¿Tienen ganas de sorprenderse con otro discazo? Esto es rock sinfónico mezclado con folk prog propio de la Europa del Este, eso lo que nos ofrece este excelente trabajo de esta desconocida banda armenia. La música de Armenia quizás no sea la más conocida del mundo, incluso seguramente no sabemos mucho de ese país salvo que una gran parte de su población fue masacrada al final de la primera guerra mundial. Pero Oaksenham está a punto de darte una sorpresa para que recuerdes algo más sobre ese lejano país: un excelente ejemplo de rock progresivo e instrumental, que mezcla un prog rock ecléctico, con lo clásico y además con el folcklorr de su país, formando una simbiosis que suena realmente estupendo, nunca aburrido, nunca algo simple, siempre juguetón y experimental además muy fácil de escuchar. Aquí tienen a los Gentle Giant + King Crimson armenios dando una cátedra de música, es una semana donde estamos presentando muchos grandes discos de este mismo año, donde les aseguro que con todos ellos se llevarán una gratísima sorpresa. Sobre este disco, es absolutamente delicioso y recomendado!!!
Artista: Oaksenham
Álbum: Upon All The Living And The Dead
Año: 2018
Género: Rock sinfónico
Duración: 59:42
Nacionalidad: Armenia
Cáguense de risa pero hay excelentes bandas en Armenia, varias de ellas no las presento porque solamente tengo cosas en mala calidad de sonido (alias MP3). Pero ya irán apareciendo de a poco...
A esta banda ya la conocía de su primer trabajo, que data del 2006 si mal no recuerdo, un trabajo muy lindo, interesante y agradable. Pero en este año se vienen con este "Upon All The Living And The Dead" que es un tremendo discazo. Y ya desde la tapa esto pinta lindo.
Estos tipos hacen una música muy inteligente, intrincada y llena de diversos estilos; mezclan folk, jazz, hard rock, clásica y sinfónica en una colección de canciones que fluyen muy bien y suenan melódicas y accesibles pero al mismo tiempo son extremadamente complejas. Esta es una música que es muy fácil para los oídos y que puede escucharse de fondo mientras estás haciendo cualquier cosa, pero se vuelve aún mejor cuando te ponés a escucharla con el volumen a full y con toda tu atención en ella, con su violín, la flauta y loa otros instrumentos que se le suman a los ya tradicionales del rock. La música tiene una sensación de Gentle Giant pero un toque más sinfónico y clásico.Y es que Oaksenham no tiene miedo de reconocer que Gentle Giant fue una gran inspiración para ellos, sino que también muestran similitudes con Gryphon, Camel, Kansas, King Crimson y Jethro Tull, y lo mejor de esta banda es que pueden usar esas influencias abiertamente y construir sobre ellas en lugar de simplemente copiarlos.
A pesar de las referencias a las formas medievales y la música folclórica de Europa del Este, este álbum suena extremadamente moderno y fresco, con una producción nítida. Lleno de energía y de ritmos con tiempos difíciles, arreglos muy imaginativos, no me queda otra que rogarles que los escuchen atentamente porque les van a dar un festín de buena música.
El resultado es la música muy rica y bellamente melódica, brindando un disco realmente asombroso. Y yo creo que deberías ascucharlo con mucha atención porque puede entrar en la lista de discos que te llevarías a una isla desierta. En ese caso, creo que este es uno de esos álbumes que deberías tener.
Y lo recomiendo tanto porque para mí, este tipo de música es irresistible.
¡Que cantidad de discos fantásticos estamos publicando últimamente!, a veces pienso en todo lo que va desfilando por el blog cabezón y no dejo de sorprenderme. Y antes de meternos de lleno en el disco quiero hacer algunas consideraciones iniciales, porque permiten entender mejor lo que aquí van a escuchar y disfrutar.
En los 70 y principios de los 90, la vida era fácil para los fanáticos del progresivo sinfónico, porque a pesar de las diferentes tendencias y estilos de los artistas, era fácil reconocer lo que hacían todas las bandas sinfónicas: su estructura estaba claramente orientada hacia la música académica con evidentes elementos provenientes del rock, algunas bandas quizás agregaron algo extra, pero siempre dentro de ciertos cánones.
