Empezamos una semana corta pero que será muy jugosa musicalmente, presentando el último disco de una banda italiana, y aclaro que no es un disco cualquiera, es el segundo disco de la banda, después de que publicaran el clásico "Dedicato A Frazz" en 1973, y ahora, décadas después y con la esencia intacta donde el rock progresivo instrumental es el punto de partida para desplegar su música en momentos de hard rock, atmósferas de jazz e inspiraciones sabáticas que expanden el estilo original de la banda en múltiples caminos que siguen teniendo un mismo hilo conductor, aquel que hace más de cincuenta años lanzara el que sería uno de los clásicos del rock progresivo italiano. Así que comenzamos la semana con una gran sorpresa que será uno de los grandes discos de este año, pero esto está muy muy recomendado!
Artista: Semiramis
Álbum: La Fine Non Esiste
Año: 2024
Género: Rock progresivo italiano
Duración: 37:51
Referencia: Discogs
Nacionalidad: Italia
Frazz está lejos de estar muerto, y aunque han pasado décadas, la protagonista del primer concepto de Semiramis quiso volver a sacudir tímpanos y conciencias. De aquella primera banda sólo queda el líder pero la esencia está intacta: los ricos y vivos arreglos de una multitud de instrumentos desde el principio llevan a Semiramis a beber mucho de ese rock progresivo que los unió en los años 70s. Las seis canciones que componen el nuevo trabajo rechazan las barreras y miran hacia adelante, creando un sonido moderno y amplio mientras el título "El fin no existe" muestra una banda que en su parábola cumple con el título del disco.
Y vamos a comenzar con el primer comentario de terceros donde revisan el desarrollo musical, pero no sin antes hablar de su arte gráfico, donde muestra algunas figuras ¿serán los mismos músicos? en un espacio futurista, saltando y jugando en toda su extensión, y quizás eso retrate como nada a este trabajo.
En 1973 un grupo de jóvenes italianos de entre 16 y 17 años soltaban un mítico disco de progresivo que moldeaba las bases del heavy prog y redoblaba la apuesta con sonidos barrocos y renacentistas. Paolo Faenza, baterista de la banda en aquel debut “Dedicato A Frazz”, decidió cincuenta años después que un solo disco no iba a ser suficiente para encapsular la energía concentrada en Semiramis.
En su momento fue una banda fuertemente infravalorada y con una trágica historia; un proyecto fascinante que pudo haber resultado en la conformación de una banda emblemática solo habiendo tenido un tiempo de maduración. Tristemente, en el transcurso de una breve gira, por allí en el 74’ robaron a la banda la camioneta del tour con todo el equipamiento necesario para seguir tocando. Se intentó recaudar dinero con conciertos benéficos y otros eventos pero finalmente no fue posible reagrupar a Semiramis.
El destino de Michele Zarrillo, cantante y guitarrista del conjunto durante los 70’s fue volverse un verdadero popstar ganador del Festival della canzone italiana. Muy bien por él.
Por otro lado, la agrupación que hoy nos compete es absolutamente nueva, siendo Faenza el único miembro fundador aún involucrado con Semiramis.
“La fine non esiste” no tiene demasiado que ver con ese sonido clásico del del “Frazz”, tiene destellos eclécticos que repentinamente evocan esos estallidos adolescentes del debut pero mantiene en todo momento una altura mucho más evidente y un enfoque sonoro primordial. Con elementos marcados del hard rock y una estética sobria se nos presenta un disco de prog italiano clásico y de buen sonar.
Sin duda, sobresale la operática voz de Giovanni Barco y las guitarras de su hermano Emanuele, grácilmente acompañados por el órgano de Daniele Sorrenti. La construcción melódica de estas canciones es concreta y los contrapuntos son en todo momento una delicia. El maridaje entre los riffs que cada instrumento despliega es admirable, la guitarra acústica completa los eléctricos sintetizadores y las profusas guitarras sin mayor problema, generando un ambiente complejo y texturizado.
“In quel secondo regno” es un opener directo con un riff hard-rocker y cambios de compás constantes. Aires barrocos nos recuerdan a Gentle Giant y a la primera etapa de la banda. No esperan a mostrar los trucos, pues nos dejan un fantástico solo de guitarra y presentan de lleno las interesantes texturas de teclado.
En un inicio estruendoso “Cacciatore di ansie” mantiene una personalidad avasallante y creativa. Las líneas melódicas aún más claras que en la anterior composición hacen de este tema una escucha amigable y emocional, incluso siendo extremadamente progresivo. Un festival melódico que se ramifica en cada pilar de esta agrupación.
“Donna dalle ali d’acciaio” se presenta romántico e intimista. Las voces nos evocan por momentos a las interesantes narraciones de la banda Homunculus Res. Un repentino cambio despierta una sección progresiva impecable repleta de órgano hammond y una línea de bajo lúgubre y agresiva: en este tono nos mantenemos hasta el final, marchantes y explosivos.
