LightbulbSun ahora nos presenta el séptimo álbum de estudio de los Tears for Fears, aquella reconocida banda inglesa, lanzado el 25 de Febrero de 2022, y el primer disco de esta banda que se publica en el blog cabeza, siendo el primer álbum desde "Everybody Loves a Happy Ending" (que salió en el 2004) por lo que han pasado casi dieciocho años desde aquel momento. Hoy, las letras de las canciones se inspiraron en la muerte de la esposa de Roland Orzabal en 2017. Sin que me guste el estilo ni la banda en particular, claro que respeto el arte en cualquiera de sus expresiones, y basta añadir lo que el otro día hablaba con mi amigo cabezón Nico, que me decía algo así: "Siempre subvaloré los 80s, no sé si tengo palabras aún. Mirá lo que eran los prejuicios del siglo XX que muchos no podíamos disfrutar de los sonidos de los 80s porque teníamos el corazón en los 70s, y visto para atrás eran brillantes, me parece que tenían detrás el peso de mucha gran música y grandes músicos, y eran el paso necesario para la modernidad pero respetando mucho de donde se venía". Amén!
Artista: Tears For Fears
Álbum: The Tipping Point
Año: 2022
Género: Pop rock / Synth-Pop
Duración: 42:25
Referencia: Spotify
Nacionalidad: Inglaterra
El dúo británico integrado por Curt Smith y Roland Orzabal busca su punto de inflexión en un nuevo álbum; canciones autorreferenciales y una estética pop universal que marcó el camino de Tears For Fears desde sus comienzos, a principios de la década del ochenta.
El largamente reivindicado pop de la década del 80, con toda su superficialidad incluida, tiene matices que encuentran nombres propios como Tears for Fears, banda que, a fuerza de un puñado de hits realmente poderosos, atravesó con éxito aquellos años de new wave. También se extinguió apenas comenzada la década siguiente y luego tuvo varias resurrecciones. El lanzamiento de The Tipping Point, a 17 años del estreno de su última producción discográfica, es una de ellas. Y encuentra a la banda (al dúo, en realidad), en un presente que lo conecta directamente con su esencia y con guiños a ciertas claves de esta época, sin querer estar a la moda. Hay un punto medio que se conjuga y muestra el presente de Curt Smith y Roland Orzabal, estos dos señores de sesenta que se conocen desde niños, que fundaron Tears for Fears en 1981 y que hoy están otra vez en las bateas (pero virtuales).
Ahora diseccionemos el párrafo anterior. Tears for Fears mostró ciertos matices a la nueva ola británica de los ochenta ya con su propio nombre, inspirado en el título de un capítulo del libro de psicoterapia Prisoners of Pain, del psicólogo norteamericano Arthur Janov. Y de algún modo, con algunas de sus canciones buscaron un lado psicológico para los temas de tres minutos de la industria musical.
De manera deliberada o no, esto llega hasta nuestros días, ya que el tema que da título al álbum, “The Tipping Point”, es la confesión de lo que en el corazón queda tras la muerte de un ser cercano y muy querido. “Llegó en un momento en que mi esposa estaba muy enferma- contó Orzabal, meses atrás-. La estaba viendo convertirse en un fantasma de su antiguo yo. Entonces, el narrador de la canción está en la sala de un hospital mirando a las personas que están a punto de cruzar el umbral que llamamos muerte”, explicó. Cuando murió su esposa, en 2017, nació esta canción, pero acaso con un tono menos trágico, extraña virtud que tiene el synth-pop para teñir ciertas historias. Porque no hay que olvidar que Tears for Fears fue y sigue siendo un dúo pop, con los cambios lógicos obligados por el paso del tiempo, pero con una sonoridad de base que es la esencia de su trabajo y, probablemente, la justificación de que otra vez haya vuelto a grabar.
Las canas de hoy no distraerán a nadie al momento de reconocerlos en sus nuevas canciones. Son diez y tienen muchos links con aquellos hits de mediados de los ochenta (”Shout”, “Advice For The Young At Heart”, “Everybody Wants to Rule the World”, “Head Over Heels” o la balada a medio tempo “Sowing The Seeds Of Love”). Se pueden encontrar en temas como “My Demonds”, “End of The Night” y “Master Plan”. En cambio, otras son las influencias en las dos canciones que se echan a andar a partir de guitarras acústicas y que abren y cierran el álbum (”No Small Thing” y “Stay”, respectivamente). “Stay” tiene una entrelínea autobiográfica, escrita por Smith (la voz más alta del dúo), al momento de culminar una relación, que podría leerse como abandonar el grupo.
Unos tracks antes aparece “Break The Man”, que no solo trae pinceladas de sonidos más actuales, también aborda una temática de estos tiempos que tiene que ver con el empoderamiento. No es absolutamente explícito en la letra, pero sí se puede hacer esa lectura, aprobada por el dúo ya que cuando presentó la canción, como anticipo del disco, se refirió al concepto de estos tiempos alineado con la idea de dejar atrás el mundo patriarcal. En resumen, The Tipping Point no sobresale por encima de los lanzamientos actuales, pero resume el ayer y el hoy de una banda veterana, que regresa con todas sus señas particulares.
Y aclaro que no será el último disco de este dúo que caerá por el blog cabeza.
