Donald Trump no tuvo más remedio que soportar el largo discurso lleno de críticas de Evo Morales, presidente del país con mayor crecimiento con equidad en el continente, el miércoles en la reunión del Consejo de Seguridad de la ONU: "A EE.UU. no le interesa los derechos humanos ni la justicia. Si así fuera firmaría los convenios internacionales de protección de los derechos humanos. No habría amenazado al mecanismo de investigación de la Corte Penal Internacional, no promovería el uso de la tortura, no abandonaría el Consejo de Derechos Humanos y no separaría a niños migrantes de sus familias, ni los pondría en jaulas". El gesto de la cara de Trump no tiene desperdicio.
Cada año, en septiembre, se concentra el Mundo entero en un solo lugar. La Asamblea de las Naciones Unidas se convierte en el único ámbito de expresión transversal de los representantes de los países que la conforman, a pesar de las evidentes diferencias que existen entre ellos. Todos pueden hablar para manifestar sus posiciones ante la situación de sus propias naciones, las relaciones interestatales y los problemas planetarios.
Allí se visualizan, con claridad meridiana, las disparidades entre los llamados "países centrales" y los "periféricos".
Y también se pueden observar a quienes no se manifiestan proclives a aceptar el status quo que imponen los (por ahora) dueños del Mundo. Allí, muy pocas veces, la dignidad aparece con tanta fuerza que transforma la monotonía discursiva en luminosa visión de realidades que se ocultan detras de hipocresías y cobardías infinitas. Ahí es cuando se ponen sobre la mesa el valor de las palabras que vienen a mostrar lo que todos saben y callan con temor reverencial ante el "amo internacional".
Trumpeta, que pretende exhibir el miembro viril más grande del planeta, escucha a ese indio despreciado que habla castellano con acento aymará. Evo, campesino de pata en el suelo, el extraño estadista del que fuera, hasta no hace demasiado, uno de los más pobres países de Sudamérica, con su hablar pausado, con su castellano atravesado por su orígen aymara, explicando la realidad con fascinante seguridad. Ahí está, con su sencillo modo y sentida pertenencia, asegurando lo evidente, lo que no se quiere ver, iluminando esa Asamblea timorata con razones ancestrales, demostrando que no hay vallas para ejercer las razones y no hay poder que pueda callar a los pueblos libres, frente al desdeñoso Trumpeta, educado en academias de negocios, singularmente bruto fuera de cualquier area donde el dinero no sea objeto de interés.
En la cara misma del jefe del imperio, pone negro sobre blanco, muestra las razones de las desigualdades, las mentiras que sublevan, las inmoralidades que suprimen la justicia, las invasiones que aniquilan pueblos enteros, las hambrunas provocadas por ambiciones perversas, los ataques a las democracias reales y la destrucción de la naturaleza. Honesta y coherente, su voz retumba en los oidos de los representantes alcahuetes del "emperador". Saben que están escuchando lo irrefutable. Ninguno de ellos quedará en la historia, salvo el propio Evo.
Impávido, el pretendido dueño de nuestras almas no puede sino enrojecer de ira contenida ante semejante demostración de desfachatez expresado por una persona que se anima a decir lo que sienten miles de millones en el Planeta. ¿Saldrá de esa reunión dispuesto a acabar con el odiado "indio" que supo ponerlo en evidencia, tal y como han hecho desde siempre por sus engreimientos, sin otro fundamento que la fuerza bruta de sus armas?.
Trumpeta hace un culto del individualismo, del cowboy con arma en la cintura, ni siquiera habla suavemente como aconsejaba Teddy Roosevelt en compañía de un gran garrote... el loco Trumpeta vocifera para deleite de algún nacionalista que goza sabiendo que allá aplastaron nuestras patrias. Latinoamérica, jaqueada por dentro y fuera, donde solo queda Evo en pie, digno y preciso, el indio en patas, diez veces más civilizado que ese millonario pobre en humanidad, cien veces más sabio que esa bestia ciega, mil veces más cerca nuestro mal que le pese al racismo rampante de la Argentina sometida ante la Banca Imperial.
Con el poder de su modestia y la sabiduría de sus ancestros, Evo encabeza, junto al intelecto brillante de García Lineras, esa revolución diferente y provocativa, capaz de elevar a su pueblo del postergamiento sufrido desde su colonización.