A mediados de los años 90, esto comenzó a cambiar radicalmente, principalmente en la antigua Unión Soviética y Europa del Este, ya que aquellos niños que habían sido entrenados en la música clásica por el régimen comunista -no podemos dejar de citar casos como los conocidos Mini, After Crying y Solaris, entre tantos otros- descubrieron las posibilidades del rock mezclado con su identidad étnica y el estudio formal que habían recibido, por lo que estos músicos de formación clásica comenzaron a general un rock sinfónico distinto, con un claro toque folclórico y ubicándonse en los límites entre el folk y el rock sinfónico, y la música se hizo más rica que nunca.
Oaksenham es una de estas bandas, la música de la banda es una mezcla muy melódica de folk sinfónico y música armenia con toques de jazz. La verdad me costó mucho decidir si debían colocarse con el tag Sinfónico o Ecléctico debido a sus otros elementos. Al final los catalogué como sinfónicos y eclécticos, y también como folk progresivo, porque de eso tienen mucho.
Desde que se formó la banda, este es su tercer album de estudio, el primero fue el autoproducido "Woden's Eve Live" en 2002 y luego el "The Conquest of the Pacific" del que ya les hablé, que tuvo cierta repercusión en los círculos progresivos y fue lanzado por el sello francés Musea Records. Mucha gente quedó encantada con ese disco, y no me imagino lo que pensarán entonces de éste que presentamos a continuación.
Y ya que los estamos presentando en sociedad, les dejo un video de esos lejanos momentos en que la banda aceitaba sus engranajes. Escúchenlos en sus primeros tiempos.
Como pudiste darte cuenta en el último video, ya desde sus comienzos a este grupo no se lo podía comparar fácilmente con la mayoría de las demás agrupaciones. Su música incorporaba mucha flauta y cuerdas y vientos tradicionales, pero inclusico en sus distintas frecuencias logran coquetear esporádicamente con el hard rock y con el jazz, creando un clima que te lleva de la mano a través de múltiples paisajes; cada uno con un estado de ánimo diferente. A veces también presentaron varias capas superpuestas (generalmente entre los instrumentos de rock y los instrumentos tradicionales) y mostraron una variedad de conceptos musicales, por lo que es de destacar el nivel de composición que logran estos tipos. Ahora que lo pienso, quizás tengan más de un punto en común con los Bubu (de ayer y de hoy) del maestro Andeoli.
Esta banda es definitivamente progresiva en toda la extensión del término, y muestra una gran variedad de ideas musicales a lo largo de este álbum y de todos sus trabajos anteriores. El uso creativo de cada instrumento y la composición convierten a cada uno de sus trabajos en un álbum que debería ser escuchado por todos.
Y me dispongo a hablar más concretamente de este trabajo, pero antes les dejo otro video de estos armenios, pero ahora en vivo, y donde se los puede ver con toda su magia, ya cuando el proyecto estaba bien plasmado y sólido:
Maravillosos estos armenios, no? Entonces, comencemos a describir un poco este disco...
¿Alguna vez has escuchado un álbum donde el talento fluye de cada canción, desde comienzo del disco hasta su final? Este es uno de esos álbumes. Y ojo que no hablo solamente del talento en la interpretación, sino también (y creo que sobretodo) en el talento para componer rock progresivo instrumental, melódico y sofisticado, compuesto de componentes eléctricos, clásicos y étnicos o populares en su lugar de origen.
Entonces puedes sentir el fantástico aroma de unos músicos entrenados en la música clásica tocando rock progresivo sinfónico, pero al que le agregan muchos elementos de su música autóctona y popular. Esto es evidente en varios aspectos: a veces su música recuerda un conjunto de música de cámara, donde toman prestadas y adaptan melodías de Elgar y Purcell y le agregan estridencias eléctricas, batería, elementos de jazz y de puro rock, pero cuando te quieres dar cuenta parece que estás escuchando una agrupación folcklórica de Europa del Este, y todo perfectamente amalgamado. ¿No es todo eso maravilloso? Porque es en esa aparente contradicción donde resaltan las cualidades de su sonido. Esta tensión entre lo nuevo, lo clásico y lo popular de una exótica y lejana región.