El punto de retorno de Tears for Fears
El mítico dúo británico conformado por Curt Smith y Roland Orzabal, Tears For Fears, lanza su séptimo álbum de estudio The Tipping Point a través del sello Concord. Este material es publicado casi 40 años después de su debut y 18 desde el último disco presentado, periodos suficientes para madurar las ideas, asentar los sonidos y avanzar, pero parece que nos encontramos, más que en la inflexión, de nuevo en el punto de inicio, porque aparentemente el tiempo es un circulo o un eterno retorno. El grupo irrumpió a inicios de los 80´s, en medio de una situación geopolítica similar a la de ahora, con líderes mundiales en pugna por gobernar el mundo, los últimos años de la “Guerra Fría” entre la Unión Soviética y Estados Unidos fueron sumamente tensos, hoy vivimos algo parecido (o una repetición) con Rusia vs Occidente y la continua sensación en el ambiente de que todo terminaría en cualquier momento.
Más allá de la situación similar, Tears For Fears, siempre ha tenido una vena político-social, y en esta ocasión no la dejan de lado, tratando temas como los movimientos BLM, Me Too, o la atención en la salud mental. Evidentemente este es un álbum de madures, no un vago intento por revivir el pasado o sacar redito de la nostalgia, son 10 canciones inéditas que explora la capacidad artística del dúo y lo podemos constatar desde el primer tema del disco “No Small Thing” una balada acústica que rompe con la imagen icónica del grupo new wave, cruda y emotiva, muestra del proceso creativo de Smith y Orzabal, canción que se va creando sobre la marcha, pasando de los primeros acordes del ensayo a los arreglos de una producción en forma.
Por otro lado, “The Tipping Point” y “My Demons” retoma los sonidos que los dieron a conocer, pero actualizados de buena manera. Un último momento a destacar será “Stay”, monumental, evocadora y un tanto minimalista, dejando buenas sensaciones de cierre. En conclusión, es un buen disco, bien producido, donde se notan las viejas maneras de crear álbumes, sin que esto signifique que suene anticuado. Se agradece que artistas traten de actualizarse bajo sus propios términos y que no se escondan tras la sombra de su fama, además de que puedan proponer un dialogo con nuevos artistas y público, no sólo con su base de fans. Tears For Fears siempre ha tenido algo que decir, como muchos otros artistas pop que injustamente han sucumbido ante la aparente superficialidad de su música. Cabe recordar que, no porque veamos el fondo, el lago no es profundo.
No agregaré ninguna otra cosa salvo otro comentario y el que quiera que se remita al disco en cuestión, que para eso está.
The tipping point es el séptimo álbum de estudio y primero en casi 18 años de Tears For Fears, el dúo británico formado por Roland Orzabal y Curt Smith. Desde Everybody loves a happy ending (2004). Sale vía Concord Records.
Se trata de una colección de canciones en las que reflexionan sobre los puntos de inflexión a nivel personal y profesional de la pareja – Y DEL MUNDO - con los que se han enfrentado en esas casi dos décadas.
"Era de la máxima importancia para nosotros que este trabajo combinara con ingenio la producción clásica de Tears For Fears y letras emotivas. Creemos que hemos creado un disco contemporáneo y eterno para que a fans, nuevos y antiguos, les guste", según dijeron.
Preguntado sobre por qué sacar un nuevo álbum en ese momento, Roland Orzabal comentó: "Para que todo fuera perfecto para este disco, antes todo tuvo que ir mal, llevó años, pero algo sucede cuando nos juntamos. Tenemos un equilibrio, un toma y daca – y funciona bien". Curt Smith coincide: "Si el equilibrio no funciona en un álbum de Tears For Fears, es imposible que el álbum funcione. Para simplificar, un disco de Tears For Fears y lo que la gente conoce como el sonido Tears For Fears, son las cosas en las que estamos los dos de acuerdo".
El dúo empezó a trabajar en este álbum encargando material a algunos de los mayores compositores de temas de éxito del momento como les dictó su anterior management. En poco tiempo, este intento fracasó. Orzabal lo explica así: "Al final, esa tensión y presión nos separaron, no solo de nuestro Management, sino uno del otro". Tears For Fears cambió de management, uno que puso por las nubes los cinco temas en los que la banda estaba de acuerdo. Orzabal sigue contando: "De repente, por primera vez en mucho tiempo, sentimos que teníamos a alguien de nuestro lado que entendía lo que queríamos hacer. Fue la primera vez en mucho tiempo que decidimos los dos que queríamos hacerlo".
A Orzabal y Smith se les une uno de sus colaboradores de siempre, Charton Pettus junto a los productores y compositores Sacha Skarbek y Florian Reutter.
"Cuando conoces a una persona durante tanto tiempo como nosotros, y has trabajado con ellos todo ese tiempo, hay un lazo que se convierte en familiar. Y es distinto de una amistad", cuenta Smith. "Y es distinto del matrimonio. Es literalmente como tener un hermano. Es el clásico vínculo que no puedes romper. Puede desaparecer a veces. Te separas durante un tiempo, que además creo que es sano en realidad. Pero al final, siempre acabamos estando juntos de nuevo".
Una colección de 10 pistas con el añadido de "Secret location" en la edición deluxe CD, y de esa y otras dos canciones: "Let it all evolve" y "The shame" en la edición super deluxe CD. Como primer avance la pista titular. Dan continuidad No small thing y Break the man.
Debuta en el número 2 de la lista británica de discos, con el liderato en ventas de vinilos. Y en la octava posición de la Billboard 200 de Estados Unidos con unas 31 mil unidades equivalentes, repartidas en 1.500 por el streaming, 500 por tracks equivalentes y unas 29 mil por ventas, lo que le vale el número 1 en la Top Album Sales con 21.500 copias físicas -12 mil cedés y 9.500 vinilos- y 7.500 copias en digital.
Pueden escucharlo desde su Spotify
Lista de Temas:
1. No small thing
2. The tipping point
3. Long, long, long time
4. Break the man
5. My demons
6. Rivers of mercy
7. Please be happy
8. Master plan
9. End of night
10. Stay
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