Bolivia será atacada de mil maneras. Será el blanco seguro de un imperio cuya decadencia arrastra a la humanidad a los peores escenarios. Pero es imposible que semejante experiencia la puedan aplastar definitivamente. Nada ni nadie podrá ya borrar de la memoria colectiva de todos los luchadores de alma libre del Mundo, las palabras y la acción de este hombre. Evo, la contracara de los amarillos que se van a arrodillar al país del Norte para ver si les tiran unos mangos, ratitas sin dignidad.
Cada año, en septiembre, se concentra el Mundo entero en un solo lugar. La Asamblea de las Naciones Unidas se convierte en el único ámbito de expresión transversal de los representantes de los países que la conforman, a pesar de las evidentes diferencias que existen entre ellos. Todos pueden hablar para manifestar sus posiciones ante la situación de sus propias naciones, las relaciones interestatales y los problemas planetarios.
Allí se visualizan, con claridad meridiana, las disparidades entre los llamados "países centrales" y los "periféricos".
Y también se pueden observar a quienes no se manifiestan proclives a aceptar el status quo que imponen los (por ahora) dueños del Mundo. Allí, muy pocas veces, la dignidad aparece con tanta fuerza que transforma la monotonía discursiva en luminosa visión de realidades que se ocultan detras de hipocresías y cobardías infinitas. Ahí es cuando se ponen sobre la mesa el valor de las palabras que vienen a mostrar lo que todos saben y callan con temor reverencial ante el "amo internacional".
"En últimos meses Estados Unidos ha demostrado nuevamente su desprecio al derecho internacional, al multilateralismo y a los principios y propósitos de la Carta de Naciones Unidas".Evo Morales
Trumpeta, que pretende exhibir el miembro viril más grande del planeta, escucha a ese indio despreciado que habla castellano con acento aymará. Evo, campesino de pata en el suelo, el extraño estadista del que fuera, hasta no hace demasiado, uno de los más pobres países de Sudamérica, con su hablar pausado, con su castellano atravesado por su orígen aymara, explicando la realidad con fascinante seguridad. Ahí está, con su sencillo modo y sentida pertenencia, asegurando lo evidente, lo que no se quiere ver, iluminando esa Asamblea timorata con razones ancestrales, demostrando que no hay vallas para ejercer las razones y no hay poder que pueda callar a los pueblos libres, frente al desdeñoso Trumpeta, educado en academias de negocios, singularmente bruto fuera de cualquier area donde el dinero no sea objeto de interés.
"Cada vez que Estados Unidos invade países, lanza misiles o financia cambios de régimen lo hace acompañado de una campaña que reitera que lo hace nombre de la justicia, la libertad, la democracia, los derechos humanos o por razones humanitarias".Evo Morales
En la cara misma del jefe del imperio, pone negro sobre blanco, muestra las razones de las desigualdades, las mentiras que sublevan, las inmoralidades que suprimen la justicia, las invasiones que aniquilan pueblos enteros, las hambrunas provocadas por ambiciones perversas, los ataques a las democracias reales y la destrucción de la naturaleza. Honesta y coherente, su voz retumba en los oidos de los representantes alcahuetes del "emperador". Saben que están escuchando lo irrefutable. Ninguno de ellos quedará en la historia, salvo el propio Evo.
Impávido, el pretendido dueño de nuestras almas no puede sino enrojecer de ira contenida ante semejante demostración de desfachatez expresado por una persona que se anima a decir lo que sienten miles de millones en el Planeta. ¿Saldrá de esa reunión dispuesto a acabar con el odiado "indio" que supo ponerlo en evidencia, tal y como han hecho desde siempre por sus engreimientos, sin otro fundamento que la fuerza bruta de sus armas?.
Trumpeta hace un culto del individualismo, del cowboy con arma en la cintura, ni siquiera habla suavemente como aconsejaba Teddy Roosevelt en compañía de un gran garrote... el loco Trumpeta vocifera para deleite de algún nacionalista que goza sabiendo que allá aplastaron nuestras patrias. Latinoamérica, jaqueada por dentro y fuera, donde solo queda Evo en pie, digno y preciso, el indio en patas, diez veces más civilizado que ese millonario pobre en humanidad, cien veces más sabio que esa bestia ciega, mil veces más cerca nuestro mal que le pese al racismo rampante de la Argentina sometida ante la Banca Imperial.
Con el poder de su modestia y la sabiduría de sus ancestros, Evo encabeza, junto al intelecto brillante de García Lineras, esa revolución diferente y provocativa, capaz de elevar a su pueblo del postergamiento sufrido desde su colonización.
