En 1983, Ray Manzarek (Tecladista de los Doors), atraído durante
mucho tiempo por el poder espiritual de Carmina Burana, eligió interpretar la
pieza en un marco contemporáneo. Esta presentación pretende crear cuadros
encantados; para evocar el éxtasis expresado por las letras, un intenso sentimiento
realzado por la vida similar a las pasiones y el jolgorio de los poetas
errantes de hace tanto tiempo.
Artista: Ray Manzarek
Álbum: Carmina Burana
Año: 1983
Género: Clasica Moderna,,Electronica, Rock,
Referencia: Discogs,
Nacionalidad: US
En 1803 se descubrió un rollo de poemas medievales en la provincia alemana de Baviera entre los escombros del
monasterio secularizado de Benedikt-Beuren ("BURANA"). Se determinó
que estas letras, escritas principalmente en latín, eran obra de monjes
renegados y poetas errantes del siglo XIII.
Sus palabras capturaron un mundo perdido de
rebeldes y desertores del clero medieval; amantes duros, bebedores, en
movimiento, celebrando la existencia en lugar de vivir la vida meditativa,
célibe y enclaustrada del monasterio.
En 1935, el compositor alemán Carl Orff, redescubrió los poemas. Impresionado con su significado y ritmo, seleccionó 24 de ellos y dentro de la corriente del neoclasicismo, compuso una cantata utilizando los versos centenarios. Transformó los escritos en invocaciones y cantos profanos acompañados de instrumentos de orquesta sinfónica y, según el subtítulo de la obra, «mágicas imágenes».
Estas canciones ("CARMINA") se dividieron en tres secciones principales:
I Primavera - la fuerza vital renovada;
II En la Taberna - beber y apostar;
II La Corte del Amor - pasión, sensualidad.
Las secciones están impregnadas y
enmarcadas por La Rueda de la Fortuna ("O Fortuna") girando perpetuamente,
gobernando el curso de la existencia del hombre.
La poesía de los Goliardos
Uno de los tesoros más significativos del mundo es la poesía, pero si revisamos los diferentes estilos existentes, podemos encontrar que la goliarda es aquella que logró despertar la consciencia humana desde una filosofía realista y con un alto sentido de pertenencia hacia el pensamiento crítico; se sabe que esta tuvo su origen en la considerada BAJA EDAD MEDIA, y nació como una expresión literaria, escrita en lengua latín por un grupo de monjes vagabundos, que se autodenominaron GOLIARDOS (GOLIARDI) en honor a GOLIAT, un mítico gigante que representaba la anarquía y que de alguna manera es retomado por ellos para hacer una protesta a la ideología ortodoxa y dogmática esclavizante impuesta en aquella época; sin embargo existe otro dato que de acuerdo a JULIÁN NARANJO ESCOBAR escritor de la REVISTA MITO CULTURAL (2014) en donde menciona que la referencia no es a GOLIAT, sino a GOLIAS, un obispo, al que se le consideró como “santo”; esto también puede tener demasiado sentido lógico, ya que los goliardos en muchos de sus escritos lo aluden a modo de burla; tomen en cuenta que estos poetas radicales no estaban de acuerdo con las “autoridades” eclesiásticas.
La fuerza de la poesía goliarda y sobre todo la excelente, creativa y artística manera de mofarse de lo “moral”, permitió que la poesía diera énfasis a las pasiones humanas y no a pasiones “divinas” de dudosa existencia; ellos plasmaron en cada letra sus excesos, la purificación que estos traen para tener la voluntad de cuestionarlo todo. Su periodo de esplendor se ubica entre los siglos XI y XIII cuando en la EUROPA medieval se comenzaba a desarrollar un innovador género para hacer poesía profana en latín; este recorrió de una manera los diferentes ámbitos sociales de una manera libre, desde la taberna hasta un recinto cultural.
NARANJO (2014) explica que: “Se trata de un movimiento poético que florece en ALEMANIA, ESPAÑA, FRANCIA e INGLATERRA y emerge del ambiente literario más culto, elevando cantos al vino, al amor, a los placeres corrientes o simplemente a la vida alegre. Los autores de estos cantos, por lo general anónimos, son altos dignatarios de la Iglesia, clérigos y estudiantes atiborrados de retórica latina y lectura de clásicos, que ponen toda su preparación literaria y su agudo ingenio al servicio de una creación poética que satiriza su entorno, parodia la majestad de los himnos eclesiásticos, canta alegremente al vino o al amor y da rienda suelta a la malicia estudiantil. Difícilmente puede verse en este feliz descenso de la poesía docta, desde las alturas del templo o la severa cátedra, hasta la taberna o el lupanar, la pretensión de divertir al pueblo, pues como advierte el medievalista español MARTÍN DE RIQUER: No es para divertir al pueblo, que difícilmente podría entender su engolado latín y su chiste intelectual, sino para cantar en regocijado grupo de gente cultivada”.
Sin embargo, de los goliardos se nutre un grupo interesante: los “CLÉRIGOS VAGANTES” (CLERICI VAGANTES), que fueron los que abandonaron el claustro de las órdenes religiosas y se entregaron a la vida errabunda e irregular, la ideología de ambos grupos creó esta poesía, diseñada más para cantarse, que para leerse, su estructura sensible junto con sus metáforas grecolatinas le dio una expresión única, que de alguna manera se complementaba con el lenguaje letrado, sin embargo esta apartaba las metáforas clásicas y las vinculaban con supuestos “exorcismos”, peticiones de limosna, el destino de la humanidad, la alegría, la euforia por el vino y la embriaguez, mezclando lo bello, lo bueno y lo sagrado con lo profano.
Se sabe que la gran inspiración de los goliardos se debió a dos rasgos comunes: la pobreza, pero no como un voto religioso, sino como aquella condición de indignación y molestia acerca la percepción que tenían de la realidad y la marginación hacia las masas, fueron luchadores sociales que se entregaron al pueblo reprimido, y es de ahí que surge su grupo “maldito” e irreverente, que criticó a la “alta” sociedad conformada por gobernantes nefastos así como también de los altos mandos del clero; escarnecieron todo, evidenciaron todo, dudaron de todo con la bandera del vino y la fuerza de la taberna; era tanta su rebelión, que fueron relegados por la “santa iglesia”.
Ese espíritu que se manifestó en el siglo XII, fundó un fervor por la alegría mundana, el pensamiento averroísta y herético; esto generó un ingenio y aceptación popular que mantuvo su legado vivo hasta el RENACIMIENTO; las sagradas borracheras que se acompañaban de poesía desalineada y frívola, dieron luz al CARMINA CANTABRIGENSIA, CARMINA RIVIPULLENSA y el más conocido CARMINA BURANA, este último con expresiones que manifestaron hostilidad hacia la jerarquía eclesiástica comenzando con el PAPA, seguidos los obispos, la corte pontificia, el clero y el monacato, ¡Vaya! El ANTICLERICALISMO puro que se ocupó en exponer inconformismo por el abuso del poder, la corrupción, la mala política; una protesta en forma de burla, poesía de justicia cantada desde el más profundo grito de ¡SARCASMO y LIBERTAD!
Por Daniel Suareza
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