Nora Sarmoria es mi musa de hoy. En ella el arte no está separado de la educación. Ni el cuerpo, del espiritu. La clave es el ritmo: es la puerta que al abrirse, nos permite conectar con nuestro cuerpo, y con nuestra naturaleza primordial. Es cosa nuestra cruzar el umbral o no. El ritmo, en este caso los ritmos de Latinoamerica, es el latido de la misma tierra. Ese latido que Nora nos invita a escuchar para conectarnos con la vida.
Quiero dedicar esta reseña con mucho cariño a su protagonista, Nora Sarmoria, y a todos mis amigos argentinos, de un modo especial a los cabezones.
Mi intención, en un principio, era la de hacer una reseña sobre el único álbum que conocía de Nora Sarmoria, Vuelo Uno, el primero de su carrera discográfica. Pero no encontré demasiada información, ni tampoco quedan videos con temas de ese álbum en youtube (recuerdo haber visto alguno hace años). Finalmente, al visitar su página web, que ella misma muy gentilmente me indicó, me decidí a hacer un post sobre la artista, y no sobre un disco suyo en particular. Esta no pretende ser una reseña exhaustiva sobre su carrera artística, sino una breve presentación, una invitación a conocerla más profundamente. Su historial académico, discográfico, docente, etc. lo podrán encontrar en su página web.
Música, educación, danza, folclore, todo ello se conjuga y se convierte en un hecho único e indivisible en su incansable trabajo de décadas.
Hay una ancestral sabiduría sumada a una flamante modernidad en su forma de introducir el jazz en los multicolores ritmos de toda Latinoamérica, sabiduría que fue adquiriendo a lo largo de 17 años de investigación de los distintos patrones rítmicos del subcontinente, siendole finalmente de gran ayuda la llegada de las computadoras, que facilitaron muchisimo su labor.
Aprendió a improvisar no tanto para hacer jazz, sino para aplicar la improvisación a otros estilos; de ahí su empeño en descifrar la rítmica del bajo, de la batería, del bombo legüero, del tambor… de la chacarera, para luego trasladarlo todo a las teclas de su piano, y darle alas al improvisar con ellos.
A sus alumnos, para hacerles sentir el ritmo, les hace trabajar el cuerpo, danzar, saltar, cantar. Para ella, la base de toda la música autóctona se deriva de las coreografías.
Su pasión por el ritmo se ve plenamente expresada en sus mismas palabras. He aquí algunos comentarios de la misma Nora:
"Me encanta la música del mundo, la música turca, la música clásica, neoclásica, los rusos Mussorgsky, Prokofiev, Stravinsky... que tienen una prevalencia de la parte rítmica que me atrae y me hace vibrar por completo. En realidad, me gusta la música rítmica, incluso cuando ella no tiene raíces africanas"
"En los años 80 surgió una corriente llamada proyección folclórica, que consiste en introducir elementos de otras músicas en el folclore.
Hoy en día, hay muchos grupos que introducen momentos de improvisación en toda la música sudamericana (candombe, tango, folclore ...) incluso cuando esto no es algo característico del folclore local.
Dino Saluzzi fue un pionero de la proyección folclórica y la ha dado a conocer en el extranjero. También es el principal representante del free jazz de Argentina, que cuenta con varios discos producidos por ECM. A título personal, no son aquellos que más me agradan. Me gusta Dino Saluzzi cuando hace folclore porque es un salteño super talentoso y único.
Me parece que el free-jazz, y no estoy hablando de la improvisación en general, no tiene mucho que ver con nuestro folklore."
"El folclore que se escuchaba durante la dictadura era lo más cuadriculado y estructurado que se pueda imaginar. Los que proponían otra clase de folclore eran censurados. Chango Farias Gomez, que vivió en España ha sido uno de los precursores de esa nueva concepción, con Cuchi Leguizamón, el Dúo Salteño. . . y a todas estas personas no se les daba ninguna difusión. Tenías que ser curioso para encontrar esos tesoros. Mercedes Sosa también tuvo que salir,Atahualpa Yupanqui ..."