Bolivia será atacada de mil maneras. Será el blanco seguro de un imperio cuya decadencia arrastra a la humanidad a los peores escenarios. Pero es imposible que semejante experiencia la puedan aplastar definitivamente. Nada ni nadie podrá ya borrar de la memoria colectiva de todos los luchadores de alma libre del Mundo, las palabras y la acción de este hombre. Evo, la contracara de los amarillos que se van a arrodillar al país del Norte para ver si les tiran unos mangos, ratitas sin dignidad.
Evo Morales: "A Estados Unidos no le interesa la democracia"Hector Bernardo
Cara a cara con Trump, en la reunión que se llevaba adelante en Nueva York y con mandatario norteamericano en la presidencia del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas, el presidente de Bolivia aseguró que si a EE.UU. le interesara la democracia “no promovería la tortura, no abandonaría el Consejo de Derechos Humanos y no separaría a niños migrantes de sus familias, ni los pondría en jaulas”.
Durante su participación en la en la Asamblea General de Naciones Unidas en Nueva York, el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, atacó a Irán, llamó a los militares venezolanos a dar un golpe de Estado contra el gobierno de Nicolás Maduro y defendió los posicionamientos unilaterales de su gobierno y el abandono de los convenios internacionales. Durante la reunión del Consejo de Seguridad presidido por el norteamericano, el presidente del Estado Plurinacional de Bolivia, Evo Morales, lo enfrentó y aseguró que a Estados Unidos no le interesa la democracia, los derechos humanos ni el multilateralismo.
Sentado a una silla de distancia Trump, el presidente Evo Morales aseguró: “hermanas y hermanos, estamos convencidos de que es imprescindible debatir no solo sobre los efectos, sino sobre las causas estructurales de los conflictos bélicos. Sobre las verdaderas motivaciones de los quebrantamientos de la paz, la seguridad y la justicia internacional”.
Morales hizo referencia al ataque verbal desatado horas antes por Trump contra Irán en la Asamblea General, y recordó que “en 1953, Estados Unidos financió, organizó y ejecutó un golpe de Estado (en Irán) contra un gobierno democráticamente electo que en ejercicio de su soberanía y que había nacionalizado el petróleo que se encontraba en manos de una empresa anglo-estadounidense”.
“Ahora que Irán ha tomado nuevamente el control de sus recursos y (otra vez) es víctima de asedio estadounidense. Bolivia rechaza categóricamente las acciones unilaterales impuestas por el gobierno de Estados Unidos en contra de Irán”, sostuvo.
Morales aseguró: “Hermanas y hermanos, en los últimos meses Estados Unidos ha demostrado nuevamente su desprecio al derecho internacional, al multilateralismo y a los principios y propósitos de la Carta de Naciones Unidas”.
“Cada vez que Estados Unidos invade países, lanza misiles o financia cambios de régimen lo hace acompañado de una campaña que reitera que lo hace nombre de la justicia, la libertad, la democracia, los derechos humanos o por razones humanitarias”, remarcó.
El mandatario boliviano aseguró que “a Estados Unidos no le interesa la democracia, si así fuera no hubieran financiado golpes de Estado y apoyado a dictadores, no amenazaría con intervenciones militares a gobiernos democráticamente electos (como lo hace contra Venezuela). No le interesan los derechos humanos, ni la justicia. Si así fuera firmaría los convenios internacionales de protección de los derechos humanos, no promovería el uso de la tortura, no abandonaría el Consejo de Derechos Humanos y no separaría a niños migrantes de sus familias, ni los pondría en jaulas”.
“A Estados Unidos no le interesa el multilateralismo. Si así fuera no se habrían alejado del Acuerdo de París o del Pacto Global de Migraciones. No lanzarían ataques unilaterales, ni tomaría decisiones como declarar ilegalmente a Jerusalén como capital de Israel”, señaló.
Morales afirmó que “ese desprecio al multilateralismo está motivado por su afán por el control geopolítico y la apropiación de los recursos naturales”.
“La responsabilidad de nuestra generación es entregar un mundo más justo y más seguro a las siguientes generaciones. Eso solamente se conseguirá si trabajamos juntos para consolidar un mundo multipolar con reglas comunes para respetar y defendiendo todas las amenazas a las Naciones Unidas”, concluyó el mandatario de Bolivia.
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