Buena banda, excelente disco. Introvisión es originario de Costa Rica y se dedican a hacer rock progresivo instrumenta y no tan instrumental de una alta calidad. El disco tiene unas letras profundas muy buenas, algo aleatorias pero van con el sentido de disco, musicalmente es bastante bastante complejo, tiene desde algunos riffs pesados, otros más tranquilizantes, partes musicales "divertidas" cuasi de circo y en general esos pasajes clásicos y buenos del progresivo. Los instrumentistas son excelentes para poder lograr tal sonido y cambios rítmicos que caracterizan el género. Es un muy buen disco, una propuesta innovadora y muy buena. Un disco muy recomendado, y no solamente por mí! Sería lo justo que lo escuches como se debe.
Año: 2010
Género: Heavy progresivo
Duración: 21:43
Nacionalidad: Costa Rica
Un álbum muy cortito (tanto que en un principio pensé que era un EP) pero sabrosísimo. Debo decir que lo que presentan aquí los Introvisión es muy bueno, por algo la banda participó del prestigioso festival BajaProg en una ocasión, representando a Costa Rica en la versión 2013. Aquí, un video documental de dicho festival, donde entre otros, se los puede ver a estos muchachos de Introvisión, juntos con algunas otras personalidades del rock progresivo:
Y para presentarlos, además del video... ¿qué mejor que las palabras de nuestro eterno comentarista involuntario de siempre?
Ésta es la hora de echar una mirada unos años atrás para concentrarnos en el grupo costarricense INTROVISIÓN y el que hasta ahora es su único trabajo editado. “08:36:59”. Este grupo se formó a principios del 2003, y tras muchos años de esfuerzo por hacerse de un lugar dentro de la avanzada rockera de nuestro país, llegando finalmente a publicar de forma independiente el mencionado disco en diciembre de 2010. “08:36:59” es un festín progresivo de largo aliento – el repertorio total dura 77 ½ minutos – que nunca baja la guardia en sus intenciones de fuerza expresiva y sofisticación melódica. La formación que grabó este disco consiste en: Will Acuña [voz principal y coros], Marcos Solano [guitarras eléctricas], Michael Muñoz [bajo y guitarras acústicas], Andrés Corrales [teclados y sintetizadores] y Mauricio Delgado [batería]. En algunos momentos cuentan con algunas participaciones foráneas, como es el caso de Roberto Mata [guitarra electroacústica en ‘Endo’ y guitarra-sintetizador en la pieza homónima y ‘La Hoguera’]. INTROVISIÓN se caracteriza por explotar las facetas y ambientes más potentes del estándar progresivo de las últimas dos décadas, sin olvidar elementos tradicionales de los añejos tiempos de la gloria progresiva 70era. Vamos a continuación a concentrarnos en los detalles del repertorio.
El disco empieza de forma grandilocuente con ‘Momentum’, pieza que dura 10 ¼ minutos donde la banda explota fluida y sabiamente su propio vigor rockero, muy afín a los estándares del prog-metal aunque sin insertarse en la lógica de las pirotecnias excesivas que es tan común en esta vertiente particular: las dosis de fuego furioso son suficientes para estampar señales de indeleble incandescencia en los riffs, solos y esquemas rítmicos, mientras que los teclados se concentran mayormente en capas y ornamentos de raigambre psicodélica. Los últimos minutos sirven para que la banda baje un poco el nivel de fragor, pero la expresividad se mantiene intacta. ‘Endo’ es otra pieza de larga duración: se explaya en un espacio de 10 ¾ minutos, y justamente comienza con una aureola muy calmada en base a las escalas de guitarras acústicas. Los suaves ornamentos de teclado incorporan algunos trazos interesantes que realzan la espiritualidad etérea que se quiere proyectar en esta sección acústica. Luego emerge un interludio eléctrico que tiene algo de PORCUPINE TREE y RIVERSIDE, especialmente en la ilación entre el dramatismo melódico trazado en los refinados pasajes pesados y la espiritualidad otoñal plasmada en los momentos introspectivos. El momento final viene con un reprise del motivo inicial, esta vez redondeado con poderosos matices Floydianos: los fraseos de la guitarra solista son poderosos en su explosiva expresividad. ‘La Tierra De Nadie’ prosigue con el paradigma de PORCUPINE TREE, esta vez apostando por el predominio de sonoridades densas, las mismas que se revelan fluidamente articuladas en un engranaje rítmico moderadamente sofisticado. ‘Desenfreno’, a pesar de lo que pueda evocar su título, es en sus primeros 5 minutos una balada a lo GENESIS-con-PINK FLOYD que INTROVISIÓN usa para explorar su dimensión más introspectiva; posteriormente, en su sección final, vira hacia un clima de circo tétrico bajo la guía dual de las cadencias del bajo y la solemne arquitectura de los teclados, traduciéndose todo en un escenario un tanto surrealista, efectivo en su extraño arrebato experimental.
