real siente la recesión más dura que se ha vivido desde hace muchos años.
Los datos de la realidad son contundentes: las caídas de la industria y el consumo, la disparada del dólar y la inflación y, en general, los indicadores del colapso económico son indisimulables, y la estabilidad inmediata del país sólo parece depender de que el FMI siga protegiendo al Gobierno. Los principales medios del mundo, entre ellos The New York Times, BBC Mundo, CNN, El País y The Financial Times, les hablan del derrumbe económico argentino, y el Wall Street Journal, Biblia de los Mercados, directamente sostiene que el máximo logro de Macri habrá sido llegar hasta el final de su mandato en 2019... y entonces la imagen del 2001 aparece con mucha claridad. "Se hunde el Titanic", publica Forbes, y aquí me detengo porque esa publicación dice textualmente: "Si la historia sirve como guía, la economía argentina y su liderazgo político podrían explotar en cualquier momento".
El reloj de la deuda: en el último año de la gestión amarilla tendremos que pagar 19 mil pesos por segundo
Según el informe semanal del Observatorio de Políticas Públicas de la Universidad Nacional de Avellaneda, el gobierno amarillo destinará más de $1,1 millones por minuto a intereses de deuda el próximo año, acorde a lo detallado en el Presupuesto 2019.
En este sentido, la deuda pública anual ascenderá a $598 mil millones en 2019 y el Estado Nacional usará sus 4 veces más fondos para servicios de deuda que para Salud, 2,6 veces más que para Educación y casi 13 veces más recursos para que para Ciencia y Técnica.
Los números más agregados que se desprenden del Presupuesto proyectado, marcan una caída del PBI para los próximos dos años: con mermas en tres de sus cuatro años de gobierno, el Ejecutivo finalizará mandato con una caída base del PBI del 1,9%.
Todo producto del endeudamiento externo, el ingreso de los dólares y la agilidad en retrasar el tipo de cambio produjeron una bicicleta financiera que absorbió recursos hacia los sectores especuladores, llevando el 4 por ciento del ingreso nacional a los dos millones de hogares más prósperos. Fue una constante: apertura comercial y financiera, aumento de importaciones y pérdida de exportaciones, gran déficit comercial y crisis en la cuenta capital financiada por un virtual casino. Un día el modelo no dio más y quebró la emisión de deuda externa cuando los acreedores vieron que no era sustentable en el tiempo. El Titanic había chocado otra vez con el mismo iceberg.
Otra vez Belgrano nos coloca en la senda correcta: "El modo más ventajoso de exportar las producciones de la tierra es manufacturarlas. La importación de mercancías que impide el consumo de las del país, o que perjudican al progreso de sus manufacturas y de su cultivo, lleva tras sí necesariamente la ruina de una nación. La importación de las mercaderías extranjeras de puro lujo a cambio de dinero, cuando este no es un fruto del país, como es el nuestro, es una verdadera pérdida para el estado".
La llegada del FMI, con sus ajustes fiscales implacables y su opción neoliberal más extrema, solamente demuestra que el futuro es más de lo mismo. Un FMI que ya no será el prestamista de última instancia que supla el auxilio financiero que provenía de los mercados, mercados que le cerraron el grifo al ineficaz gobierno amarillo, sino (como viene siendo en sus últimas intervenciones en contextos de países en crisis) el síndico de la quiebra, cuyo objetivo exclusivo es administrar el patrimonio del deudor, para garantizar que puedan cobrarse de él los acreedores.
Esto no termina aquí, así que si te interesó lo dicho hasta ahora, te invito a que entres en el posteo...
Titanic recargado: El fantasma del 2001
Se fue Caputo tras 100 días de gestión que quedarán en la historia: rifó 15.000 palos de las reservas que entraron como deuda con el FMI que habrá que pagar, para que los amigos pudieran fugar, y pese a eso, llevó el dólar de 20 a 40 pesos en ese lapso. Eso sí: multiplicó por dos su patrimonio, saliendo a tiempo de las LEBAC's para pasarse a verdes, al principio de la corrida; por lo que algún juez o fiscal dignos de ganarse el sueldo (si es que aun queda alguno que no responda a los dictados de la banda gobernante) debería asegurarse que tras haberse ido del gobierno, no pueda irse del país.