En definitiva, es una excelente manera de construir no solamente un álbum sino además un estilo distintivo, integrar sonidos y enfoques distintos pero a la vez coherente. Todo eso hace el sonido de Oaksenham. Y es al pedo comenzar a describir el álbum nombrando cada cosa que sucede en cada tema, porque está todo tan bien hilvanado, tan bien contruído, que sus diez temas crean un continuum y constituyen una misma cosa, tanto que el disco podría ser perfectamente una extensa suite de varias secciones. Y es aquí donde se nota que los músicos han pasado años (tengan en cuenta que su anterior trabajo discográfico data del 2006) componiendo, practicando, ensayando y ejecutando para dar nacimiento a esta maravillosa obra.
La música es precisa y efectiva; todo muy bien organizado, tanto que no hay mucho espacio para dar una forma libre de improvisaciones, pero gracias a ello el "todo" que compone el disco viaja a través de cada tema con facilidad y sutileza. Nada suena forzado o fuera de contexto y nada se deja librado al azar.
El sonido es cristalino; cada nota, cada movimiento se escucha bien y es muy fácil de discernir. A partir de esta claridad es que podrás apreciar qué tan bien tocan (a pesar de que aquí no hay virtuosismo alguno), cuán precisos son sus tiempos y su interpretación y, sobre todo, te permite sumergirse en el océano musical que se ofrecen estos armenios, donde crean un sonido majestuoso que corresponde a composiciones de este calibre; donde cada tema una es un mundo propio que está conectado con el resto.
Bien compuesto, rico, sofisticado, homogéneo, ecléctico, todo ello conforma un trabajo que mantiene la atención del oyente y no decae en ningún momento. La fusión de lo eléctrico y lo acústico está muy bien hecha, la interacción entre los instrumentos es tan natural y hermosa que desearás que el disco no termine.
Un punto más es la excelente musicalidad que ofrece este álbum, tiene que ver con la producción, ya que el buen sonido aquí es condición necesaria para que todo el conjunto demuestre la importancia de las composiciones. Aquí no hay digitaciones rápidas realizadas con el objetico de presumir, no necesitan demostrar lo virtuosamente técnicos que los músicos pueden ser.
Esta banda como una pequeña orquesta en la variedad de sonidos que producen y donde cada músico ejecuta su rol en el momento en que se lo necesita. El bajo hace un excelente trabajo para dar una fuerte base a la música; los instrumentos de viento son espectaculares para establecer el tono; la guitarra eléctrica se toca muy bien dando el alcance más duro, el violín juguetea alrededor de todo esto cerando su original sonido. En general, el resultado final tiene un efecto sinérgico que te deja muy impresionado por el nivel de maestría musical y de las habilidades compositivas de esta gente.
En resumen, este álbum es una maravillosa fusión entre lo viejo y lo nuevo. Trae un sonido refrescante, y es una gran alegría para aquellos amantes del rock sinfónico que aprecian una melodía bien compuesta con músicos de raíz académica y empleando una variada instrumentación. Aunque, mejor dicho, es una excelente opción para cualquiera que disfrute de la buena música!
Un gran disco, muy pero muy recomendado. Yo diría que imperdible, y otra muestra de la riqueza que nos depara explorar en los terrenos donde la música se crea desde lo mejor del arte.
Y para cerrar el tema, vamos a traer el comentario de nuestro eterno comentarista involuntario de siempre, que brinda una visión más detallada de esta obra de arte en formato musical:
El espacio de bandcamp donde pueden escuchar y, si quien, comprar la versión digital de esta belleza, está acá, y la verdad que vale mucho la pena:
https://oaksenham.bandcamp.com/releases
Esto es un disfrute para el alma... no te lo pierdas...