‘Reencarnaciones’ emerge como un renacer de la fuerza y los matices que antes se hicieron presentes en ‘Momentum’. De hecho, cabe decir que en ‘Reencarnaciones’ podemos gozar de un filo más aguerrido que el que signó la canción de apertura: hay factores sónicos en los riffs, solos y quiebres rítmicos que nos pueden recordar a DREAM THEATER y LIQUID TENSION EXPERIMENT, aunque con la salvedad de que el grupo explora ambientes más siniestros en sus atmósferas. La sección cantada se complace en pulsaciones lánguidas a la par que preserva el vigor expresivo, ya parece un poco más post-metal, por así decirlo. ‘Nivulocartro’ aligera un poco la carga expresiva a la para que sigue manteniendo el mismo nervio contundente en los desarrollos instrumentales: podemos notar la vecindad con los modelos de DREAM THEATER y SYMPHONY X, una huida de las tortuosas ambientaciones grisáceas que habían imperado en la canción precedente en beneficio de un colorido más explícito. Luego sigue la canción más extensa del disco: ‘08:36:59/El Umbral De La Liberación Interior’, pieza que ostenta en su primera mitad las cualidades más extrovertidas del ideario sonoro de la banda con infinita soltura. Hay pasajes que suenan a estándares de ELP con filtro de RUSH, mientras que otros pasajes se pasean por los clásicos patrones del DREAM THEATER 89-94 cuando no lo hacen por modelos de psicodelia jazz-rockera al estilo de unos GORDIAN KNOT… ¡o incluso la vitalidad visceral del mejor DEEP PURPLE! Es como una cúspide incesante, un cénit que no deja de exhibir con desafiante vanidad su majestuosa altitud. La segunda mitad sustenta una estructura más contenida aunque sin perder el nervio: en todo caso, sí se hace notar la emergencia de una claridad melódica más pronunciada, al modo de un híbrido de YES y RUSH, con tintes space-rockeros añadidos para motivar matices misteriosos.
Ocupando los últimos 9 ¾ minutos del álbum, ‘La Hoguera’ genera un ambiente contemplativo que no suave: tomando elementos propios de las tradiciones de PINK FLOYD (etapa “Wish You Were Here”) y GENESIS (etapa “Wind & Wuthering”), la gente de INTROVISIÓN le da un giro más dramáticamente filudo al asunto, logrando así que se meta algo de furia al aura reflexiva expuesta tanto en el canto como en el núcleo instrumental del motivo central. La flauta de la invitada Ana castro es crucial para completar el espectro sónico adecuado que exige el desarrollo temático. Y si todo esto fue “08:36:59”, entonces solo nos queda concluir que se trata de un disco estupendo que revela toda la potencialidad así como toda la realidad que tiene Costa Rica para erigirse como otro bastión importante de la actualidad progresiva en Latinoamérica: INTROVISIÓN es una banda campeona.
¿Presentaremos alguna otra banda costarricense en el día de hoy? ¿haremos una saga de rock costarricense? no lo sabemos, por ahora disfruten y conozcan estas maravillosas bandas. Y vamos con otra buena reseña...
Introvisión es una banda originaria de Costa Rica formada en el año 2003. Antes de la publicación de su primer álbum oficial, tuvieron que recorrer un largo camino de preparación y madurez participando activamente en su escena local. Finalmente en el 2010 lanzaron su opera prima titulada 08:36:59.
