El gobierno amarillo pone al país en estado de guerra por la visita de Trump. También da instrucciones a los médicos sobre "la inminencia de una hipótesis de conflicto", pero ni siquiera pudo garantizar la seguridad del equipo boquense aún con la recordada frase de ministra Bullrich: "Al lado del G20, un Boca-River es algo bastante menor". Hace un mes que vienen dando manija que este partido de fútbol era el apocalipsis, que era un antes y un después para todos, que quien ganaba o quien perdía sellaba el resto de su existencia para siempre. Desde el gobierno, desde todos los medios de comunicación pusieron en estado de locura a todos los que algo tenían que ver con un partido de fútbol (por más final que sea). Ahora todos estos hipócritas se hacen los boludos y se preguntan: ¿Qué nos pasa a los argentinos?. Todo un emblema de la degradación cultural del macrismo y de los medios de comunicación. Y también un anuncio del nuevo estado de sitio sobre toda la población argentina.
Vergüenza internacional. El meme circuló por toda la Argentina: "Dice Merkel que el G-20 mejor lo hagamos por Skype". A las cinco de la tarde la sabiduría popular ya había enlazado dos cosas: una, la incapacidad oficial de proteger al micro de Boca y garantizar que se jugase la final de la Libertadores, y la otra, la sobreactuación del gobierno amarillo frente a la cumbre de los presidentes más custodiados del mundo. Antes del bochorno, un meme decía: "Estimados presidentes del G-20, no los quiero asustar, pero la policía que los tiene que cuidar salió corriendo por la hinchada de All Boys". Ayer circuló otro: "Los presidentes del G-20 acaban de anunciar que prefieren realizar la cumbre en Gaza". Por ejemplo, el The New York Times dijo:
"La FIFA tiene 211 países afiliados. Hay 210 que son capaces de organizar partidos con hinchadas visitantes; hay uno que no –solo uno que no– y se llama Argentina. La culpa no es exclusiva de las instituciones deportivas: los sistemas de seguridad deberían hacerse cargo. Pero su Estado también parece un chiste. Hace dos semanas, en un ataque de entusiasmo, el presidente de la Nación, Mauricio Macri, se levantó con una idea y dijo que estos dos partidos debían jugarse con público visitante y, sin reflexiones ni consultas, lo anunció. Sus ministros tuvieron que salir a respaldarlo y a pensar cómo hacerlo; dos días después, los presidentes de los dos clubes les dijeron que ni en broma y todo quedó en nada: un presidente que habla antes de pensar; que manda y, como manda tonterías, no se le hace caso".The New York Times
Aunque yo soy de los que piensan que Macri hace (casi) todo mal adrede, que todo es un ardid de marketing para subir en las encuestas o tender una cortina de humo, debemos reconocer también su altísimo grado de estupidez suprema: el desquicio social resultante invitaría a poner en duda la eficacia de estas ocurrencias. Es inevitable leer este episodio futbolero grotesco en clave política.
El tipo que preside la nación (un felino tan estúpido como cruel) se mete en un atolladero del ridículo con fines propagandísticos. Quiere disipar la mufa que produce su pésima gestión de gobierno instalando una agenda positiva a través de sus vínculos con la patria futbolera. Si se hizo conocido como empresario deportivo, habrá pensado, ahora que en todas partes lo putean podría refugiarse en el mundo conocido de los fanatismos manipulables de un Boca - River. Naturalmente, sale todo mal.
Durante el G20 nuestro territorio va a estar copado por fuerzas norteamericanas, y después de ver semejante incapacidad se van a hacer cargo de toda la seguridad de toda Capital Federal. Un estado de sitio en manos de fuerzas extranjeras. Seguramente veremos cualquier cantidad de atrocidades.
El director de Hospitales de la CABA, el cardiólogo Ricardo Auger, envió la circular número 31669375 con el título de "Suspensión de licencias durante la cumbre del G-20". Dice textualmente:
"Por la presencia de una inminente hipótesis de conflicto durante la cumbre del G-20 a realizarse durante los días 29/11 hasta el 1/12/18 se indica la suspensión de todas las licencias ordinarias, asistencias a congresos, jornadas y simposios desde el dìa 27/11. Aquéllos que se encuentren en esos momentos de vacaciones y que las mismas ya estén en curso desde el momento de la corriente comunicación; serán suspendidas por razones de servicio a partir de las fechas anteriormente mencionadas. Esto debido a las alertas que serán colocados en los diferentes hospitales de la ciudad y comunicados en los días subsiguientes".Dr. Ricardo Auger
La expresión "hipótesis de conflicto”"surge del ámbito militar. El diccionario de la Real Academia Española otorga a "conflicto", entre otros, dos significados. El primero es "combate, lucha o pelea". El segundo, "enfrentamiento armado". Nada es casual. El gobierno amarillo hace todo lo posible para reforzar el clima de intimidación pública y social que pretende instalar como parte de la "normalidad" a la que aspira Corporación Cambiemos. Una normalidad que incluye la represión a la protesta social, la imposibilidad de manifestarse en las calles y la amenaza de la represión y la muerte para quienes transgredan las nuevas fronteras de la democracia al estilo macrista.
El clima de intimidación tiende a acentuar y extender a todos los ámbitos de la vida social, política y cultural, la idea de que todos y todas estamos en libertad condicional. A profundizar la sensación (y la realidad) de que vivimos un estado policial y no apenas con policías que cuiden la seguridad de ciudadanos y ciudadanas. Y la reiteración de los hechos pretende convertir en "normal" y "habitual" lo que era excepcional: la represión indiscriminada, la violencia, el abuso. Para los amarillos, es necesaria la creación de un enemigo interno marginal, inadaptado, bárbaro que justifique la "bolsonara" ocupación.
En síntesis: la violación y restricción de derechos que son inherentes a la democracia. El G20 y el nuevo estado de sitio será la excusa perfecta para, a pesar de su extrema estupidez que impide hasta asegurar que un micro ingrese en el Monumental, extender el clima de intimidación también a la realidad del trabajador. El temor, la amenaza y el miedo son una pieza fundamental de la estrategia que tiene por eje el modelo económico, pero también la pretensión de restringir la política al ámbito y a las decisiones de unos pocos.
El señor Tijeras Macri y su equipo de psicópatas no tienen ningún problema en limitar y manchar la pelota, las pasiones, el fervor, la alegría, las calles, las fiestas, logrando que estemo muy lejos de "la final del mundo" y muy cerca de una Argentina en estado de sitio.
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