Los economistas que le quedaron al Flancito Macri son los que estaban con Machinea en 2001. Y ojo que la voz del 2001 también es otro fantasma que nos habla desde el pasado, y lamentablemente es un pasado cada vez más presente.
Guido Sandleris fue anunciado ayer como nuevo titular del Banco Central de la República Argentina (BCRA). Sandleris viene de la fallida gestión de la Alianza de Fernando de la Rúa, a la que también pertenecieron los principales economistas que le quedaron al Flancito Mauricio Macri en apenas 3 años de gobierno.
Y ya que estamos, recordemos que José Luis Machinea prometía el déficit cero a partir del recorte de jubilaciones y demás salarios estatales, y el achicamiento del Estado, por orden del Fondo Monetario Internacional. Cualquier coincidencia con la realidad actual es no es mera coicidencia.
Otro integrante del equipo de Machinea es el actual secretario de Hacienda, Rodrigo Pena, y Dujovne que era delegado del Ministerio de Economía en el Banco Central. Además Nicolás Gadano, actual titular de la Unidad de Coordinación General de Economía, mientras que al Central llega con Sandleris una Machinea girl: Verónica Rappoport será la nueva vicepresidenta segunda.
Casi los mismos nombres para revivir el pasado... Bien lo dice la revista Forbes.
¡Volvimos al mundo, volvimos!...
El panorama dejado por los amarillos no podría ser peor: devaluación intempestiva, espiral inflacionaria, quita de subsidios, despidos, techo paritario, inseguridad laboral a cuenta de la flexibilización, horizonte recesivo, reducción de las prestaciones estatales, transferencia de recursos a favor de los sectores concentrados de la economía, amesetamiento previsional, dolarización del precio de los servicios, una batería de medidas que implican establecer un supuesto orden económico, sofismas gravado a fuerza de mass media que entretienen e hipnotizan a la población mientras les vacían los bolsillos.
Nos espera lo conocido: mayor inflación y en consecuencia empobrecimiento de los sectores de ingresos fijos (asalariados, jubilados). Y también mayor posibilidad de default (otro más), porque el Estado necesitará cada vez más pesos, para comprar los dólares que necesita para pagar los vencimientos de la deuda. Lo que a su vez refuerza para el gobierno la necesidad de un ajuste en las cuentas públicas, que encuentra cada vez más resistencia social: el macrismo en su laberinto, que es ni más ni menos que lo que olfatearon los mercados, cuando le cortaron el crédito.
En nombre de la "libertad" (del mercado) nos hablan de esclavitud. En nombre de necesidades que no son nuestras nos pretenden obligar a ser esclavos del mercado financiero por cien años. En nombre de miserias seguras y muertes tempranas nos invaden con sus marines disfrazados de luchadores contra el narcotráfico.
Lo que nos espera a partir de ahora
Ante este panorama, habrá solamente dos alternativas, o tomamos el camino de nuestros verdugos amarillos, o aquel camino trazado por los grandes, como Belgrano, que dejaron su ideal para que lo sigamos construyendo.
La elección depende de que relato escuchemos, o la del peor gobierno del que se tenga registro de memoria en tiempos democráticos, o escuchamos a la voz de los que decían nuestros héroes como Belgrano, San Martín y tantos otros. El país ya está sumido en una profunda crisis económica y social, se asoma al abismo de una crisis institucional; porque la descomposición del gobierno transcurre a una velocidad infinitamente superior a la de la articulación de una alternativa opositora en condiciones de hacerse cargo del destino de la Nación.
Como lo anticipó Belgano, el Fondo ya asumió directamente los comandos operacionales de la economía y del país todo. Como fuere, el partido no está terminado ni mucho menos, pero el resultado está abierto: mientras decrecen los apoyos al gobierno amarillo en la sociedad civil, la calle se enfrentan a una disyuntiva: o profundizan su ideario antiliberal para escapar a la destinada futura crisis del 2001, o dejamos que la descomposición nos lleve, a nosotros y a nuestro futuro, por las cloacas que nos han sabido llevar.