Debutar con un álbum conceptual es una hazaña que no muchas agrupaciones se animan a intentar, sobre todo si consideramos el nivel de exigencia que los fanáticos acérrimos de la música progresiva suelen tener y la falta de espacios para las nuevas propuestas en el ámbito latinoamericano.
Sin embargo, Introvisión decidió dar un salto de fe y valor al presentar un concepto pequeño en escala, pero poderoso en alcance: la historia de un individuo que queda varado en el mar, naufragando a la deriva y enfrentándose a sus demonios internos para lograr la liberación interna de cara a su inminente final.
¿De qué forma aterriza la banda esta poderosa temática en su música? Mediante ocho temas extensos que dan como resultado casi una hora y media de progresivo envolvente de un altísimo nivel.
Momentum arranca con un riff dinámico que se presenta con fuerza acompañado del bajo y batería. El manejo de la distorsión en distintos niveles se vuelve un signo distintivo de la guitarra, que conduce a un estallido en el que los teclados toman protagonismo. Resaltan los múltiples roles que desempeña justamente el teclado, a veces al fondo decorando, otras en primer plano soleando o creando pasajes transitorios de gran belleza. Es una canción dominada por los cambios y variaciones rítmicas en velocidad e ideas, mostrando un sonido diverso en el que el elemento metal progresivo es predominante.
Endo arranca con una guitarra acústica suave y tranquila en la que recae una construcción emocional que se logra con éxito, presentando líneas vocales que se proyectan con la misma suavidad expresiva. El teclado vuelve a ser clave en la construcción y evolución de la pieza, haciendo uso de distintas aproximaciones sonoras que la hacen progresar. Aquí destaca el bajo que con su fuerte resonancia le inyecta vida al desarrollo musical. Los efectos se hacen presentes para rodear de un aura de misticismo a la voz y hacer que fluctúe en su intensidad y volumen. Un pequeño sampleo de sonidos de agua, madera y viento recuerda el concepto del álbum introduciendo una atmósfera inmersiva tejida por las guitarras y sintetizadores que crean un pasaje cálido y ambiental a manera de transición.
La Tierra de Nadie comienza fuerte con un conjunto de voces y efectos que tejen un entramado electrónico sobre el que la guitarra comienza a desplegar algunas notas melódicas. La aproximación electro hace que se sienta moderno y vanguardista por su creativo uso y variación de elementos que incluso diez años después siguen sonando novedosos. El combo riffs de guitarra más teclados trae el elemento prog más característico sobre el que todo arranca. La construcción narrativa del álbum se sigue desenvolviendo mediante samples y efectos de sonido que ayudan a crear una experiencia cinemática que nos hace sentir solos en medio del océano con miles de pensamientos pasando por nuestra mente.
Desenfreno comienza sutil con unas notas de piano y guitarra acústica que dan entrada de inmediato a la voz, que esta vez toma el rol protagónico mostrando un amplio rango interpretativo que sigue estando marcado por la suavidad y expresividad. Las guitaras acústicas y teclado enfatizan un sentimiento hasta cierto punto más nostálgico y ameno. El bajo desata una última sección que contrasta completamente con la línea general, presentando una gran destreza para construir temas con distintas partes, secciones y moods, formando un final desconcertante que vuelve a remarcar la desesperación del protagonista ante la soledad y muerte inminentes.
Reencarnaciones inicia con gran poder desplegando riffs con oscilaciones rítmicas que en compañía del teclado y sus efectos logran crear incertidumbre y confusión en el buen sentido de la palabra. La saturación y pesadez sonora se hacen presentes en un track que pisa el acelerador y ofrece revoluciones instrumentales que serán la delicia de los amantes del aspecto técnico del progresivo. La banda no escatima en ejecución y ofrece intensidad en la forma de tocar cada instrumento, logrando construir pasajes alucinantes que van a mil por hora, aumentando sin contemplaciones. Un breve bajón aporta un elemento de misterio que va acorde a la experiencia de desesperación, pero también catarsis que experimenta el protagonista de la historia.
