Artista: The Mars Volta
Álbum: Noctourniquet
Año: 2012
Género: Heavy prog / Crossover prog
Duración: 64:31
Referencia: Link a Discogs, Bandcamp, Youtube, Wikipedia, Progarchives o lo que sea.
Nacionalidad: EEUU
Aquí, está todo igual pero también cambia todo; el grupo ha mantenido sus constantes temas intrincados, con múltiples cambios de ritmo, siempre manteniendo la tensión, percusión omnipresente, originalidad, pero se ha hecho una limpieza de cara que ha dado como resultado un sonido más limpio, con más espacio entre instrumentos, y también, una mayor facilidad para el oyente, al tiempo que se ha logrado un interesante equilibrio entre el número de canciones rápidas y más locas y el de otras a medio tiempo o suaves. Contiene 13 canciones nuevas escritas por Omar Rodriguez-Lopez y Cedric Bixler-Zavala. El espectro de texturas musicales concebidas en este disco es un fiel reflejo del personal sonido de un grupo que ha construido su propio universo a lo largo de 6 discos de estudio. Y para dar un poco de data, esto es lo que ilustraba el señor Wikipedia:
El álbum fue el número 1 en la lista de Los Mejores Álbumes de 2012 en la revista virtual Sound & Vision México.
La verdad es que no está bien, en ninguna review, reconocer que el crítico, aquí yo, ha mirado otras para guiarse. A mí no me cuesta reconocerlo. Y lo curioso es que la sensación general es que este 'Noctourniquet' ha gustado menos que sus anteriores discos, sobre todo los dos últimos, 'The Bedlam in Goliath' (2008) y 'Octahedron' (2009), que dejaron una sensación global maravillosa, les aupó a la cima del progresivo internacional y les ha tenido 3 años de silencio... componiendo esta joya. Y como suele pasar conmigo, casi siempre llevo la contraria a otros críticos. Igual que el 'Heritage' de Opeth es mi favorito de los suecos y que 'Iconoclast' es el de Symphony X, llevo la contraria también con este poco valorado disco de Mars Volta, que es un lujo desde su inicio hasta el final.
Es, además, el típico disco que te gusta más cuando más lo escuchas, vas descubriendo sus matices, su producción de lujo, casi artística, y sin embargo ya a la primera te ha atrapado. Es curioso hasta su título, porque ese neologismo que mezcla dos conceptos y dos términos, Nocturno y Torniquete, en verdad sólo da pie a pensar en lo segundo. Es un disco donde no encontrarás paz ni grandes pasajes ambientales y melódicos que te trasladen a parajes y emociones extremas. Si acaso, los únicos temas que van por ahí es el complejo y variantes 'Empty Vessels Make The Loudest Sound', uno de los mejores, y la sedante 'Trinkets Pale of Moon'. El resto, es un ataque a tu corazón pero por otros motivos. Ritmos y armonías imposibles, pura experimentación y sonidos atrevidos sin complejos que dan mucho mérito a estos chicos. La fusión entre música negra, a veces funky, a veces soul, a veces jazz... da otro sentido precisamente al concepto de fusión en la música.
Y es, también, un trabajo donde en Mars Volta vemos influencias-homenaje clarísimos, sobre todo Radiohead. Esta formación británica, tan denostada por los puristas, y excesivamente mimada por los 'modernos', los amantes de las gafas de pasta y los 'geeks', ha hecho tantos méritos por la música en los últimos 10 años que apenas se lo valoramos. Creo que junto a Dream Theater en el metal, Radiohead ha sido la otra gran banda que ha influido a cientos de grupos en todo el planeta, ya en otro campo, más alternativo y menos rockero. Y en 'Noctourniquet' hay momentos que son puramente 'copiados' del 'Kid A' de Radiohead, disco en el que perfeccionaron las técnicas e innovaciones que ya mostraron en el icónico 'OK Computer'.
Pero más allá de las comparaciones, siempre incómodas, valoremos por sí mismo un álbum atronadoramente original y perfecto. Las cosas como son. Las razones por las cuales nunca me habían cautivado Mars Volta las llevan a términos superlativos en este atrevido y osado disco y al menos a mí, me convencen. Su 'frikismo' compositivo, su extraño concepto de la música, te gana por las venas y las entrañas desde que comienza y no puedes parar hasta devorarlo entero. O quizás es él el que te devora, quién sabe...
