Skip to main content

La Uberización del Mundo


"Silicon Valley al rescate del neoliberalismo" es el copete de esta nota que copio de la edición digital de Le Monde diplomatique y que forma parte de una edición especial sobre "EL MUNDO EN CRISIS". Me parece imperdible

Al convertir a particulares con vehículo en choferes ocasionales sin estatuto, la sociedad Uber no sólo logró enfurecer a los taxistas profesionales de distintas partes del mundo: su nombre simboliza hoy el vínculo entre las nuevas tecnologías y la precarización laboral. El éxito de los gigantes de Silicon Valley va de la mano de una ola de desregulaciones.

Con referencia a Uber, hay que comentar que su sucudón ya llegó a la Argentina y está generando miedo y preocupación entre los empleados y agencias de taxis y remises. Bien a tono con el tono neoliberal que ya campea en nuestro país, nos metemos de lleno en la revolución neoliberal que promete liderar nuestras vidas pero nunca liberarlas.

Hace ya casi diez años que somos rehenes de dos conmociones. La primera es producto de Wall Street; la segunda, de Silicon Valley. Uno y otro se complementan de maravillas en el papel del policía malo y el policía bueno: Wall Street predica la penuria y la austeridad; Silicon Valley exalta la abundancia y la innovación.

Primera conmoción: la crisis financiera mundial, que terminó en un salvataje del sistema bancario, transformó al Estado social en un campo de ruinas. El sector público, última muralla contra las avanzadas de la ideología neoliberal, quedó mutilado, o incluso completamente aniquilado. Los servicios públicos que sobrevivieron a los recortes presupuestarios tuvieron que aumentar sus tarifas o se vieron obligados a experimentar nuevas tácticas de supervivencia. Así, algunas instituciones culturales, a falta de una solución mejor, debieron apelar a la generosidad de los particulares recurriendo al financiamiento participativo: como las subvenciones públicas desaparecieron, no les quedó más elección que entre el populismo de mercado o la muerte.

La segunda conmoción, en cambio, es bastante bien vista. En este caso, en el que se trata de digitalizarlo todo y conectarlo todo a Internet –un fenómeno perfectamente normal, según los inversores capitalistas–, las instituciones deben escoger entre la innovación o la muerte. Silicon Valley asegura que la magia de la tecnología va a deslizarse muy naturalmente hasta el más mínimo rincón de nuestras vidas. Oponerse a la innovación equivaldría entonces a renunciar a los ideales de la Ilustración: dirigentes de Google y de Facebook, Larry Page y Mark Zuckerberg serían los Diderot y los Voltaire de nuestro tiempo, reencarnados en empresarios tecnófilos y asociales.

Pero se ha producido un fenómeno extraño: llegamos al punto de creer que la segunda conmoción no tenía nada que ver con la primera. Así se ha podido presentar el auge de los cursos en línea (los MOOC: Massive Open Online Courses) sin hacer referencia a las reducciones presupuestarias que, al mismo tiempo, golpeaban a las universidades. ¡No, la fiebre de los MOOC no era más que la consecuencia natural de la innovación promovida por Silicon Valley! Los hackers, convertidos en empresarios, decidieron “revolucionar” la universidad como antes habían trastornado los campos de la música y el periodismo.

De la misma manera, hacemos como si no existiera ningún vínculo entre, por un lado, la multiplicación de las aplicaciones concebidas para seguir nuestro estado de salud y, por el otro, los problemas que una población que envejece, que ya padece de obesidad y otras enfermedades, plantea a un sistema de salud fragilizado: no, este último atraviesa nomás su “momento Napster” (1). Abundan los ejemplos de este tipo, que muestran que el relato apologético de la conmoción tecnológica ha eclipsado aquel, mucho más deprimente, de la conmoción política y económica.