Con unos campanazos nos recibe “Non chiedere a un Dio”. Otras dimensiones sonoras son exploradas a través de increíbles punteos a teclado y guitarra. Virtuosismo, pomposidad y la consolidación de una versátil composición polifónica. Secciones pastorales reducen la intensidad periódicamente que siempre reflota entre los teclados y las ominosas percusiones.
“Tenda Rossa” es una exposición claroscura de melodías. Impredecibles cambios de ritmo y armonía hacen de esta una de las composiciones más ominosas y modernas del disco.
Con el repiquetear de las distintas guitarras y la emocionante voz de Giovanni Barco nos despide el disco en “Sua Maestá il cuore”. Un track que contra todo pronóstico se transforma en una emocional balada a piano y voz. Cuando estalla la instrumentación en la coda nos recibe un clímax masivo más que necesario para cerrar este LP con la misma pasión que lo empezó.
Este es un disco retro ideal para los fanáticos del progresivo italiano de los 70’s, pero vale la pena escucharlo aunque no estemos familiarizados con el género. Es complicado ignorar la grandeza de esas guitarras pesadas y la destreza melódica de los instrumentistas. Es emocionante seguir escuchando sonar a estos gigantes y vivir el renacimiento del progresivo italiano de cerca, Museo Rosenbach, PFM, Banco, etc… Todos más que bienvenidos a regresar con música atemporal y legendaria.
Y la verdad, que este disco haya sido dado a la luz me resultó toda una sorpresa, ya que después de todo, los cinco miembros de aquel clásico Semiramis eran pibes adolescentes cuando lanzaron su clásica obra maestra del rock progresivo "Dedicato a Frazz" en 1973 y, como muchos otros álbumes ahora clásicos, fue un completo fracaso en el momento de su lanzamiento. Además de eso, ninguno de los miembros realmente continuó en el mundo de la música y pareció desaparecer en el éter tan rápido como emergió. Pero hoy en día todo parece que puede resucitar de entre los muertos, y es así que continuando con una formación completamente nueva rearmada por el baterista y vibrafonista Paolo Faenza quien no solamente resucitó el nombre de la banda sino que reunió una alineación completamente nueva (y obviamente más joven) de músicos ansiosos por dar rienda suelta a sus sonidos llenos de imaginería y buen gusto.
Pero como siempre digo, mejor que lo escuches con tus propios oídos.
Así que comenzamos la semana con una gran sorpresa que será uno de los grandes discos de este año, y ya lo presentamos en sociedad para que lo conozcan como se debe.
Antecedentes
El retorno de un clásico siempre será algo para celebrar como un ciclo que se completa, que encuentra su cierre final. Porque, a veces, es necesario que ocurra una explosión en el pasado, para que se puedan desarrollar los acontecimientos presentes, y así la música pueda volver a evolucionar, en un círculo interminable. O dicho de otra manera, «El fin no existe«; o eso es lo que nos quiere dejar muy en claro el retorno tras exactos 51 años de los geniales Semiramis.
Primero, un poco de historia. Originalmente, Semiramis inició sus actividades en 1970 llamándose “Ipotesi di una Metamorfosi”, conformados por Maurizio Zarrillo en los teclados y sus primos Marcello Reddavide y Memmo Pulvano en bajo y batería respectivamente –todos con quince años–; mientras que se sumaría a esa primera formación Maurizio Macos en la voz.
En 1972 el hermano de Maurizio, Michele Zarrillo (con 16 años), reemplaza a Macos y se hace cargo también de la guitarra –de la que ya era considerado un virtuoso– y cambian su nombre a esta mítica reina de Babilonia. Ese mismo año llegan a presentarse en el festival Villa Pamphili en Roma. En el año 1973 Paolo Faenza toma el lugar de Pulvano en la batería, y se suma asimismo Giampero Artegiani en guitarras y sintetizadores, ampliando el espectro sonoro de la banda.
Esta brillante alineación, lanzaría «Dedicato a Frazz«; uno de los discos conceptuales más logrados del rock progresivo italiano. Un trabajo de esos que se erigen como íconos de la era del prog rock itálico, pero así como un cometa, llegó, destelló, y se alejó hacia el cajón negro del vacío cósmico para no volver. O volver medio siglo después.
Los integrantes de Semiramis tomaron diferentes vías, siendo una de las más destacadas la de Michele Zarrillo, quien siguió su carrera de guitarrista de sesión y productor muy fructífera, tocando con auténticas estrellas del pop de la escena italiana como Laura Pausini.
51 años más tarde, 2024, el mundo es totalmente distinto; pero la escena prog italiana experimenta un resplandeciente nuevo resurgir de la mano de nuevos bríos y sangre joven para reverdecer los laureles de bandas tan brillantes como efímeras, tal como Cervello, Acqua Fragile, Alphataurus o Il Balleto di Bronzo que han visto algún tipo de actividad discográfica en los últimos años.
