Argentina bajo fuego. Mucho fuego. En la época del goce irrestricto queman campos en todo el país, queman indigentes que viven en situación de calle (denuncian al menos 14 crímenes de odio en 12 meses), se quema el sueldo por la inflación y de migrago no nos quemamos en un magnicidio milagrosamente fallado. La voluntad destructiva más profunda, la liberación de los impulsos más mortíferos, se ha vuelto moneda común en esta modernidad neofascista de todos los días. La "subjetividad troll" que amenaza con carbonizarnos como sociedad. ¿Somos conscientes de que hace días Majul le pidió a Macri que, en caso de volver a ser presidente, desate una represión feroz y llene de muertos las calles?, y para peor, Macri le contestó que efectivamente eso es lo que pretende hacer?. Otro capítulo más del suicidio nuestro de todos los días.
Jorge Foa Torres - Juan Manuel Reynares
"Lo importante no es el ‘llamado discurso del odio’, sino desentrañar cuáles son las condiciones del neoliberalismo para lograr con el odio la eficacia política de la que se nutren las ultraderechas".
Jorge Alemán
"...la violencia política en el país fue en ascenso, hasta culminar (en el sentido de la gravedad, no del fin de los episodios violentos) en el intento de asesinato de Cristina, y en nuevas amenazas de muerte contra ella. Eso, mientras la oposición niega de mil y una formas la gravedad de los hechos (intentando cuidar su quinta de votos psiquiátricos), y los medios -con Clarín a la cabeza- siguen alentando la violencia, mientras niegan toda responsabilidad en su generación, y en la proliferación de los discursos de odio."
La contradicción entre liberalismo y democracia fue llevada a sus extremos y vivimos las consecuencias, y no sólo el liberalismo sino el capitalismo mismo se enfrenta con su incompatibilidad con la democracia y la representatividad: hoy un un gobierno que supuestamente defiende los intereses del pueblo, viene aplicando el ajuste que aplicaría la derecha si gobernara.
En ese contexto y como sucede con la "política líquida" de nuestros tiempos, llegamos a la disolución de todos aquellos rasgos de humanidad que produjeron a la cultura tal como la conocimos. Hoy desde el espacio de Vidal o Larreta proponen una reforma laboral flexibilizadora que arrase con los derechos de los trabajadores.
"En el marco de la doctrina de la guerra de cuarta generación se busca a través de medios y grupos operativos de calle elevar las tensiones entre la población civil en coordinación con ataques mediáticos y judiciales. La “guerra de perros” donde se busca una escalada de violencia".
El "discurso de odio" no podría "sostenerse" (en el aire) por sí solo, si no se apoyara precisamente sobre su base. Siguen los incendios en todo el territorio argentino, Desde 2020, focos de incendios intencionales arrasan con los humedales y pastizales del país. Pero en las calles también hay fuego, muchas veces fuego cruzado, mientras los poderosos prenden más fuego, porque a río revuelto ganan siempre los mismos.
El huevo de la serpiente
"¿De dónde provienen las ideas correctas? ¿Caen del cielo? No. ¿Son innatas de los cerebros? No. Sólo pueden provenir de la práctica social... La existencia social de la gente determina sus pensamientos... En la práctica social, la gente se enfrenta con toda clase de luchas y extrae ricas experiencias de sus éxitos y fracasos..."
Mao
Dicho de otro modo y equiparando los sentimientos con las ideas, ni el Amor desciende de las alturas celestiales ni el Odio surge de las profundidades infernales. Ambos sentimientos y pensamientos son incorporados desde lo social a partir de lo cotidiano, de la experiencia diaria en nuestras relaciones sociales. Si desde la cima de la pirámide se impone un modelo socio económico que desecha la solidaridad en beneficio de un individualismo a ultranza las relaciones sociales se degradan, el egoísmo se exacerba y el sujeto social se difumina en millones de micro tribus que pujan por un lugar que permita sobrevivir en la selva social.
La idea de una construcción colectiva, de un camino común, se ha difuminado de tal forma que algunos grupos no solo no reconocen, no entienden la idea de lo grupal, sino que además odian toda forma y toda ideología que hable de lo común: partidos políticos, sindicatos, agrupaciones, hasta centros culturales. En ese marco de degradación y decadencia, prevalece el odio, la marginalidad, la tristeza y la desesperación. El Odio encuentra terreno fértil. Eso es lo que han logrado.