Lista de Temas:
1. Death Penalty
2. Winter Maid
3. Storm in the Crown
4. Snow
5. Oakwood
6. Moonage
7. Adventures of the Violet
8. Maid in Fugue
9. Muse
10. Afterdeath Fantasy
Alineación:
- Vahagn Papayan / Bass Guitar
- Ashot Korganyan / Drums
- Vardan Gasparyan / Electric and Acoustic Guitars
- Vardan Harutyunyan / Keyboards, Grand Piano, Electronic Effects (6)
- Aram Asatryan / Violin
Special guests:
Shushan Petrosyan - Vocals (4,9)
Valery Tolstov - Flute (6)
Andranik Kochar - Bassoon (6)
Artista: Oaksenham
Álbum: Upon All The Living And The Dead
Año: 2018
Género: Rock sinfónico
Duración: 59:42
Nacionalidad: Armenia
Cáguense de risa pero hay excelentes bandas en Armenia, varias de ellas no las presento porque solamente tengo cosas en mala calidad de sonido (alias MP3). Pero ya irán apareciendo de a poco...
A esta banda ya la conocía de su primer trabajo, que data del 2006 si mal no recuerdo, un trabajo muy lindo, interesante y agradable. Pero en este año se vienen con este "Upon All The Living And The Dead" que es un tremendo discazo. Y ya desde la tapa esto pinta lindo.
Estos tipos hacen una música muy inteligente, intrincada y llena de diversos estilos; mezclan folk, jazz, hard rock, clásica y sinfónica en una colección de canciones que fluyen muy bien y suenan melódicas y accesibles pero al mismo tiempo son extremadamente complejas. Esta es una música que es muy fácil para los oídos y que puede escucharse de fondo mientras estás haciendo cualquier cosa, pero se vuelve aún mejor cuando te ponés a escucharla con el volumen a full y con toda tu atención en ella, con su violín, la flauta y loa otros instrumentos que se le suman a los ya tradicionales del rock. La música tiene una sensación de Gentle Giant pero un toque más sinfónico y clásico.Y es que Oaksenham no tiene miedo de reconocer que Gentle Giant fue una gran inspiración para ellos, sino que también muestran similitudes con Gryphon, Camel, Kansas, King Crimson y Jethro Tull, y lo mejor de esta banda es que pueden usar esas influencias abiertamente y construir sobre ellas en lugar de simplemente copiarlos.
A pesar de las referencias a las formas medievales y la música folclórica de Europa del Este, este álbum suena extremadamente moderno y fresco, con una producción nítida. Lleno de energía y de ritmos con tiempos difíciles, arreglos muy imaginativos, no me queda otra que rogarles que los escuchen atentamente porque les van a dar un festín de buena música.
El resultado es la música muy rica y bellamente melódica, brindando un disco realmente asombroso. Y yo creo que deberías ascucharlo con mucha atención porque puede entrar en la lista de discos que te llevarías a una isla desierta. En ese caso, creo que este es uno de esos álbumes que deberías tener.
Y lo recomiendo tanto porque para mí, este tipo de música es irresistible.
¡Que cantidad de discos fantásticos estamos publicando últimamente!, a veces pienso en todo lo que va desfilando por el blog cabezón y no dejo de sorprenderme. Y antes de meternos de lleno en el disco quiero hacer algunas consideraciones iniciales, porque permiten entender mejor lo que aquí van a escuchar y disfrutar.
En los 70 y principios de los 90, la vida era fácil para los fanáticos del progresivo sinfónico, porque a pesar de las diferentes tendencias y estilos de los artistas, era fácil reconocer lo que hacían todas las bandas sinfónicas: su estructura estaba claramente orientada hacia la música académica con evidentes elementos provenientes del rock, algunas bandas quizás agregaron algo extra, pero siempre dentro de ciertos cánones.
A mediados de los años 90, esto comenzó a cambiar radicalmente, principalmente en la antigua Unión Soviética y Europa del Este, ya que aquellos niños que habían sido entrenados en la música clásica por el régimen comunista -no podemos dejar de citar casos como los conocidos Mini, After Crying y Solaris, entre tantos otros- descubrieron las posibilidades del rock mezclado con su identidad étnica y el estudio formal que habían recibido, por lo que estos músicos de formación clásica comenzaron a general un rock sinfónico distinto, con un claro toque folclórico y ubicándonse en los límites entre el folk y el rock sinfónico, y la música se hizo más rica que nunca.
