Artista: McDonald & Giles
Álbum: McDonald & Giles
Año: 1970
Género: Crossover Prog
Duración: 45:20
Referencia: Discogs
Nacionalidad: Inglaterra
Para entender de donde salen estos McDonald y Giles tan elegantemente vestidos debemos remontarnos a 1969. En ese año, King Crimson publicaron su mitiquísimo y soberbio debut. Y pese a que la carrera de la banda no podía empezar de mejor manera, Ian McDonald (encargado de los instrumentos de viento y teclados además de compositor de los temazos “I Talk To The Wind” y “The Court Of The Crimson King”) y Michael Giles (batería) se fueron para probar suerte por su cuenta dejando que se encargara Fripp de acabar el segundo disco de la que por entonces sería ya definitivamente su banda.
La mayoría de temas que aparecen aquí los había estado componiendo McDonald estando aún en King Crimson y algunos de ellos de hecho ya estaba previsto que aparecieran en el “In The Wake Of Poseidon”. En cuanto al estilo de esta obra, a mí personalmente me recuerda mucho al debut de King Crimson aunque quizás le falte un poco ese toque épico tan especial que tiene, pero no por ello deja de ser un disco excelente.
El disco empieza fuerte con “Suite In C”, un largo tema bastante complejo que empieza con una melodía bastante tranquila con unos preciosos coros y arreglos orquestales hasta desembocar en una parte instrumental mucho más jazzística, que acaba con una pegadiza melodía basada sobre todo en los teclados (que por cierto, los toca nada más y nada menos que Steve Winwood).
“Flight Of The Ibis” es uno de mis momentos favoritos, una balada preciosa, delicada y muy especial. Como curiosidad cabe decir que en el disco crimsoniano “In The Wake Of Poseidon” aparece una canción llamada “Cadence and Cascade” que recuerda muchísimo a este tema. Al parecer éste era uno de los que iba a aparecer en dicho disco pero McDonald se lo llevó consigo cuando decidió emigrar de la banda. Fripp a cambio se quedó la letra que iba a tener dicho tema y le puso una nueva música... pero oyendo el resultado final uno no puede evitar pensar que se basó mucho en la melodía que había compuesto su excompañero o quizás que incluso intentó recrearla.
A ésta le sigue otra balada de corte más intimista: “Is She Waiting?”, que canta McDonald acompañado sólo de una guitarra acústica y unos leves toques de piano.
El único tema compuesto por Giles que encontraremos será “Tomorrow’s People – The Children Of Today”, una pieza en la que se erige como absoluto protagonista con esa espléndida batería recordándonos que era un excelente músico. A diferencia de las piezas anteriores tiene un tono más rockero excepto en un leve interludio instrumental en que el protagonismo pasa de nuevo a McDonald haciendo un pequeño solo de flauta.
Y para acabar, el tema más ambicioso del disco y en mi opinión el mejor: “Birdman”, una pieza de más de 20 minutos dividida en varios segmentos siguiendo la tradición de las grandes composiciones del rock progresivo. En general mantiene el estilo del disco pasando de pasajes más jazzísticos (con gran protagonismo de McDonald al saxofon y una impecable sección rítmica de los hermanos Giles) a otros más solemnes con protagonismo de teclados. El momento cumbre de la canción para mí llega cuando, hacia la mitad, todo se reduce a una leve melodía de teclados y de flautas que va progresando y progresando lentamente hasta acabar desembocando en el momento culminante del tema en que comienza a sonar la melodía principal, primero de forma lenta con teclados y voces, luego poco a poco acompañada de arreglos y trompetas hasta acabar de forma engrandecida. Colosal, mágico.
Amigos, no se fien de las caras o la corbata de los tipos de la portada, este disco es enorme. Otro clásico a reinvidicar urgentemente.
Este trabajo tiene la particularidad de que mucha gente se ha entusiasmado en escribir sobre él, así que podemos dar muchos puntos de vista sobre un mismo elemento, en este caso una producción musical, y como considero que eso es muy bueno (que existan varios puntos de vista) vamos a copiar algunos para dar una visión un tanto más global y generalizada.
Uno de los miembros más creativos que no tardó en abandonar la nave a las primeras de cambio fue el multi instrumentista Ian McDonald, un hombre con una personalidad rotunda que no se conformó y quiso continuar por su cuenta. Y no tardó nada en hacerlo puesto que al año siguiente editó su primer trabajo en solitario escribiendo y componiendo, acompañado de otro de los miembros que no tardaría en abandonar las filas de KING CRIMSON, el batería Michael Giles.
Su escucha nos revela hasta qué punto tuvo influencia su trabajo en K.C. puesto que muchos de los temas que encontramos tienen una atmósfera y unos detalles que suponen que bien podrían hallarse inmersos en "The 21Th Century...." o en "In the wake...". Es decir , una vez fuera del supergrupo va a dar rienda suelta a todas aquellas ideas que todavía tenía en la recámara y les va a dar forma en un nuevo proyecto.