Un perfil monetizable

Ahora bien, hay que subrayar que estos dos fenómenos están entrelazados, y que el telón de fondo del evangelio de la innovación no es nada reluciente. Ejemplo en Barcelona: como muchas instituciones culturales españolas, un club de stand-up (unipersonal humorístico), el Teatreneu, sufría un descenso de público desde que el gobierno, buscando desesperadamente cubrir sus necesidades de financiamiento, había decidido aumentar el impuesto sobre las ventas de entradas del 8% al 21%. Los administradores del Teatreneu encontraron entonces una solución ingeniosa: asociándose con la agencia de publicidad Cyranos McCann, equiparon el respaldo de cada sillón con tabletas último modelo capaces de analizar las expresiones faciales. Con este nuevo formato, los espectadores pueden entrar gratuitamente pero deben pagar 30 centavos por cada risa reconocida por la tableta, fijando la tarifa máxima en 24 euros (o sea, 80 risas) por espectáculo. Consecuencia, el precio promedio de la entrada aumentó 6 euros. Una aplicación móvil facilita el pago. Además, se puede compartir con los amigos selfies de uno mismo riéndose a carcajadas. El camino de la diversión a lo viral nunca fue tan corto.

Desde el punto de vista de Silicon Valley, éste es un ejemplo perfecto de “conmoción” positiva: la proliferación de los sensores inteligentes conectados a Internet crea nuevos modelos de empresas y nuevas fuentes de ingresos. Además, genera numerosos usos entre los intermediarios, fabricantes de materiales o creadores de softwares. Nunca fue tan sencillo comprar servicios y productos: nuestros smartphones se encargan de hacerlo por nosotros. Pronto, nuestros documentos de identidad podrán hacer lo mismo: MasterCard ya firmó un acuerdo con el gobierno nigeriano para lanzar un documento de identidad que también funciona como tarjeta de crédito.

Para Silicon Valley, no se trata en este caso más que de una innovación tecnológica. Se trata de “revolucionar” el dinero líquido. Si bien esta explicación puede satisfacer, e incluso atraer, a empresarios e inversores de riesgo, ¿por qué todo el mundo debería aceptarla sin discusión? Hay que estar totalmente enceguecido por el amor a la innovación –la verdadera religión de nuestro tiempo– para no ver su verdadero precio: el hecho de que el arte se ha vuelto más caro. Este cuadro tecnocéntrico, al disimular la existencia de la conmoción financiera, oculta la naturaleza y las razones de las transformaciones en curso. Regocijémonos de poder comprar más, y con mayor facilidad. Pero ¿acaso no debemos preocuparnos de que, gracias a esta misma infraestructura, también es infinitamente más fácil debitar de nuestra cuenta bancaria?

Sin lugar a dudas, se puede ganar bastante dinero “revolucionando” el efectivo. Pero, ¿es realmente deseable? El dinero líquido, que no deja huellas, representa una barrera significativa entre el cliente y el mercado. La mayoría de las transacciones efectuadas en papel moneda son singulares, en el sentido de que no están vinculadas unas a otras. Cuando uno paga con su teléfono móvil, o su selfie es registrada para la posteridad, o incluso compartida en una red social, se produce una huella que los publicitarios y otras empresas son capaces de explotar.

De hecho, no es fortuito que una compañía publicitaria esté en el origen de la experiencia: el registro de cada transacción es un buen medio para recuperar datos que servirán para personalizar la publicidad (2). Lo que significa que nuestras transacciones electrónicas nunca están realmente terminadas: los datos que generan permiten no sólo seguirnos de cerca, sino también establecer un lazo entre actividades que tal vez preferiríamos que permanecieran separadas. De repente, nuestra velada divertida en un club de stand-up se vincula con los libros que compramos, con los sitios que frecuentamos, con los viajes que efectuamos, con las calorías que quemamos. En suma, con las nuevas tecnologías todas nuestras andanzas se integran en un perfil único monetizable y optimizable.