Oaksenham es una de estas bandas, la música de la banda es una mezcla muy melódica de folk sinfónico y música armenia con toques de jazz. La verdad me costó mucho decidir si debían colocarse con el tag Sinfónico o Ecléctico debido a sus otros elementos. Al final los catalogué como sinfónicos y eclécticos, y también como folk progresivo, porque de eso tienen mucho.
Desde que se formó la banda, este es su tercer album de estudio, el primero fue el autoproducido "Woden's Eve Live" en 2002 y luego el "The Conquest of the Pacific" del que ya les hablé, que tuvo cierta repercusión en los círculos progresivos y fue lanzado por el sello francés Musea Records. Mucha gente quedó encantada con ese disco, y no me imagino lo que pensarán entonces de éste que presentamos a continuación.
Y ya que los estamos presentando en sociedad, les dejo un video de esos lejanos momentos en que la banda aceitaba sus engranajes. Escúchenlos en sus primeros tiempos.
Como pudiste darte cuenta en el último video, ya desde sus comienzos a este grupo no se lo podía comparar fácilmente con la mayoría de las demás agrupaciones. Su música incorporaba mucha flauta y cuerdas y vientos tradicionales, pero inclusico en sus distintas frecuencias logran coquetear esporádicamente con el hard rock y con el jazz, creando un clima que te lleva de la mano a través de múltiples paisajes; cada uno con un estado de ánimo diferente. A veces también presentaron varias capas superpuestas (generalmente entre los instrumentos de rock y los instrumentos tradicionales) y mostraron una variedad de conceptos musicales, por lo que es de destacar el nivel de composición que logran estos tipos. Ahora que lo pienso, quizás tengan más de un punto en común con los Bubu (de ayer y de hoy) del maestro Andeoli.
Esta banda es definitivamente progresiva en toda la extensión del término, y muestra una gran variedad de ideas musicales a lo largo de este álbum y de todos sus trabajos anteriores. El uso creativo de cada instrumento y la composición convierten a cada uno de sus trabajos en un álbum que debería ser escuchado por todos.
Y me dispongo a hablar más concretamente de este trabajo, pero antes les dejo otro video de estos armenios, pero ahora en vivo, y donde se los puede ver con toda su magia, ya cuando el proyecto estaba bien plasmado y sólido:
Maravillosos estos armenios, no? Entonces, comencemos a describir un poco este disco...
¿Alguna vez has escuchado un álbum donde el talento fluye de cada canción, desde comienzo del disco hasta su final? Este es uno de esos álbumes. Y ojo que no hablo solamente del talento en la interpretación, sino también (y creo que sobretodo) en el talento para componer rock progresivo instrumental, melódico y sofisticado, compuesto de componentes eléctricos, clásicos y étnicos o populares en su lugar de origen.
Entonces puedes sentir el fantástico aroma de unos músicos entrenados en la música clásica tocando rock progresivo sinfónico, pero al que le agregan muchos elementos de su música autóctona y popular. Esto es evidente en varios aspectos: a veces su música recuerda un conjunto de música de cámara, donde toman prestadas y adaptan melodías de Elgar y Purcell y le agregan estridencias eléctricas, batería, elementos de jazz y de puro rock, pero cuando te quieres dar cuenta parece que estás escuchando una agrupación folcklórica de Europa del Este, y todo perfectamente amalgamado. ¿No es todo eso maravilloso? Porque es en esa aparente contradicción donde resaltan las cualidades de su sonido. Esta tensión entre lo nuevo, lo clásico y lo popular de una exótica y lejana región.
En definitiva, es una excelente manera de construir no solamente un álbum sino además un estilo distintivo, integrar sonidos y enfoques distintos pero a la vez coherente. Todo eso hace el sonido de Oaksenham. Y es al pedo comenzar a describir el álbum nombrando cada cosa que sucede en cada tema, porque está todo tan bien hilvanado, tan bien contruído, que sus diez temas crean un continuum y constituyen una misma cosa, tanto que el disco podría ser perfectamente una extensa suite de varias secciones. Y es aquí donde se nota que los músicos han pasado años (tengan en cuenta que su anterior trabajo discográfico data del 2006) componiendo, practicando, ensayando y ejecutando para dar nacimiento a esta maravillosa obra.