"Hubo una odiosa campaña para erradicar todo sentimiento nacional (sentir nacional). Se trataba de truncar toda posibilidad de que la gente se identificara en tanto que pueblo. Se favoreció todo lo que sonara a extranjero. Y la dictadura fue aprobada por todos en la medida en que respondió a los intereses de otros países. Fue sólo cuando las dictaduras dejaron de servirle a los grandes los poderes mundiales que los gobiernos democráticos comenzaron a operar en América Latina..."
"Hubo una odiosa campaña para erradicar todo sentimiento nacional (sentir nacional). Se trataba de truncar toda posibilidad de que la gente se identificara en tanto que pueblo. Se favoreció todo lo que sonara a extranjero. Y la dictadura fue aprobada por todos en la medida en que respondió a los intereses de otros países. Fue sólo cuando las dictaduras dejaron de servirle a los grandes los poderes mundiales que los gobiernos democráticos comenzaron a operar en América Latina..."
Nora Sarmoria nació el 22 de junio de 1968 en Buenos Aires. Empezó a improvisar y a componer de niña, cuando, subiéndose al taburete del piano de sus padres, y colocando un libro ilustrado de cuentos sobre una mesa, se ponía a tocar y a cantar lo que las imágenes de ese libro le sugerían.
Estudia piano jazz con Edgardo Beilin que había recibido su formación musical en Berkeley, y que la inició en el jazz y la improvisación. Esa fue una oportunidad de oro para ella, porque en aquel tiempo no había centros de enseñanza de música popular ni de jazz en Argentina, sólo conservatorios, en los que se aprendía exclusivamente música clásica.
Estudia piano jazz con Edgardo Beilin que había recibido su formación musical en Berkeley, y que la inició en el jazz y la improvisación. Esa fue una oportunidad de oro para ella, porque en aquel tiempo no había centros de enseñanza de música popular ni de jazz en Argentina, sólo conservatorios, en los que se aprendía exclusivamente música clásica.
Desde 1991 imparte clases en la Escuela de Música Popular SADEM (Sindicato Argentino de Músicos) y da clases de piano en el Conservatorio Municipal de Morón, en la provincia de Buenos Aires.
Tiene una brillante discografía, participa en numerosas giras y discos, como intérprete (piano, acordeón, canto, berimbao, percusión, calimba). Es productora y compositora, y, por si fuera poco, ha escrito cuatro libros de educación musical, y es directora de orquesta.
Las frases de Nora que acabo de citar, las recogí de una entrevista realizada por Caroline Cance y Vanesa Garcia, cuyo enlace les dejo aquí.
Para terminar, les trancribo un breve curriculum de Nora:
NORA SARMORIA
Pianista, compositora, arregladora, cantante, acordeonista de Argentina.
Ha tocado en numerosos escenarios del País y de distintas partes del mundo Japón, Cuba, Brasil ,Perú , Chile, Uruguay, Dinamarca, Alemania , Noruega, Bélgica ,Letonia, Estonia, Francia, Holanda, Italia.
Acompañó a los proyectos de otros músicos como Quique Sinesi, Liliana Herrero, Mono Fontana, Hugo Fattoruso, Lito Vitale, Arnaldo Antunes, Kepa Junkera, Negro Aguirre, Beto Satragni, Leo Masliah, Mariana Ingold, Urbano Moraes, Osvaldo Fattoruso, Juan Falú y otros.
Docente desde mas de 2 décadas, y directora de la Orquesta Sudamericana (20 músicos) desde 2007, de la Orquesta Popular de Conti (OPC) desde 2013 y del Ensamble de Niñ@s del Conti desde 2013. Reailza cursos o “workshops” de Ritmos Sudamericanos por todo el mundo.
Editó 8 discos solista y 6 producciones compartidas con Lilián saba, Marcos Cabezaz, Victoria Zotalis, Amaranto y Orquesta Sudamercana (2 discos)
Lleva editados 4 libros “Piano Inicial” volumen 1 -2 y 3 (Composiciones sobre Ritmos Sudamericanos) – Raíz de Niño (junto a Karina Malvicini)
el Canario
Excelente!
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