El partido no se juega solamente en las urnas sino cada día en la calle, en las miles de luchas que están dando los compañeros en todas partes del país, los trabajadores del astillero, la comunidad entera de Moreno, los familiares del ARA, los estudiantes y científicos... todos. La pelea se va a seguir dando en la calle. La lucha es infinita, se necesitan luchadores de toda la vida. Ninguna especulación electoral debe hacernos abortar la unidad de la lucha popular con mil vertientes que se debe dar en el llano de la vida diaria.
Si no logramos juntarnos los agredidos, que somos la mayoría, no esperemos nada de los políticos, sean del bando que sean. Y si esperamos algo de los carcamanes que le firman el presupuesto y quieren limitarle el derecho a huelga a los maestros, vamos muertos. El macrismo no va a tener un gesto de alternancia cívica, no nos va a dar el bastón y las llaves de la Rosada con los muebles en orden ni elecciones limpias porque no esta en su ADN, ganen o pierdan van a proseguir con la demolición y esto termina de una sola manera: no tienen cómo ni con qué ni quién pueda hacerse cargo del desastre.
Pero lo que está cocinándose por abajo es mucho mas potente y sin eso, no hay cambio posible. Entonces hay que darle prioridad a esa construcción sin nombre pero con una materialidad visible.
Otra vez lo repito, la desición de lo que pase será solamene nuestra, el futuro dependerá del pueblo. Así que será hora de que empiecen a apagar la TV.
"La soberbia es una discapacidad que suele afectar a pobres infelices mortales que se encuentran de golpe con una miserable cuota de poder"General José de San Martín
Los últimos meses están siendo muy convulsos en Argentina tanto en lo político y económico como en lo social y judicial. Gracias a la economía del Flan, el país hace frente a una crisis económica bajo la acelerada devaluación del peso argentino. El gobierno solamente hace guiños a la elite financiera global mientras la economía real siente la recesión más dura que se ha vivido desde hace muchos años.
Los datos de la realidad son contundentes: las caídas de la industria y el consumo, la disparada del dólar y la inflación y, en general, los indicadores del colapso económico son indisimulables, y la estabilidad inmediata del país sólo parece depender de que el FMI siga protegiendo al Gobierno. Los principales medios del mundo, entre ellos The New York Times, BBC Mundo, CNN, El País y The Financial Times, les hablan del derrumbe económico argentino, y el Wall Street Journal, Biblia de los Mercados, directamente sostiene que el máximo logro de Macri habrá sido llegar hasta el final de su mandato en 2019... y entonces la imagen del 2001 aparece con mucha claridad. "Se hunde el Titanic", publica Forbes, y aquí me detengo porque esa publicación dice textualmente: "Si la historia sirve como guía, la economía argentina y su liderazgo político podrían explotar en cualquier momento".
El reloj de la deuda: en el último año de la gestión amarilla tendremos que pagar 19 mil pesos por segundo
"Un buen gobierno no está asegurado por la liberalidad de sus principios, pero sí por la influencia que tiene en la felicidad de los que obedecen".General José de San Martín
Según el informe semanal del Observatorio de Políticas Públicas de la Universidad Nacional de Avellaneda, el gobierno amarillo destinará más de $1,1 millones por minuto a intereses de deuda el próximo año, acorde a lo detallado en el Presupuesto 2019.
En este sentido, la deuda pública anual ascenderá a $598 mil millones en 2019 y el Estado Nacional usará sus 4 veces más fondos para servicios de deuda que para Salud, 2,6 veces más que para Educación y casi 13 veces más recursos para que para Ciencia y Técnica.
Los números más agregados que se desprenden del Presupuesto proyectado, marcan una caída del PBI para los próximos dos años: con mermas en tres de sus cuatro años de gobierno, el Ejecutivo finalizará mandato con una caída base del PBI del 1,9%.