La música es precisa y efectiva; todo muy bien organizado, tanto que no hay mucho espacio para dar una forma libre de improvisaciones, pero gracias a ello el "todo" que compone el disco viaja a través de cada tema con facilidad y sutileza. Nada suena forzado o fuera de contexto y nada se deja librado al azar.
El sonido es cristalino; cada nota, cada movimiento se escucha bien y es muy fácil de discernir. A partir de esta claridad es que podrás apreciar qué tan bien tocan (a pesar de que aquí no hay virtuosismo alguno), cuán precisos son sus tiempos y su interpretación y, sobre todo, te permite sumergirse en el océano musical que se ofrecen estos armenios, donde crean un sonido majestuoso que corresponde a composiciones de este calibre; donde cada tema una es un mundo propio que está conectado con el resto.
Bien compuesto, rico, sofisticado, homogéneo, ecléctico, todo ello conforma un trabajo que mantiene la atención del oyente y no decae en ningún momento. La fusión de lo eléctrico y lo acústico está muy bien hecha, la interacción entre los instrumentos es tan natural y hermosa que desearás que el disco no termine.
Un punto más es la excelente musicalidad que ofrece este álbum, tiene que ver con la producción, ya que el buen sonido aquí es condición necesaria para que todo el conjunto demuestre la importancia de las composiciones. Aquí no hay digitaciones rápidas realizadas con el objetico de presumir, no necesitan demostrar lo virtuosamente técnicos que los músicos pueden ser.
Esta banda como una pequeña orquesta en la variedad de sonidos que producen y donde cada músico ejecuta su rol en el momento en que se lo necesita. El bajo hace un excelente trabajo para dar una fuerte base a la música; los instrumentos de viento son espectaculares para establecer el tono; la guitarra eléctrica se toca muy bien dando el alcance más duro, el violín juguetea alrededor de todo esto cerando su original sonido. En general, el resultado final tiene un efecto sinérgico que te deja muy impresionado por el nivel de maestría musical y de las habilidades compositivas de esta gente.
En resumen, este álbum es una maravillosa fusión entre lo viejo y lo nuevo. Trae un sonido refrescante, y es una gran alegría para aquellos amantes del rock sinfónico que aprecian una melodía bien compuesta con músicos de raíz académica y empleando una variada instrumentación. Aunque, mejor dicho, es una excelente opción para cualquiera que disfrute de la buena música!
Un gran disco, muy pero muy recomendado. Yo diría que imperdible, y otra muestra de la riqueza que nos depara explorar en los terrenos donde la música se crea desde lo mejor del arte.
Y para cerrar el tema, vamos a traer el comentario de nuestro eterno comentarista involuntario de siempre, que brinda una visión más detallada de esta obra de arte en formato musical:
Hoy se da el turno de presentar al grupo armenio OAKSENHAM so pretexto del reciente lanzamiento al mercado de su nuevo disco “Upon All The Living And The Dead”, más exactamente, el pasado 20 de agosto. El quinteto conformado por Vahagn Papayan [bajo], Ashot Korganyan [batería], Vardan Gasparyan [guitarras eléctricas y acusticas], Vardan Harutyunyan [sintetizadores, piano de cola y efectos electrónicos] y Aram Asatryan [violín] se ha lucido a lo grande en éste, su segundo trabajo de estudio, el mismo que sucede a “Conquest Of The Pacific” (2006). La gente de OAKSEHAM se dedica a cultivar una modalidad ecléctica de rock progresivo sinfónico que también incorpora ocasionales elementos