Los datos, un recurso preciado

Si bien esta conmoción pasa por la tecnología, sus orígenes están en otra parte. Favorecida por las crisis políticas y económicas, tendrá una profunda incidencia en nuestro modo de vida y nuestras relaciones sociales. Parece difícil preservar valores como la solidaridad en un medio ambiente tecnológico fundado en experiencias personalizadas, individuales y únicas. Silicon Valley no miente: nuestra vida cotidiana se encuentra sin duda alguna revolucionada; pero por fuerzas mucho más solapadas que la digitalización o la conectividad. El fetiche de la innovación no debe servir de pretexto para que soportemos el costo de las recientes turbulencias económicas y políticas.

Esto lo comprendieron los choferes de taxi enfrentados con el poderoso ascenso de Uber, una empresa que propone a particulares que buscan un ingreso adicional transformar su vehículo en taxi y conectarlos con clientes. Contra la pared, los profesionales protestaron. Como las autoridades de regulación, de India a Francia, se enfrentaban con Uber, esta empresa californiana se lanzó a una operación de seducción. Sus dueños, que fueron tan virulentos y sordos ante las críticas, ahora gritan alto y claro que hay que regular el sector. También parecen haber comprendido por qué su empresa es un blanco fácil: sus prácticas son simplemente demasiado infames. El pasado invierno boreal, bajo el fuego nutrido de las críticas, Uber debió renunciar a hacer pagar a los clientes tarifas exorbitantes cuando la demanda aumentaba en horas pico. Pero no es todo. En un genial golpe publicitario, también propuso a uno de sus adversarios más feroces, la ciudad de Boston, acceder al tesoro que constituyen los datos (anónimos) relativos a los itinerarios, para ayudarla a limitar los embotellamientos y mejorar el ordenamiento urbano. Por supuesto, es una mera coincidencia que el Estado de Massachusetts, donde se encuentra Boston, haya recientemente reconocido las plataformas de utilización compartida de los taxis como un medio de transporte legal, eliminando así uno de los principales obstáculos que enfrentaba Uber…

Uber se inscribe en la estela de start-ups más modestas que hacen sus datos accesibles a los urbanistas y a las municipalidades. Y estas últimas se muestran encantadas de afirmar que, con estas informaciones, el ordenamiento urbano se volverá más empírico, más participativo, más innovador. En 2014, la dirección de transportes públicos de Oregón firmó un acuerdo con Strava (una aplicación para smartphones muy popular que sigue los movimientos de los corredores y los ciclistas) y pagó una fuerte suma para acceder a los datos referentes a los itinerarios tomados por los ciclistas usuarios de la aplicación, con el objeto de mejorar las pistas para ciclistas y concebir trayectos alternativos.

El hecho de que Uber aparezca como un reservorio de datos indispensables para los urbanistas es plenamente acorde a la ideología solucionista de Silicon Valley, que consiste en resolver de urgencia por vía digital problemas que no se plantean, o no lo hacen en esos términos. Como las empresas tecnológicas acapararon uno de los más preciosos recursos actuales, los datos, ganaron influencia sobre municipalidades tan desprovistas de dinero como de imaginación, y pueden erigirse en salvadores benevolentes de los monótonos burócratas que pueblan las administraciones.

El problema es que las ciudades amigables con Uber corren el riesgo de desarrollar una dependencia excesiva de sus flujos de datos. ¿Por qué aceptar que la empresa se vuelva el único intermediario en la materia? En vez de dejarla aspirar la totalidad de las informaciones relativas a los desplazamientos, las ciudades deberían tratar de obtener esos datos por sus propios medios. Luego podrían autorizar a las empresas a utilizarlos para implantar sus servicios. Si Uber se muestra tan eficaz es porque controla la fuente de producción de los datos: nuestros teléfonos le dicen todo cuanto necesita saber para planificar un itinerario. Pero si las ciudades tomaran el control de esos datos, la empresa, que no posee casi ningún activo, no alcanzaría los 40.000 millones de dólares de su valuación actual. Cabe dudar que sea tan costoso concebir un algoritmo capaz de relacionar la oferta y la demanda… Sin duda bajo la presión de las compañías de taxis, ciudades como Nueva York y Chicago parecen haber comprendido finalmente que había que reaccionar: una y otra intentan lanzar una aplicación centralizada, capaz de enviar taxis tradicionales con la eficacia de Uber. Además de contrarrestar el dominio de esta última, el programa impedirá que los datos referentes a los itinerarios se conviertan en una mercancía costosa, que las ciudades deban comprar.