Deliciosas y geniales, en el término explícito del término 'geniales', son temas como 'The Malkin Jewel', donde juegan con bases de la música soul y negra de los 1960, 70 y la música disco de los 80 y van poco a poco transformándose en una orgía de caos y descontrol de rítmicos, alcanzando un orden que sólo ellos y los habituados al progresivo más salvaje comprenderán. Temazo sin límites de calificativos, quizás uno de los mejores del año. Por cierto, toda la canción rezuma dejes de la forma de gritar de Roger Waters en los temas más operísticos y de diálogo de 'The Wall', como la canción 'The Trial', en la que el personaje Pink era juzgado a modo de tribunal celestial.
Debo decir que lo que más me gusta de este álbum es el trabajo de Deantoni Parks, nuevo en la batería, que da un toque mágico en este elemento que tanto nos gusta a los rockeros. El rollito afro que le mete es bestial, y en general se convierte en el amo de 'Noctourniquet', sin duda. Y ojo que no sólo toca con esta sensibilidad más soul, sino que le vemos cosas crimsonianas increíbles, al estilo Bruford y Mastelotto de los últimos tiempos, rompiendo esquemas rítmicos continuamente con compases sin sentido. Ya en la primera canción, 'The Whip Hand' vemos ese mágico juego de ritmos al tiempo que Mars Volta juegan con la electrónica y los efectos de mesa de DJ.
The Mars Volta - NoctourniquetTambién conviene recordar la gran labor que vuelve a hacer Cedric Bixler-Zavala al micro, donde se luce a más no poder en este complejo combinado de sensibilidades musicales. Y por supuesto, el otro gran elemento son los sintetizadores de Omar Rodríguez-López, que hacen que el binomio de rock y música electrónica tomen sentido sin alterar los esquemas básicos que tenemos asimilados de otras épocas sin que tampoco se abandone la intencionalidad de innovar y experimentar.
Más en ese extremo innovador están temas como 'In Absentia', una mezcla de sintetizadores al más puro estilo onírico de Tangerine Dream con los ritmos y modos más recientes, de música electrónica y ambient. Lo mismo se puede decir de 'Imago', donde todo pasa el filtro de la máquina, pero con un gusto y un criterio espanto...samente bueno.
Ya en el plano más clásico, encontraréis temazos como 'Molochwalker', pura música soul negra donde casi se escucha a los Jackson Five por momentos, aunque con bases más rockeras, claro, sobre todo por la labor de Parks en el kit de batería. Y la sorpresa o guiño a los clásicos lo encontraréis en 'Vedamalady', que comienza y arranca con una intro de teclados que dispara directamente sobre la memoria de los fans de Camel, ya que parece cogido de Pete Bardens en 'The Snow Goose', concretamente el tema 'Flight of the Snow Goose'.
Dicho todo, conviene hacer un análisis desde el contexto bajo el que se ha gestado la criatura. La mayoría del material, según reveló el grupo, se compuso en 2009, aunque el periodo de grabación ha comprendido el periodo entre 2009 y 2011. ¡Casi nada! Esta larga gestación y posterior parto ha tenido mucho que ver por tanto con su anterior LP, 'Octahedron', precisamente del año 2009. De todo lo que más destaca Omar Rodríguez es lo que comentábamos, la magia que desprende Parks con la batería. De él dijo: "Arruina todos los clichés sobre los baterías después de todos estos años de relación con baterías; le dí total libertad, lo que no le había dado a otros baterías con los que he trabajado antes, y todavía siento que le di poca... He tenido que librar batallas con baterías, con músicos, para que entendieran mi técnica, pero con él solo hizo falta una primera toma para conectar".
Y aún más importante: Omar describió el álbum como "el fin de una etapa" para el grupo. Veremos. Lo que se puede concluir es que su hora y 4 minutos se pasan en segundos. Con eso está todo dicho, casi siempre que sucede. Y para mí sólo por lo mucho que transmite y la onda que lleva el álbum, le convierte en uno de los mejores de este 2012. Impresionantes Mars Volta, que creo que no han tocado techo todavía.
Puntuación: 9/10
Todo está coronado por un sonido atmosférico y etéreo, con una creciente influencia de la electrónica, añadiendo a eso el plus que supone el nuevo enfoque, que aporta personalidad a este álbum entre la lista de discos del grupo. Curioso el hecho de que una banda tenga que "normalizarse" para dar frescura a su carrera, pero The Mars Volta no es una formación cualquiera, ni mucho menos.