Es una obra muy ecléctica con improvisaciones e incursiones jazzísticas en algunos pasajes; engloba cortes de carácter intimista donde la sensibilidad y delicadeza del autor se pone de manifiesto; pero también hay instrumentales con gran colorido, muchas variaciones, arreglos complejos y brillantes a cargo de abundantes instrumentos de viento de todo tipo y por supuesto también orquestación.
Michael Giles a la batería es una garantía de buen sonido, trabajando con su particular estilo, que a mi particularmente me parece muy interesante y es uno de mis predilectos. Se hace acompañar en la base rítmica de su hermano Peter Giles con un bajo potente y con mucha participación en la estructura de las canciones. Y nada que decir de Winwood, un hombre prodigioso a las teclas que se ofreció a colaborar para esta ocasión.
La joya del álbum es la segunda cara que es ocupada por un sólo tema dividido en varias partes muy diferenciadas. Un bloque conceptual que va pasando de momentos etéreos y sensibles a otros donde surge una explosión de instrumentos que produce una maraña de improvisaciones y sonidos de todo tipo para desembocar en un final a cargo de un piano magnífico que va repitiendo unas frases y cada vez se van añadiendo más y más instrumentos formando una atmósfera densa y que solo se detendrá en la culminación del final.
Un gran trabajo con el que disfrutaremos de la faceta creativa de McDonald y que remueve nuestro interior.
Juan Carlos Rustarazo
Un álbum fresco, optimista, de ricas melodías que combina distintos estilos musicales con maestría. Este disco contiene muy buenas cosas, comenzando desde el quehacer instrumental en el que Giles y McDonald son unos genios. Un disco tranquilito, entre el pop y el jazz con aderezos prog, agradale y sosegado pero no por ello soso.
Técnicamente el álbum es una delicia, todo merece ser destacado. Sin embargo nos gustaría hacer una mención especial al sonido de la batería, el cual puede ser escuchado con todo detalle sin perder un ápice de naturalidad y logrando sonar igual de íntimo que el resto de instrumentos. Esto se lo debemos al especial cuidado y mimo que tuvo Michael Giles durante las sesiones de grabación.
El multi-instrumentista Ian McDonald y el extraordinario baterista y percusionista Michael Giles, unieron esfuerzos para dejar uno de los más gratos recuerdos del progrock con este estupendo álbum, que si bien no tuvo un gran éxito comercial, sigue siendo considerado una incomparable gema musical del género y la música en general. Grabado entre mayo y junio de 1970 y lanzado al mercado a inicios de 1971, McDonald y Giles crearon un repertorio de cinco estupendos temas.
El dúo, cuya envidiable credencial es haber formado parte de la temeraria primera formación de King Crimson, con la que grabaron uno de los más fascinantes estrenos del progrock, In The Court of The Crimson King (1969), no tendría una segunda parte.
Este álbum es una de esas piezas mágicas como lo son Fish Out of Water de Chris Squire y Voyage of The Acolyte de Steve Hackett, ambos editados en 1975.
Giles es recordado por el seminal trío Giles, Giles & Fripp que eventualmente se convertiría en la venerada King Crimson, banda con la que además de grabar como miembro, grabaría como músico de sesión en In The Wake of Poseidon, segundo álbum de Fripp y sus muchachos.
Ian y Mike sumarían a su proyecto al letrista Peter Sinfield y al bajista Peter Giles, hermano de Michael y una tercera parte de Giles, Giles & Fripp
Producido por McDonald y Giles bajo la ingeniería de Brian Humphries, asistido por Richard Smith, esta celebrada impronta discográfica contó con la participación del genial Steve Winwood (Traffic / Blind Faith) en las teclas y Mike Gray en la dirección y los arreglos de la sección de cuerdas y los metales.
El diseño de arte de Charlotte Bates presenta una apacible foto desplegable en tonos azulados de ambos protagonistas junto a sus parejas (muy parecidas, por cierto)
McDonald and Giles inicia con “Suite in C”, una composición de tres partes (“Turnham Green”, “Here I am” y “And Many More”) donde el dúo mantiene uno de los rasgos de la tradición Crimsoniana.
Escrita por Ian McDonald un par de años antes, destacan en ella la arpegiada guitarra de McDonald y la irregular e impresionante batería de Giles. Steve Winwood participa en la primera parte tocando el órgano y el piano con un buen solo en este último.
Ian brilla a plenitud en las teclas y flauta. En ella sentimos la influencia jazzística del dúo. Las acentuaciones de Giles acompañan las melodiosas frases de la orquesta.
En su letra Ian nos canta: “Brilló el sol hasta Turnham Green, caminé hacia un sueño, ¿qué pasó con aquel rostro que había visto?, dulce gatita en sus rodillas… Ella me sonrió y entonces, con el sol distante, ella se fue, sabía que tenía que verla otra vez, aquella chica del tren DL..”