Crítica del solucionismo

Pero el verdadero desafío consiste en saber cómo hacer funcionar esas aplicaciones con otros modos de transporte. La visión de Uber emerge ahora con claridad: usted lanza la aplicación en su teléfono y un auto viene a buscarlo. Decir que esto no revela una imaginación desbordante estaría mucho más allá de la realidad. Este enfoque funciona en Estados Unidos, donde casi no se camina y donde los transportes públicos son la mayoría de las veces inexistentes. Pero, ¿por qué este modelo debería replicarse en el resto del mundo? El hecho de que la caminata no le reporte nada a Uber no obliga a excluir ese modo de locomoción. La crítica del solucionismo se aplica aquí a la perfección: no sólo éste ofrece una definición demasiado estrecha de los problemas sociales, sino que por lo general lo hace en términos que benefician ante todo a los creadores de la “solución”.

Imagínese que la aplicación desarrollada por su municipalidad pueda informarle de todas las posibilidades de transporte de que dispone (con exclusión de Uber): usted podría tomar la bici que lo espera en la esquina, subir a un minibús cuyo itinerario estuviera adaptado a su destino y al de los otros pasajeros, luego caminar el resto del trayecto para saborear los encantos del mercado del barrio. Algunas ciudades ya lanzaron proyectos semejantes. Helsinki, en colaboración con la start-up Ajelo, creó Kutsuplus, fascinante cruza de Uber y un sistema de transportes públicos tradicional. Los pasajeros ordenan un transporte en su teléfono y la aplicación calcula el mejor medio de conducir a destino a todo el mundo, a partir de datos en tiempo real. También ofrece una estimación del tiempo de trayecto, con Kutsuplus como con otros modos de transporte.

El éxito de proyectos como éste depende de varios factores. En primer lugar, las municipalidades no deben considerar a Uber como el único medio de mejorar la eficacia de los transportes públicos, y mucho menos de reducir los embotellamientos (se puede estar seguro de que los datos que suministra jamás indicarán que hacen falta menos taxis y más pistas para ciclistas o vías peatonales). Luego, los combates relativos a los servicios públicos serán ganados por aquellos que posean los datos y los sensores que los producen. Si se deja todo eso a Uber –o, peor aun, a las empresas de tecnología gigantes que buscan acaparar una parte del jugoso mercado de las “ciudades inteligentes”–, nos estaríamos privando de experimentaciones que permitirían que las colectividades organicen sus transportes como lo deseen.

La asociación entre Uber y la ciudad de Boston suscita además una cuestión política: ¿es posible autorizar a Uber a “poseer” los datos de sus clientes, sea que los utilice como una ventaja a su favor en sus negociaciones con las municipalidades o que simplemente quiera venderlos al mejor postor? Uber, sin haberle realmente formulado la pregunta a nadie, respondió por la afirmativa. Como Google y Facebook lo habían hecho anteriormente.

No obstante, la realidad es más matizada, particularmente porque los sensores integrados en las infraestructuras públicas pueden reproducir esos datos con bastante facilidad. Imaginen lo que sería capaz de hacer una red que combine lectores automáticos de patentes, rutas y semáforos inteligentes: podría localizar y seguir a los vehículos Uber exactamente como lo hacen los smartphones de sus conductores y pasajeros. No se trata de predicar un refuerzo de la vigilancia, sino simplemente de subrayar que Uber pretende ser propietario de datos que no le pertenecen.