experimentales procedentes del jazz de avanzada de aquellos años 70s, de la vertiente pastoral del prog-folk y del chamber-rock en su faceta menos tenebrista. A lo largo del repertorio contenido en “Upon All The Living And The Dead”, el grupo ha contado con momentáneas colaboraciones de parte de Valery Tolstov a la flauta y Andranik Kochar al fagot en el sexto tema, Shushan Petrosyan al canto en los temas cuarto y noveno, y también en este último, el apoyo del Ensamble Vocal Geghard, conformado por las sopranos Anahit Papayan, Sona Varpetyan y Luisa Avagyan. La portada de por sí es mágicamente perturbadora: vemos a un ente semiantropomórfico con cuernos de alce, tal vez El Diablo mismo, presenciendo el arribo del barco del Holandés Volador... ¿o no será que El Diablo está dando la bienvenida a los tripulantes a su infernal guarida eterna? La portada es muy expresiva y, a la vez, tremendamente sugerente. El proceso de gestación de “Upon All The Living And The Dead” ha sido largo y lleno de postergaciones: con decir que el material nuevo fue grabado en dos estudios nacionales entre febrero y agosto del año 2012... sí, seis años atrás. Tolstov grabó sus aportes a la flauta en su estudio personal de la localidad suiza de Wintertour. Bueno, revisemos ahora los detalles del cosmos musical arropado bajo la antes descrita imagen de la portada.César Inca
Durando casi 5 minutos, ‘Death Penalty’ da inicio al álbum comenzando con un breve prólogo ceremonioso marcado por las parcas capas de órgano, para luego dejar que el ensamble completo se deje guiar por el violín en un cuerpo central signado por una sobria modalidad de expresionismo colorido. En algún momento emerge un interludio donde se agilizan un poco las cosas para ostentar un talante más festivo, pero, en general, es el aura de sobriedad quien impone su fulgor en la focalización del desarrollo melódico en curso. Luego sigue la dupla de ‘Winter Maid’ y ‘Storm In The Crown’, diseñada para que el grupo siga exhibiendo cómoda y solventemente su elegante visión del paradigma progresivo sinfónico. ‘Winter Maid’ es una pieza que brinda generosos espacios expresivos a ambientes bucólicos merced a la fuerte presencia de la guitarra acústica dentro del entramado global, aunque también cabe resaltar que los ornamentos de los teclados aportan una serena fastuosidad al asunto, así como que la dupla rítmica se encarga de generar recursos de refinada vitalidad al esquema musical de la pieza. La estrategia compositiva se basa en el dimorfismo entre guitarra y teclado, dejando que las bases armónicas revelen gradualmente la calidez melódica que se nos brinda liberalmente aquí. La sucesión de solos de sintetizador, violín y guitarra eléctrica está pulcramente organizada. Por su parte, ‘Storm In The Crown’ se enfila hacia una excelsa exploración de laboriosidades manieristas y vibraciones románticas, logrando así un cristalino equilibrio entre lo sereno y lo denso durante la exposición y el afianzamiento del muy vitalista motif central. Tenemos aquí, en nuestra humilde opinión, un cénit decisivo del disco. ‘Snow’ da un viraje hacia áreas introspectivas del arte del sonido con un desarrollo temático, siendo así que los galantes arreglos melódicos organizados por los instrumentos en sus delicadas interacciones y el no menos delicado canto femenino despliegan una aureola de cándida serenidad, algo que casi raya en la cristalina fragilidad de un espíritu contemplativo que se siente absorbido por una idea silenciosamente abrumadora.