En esta suite encontramos algo de blues
Sigue la hermosa “Flight of The Isis”, segunda pieza del álbum que deja caer algunas notas de “Cadence and Cascade”, la melodiosa canción del álbum In The Wake of Poseidon de King Crimson.
Con letra de Bernard Fallon, conocido DJ, músico y fotógrafo de la época, la pieza tiene también un dejo Lennon-McCartney. “Vi tus ojos, mirada esquiva, quiero tocarte pero no tengo nada que decir, intento verte con esfuerzo pero las palabras no logran decir lo que quiero”
La más íntima, melancólica y acústica “Is She Waiting?”, compuesta entre conciertos de King Crimson en verano de 1969 por McDonald, nos dice en parte: “¿Está ella esperando? ¿Está el cenicero cerca de la cama a su lado? ¿Está ella esperando con el libro que nunca ha leído… necesito saber que ella sabe, voy camino a casa, cortinas cerradas, estoy de regreso en el camino”
Breve y delicada, es un buen contraste en el repertorio, que sigue con la excelente y tal vez la pieza más recordada del disco, “Tomorrow’s People – The Children of Today”.
Compuesta por Giles, la pieza es una excelente muestra de las capacidades instrumentistas de Ian y Giles. El estupendo solo de flauta, la increíble rítmica y la emotiva dinámica en la que participa el trombonista Michael Blakesley, son parte de los elementos que nos cautivan y que han cautivado a grupos como Beastie Boys.
Basta con dejarse llevar por la batería a partir del 1’44” y el subsecuente solo de flauta de Ian McDonald. La pieza está dedicada a Tina y Mandy, hijas de Giles.
La letra nos narra en parte: “Quién trepará la cerca y oler las flores de allí, llevará más que tiempo para darnos cincuenta vidas… si alguien quiere ir, no llevará mucho tiempo pero ¿cuántos usan sus ojos y corazones para realmente saber…? ¡Y qué decir del solo de saxo!
El disco finaliza con la elocuente “Birdman” de algo más de 21 minutos. La pieza, de un impecable intro vocal a capella, también está compuesta a modo de “suite” pero esta vez de seis partes, que incluye “The Inventor’s Dream (O.U.A.T.)”, “The Workshop”, “Wishbone Ascending”, “Birdman Flies!”, “Wings in the Sunset” y “Birdman – The Reflection”.
El acrónimo O.U.A.T. significa “érase una vez…” por sus letras en inglés. La extensa pieza está llena de sorpresas donde de modo sublime y tranquilo el par desgrana sin temor elementos del Carmesí Rey.
A todo lo largo de esta composición se nos devela una elegancia instrumental rica en colores y texturas que perdería la magia si la describo totalmente pero sí puedo compartir parte de los primeros versos: “Hace mucho tiempo en Walthamstow, un hombre soñó con un esquema singular, sin deseos de unirse al pez pero suspirando “me encantaría volar”
En el año 1990 McDonald and Giles fue editado en formato CD en Japón, manteniendo el repertorio original. En ediciones posteriores esta obra de arte tiene variantes que no son sustanciales pero tal vez atractivas, sobretodo para los incondicionales seguidores de King Crimson.
En 2019 fue reeditado en vinilo de color rosado con un impecable sonido.
McDonald and Giles nos brinda una excelente oportunidad de ser re-escuchado y te sugiero además ver el concierto de 21st. Century Schizoid Band para ampliar un poco el horizonte.
Después de todo, ¡Nada como la fractalización de King Crimson!
Un disco muy recomendable para escuchar atentamente unas cuantas veces antes de enamorarse del mismo. Y una manera muy bonita de comenzar el día...
Y aviso que continuaremos con coletazos crimsonianos... y sin el enano maldito.
https://music.apple.com/us/album/mcdonald-and-giles/1591315770
Lista de Temas:
1. Suite in C including Turnham Green, Here I Am and others (11:15)
2. Flight Of The Ibis (3:11)
3. Is She Waiting? (2:36)
4. Tomorrow's People - The Children of Today (7:02)
- Birdman (21:11) :
5. The Inventor's Dream (O.U.A.T.) (3:53)
6. The Workshop (2:51)
7. Wishbone Ascension (1:30)
8. Birdman Flies! (6:18)
9. Wings In The Sunset (0:40)
10. Birdman - The Reflection (5:59)
Alineación:
- Ian McDonald / guitar, piano, organ, saxes, flute, clarinet, zither, vocals, sundries
- Michael Giles / drums, percussion (milk bottle, handsaw, lip whistle, nutbox), vocals
With:
Peter Giles / bass
Steve Winwood / organ, piano solo (1)
Michael Blakesley / trombone (4)
Mike Gray / string & brass arranger and conductor
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