No porque Uber venga de California –región conocida por la pobre calidad de sus transportes públicos– uno debe creer que los vehículos individuales a motor son el futuro de los transportes. Desgraciadamente es lo que podría ocurrir a causa del descenso de las inversiones en las infraestructuras públicas. La solución sería restablecerlas y, para ello, combatir las políticas de recortes presupuestarios.

1. Nombre del sitio de distribución de archivos musicales cuyo éxito, a comienzos de los años 2000, había sembrado el pánico en la industria discográfica.
2. Véase Marie Bénilde, “La traque méthodique de l’internaute révolutionne la publicité”, Le Monde diplomatique, París, noviembre de 2013.



Evgeny Morozov

Comments

Lo más visto de la semana pasada

David Gilmour - Luck and Strange (2024)

Una entrada cortita y al pie para aclarar porqué le llamamos "Mago". Esto recién va a estar disponible en las plataformas el día de mañana pero ya lo podés ir degustando aquí en el blog cabeza, lo último de David Gilmour de mano del Mago Alberto, y no tengo mucho más para agregar. Ideal para comenzar a juntar cositas para que escuchen en el fin de semana que ya lo tenemos cerquita... Artista: David Gilmour Álbum: Luck and Strange Año: 2024 Género: Rock Soft Progresivo / Prog Related / Crossover prog / Art rock Referencia: Aún no hay nada Nacionalidad: Inglaterra Lo único que voy a dejar es el comentario del Mago... y esto aún no existe así que no puedo hablar de fantasmas y cosas que aún no llegaron. Si quieren mañana volvemos a hablar. Cae al blog cabezón, como quien cae a la Escuela Pública, lo último del Sr. David Gilmour (c and p). El nuevo álbum de David Gilmour, "Luck and Strange", se grabó durante cinco meses en Brighton y Londres y es el prim

Isaac Asimov: El Culto a la Ignorancia

Vivimos una época violenta, muy violenta; quizás tan violenta como otras épocas, sin embargo, la diferencia radica en que la actual es una violencia estructural y mundial; que hasta la OMS retrata como "epidemia mundial" en muchos de sus variados informes de situación. En ese engendro imperial denominado (grandilocuentemente) como "el gran país del norte", la ignorancia (junto con otras bestialidades, como el supremacismo, el racismo y la xenofobia, etc.) adquiere ribetes escandalosos, y más por la violencia que se ejerce directamente sobre aquellos seres que los "ganadores" han determinado como "inferiores". Aquí, un texto fechado en 1980 donde el genio de la ciencia ficción Isaac Asimov hace una crítica mordaz sobre el culto a la ignorancia, un culto a un Dios ciego y estúpido cual Azathoth, que se ha esparcido por todo el mundo, y aquí tenemos sus consecuencias, las vivimos en nuestra cotidaneidad. Hoy, como ayer, Cthulhu sigue llamando... ah,

King Crimson - Red (Elemental Mixes) (1974 - 2024)

Y para empezar la semana siempre vamos con algo bueno ¿Y qué decir de esto que ahora nos trae El Mago Alberto?, tenemos uno de los disco claves del Rey Carmesí con temas inéditos, y me copio de uno de los comentarios de esta entrada: "El último gran álbum de los mejores King Crimson, los de la década de los ’70, veía la luz en aquel Noviembre de 1974. "Red" nacía proyectando su propia sombra densa, vestida de elementos de su sinfónico pasado, de un oscuro y rauco jazz y del naciente heavy metal, marcado este último por las distorsionadas guitarras y sus pétreos riffs, que dieron una visión un tanto peculiar de aquel primogénito del Hard Rock desde el especial prisma de Robert Fripp. (...) Este álbum sin duda marcó un antes y un después en la carrera de la banda, pues tras 7 años de silencio después de "Red", la banda volvió entrados los ’80 con otra onda completamente distinta, otra visión y concepción de su sonido, sonando también interesantes y originales, pe

Bill Bruford - The Best of Bill Bruford The Winterfold & Summerfold Years (2024)