En uno de los pasajes de su libro Los orígenes del Totalitarismo, la filósofa alemana Hannah Arendt hace una reflexión sobre el desarrollo del antisemitismo y marca una diferencia sobre su despliegue en el ámbito político y en el social. Lo plantea como una paradoja: «El antisemitismo político se desarrolló porque los judíos eran un cuerpo separado, mientras que la discriminación social surgió a consecuencia de la creciente igualdad de los judíos respecto de los demás grupos».
En la Argentina hace varios años, pero en especial desde el triunfo de Mauricio Macri en las elecciones presidenciales del 2015, hay un creciente discurso que transforma en el chivo expiatorio, el culpable de los todos los males, al kirchnerismo como expresión política y a Cristina Fernández como su figura central.
El lawfare tiene una búsqueda de proscripción, pero también de aniquilación. Su objetivo es confirmar a través del Poder Judicial la maquinaria de odio que antes se despliega desde los medios del establishment. Este es el punto de contacto entre el aparato de propaganda antikirchnerista y el que desplegaba contra los judíos de Europa la maquinaria nazi. Los judíos eran los responsables de todos los males que pudieran existir.
Durante la pandemia, los medios explicaban las restricciones en otros países y sus consecuencias económicas y sociales como producto del virus que asoló a la humanidad durante 24 meses. Cuando mostraban la caída de 10 puntos del PBI en Inglaterra, la responsabilidad era de la pandemia. Sin embargo, al momento de describir la misma situación en la Argentina la culpa era del gobierno de Alberto y Cristina.
No es posible desligar la pandemia del fortalecimiento de las agrupaciones neonazis, como Revolución Federal, en la que participaban Fernando Sabag Montiel y Brenda Uliarte, autores materiales del intento de asesinato de CFK. Estos grupos tienen carnadura en sectores de clase media baja, pequeños emprendedores, como ocurrió en la Alemania del ascenso de los nazis al poder. Los comerciantes judíos, señalados como los culpables de los problemas económicos luego de la derrota en la Primera Guerra Mundial, son los «planeros» en la Argentina del siglo XXI. Viviana Canosa en su programa de televisión llegó a decir iba a «tener que trabajar más» porque «hay mucha gente que mantener». Lo dijo luego de que se anunciara un aumento de la Asignación Universal por Hijo.
El pequeño comerciante, el dueño de un taxi, que hace propio el discurso de Canosa y del poder económico, se considera a sí mismo un emprendedor esquilmado por el Estado para mantener a los planeros. Se identifica con el empresario fugador de dólares que «no tiene otra opción que evadir impuestos», como dijo el propio Mauricio Macri. Se siente lejos del trabajador asalariado que cobra el modesto Potenciar para garantizarle un mínimo piso de ingresos. Como escribió Arendt, «el odio social crecía a medida que los judíos conseguían igualdad de condiciones frente a los demás grupos».
Sabag Montiel y su novia Brenda viven obsesionados con ser «diferentes» a los morochos planeros. Pueden ser reconocidos por el discurso que baja desde el poder. No son planeros, venden copos de azúcar, aportan a la sociedad. Si además asesinaban a la figura que encarna la suma de todos los males tendrían garantizado su lugar en el universo privilegiado.
El aparato de propaganda anti K hizo su aporte responsabilizando de todos esos males a Cristina, también a Alberto. Puso la semilla del extremismo y de la posibilidad del regreso de la violencia política, de la que la Argentina se salvó –quizás– «por Dios y por la Virgen», como dijo CFK.
Demian Verduga - Tiempo Argentino
El Odio no surge en forma espontánea, es la consecuencia de una sociedad que expulsa, margina, deforma y quema el alma.
El Odio es producto de tanto fuego, y genera el fuego en el que vivimos.
La complicada frase de Macri sobre el ajuste y los muertos en la calle pic.twitter.com/owX43zA6rd
— Tiempo de San Juan (@tiempodesanjuan) September 19, 2022
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