‘Oakwood’, que dura casi 7 ¾ minutos, cierra la primera mitad del disco para exhibir un retorno al modus operandi de la tercera pieza del álbum: en abierto contraste con la canción inmediatamente precedente, esta pieza exhibe un magnífico fulgor donde los diversos ejes temáticos que se van hilando a lo largo y ancho del ambicioso esquema melódico articulan una sabia mezcla de vigor y preciosismo. La garra que adquiere la guitarra cuando se encara al violín en una gallarda disputa por la asunción del rol protagónico dentro del bloque sonoro integral se resuelve en un poderoso diálogo que se sucede con un contundente solo de sintetizador. Sinfonismo en su más pura expresión, un cénit absoluto del álbum. La pieza encargada de inaugurar la segunda mitad del repertorio es ‘Moonage’, la cual, a través de su espacio de más de 6 ¾ minutos, exhibe una mágica gracilidad musical en torno al equilibrio entre el prog-folk y el sinfonismo donde se alternan climas primaverales sobriamente luminosos con otros un poco más densos cuyo talante otoñal se desarrolla con una muy pulida sutileza. Lo que apreciamos aquí es casi como una cruza entre los ISILDUR’S BANE pre-1998, THE ENID y la faceta más suntuosa de unos PREMIATA FORNERIA MARCONI (su etapa 1972-4). La guitarra acústica está a cargo de sustentar la mayor parte de las bases armónicas mientras la dupla rítmica asume un rol crucial durante el surgimiento de las diversas secciones claramente diferenciadas entre sí. Con el arribo de Adventures Of The Violet’ (tema que dura poco menos que el anterior), el ensamble se embarca en un viaje jazz-rockero patentemente inspirado en las facetas más refinadas de la escena fusionesca de los 70s (pensamos en JEAN-LUC PONTY). El groove general de la pieza es llamativo mientras preserva un tenor delicado; es un tema bastante bello que continúa por la senda expresionista del precedente mientras baja un poco la dosis de fastuosidad. La relativamente breve pieza ‘Maid In Fugue’ es una elaborada fuga académica en clave rockera que se inicia con el bajo, y, de hecho, hay cierto protagonismo de este instrumento a través de los menos de tres minutos que dura el tema en cuestión. El encuadre empleado aquí nos recuerda al de la primera pieza del álbum.
Nos acercamos al final del disco cuando llega el turno de ‘Muse’, tema que dura poco más de 9 minutos. Este tema nos remite inicialmente a un equilibrado híbrido de CAMEL y GENESIS con la incorporación de ciertas afinidades con la escuela prog-sinfónica mediterránea. También notamos coincidencias estilísticas con los respectivos paradigma de los brasileños QUATERNA RÉQUIEM y los japoneses de THE EARTH EXPLORER. Cuando emerge la sección cantada, también se incorporan algunos elementos jazzeros en el groove así como en el manejo del desarrollo melódico, con lo cual la pieza asume un enriquecimiento crucial en su esquema de trabajo Algunos ornamentos de teclado a lo GENTLE GIANT, algunos quiebres rítmicos que nos hacen recordar a FROGG CAFÉ y a INTERPOSE por allá - todo está manejado con impoluta soltura. El broche del álbum llega de la mano de ‘Afterdeath Fantasy’, cuyo breve prólogo de piano se engarza a la perfección con el swing que marcaba el epílogo de ‘Muse’, mas queda claro que el grupo ha diseñado la ocasión para que el disco concluya con un frontal talante sinfónico. Prácticamente, lo que disfrutamos en ‘Afterdeath Fantasy’ es una síntesis de las atmósferas y recursos melódicos de los temas #1, #3 y #5, traduciéndose ella en una manifestación de gracia épica. Todo esto fue lo que se nos ha brindado en la experiencia de “Upon All The Living And The Dead”, un disco fenomenal y fastuoso que encarna un testimonio de inspirada grandilocuencia progresiva para el año 2018. El colectivo armenio de OAKSENHAM se ha lucido a lo grande en esta oda musical a la dualidad vida-muerte, por lo que solo nos queda en estas palabras finales recomendar el disco en cuestión al 200%... ¿o tal vez 300%?...
El espacio de bandcamp donde pueden escuchar y, si quien, comprar la versión digital de esta belleza, está acá, y la verdad que vale mucho la pena:
https://oaksenham.bandcamp.com/releases
Esto es un disfrute para el alma... no te lo pierdas...
Lista de Temas:
1. Death Penalty
2. Winter Maid
3. Storm in the Crown
4. Snow
5. Oakwood
6. Moonage
7. Adventures of the Violet
8. Maid in Fugue
9. Muse
10. Afterdeath Fantasy
Alineación:
- Vahagn Papayan / Bass Guitar
- Ashot Korganyan / Drums
- Vardan Gasparyan / Electric and Acoustic Guitars
- Vardan Harutyunyan / Keyboards, Grand Piano, Electronic Effects (6)
- Aram Asatryan / Violin
Special guests:
Shushan Petrosyan - Vocals (4,9)
Valery Tolstov - Flute (6)
Andranik Kochar - Bassoon (6)
Esta banda es maravillosa, yo he conseguido "Conquest of the pacific" y me fanatizó. ¿Es posible descargar este material que comentas? Saludos.
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