Empezamos la semana con la nueva versión del "Red" de King Crimson, seguimos luego con Bill Bruford´s Earthworks y parece que seguimos en la misma onda porque ahora presentamos, gracias al Mago Alberto, algo recién salido del horno: "The Best of Bill Bruford The Winterfold & Summerfold Years", que no otra cosa que una retrospectiva completa que cubre amplias franjas del trabajo del legendario baterista, desde su homónima banda de jazz-rock hasta la encarnación final de su célebre banda de jazz Earthworks, un conjunto de tres discos que está lleno de numerosas colaboraciones; su compañero de Yes Patrick Moraz, el pianista holandés Michiel Borstlap, Luis Conte, Chad Wackerman y Ralph Towner, entre otros. Artista: Bill Bruford Álbum: The Best of Bill Bruford The Winterfold & Summerfold Years Año: 2024 Género: Jazz Rock /  Fusion Referencia: Link a Discogs, Bandcamp, Youtube, Wikipedia, Progarchives o lo que sea. Nacionalidad: Inglaterra Ante

Alejandro Matos - Carnaval De Las Víctimas (2024)

Tras el impresionante "La Potestad" en el 2015, y casi diez años después llega el nuevo y  magnífico álbum del multiinstrumentista Alejandro Matos "Carnaval De Las Victimas", otro trabajo de primer nivel que para constatarlo se puede ver simplemente el lugar que ocupa en Progarchives, dentro de los mejores discos del este año 2024 a nivel mundial, y con eso ya nos damos una idea de la valía de este nuestro trabajo, donde Alejandro Matos se ocupa de todos los instrumentos salvo la batería, conformando un trabajo oscuro, cinematográfico, elegante y ambicioso, y toda una reflexión sobre los tiempos que corren, en base a buenos riffs y melodías cautivadoras, hasta su bucólica y triste belleza. Un trabajo que llevó tres largos años, que cursa su travesía desde un medio tiempo en casi toda su extensión y se escucha como un oscuro regalo de los dioses... o de los demonios, uno vaya a saber, pero que definitivamente tenemos que recomendar al selecto público cabezón. Ide

El Ritual - El Ritual (1971)

Quizás aquellos que no estén muy familiarizados con el rock mexicano se sorprendan de la calidad y amplitud de bandas que han surgido en aquel país, y aún hoy siguen surgiendo. El Ritual es de esas bandas que quizás jamás tendrán el respeto que tienen bandas como Caifanes, jamás tendrán el marketing de Mana o la popularidad de Café Tacuba, sin embargo esta olvidada banda pudo con un solo álbum plasmar una autenticidad que pocos logran, no por nada es considerada como una de las mejores bandas en la historia del rock mexicano. Provenientes de Tijuana, aparecieron en el ámbito musical a finales de los años 60’s, en un momento en que se vivía la "revolución ideológica" tanto en México como en el mundo en general. Estas series de cambios se extendieron más allá de lo social y llegaron al arte, que era el principal medio de expresión que tenían los jóvenes. Si hacemos el paralelismo con lo que pasaba en Argentina podríamos mencionar, por ejemplo, a La Cofradía, entre otros muchos

King Crimson - Larks' Tongues In Aspic 50th Anniversary Edition Elemental Mixes (1973 - 2023)

Para ir cerrando la semana vamos con uno de los clásicos experimental de todos los tiempos, pero presentado de un modo nuevo gracias al Mago Alberto que se zarpa nuevamente para quemarla las válvulas a más de un cabezón, mientras que a algunos más les funde algunas lamparitas. Hablo de un álbum que rompió nuestra percepción del mundo de la música, donde Fripp, Bruford, Wetton, Cross y Muir crean un disco bisagra en la historia del Rey Carmesí, pero ahora en otra versión distinta a la que conocés, y sobre ello nos dice el Mago: "Una nueva edicion de Larks Tongues in Aspic commemorando los 50 años de la salida de esta enorme obra, y así como sucedió con RED nos encontramos con un nuevo lanzamiento con nuevas versiones y mezclas, esta vez a cargo de David Singleton, van a poder disfrutar también de versiones alternativas del mismo álbum. Cuando se lanzo este disco King Crimson rompió con todos los moldes existentes hasta el momento, la instrumentación era exquisita y la grabación era