Si te paras a pensarlo, es increíblemente alucinante el talento, conocimiento y la apertura de mente que hay que tener para desarrollar y llevar a cabo un proyecto tan ecléctico como The Mars Volta. Hay que tenerlos muy bien puestos y saber bien lo que se pretende para no perderse en la amalgama de técnicas y estilos que puede pasársete por la cabeza a la hora de afrontar un proyecto como este. Está claro que eso es algo al alcance de no demasiada gente. Generalmente la música es como muchas otras cosas, puedes hacerla ‘en serie’, como se hacen los churros (sin salirte demasiado de un conjunto de estándares relativamente simples), o bien intentar ser original y creativo, como ocurriría con la cocina moderna. Y… ¿qué es lo que diferenciaría a un enfoque del otro?, bueno… pues fundamentalmente las intenciones y el talento de los músicos que intervienen, pero también está el oyente, el que se acerca a interpretar y escuchar el resultado del proceso, el que al final opina y comunica las sensaciones y el calado que esa música le ha producido. Y eso es algo tan aleatorio y diverso como la cantidad de seres humanos que poblamos el planeta. Algo casi incontrolable. Eso es algo que The Mars Volta conocen bien, porque su música parece estar hecha para ellos, para satisfacer sus propias necesidades (y las de aquellos que compartan su visión). Lo que ocurre es que esas necesidades están ubicadas en medio de una espiral de experimentación y evolución constantes que, si bien y hasta la fecha, ha dado buenos resultados, puede acabar convirtiéndose en un arma de doble filo, como podemos apreciar en este disco.
“Noctourniquet” es el sexto álbum de estudio de The Mars Volta , la banda liderada por Omar Rodríguez y Cedric Bixler, un LP que viene a suceder a “Octahedron”, que fue tachado de homogéneo dadas las características de sus predecesores, sobre todo dada la accesibilidad del mismo, aunque en su seno guarda algunas de las mejores composiciones de la banda. Así, “Noctourniquet” se muestra casi en el lado opuesto a “Octahedron”, en una vertiente más oscura e inestable, siguiendo (como viene siendo tradición en ellos) un hilo argumental un tanto inquietante y, dicho sea de paso, sin demasiada consistencia. Y el problema de este último disco es, precisamente, el historial de discazos que hasta el momento había ido pariendo la banda. Es cierto que “Noctourniquet” no es un LP que te entre a la primera, The Mars Volta nunca lo han hecho así, pero también es cierto que ni tras 10 escuchas logra calarte lo mismo que, por ejemplo, “De-Loused In The Comatorium” o “Frances The Mute ”, por poner un par de ejemplos. No obstante hay alguna que otra pieza que te harán mantener la confianza en el proyecto, como es el caso de “Empty Vessels Make The Loudest Sound”, que recuerda bastante a su anterior disco, o “Dyslexicon” y “The Malking Jewel”, que pese a recordar en sus primeros compases a Marilyn Manson y haber recibido algunas duras críticas, posee algunas partes la mar de interesantes que la convierten, y hablo de forma personal, en una de mis canciones favoritas del grupo. De la segunda mitad del disco podríamos destacar cortes como “Noctourniquet”, que da nombre al LP, “In Absentia” o el tema que cierra el álbum, "Zed and Two Naughts”.
Lo cierto es que “Noctourniquet” nos deja con una sensación extraña, como de haberse quedado a medias, medio forzado. Y ojo, algo que jamás hubiera imaginado decir con respecto a The Mars Volta: con la impresión de que hay bastante relleno en este disco y de que la resultante es un trabajo muy inestable. Probablemente muchos se estén tirando las manos a la cabeza al leer esta última frase, pero es una sensación que no he logrado quitarme de encima desde que escuchase por primera vez este LP. Pero en fin, también hay que pensar que quizas The Mars Volta nos tenían mal acostumbrados. Todos tenemos derecho a un derrape. No por ello se pierde credibilidad. Su legado, hasta el momento, es impresionante.
Lista de Temas:
1. The Whip Hand - 4:49
2. Aegis - 5:11
3. Dyslexicon - 4:22
4. Empty Vessels Make The Loudest Sound - 6:43
5. The Malkin Jewel - 4:44
6. Lapochka - 4:16
7. In Absentia - 7:26
8. Imago - 3:58
9. Molochwalker - 3:33
10. Trinkets Pale of Moon - 4:25
11. Vedamalady - 3:54
12. Noctourniquet - 5:39
13. Zed and Two Naughts - 5:36
Alineación:
- Omar Rodríguez-López: Guitarras, sintetizadores, arreglos
- Cedric Bixler-Zavala: Voz, letras
- Juan Alderete: Bajo
- Marcel Rodriguez-Lopez: Teclados y sintetizadores
- Deantoni Parks: Batería
- Lars Stalfors: Sintetizadores
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