Todo producto del endeudamiento externo, el ingreso de los dólares y la agilidad en retrasar el tipo de cambio produjeron una bicicleta financiera que absorbió recursos hacia los sectores especuladores, llevando el 4 por ciento del ingreso nacional a los dos millones de hogares más prósperos. Fue una constante: apertura comercial y financiera, aumento de importaciones y pérdida de exportaciones, gran déficit comercial y crisis en la cuenta capital financiada por un virtual casino. Un día el modelo no dio más y quebró la emisión de deuda externa cuando los acreedores vieron que no era sustentable en el tiempo. El Titanic había chocado otra vez con el mismo iceberg.
Otra vez Belgrano nos coloca en la senda correcta: "El modo más ventajoso de exportar las producciones de la tierra es manufacturarlas. La importación de mercancías que impide el consumo de las del país, o que perjudican al progreso de sus manufacturas y de su cultivo, lleva tras sí necesariamente la ruina de una nación. La importación de las mercaderías extranjeras de puro lujo a cambio de dinero, cuando este no es un fruto del país, como es el nuestro, es una verdadera pérdida para el estado".
La llegada del FMI, con sus ajustes fiscales implacables y su opción neoliberal más extrema, solamente demuestra que el futuro es más de lo mismo. Un FMI que ya no será el prestamista de última instancia que supla el auxilio financiero que provenía de los mercados, mercados que le cerraron el grifo al ineficaz gobierno amarillo, sino (como viene siendo en sus últimas intervenciones en contextos de países en crisis) el síndico de la quiebra, cuyo objetivo exclusivo es administrar el patrimonio del deudor, para garantizar que puedan cobrarse de él los acreedores.
Esto no termina aquí, así que si te interesó lo dicho hasta ahora, te invito a que entres en el posteo...
Titanic recargado: El fantasma del 2001
Se fue Caputo tras 100 días de gestión que quedarán en la historia: rifó 15.000 palos de las reservas que entraron como deuda con el FMI que habrá que pagar, para que los amigos pudieran fugar, y pese a eso, llevó el dólar de 20 a 40 pesos en ese lapso. Eso sí: multiplicó por dos su patrimonio, saliendo a tiempo de las LEBAC's para pasarse a verdes, al principio de la corrida; por lo que algún juez o fiscal dignos de ganarse el sueldo (si es que aun queda alguno que no responda a los dictados de la banda gobernante) debería asegurarse que tras haberse ido del gobierno, no pueda irse del país.
Los economistas que le quedaron al Flancito Macri son los que estaban con Machinea en 2001. Y ojo que la voz del 2001 también es otro fantasma que nos habla desde el pasado, y lamentablemente es un pasado cada vez más presente.
Guido Sandleris fue anunciado ayer como nuevo titular del Banco Central de la República Argentina (BCRA). Sandleris viene de la fallida gestión de la Alianza de Fernando de la Rúa, a la que también pertenecieron los principales economistas que le quedaron al Flancito Mauricio Macri en apenas 3 años de gobierno.
Y ya que estamos, recordemos que José Luis Machinea prometía el déficit cero a partir del recorte de jubilaciones y demás salarios estatales, y el achicamiento del Estado, por orden del Fondo Monetario Internacional. Cualquier coincidencia con la realidad actual es no es mera coicidencia.
Otro integrante del equipo de Machinea es el actual secretario de Hacienda, Rodrigo Pena, y Dujovne que era delegado del Ministerio de Economía en el Banco Central. Además Nicolás Gadano, actual titular de la Unidad de Coordinación General de Economía, mientras que al Central llega con Sandleris una Machinea girl: Verónica Rappoport será la nueva vicepresidenta segunda.
Casi los mismos nombres para revivir el pasado... Bien lo dice la revista Forbes.
¡Volvimos al mundo, volvimos!...
El panorama dejado por los amarillos no podría ser peor: devaluación intempestiva, espiral inflacionaria, quita de subsidios, despidos, techo paritario, inseguridad laboral a cuenta de la flexibilización, horizonte recesivo, reducción de las prestaciones estatales, transferencia de recursos a favor de los sectores concentrados de la economía, amesetamiento previsional, dolarización del precio de los servicios, una batería de medidas que implican establecer un supuesto orden económico, sofismas gravado a fuerza de mass media que entretienen e hipnotizan a la población mientras les vacían los bolsillos.
