8 de febrero
Homo fugit velut umbra
(Passacaglia della vita)
Muy
olvidado hoy, Landi contó en su día con mecenas
realmente poderosos, como las ricas e influyentes familias de los Borghese y
los Barberini, que, al igual que todos los ricos de la época,
gustaban de rodearse de los músicos más
prestigiosos (¡lo cual era más
divertido que dejarse ver en un yate!) Dada la abundancia de brillantes
artistas jóvenes
que buscaban la atención de los mecenas, el ambiente tenía
que ser tan inspirador como despiadada la competencia profesional.
Este «Pasacalles
de la vida»,
Homo fugit velut umbra,
«El
hombre se va como una sombra», nos muestra a un Landi que absorbía
las ideas de aquel crisol musical. Juntando laúd, tiorba,
guitarra y arpa, más una serie de violines, una viola da
gamba, una corneta y algo de percusión, escribe un
pasacalles (especie de marcha viva y reiterativa) estilizado y rítmicamente
cautivador que nos recuerda que la vida es breve y fugaz, y al mismo tiempo nos
anima a gozar de ella:
Si more cantando, Se
muere cantando,
si more sonando se
muere tocando
la cetra o sampogna, la
cítara
o la zampoña,
morire bisogna. tenemos
que morir.
Si muore danzando, Se
muere bailando,
bevendo, mangiando; bebiendo,
comiendo;
con quella carogna con
esta carroña
morire bisogna. tenemos
que morir.
Clemency Burton-Hill
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