Nivulocartro (A las puertas del Nivulocartro) es el tema más corto y por eso se siente más compacto y directo, pero no por eso menos técnico. La batería, guitarra y teclado se conjuntan para crear un ritmo fluido e irregular que se transforma en una descarga de poder con riffs y galope constante. Las variaciones, cambios de ritmo y aglutinación de distintas ideas y momentos forman una transición que se distingue por su adrenalina para elevar los ánimos a manera de un ultimo aliento de vitalidad antes de sucumbir ante el hambre y la sed del naufragio.
08:36:59 / El Umbral de la Liberación Interior track homónimo que es también el más largo del álbum y busca fungir como el cierre épico progresivo epítome de la obra y desde el comienzo se siente así, al estallar con un crescendo que evoluciona con gran maestría y precisión hasta conectar con un piano melancólico que trae de vuelta la calma de la mano de un solo constructivo que baja las revoluciones hasta volver a irrumpir con uno de los sonidos más vanguardistas que se hayan presentado jamás en un teclado y guitarra.
Hacia la mitad, se apodera una calma comandada por el bajo que sutilmente va construyendo una atmósfera cuasi onírica y etérea que es acrecentada por la distorsión de la guitarra y el vanguardismo de los teclados y sintetizadores. La alternancia entre moods hacen que el final se alce como un bello pasaje de piano brillante y cálido arropado por riffs potentes, cambios de velocidad, alteraciones rítmicas y un sentido de epicidad en su punto más alto.
La Hoguera es el cierre a una odisea interna y como tal ofrece un respaldo de tranquilidad y calma envolvente de la mano de la voz y guitarras acústicas. Se siente como la culminación de un viaje interno que el oyente ha emprendido con el náufrago y en ese sentido, ofrece también variaciones de intensidad guiadas por la destreza técnica de teclas y cuerdas. Un paisaje sonoro de voces entonando palabras incomprensibles a manera de susurros aporta ese elemento de intranquilidad que también es un común denominador de la obra.
Sorprende mucho que el sentimiento se vuelve esperanzador mediante una flauta que irrumpe con gran belleza y dinamismo. Igual de sorprendente es escuchar una voz femenina que entona unas líneas que le otorgan un aire épico que hace que la piel se enchine y se sientan espasmos en la nuca. Todo ha llegado a su fin y la pieza lo anuncia de una manera que conmueve.
08:36:59 es un álbum memorable, alucinante, complejo, emotivo y poderoso que se alza como una de las obras más destacadas del metal progresivo en toda Latinoamérica. La profundidad introspectiva de su concepto se expresa mediante composiciones ricas en variaciones, cambios de ritmo, secciones instrumentales, fluctuaciones de velocidad y una ejecución técnica de primer nivel.
Ponerse en los zapatos de una persona que enfrenta sus propios demonios internos en un contexto de soledad y desesperanza, permite emprender un recorrido inmersivo, reflexivo y contemplativo que emplea múltiples recursos musicales y sonoros para construir una experiencia cinemática que toca profundo en los pensamientos y emociones de quien escucha, invitando a acompañar al protagonista de la historia, compartiendo su catarsis interna.
Con piezas complejas llenas de ideas ricas, solos expresivos, sonidos vanguardistas y una gran maestría y madurez para aglutinar todos estos elementos y darles sentido, es sin duda una obra de culto que los amantes del metal progresivo más técnico pero también expresivo atesorarán por siempre en su memoria.
Una escucha recomendada que aumenta la expectativa ante el regreso de Introvisión, ya que este 18 de noviembre ofrecerán su primer concierto en más de diez años, presentando su nueva alineación además de algunos temas de lo que será su próximo lanzamiento discográfico.
En Nación progresiva los seguiremos muy de cerca, así que estén al pendiente para las novedades de esta excelente agrupación progresiva latinoamericana.
1. Nivulocartro
2. La Tierra de Nadie (radio edit)
3. Endo (shorter version)
4. 08:36:59 / El umbral de la liberación Interior
Alineación:
- Wil Acuña / voces
- Marcos Solano / guitarra eléctrica
- Andrés Corrales / sintetizadores
- Michael Muñoz / bajo y guitarras acústicas
- Mauricio Delgado/ batería
Invitados:
Roberto Mata / synth guitar
Ana Castro / flauta traversa
Gloriela Villalobos / voz soprano
Daniela Mora / coro
http://introvision.bandcamp.com/
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