Nos espera lo conocido: mayor inflación y en consecuencia empobrecimiento de los sectores de ingresos fijos (asalariados, jubilados). Y también mayor posibilidad de default (otro más), porque el Estado necesitará cada vez más pesos, para comprar los dólares que necesita para pagar los vencimientos de la deuda. Lo que a su vez refuerza para el gobierno la necesidad de un ajuste en las cuentas públicas, que encuentra cada vez más resistencia social: el macrismo en su laberinto, que es ni más ni menos que lo que olfatearon los mercados, cuando le cortaron el crédito.
En nombre de la "libertad" (del mercado) nos hablan de esclavitud. En nombre de necesidades que no son nuestras nos pretenden obligar a ser esclavos del mercado financiero por cien años. En nombre de miserias seguras y muertes tempranas nos invaden con sus marines disfrazados de luchadores contra el narcotráfico.
Lo que nos espera a partir de ahora
Ante este panorama, habrá solamente dos alternativas, o tomamos el camino de nuestros verdugos amarillos, o aquel camino trazado por los grandes, como Belgrano, que dejaron su ideal para que lo sigamos construyendo.
"Si los pueblos no se ilustran, si no se divulgan sus derechos, si cada hombre no conoce lo que puede, vale, debe, nuevas ilusiones sucederán a las antiguas y será tal vez nuestra suerte cambiar de tiranos sin destruir la tiranía."Mariano Moreno
La elección depende de que relato escuchemos, o la del peor gobierno del que se tenga registro de memoria en tiempos democráticos, o escuchamos a la voz de los que decían nuestros héroes como Belgrano, San Martín y tantos otros. El país ya está sumido en una profunda crisis económica y social, se asoma al abismo de una crisis institucional; porque la descomposición del gobierno transcurre a una velocidad infinitamente superior a la de la articulación de una alternativa opositora en condiciones de hacerse cargo del destino de la Nación.
Como lo anticipó Belgano, el Fondo ya asumió directamente los comandos operacionales de la economía y del país todo. Como fuere, el partido no está terminado ni mucho menos, pero el resultado está abierto: mientras decrecen los apoyos al gobierno amarillo en la sociedad civil, la calle se enfrentan a una disyuntiva: o profundizan su ideario antiliberal para escapar a la destinada futura crisis del 2001, o dejamos que la descomposición nos lleve, a nosotros y a nuestro futuro, por las cloacas que nos han sabido llevar.
"Es justo que los pueblos esperen todo bueno de sus dignos representantes; pero también es conveniente que aprendan por sí mismos lo que es debido a sus intereses y derechos."Mariano Moreno
El partido no se juega solamente en las urnas sino cada día en la calle, en las miles de luchas que están dando los compañeros en todas partes del país, los trabajadores del astillero, la comunidad entera de Moreno, los familiares del ARA, los estudiantes y científicos... todos. La pelea se va a seguir dando en la calle. La lucha es infinita, se necesitan luchadores de toda la vida. Ninguna especulación electoral debe hacernos abortar la unidad de la lucha popular con mil vertientes que se debe dar en el llano de la vida diaria.
Si no logramos juntarnos los agredidos, que somos la mayoría, no esperemos nada de los políticos, sean del bando que sean. Y si esperamos algo de los carcamanes que le firman el presupuesto y quieren limitarle el derecho a huelga a los maestros, vamos muertos. El macrismo no va a tener un gesto de alternancia cívica, no nos va a dar el bastón y las llaves de la Rosada con los muebles en orden ni elecciones limpias porque no esta en su ADN, ganen o pierdan van a proseguir con la demolición y esto termina de una sola manera: no tienen cómo ni con qué ni quién pueda hacerse cargo del desastre.
Pero lo que está cocinándose por abajo es mucho mas potente y sin eso, no hay cambio posible. Entonces hay que darle prioridad a esa construcción sin nombre pero con una materialidad visible.
Otra vez lo repito, la desición de lo que pase será solamene nuestra, el futuro dependerá del pueblo. Así que será hora de que empiecen a apagar la TV.
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