En el caso del Semiramis modelo 2024, seguimos contando con el ya legendario Paolo Faenza en las baquetas, más los nuevos integrantes de Marco Palma en guitarra acústica, Ivo Mileto en bajo, Giovanni Barco en voz, Daniele Sorrenti en teclados y sintetizadores, para cerrar con Emanuele Barco en guitarra eléctrica.
Con ideas que ya venían cuajando desde la primera reunión de la banda en 2018, y a partir de fructíferas sesiones de composición y grabación en 2023, tenemos hoy el flamante «La Fine Non Esiste«. Un trabajo de poco menos de 40 minutos de duración que no tiene ningún tipo de hilo conductor conceptual (al revés del mítico payaso de Frazz), sino que más bien cada pieza encapsula una historia en particular, narrada con mucha poesía italiana.
En 6 piezas, la banda nos ofrece una amalgama de sonidos progresivos italianos clásicos que abarcan desde atmósferas hard rockeras hasta elementos más introspectivos, con una muy lograda fusión de teclados, guitarras eléctricas y sintetizadores. El disco presenta composiciones dinámicas que van desde pasajes épicos y pesados hasta momentos cósmicos, todo ello respaldado por una sólida sección rítmica y una buena performance vocal de Giovanni Barco, con elementos narrados que nos da la sensación de estar asistiendo a una buena obra teatral.
Las canciones de «La Fine Non Esiste»
El disco comienza con los aires «Deep Purplerianos» e incluso «Riversidianos» de «In Quel Secondo Regno«, la cual es la versión en estudio de una pieza que ya venían interpretando en 2018 llamada «Mille Universi«, aparecida en el disco «Frazz Live«. La pieza intercala un buen riff de órgano y guitarra a la vieja escuela, con intermezzos más calmos, revelándose una gran fuerza vocal por parte de Giovanni Barco, unido a staccatos que nos rememoran definitivamente a la obra maestra de 1973.
«Cacciatore Di Ansie» es una de las piezas destacadas del álbum. Una excelente introducción muy proggy desemboca en una logradísima sección lenta donde reinan los sintetizadores y ambientes con abundantes cambios de tempo e intrigantes pasajes narrados que nos cuenta de un cazador de círculos que no tienen fin. Puro Semiramis, señores, en una épica que no habría desentonado en «Frazz», y que nos revela que la actual banda es muy respetuosa del legado de los 70′ de la agrupación original.
Una introducción de teclado y xilófonos anuncian la llegada de la animada, rockera y teatral «Donna Dalle Ali D’acciano«, llena de agresivas «puñaladas» de órgano Hammond y buenos riffeos por parte de Emanuele Barco en la eléctrica. Kudos también para los apropiados arreglos de doble bombo de Paolo Faenza.
«Non Chiedere A Un Dio«, una pieza de 2018 originalmente llamada «Morire per Guarire«, amanece con unos intrigantes arpegios acústicos y un cósmico sinte, para derivar en un potente arreglo con ese sabor amargo del buen prog. Destacamos los intermezzos oscuros y el pulsante Hammond que lleva la canción a un épico final.
«Tenda Rossa», es casi lo que podría estar escribiendo Opeth ahora mismo para su próximo disco. El excelente bajo de Mileto es la hamaca perfecta para los inteligentes y pesados arreglos de la banda; que sirve de introducción para un tremendo arranque vocal de Giovanni. Atención a la suerte de «bolero de Ravel» eléctrico que se despachan a partir de la segunda mitad de la pieza.
El final llega con «Sua Maestà Il Cuore«, el cual es un logrado hard rock en un extraño compás y buenos riffeos al unísono de guitarra y sinte. La segunda mitad contiene virtuosas interpretaciones de ambos hermanos Barco y buenos solos de teclado de Sorrenti que llevan al disco a una rockera conclusión.
Sin Fin
«La Fine Non Esiste» marca no solo el regreso discográfico triunfal de Semiramis, sino también un recordatorio de que el fin no es más que el comienzo de un nuevo ciclo. Con su respeto por el pasado y el puente que tienden hacia el presente, la banda continúa desafiando las convenciones y llevando la música progresiva italiana a las altísimas cumbres de calidad que nos tiene acostumbrados.
Compararlo como obra completa con relación a «Dedicato a Frazz» no tiene mucho sentido. Bandas y épocas diferentes. Lo importante, es que, definitivamente, «La Fine» es uno de los regresos más logrados de todo el ambiente del RPI actual.
Lo pueden escuchar desde su espacio en Bandcamp:
https://semiramisgroup.bandcamp.com/album/la-fine-non-esiste
Lista de Temas:
1. In Quel Secondo Regno (5:14)
2. Cacciatore di Ansie (6:34)
3. Donna dalle ali d'Acciaio (6:07)
4. Non Chiedere a un Dio (6:02)
5. Tenda Rossa (6:59)
6. Sua Maestà il Cuore (6:55)
Alineación:
- Giovanni Barco / vocals
- Emanuele Barco / electric guitars
- Marco Palma / acoustic guitars
- Paolo Faenza / drums, vibraphone
- Ivo Mileto / bass
- Daniele Sorrenti / keyboards, organs, synth, flute
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