Operetas que se vuelven en contra: la sumatoria de episodios ridículos en la cumbre del G20 protagonizados por el gobierno nacional supera todas las expectativas. La industria memística tiene picos históricos, porque claro, si uno no se toma todo esto con poco para la chacota, la única salida es el suicidio por vergüenza ajena. Ya tenemos una ciudad sitiada, y encima llegó esa mezcla rara de Rockefeller y Pomelo que se llama Donald Trump y no solamente es la estrella indiscutible de este Loolapalooza de garcas, sino que además parece empecinado en desplantar al Felino Macri, al que lo deja mal parado hasta el sismo que sacudió Buenos Aires luego de 130 años que no se registraba un movimiento telúrico en la zona. Aquí, algunos bloopers de la cumbre del suicidio colectivo (para coleccionar).
La Argentina Amarilla pasó a ser un festival de crueles payasadas. Y el G20 dejó además una larga lista de bloopers en los que Macri se lleva el protagonismo estelar. Creo que en el futuro mirarán con extrañeza este bizarro momento histórico de nuestro país. La suspensión de la Final nos avergüenza ante el mundo pero no que nuestro sistema previsional esté en el último lugar entre 30 después de la reforma de diciembre de 2017; nos abochorna que unos inadaptados arrojen piedras contra el bus que trasladaba a Boca pero no que los efectivos de Seguridad reduzcan la pobreza a fuerza de balas; nos ruboriza que el partido se juegue fuera del país pero no que se haya hundido un submarino durante una misión que nadie reveló; nos agravian unos hinchas violentos pero no las amenazas del Felino Macri y la ministra Bullrich cuando alientan la ejecución exprés.
"Basándose en toda una serie de premisas y analogías falsas, como aquella que afirma que un empresario exitoso tendrá éxito administrando un país, buena parte de las sociedades del mundo, por distintas razones, están eligiendo “idiotas” en el sentido clásico del término, para que administren lo que es de todos. A este fenómeno lo he bautizado “democracias idiotas” y, por supuesto, no tiene que ver con que la ciudadanía se haya vuelto imbécil de repente. Con todo, no deja de sorprender cómo grandes mayorías consideran que los mejores administradores de lo común pueden ser hombres y mujeres que muchas veces abiertamente expresan un desprecio por aquello que es común y que hacen campaña prometiendo la reducción a su mínima expresión de lo que es de todos".Dante Augusto Palma
Asistimos a otro espectáculo de ciencia ficción, con medios de comunicación que, casi a pedir de los demócratas norteamericanos, están en línea con el relato globalista, superficial y efectista, donde poco se sabe del significado del G20, pero se pasea al espectador de recoveco en recoveco por el análisis de individuos: el "look de las primeras damas" hasta "los malos modales de Trump", desde la "buena señal de apertura al mundo" hasta el "mega operativo de seguridad que no permite circular ni por las bicisendas". No fue necesario que comience la marcha anti G20 para que el operativo represivo se haga sentir. El hostigamiento policial está poniendo múltiples trabas a la manifestastación, llegar al punto de encuentro es casi imposible y varias organizaciones ya sufrieron retención de vehículos y detención de referentes.
Lo cierto es que el macrismo, como proyección de una idiosincrasia preexistente (y sobre televisada) en nuestra sociedad, está poniendo un espejo roto frente a los ojos del pueblo. En ese espejo nada argentino es merecedor de otra cosa que no sea la resignación, la vergüenza, y la lógica de auto martillarse los dedos por la fatalidad de portar esta nacionalidad. Mientras, una poderosa minoría participa de la celebración silenciosa de la ruina colectiva.
El G20 ha expuesto el alineamiento sumiso del gobierno argentino del Felino Macri con las grandes potencias y los intereses del sector económico concentrado. El silencio sobre Malvinas en la reunión con la primera ministra británica Theresa May, la sumisión a Donald Trump, y el rechazo del mandatario francés Emmanuel Macron a firmar el acuerdo Mercosur-Unión Europea son algunos de los puntos que caracterizaron el andar sin rumbo del presidente Macri en una Cumbre que lo mostró de rodillas ante las grandes potencias.
El Señor Tijeras Macri, con su porte de estupidez habitual, oficia de mozo en un restaurante que no le pertenece. En las mesas del restaurante la agenda es la guerra comercial entre China y EEUU, agenda de la cual, por el descalabro deliberado que se ha hecho de la base material de nuestro país, no estamos en condiciones de participar más que como subordinados alcanzadores de café. Sin embargo hay una manera en la que podemos ingresar en la mesa del mundo: ofreciendo nuestro patrimonio nacional: las tijeras de Macri ya entregaron las Malvinas, como bien se puede ver en el video. Pero no es todo: Trump pone guita en los PPP y la infraestructura de Vaca Muerta con tal que empresas yanquis entren al negocio. Por lo menos en Irak tuvieron que invadir y hacer una guerra para conseguir lo mismo...