The Alan Parsons Project - Pyramid (Super Edtion Deluxe) (2024)

Otro gran aporte del Mago Alberto, se trata del tercer álbum de Alan Parsons Project, pero ahora reeditado en este 2024. "Pyramid" fue un álbum conceptual centrado en las pirámides de Giza, que se grabó en los estudios Abbey Road con una variedad de vocalistas y músicos un conjunto de 4 CD que incluyen una nueva remasterización del álbum por Miles Showell y 67 temas adicionales, 54 de ellos inéditos, incluidas tomas descartadas de sesiones de estudio y demos de Eric Woolfson o "Songwriting Diaries", como se las conoce. Y lo presentamos basándonos en un comentario que nos dejó hace tiempo nuestro amigo El Canario, que como siempre se disfruta mucho. Que lo disfruten, tanto al texto como a esta nueva versión de este clásico. Artista:  The Alan Parsons Project Álbum:  Pyramid (edición remasterizada y ampliada, 2008) Año: 1978 - 2024 Género:  rock progresivo, rock sinfónico Duración: 1:03:40 Nacionalidad:  inglesa De todo lo que he escuchado de Alan Par

Solaris - Martian Chronicles III: I Or A.I. (2024)

Comenzamos la semana con más de 80 minutos del mejor progresivo sinfónico nuevamente de la mano de los húngaros Solaris, en otro capítulo de su ya famoso "Martian Chronicles", y en otro de los mejores discos del 2024, algo recién salido del horno que nos presenta el Mago Alberto. Todo un festín de buena música, desafiante, melódica, potente, con toda la pasta que estos tipos vienen imprimiendo a su música desde hace décadas, "Martian Chronicles III" se compone de largas suites, una marca registrada de Solaris que nunca ha dejado de lado, creando una obra maestra de la música actual que no podemos dejar de recomendarles encarecidamente. Artista: Solaris Álbum: Martian Chronicles III: I Or A.I. Año: 2024 Género: Rock sinfonico Duración: 41:37 + 39:43 Referencia: Discogs Nacionalidad: Hungría Recordamos que el primer "Martian Chronicles" apareció como su álbum debut en 1984 y causó sensación de inmediato, tanto que todavía se lo menciona

Charly García - La Lógica del Escorpión (2024)

Y ya que nos estamos yendo a la mierda, nos vamos a la mierda bien y presentamos lo último de Charly, en otro gran aporte de LightbulbSun. Y no será el mejor disco de Charly, ya no tiene la misma chispa de siempre, su lírica no es la misma, pero es un disco de un sobreviviente, y ese sobreviviente es nada más y nada menos que Charly. No daré mucha vuelta a esto, otra entrada cortita y al pie, como para adentrarse a lo último de un genio que marcó una etapa. Esto es lo que queda... lanzado hoy mismo, se suma a las sorpresas de Tony Levin y del Tío Franky, porque a ellos se les suma ahora el abuelo jodón de Charly, quien lanza esto en compañía de David Lebón, Pedro Aznar, Fito Páez, Fernando Kabusacki, Fernando Samalea y muchos otros, entre ellos nuestro querido Spinetta que presenta su aporte desde el más allá. Artista: Charly García Álbum: La Lógica del Escorpión Año: 2024 Género: Rock Referencia: Rollingstone Nacionalidad: Argentina Como comentario, solamente dejar

Ideario del arte y política cabezona

Ideario del arte y política cabezona


"La desobediencia civil es el derecho imprescriptible de todo ciudadano. No puede renunciar a ella sin dejar de ser un hombre".

Gandhi, Tous les hommes sont frères, Gallimard, 1969, p. 235.