La cumbre del G20 trajo los primeros coletazos para el Felino Macri, cuando esta mañana el presidente de los Estados Unidos Donald Trump lo dejó plantado en el escenario principal, antes de la foto con todos los líderes mundiales. La actitud de Trump fue una represalia a la falta de respaldo por parte Casa Rosada a un comunicado emitido por la Casa Blanca respecto a la guerra comercial que mantiene los Estados Unidos con China. Macri recibió en el centro del escenario a Trump, tomó su mano e intercambiaron unas palabras pero el presidente norteamericano se retiró rápidamente del escenario. "Donald, Donald", lo llamó Macri a Trump, quien siguió de largo.
Pero convengamos que al Felino no le hace mucha falta que otros lo dejen mal parado, para eso se basta a sí mismo. Recordemos cuando en septiembre de 2016 en la Asamblea de las Naciones Unidas Macri cometió otro equivoco al comentar en rueda de prensa donde comentó que a primera ministra británica Theresa May aceptó iniciar conversaciones respecto a la soberanía de las islas Malvinas. El hecho provocó que la Casa Rosada y la por entonces canciller Susana Malcorra tuvieran que aclarar la situación. Este año, y antes de que se confirmara la ampliación del préstamo stand-by del FMI, el Felino Macri tuvo una actitud similar: a través de un video de un minuto confirmó que el organismo internación incrementaría el crédito. Esta situación generó un gran enojo en las autoridades del Fondo Monetario que todavía no habían tratado el pedido en comisión directiva.
Pero a pesar de todo, Macri también tiene la ayuda inestimable del mejor equipo de los últimos 500 años. Este jueves, Emmanuel Macron, premier francés, bajó del avión y no había nadie para recibirlo. La genia de Gabriela Michetti, quien era la encargada de hacerlo. Macrón y su esposa debieron haber sido recibidos por la vicepresidenta argentina, Michetti, quién llegó tarde a la cita y dijo que "recibió tarde el aviso", y el líder europeo no tuvo otra que saludar a dos empleados del aeropuerto de Ezeiza.
Pero no es único blooper ni mucho menos, anoche la banda militar confundió al presidente chino con uno de sus asistentes: al abrirse las puertas del avión en que viajaba, el director de orquesta anunció la llegada de Xi Jiping y comenzaron a tocar las primeras estrofas. Sin embargo, la persona que había bajado era uno de sus colaboradores. Unos minutos después, finalmente, salió del avión el verdadero mandatario y su esposa, quienes fueron recibidos por el canciller argentino, Jorge Faurie, y el gobernador de Jujuy, Gerardo Morales... pobre...
La cancelación de conferencias de prensa, la falta de una agenda actualizada y la caída de internet complicaron la cobertura de corresponsales internacionales. El servicio de Wifi que brindaba la empresa Televaz quedó interrumpido y por una hora y media periodistas de todas partes del mundo se quedaron sin poder transmitir.
Pero el presidente argentino superó el papel (ón) de la vice en varias escenas. Aquí, luego de la foto familiar de todos los mandatarios, erra en la salida así como De la Rúa del estudio de ShowMatch:
Después, al momento de anunciarse junto al presidente de Estados Unidos, la organización macrista no prescinde de darle a Donald Trump un auricular de traducción que no funciona y que, por ende, termina en el piso.
Y aún esto no ha terminado. Así asistimos a un espectáculo donde el Felino Macri creyó encontrar la oportunidad de salir de la agenda adversa de recesión, conflictos sociales y crisis interna de Corporación Cambiemos S.A. Y lo mismo le pasó con el fútbol en la final del superclásico. Después pasó lo que sabemos, la cosa no podía salir peor de lo que salió. El inútil se metió en la trampera solo. No es un desastre futbolístico lo que el Señor Tijeras Macri logró: es una debacle política.
Pero el broche de oro, sin lugar a dudas, fue la emoción gesticulada de Macri en la Gala del Teatro Colón, foto que se multiplicó (ridiculizada) en las redes sociales. En medio de un ajuste durísimo, Macri se mostró humano. Sin dudarlo de inmediato los equipos de comunicación de Marcos Peña empezaron a viralizar las imágenes de un Macri casi humano y el propio Felino tuiteó un breve corto con su emoción, acaso dejando en evidencia el metamensaje que sobrevuela la cumbre del G20: La campaña del 2019 ya empezó, el Gato está llorando.
Nuestras democracias idiotas están viviendo su propia comedia. Nunca el suicidio de los pueblos ha sido tan divertido como en los tiempos modernos de boludez mediatizada.
Quien es el.imbecil que escribio todo esto?
ReplyDeleteTe equivocaste, imbecil no...la nota da cuenta de "las democracias idiotas", imbecil!!
DeleteExcelente recopilación de cagadas. Por acá en la otra orilla nos venimos salvando porque para Uruguay el elegido de: "Gordo figureti Trump" es tan pero tan alcahuete, que paga a los medios para dar asco y nadie le da pelota. Lo que es terrible a nivel global es que las nuevas generaciones vengan al mundo carentes de razonamiento deductivo y lógica deductiva como para creer en payasos que cagan donde comen, políticamente hablando claro está.Sds.
ReplyDeleteSin lugar a dudas este infeliz de Moebius es un K que quedó dolido porque no volvieron ni volverán mas. jajajaja. Te tildaron de imbécil mas arriba... pero se quedó corto... a parte de imbécil sos también cornudo y poco observador. JAJAJAJ!!! Como quién dice... pelotudo de poca monta
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