Artista: Nine Skies
Álbum: 5.20
Año: 2021
Género: Rock progresivo / Neo progresivo
Duración: 51:06
Referencia: Discogs
Nacionalidad: Francia
Nosotros ya habíamos presentado su disco debut, que me gustó mucho, y dijimos que había que atender a esta banda, y como suele suceder, no nos equivocamos. Estuve tentado a empezar o terminar la semana con este disco del año pasado, pero hay tanta calidad en todo que quedó después del de Cody Carpenter, pero por un pelo.
Los puntos fuertes del álbum residen, por un lado, en la misma composición que sorprende en muchos lugares y convence, y por otro lado en los diferentes climas y estados anímicos donde se construye y embellece el disco a lo largo de once temas. "5.20" tiene una gran cantidad de influencias en toda su extensión, evidentes influencias de música clásica, muchas influencias de jazz, blues, folk (sobretodo celta), pop.
Si bien las similitudes pueden ser un poco más difíciles de identificar, encontré a Nine Skies, especialmente en este álbum, tan atractivo como bandas como Maneige, Phideaux y otras que adoptan un enfoque exuberante en su música. Si bien ninguna de estas bandas suena como Nine Skies, la flecha apunta para ese lado. La percusión suavemente tocada, las guitarras suavemente rasgueadas, adornadas con un acompañamiento de teclado adecuado y una pizca de otros instrumentos, incluidos el violín, el saxo y el violonchelo, enfatizan el punto de que este es un viaje más acústico de lo que uno podría haber esperado.
Para los amantes de la vena bucólica de la música progresiva, 5.20, lanzado a mediados del año pasado por los franceses Nine Skies, presenta bagajes bucólicos claramente influidos por obras setenteras de bandas como Genesis y Jethro Tull en su facetas más acústicas. Además, incursiona caminos más experimentales y jazzeros en pro de atmósferas que escapan a las estructuras convencionales.
Nace así un trabajo con el objetivo de ser apreciado por su totalidad, sin highlights particularmente deslumbrantes. Lo que importa, pues, es el viaje.
Teniendo en cuenta lo anterior, podemos apreciar la experiencia a partir de “actos” o “secuencias” que conservan auras particulares durante porcentajes considerables del álbum. Esto ayuda a que las canciones se sientan entrelazadas sin tener que estar relacionadas directamente; solo conservan el concepto como hilo conductor.
Colourblind, Wilderness y Beauty of Decay, con un cuarto de hora, forman el pasaje más clásico en términos progresivos. Aquí podemos encontrar las más de sus influencias e indagar el estilo de la banda con familiaridad. Desde cuerdas, saxofones y dulces percusiones, Nine Skies construye una sabrosa psicodelia que se aleja de las típicas escalas orientales.
El trabajo se orienta constantemente más a generar extrañeza a través de modulaciones y tensiones constantes. Cuando, por otro lado, la música está orientada a caminos más tradicionales, se favorece la atmósfera los juegos con las texturas. Como extra, en el segundo track nos podemos encontrar con la siempre bienvenida colaboración del maestro Steve Hackett (ex-Genesis).
Pese a haber hablado de la ausencia de highlights, Golden Drops está en lo alto de la cresta. No solo presenta un estilo más particular de la banda, sino que, aún teniendo una estructura más lineal, el trabajo armónico-melódico es más cautivador, tanto como experimental en su manejo de pulsos y ritmos. A esto, se le añade un trabajo de viola exótico.
De forma parecida, Above the Tide se desenvuelve, más enfocado al trabajo guitarrero acompañado por arreglos de cuerdas y voces femeninas no muy típicas. Luego de tanto trabajo sobre capas sonoras, Dear Mind ofrece alternancias, diálogos, contestaciones entre guitarras. Así, se les suma el piano, y posteriormente las percusiones con el respaldo más arreglos. Un dulce crescendo a manera de interludio instrumental.
Pasada más de la mitad del disco, The Old Man in the Snow, Godless Land y Porcelain Hill trazan el trayecto dónde las cosas pueden flaquear para algunos. Aunque las composiciones se mantienen exquisitas, estamos ante un disco que no solo demanda atención, sino que también deja a un lado cualquier factor de adrenalina o complejidad que pudiera generar ganchos para el escucha. Sin embargo, esto juega a favor, demostrando la honestidad de su propuesta.
Ya en la última curva de nuestro viaje, Achristas parece el cierre al álbum. Como pieza instrumental para piano, cumple con experimentos armónicos que brillan con sencillez. Y, sí, pudo ser un buen cierre, pero las cosas se alargan un poco más. Smiling Stars, de hecho, parece epilogar la obra. Propone un paraje más luminoso a través de una musicalidad popera y el efecto que logra es positivo.
Con éxito de sus cincuenta minutos de duración, 5.20 es una obra decisiva para los franceses. Buscan superar su estatus como proyecto para lograr alcanzar el completo tiempo de banda, y de igual manera mantienen sus intenciones de encarar diferentes facetas musicales. Toda una considerable apuesta si tenemos en cuenta, como hemos comentado, la naturaleza acústica de su nuevo lanzamiento. Las cosas pueden apuntar a que estamos frente a un conjunto bien consolidado.
Pese la ausencia del acostumbrado virtuosismo de la escena, aprovechan su numerosidad para trabajar capas sonoras en base a timbres distinguibles de instrumentos varios. Evaden limitarse a ser dos o tres guitarras acústicas y trabajan armonía de calidad con pianos, flautas, saxofones, percusiones y voces. A su vez, la mayor ausencia de efectos digitales permite un estilo natural, cálido, muy a tener en cuenta. En un todo, es un álbum acertado. Más importante aún, quiere proponer a partir de rescatar y continuar viejas influencias.
Guitarras acústicas, violines, chelo, saxo, piano y percusión, entre otros, forman el núcleo musical de "5.20". Este es el álbum ideal para saborear cuando uno está tranquilo y relajado, cuando uno está con ganas de absorber la música completamente junto con las emociones que conlleva, un viaje que creo se verá beneficiado con unos buenos auriculares, porque está lleno de matices sutiles que se apreciarán más al hacerlo. Acá, la canción con Steve Hackett...
Este es un disco donde el oyente será llevado por una música de sonidos cálidos que lo sumergirá poco a poco en territorios más y más profundos, lo cual es una experiencia musical excepcional, y he de decir que también una experiencia hermosa, sobre todo teniendo en cuenta la cantidad de buenas melodías que hay acá. Nine Skies ha producido un álbum complejo, desafiante y hermoso que es verdaderamente emotivo, y lohace con una contundencia, una potencia y una profundidad que contrastan con el enfoque principalmente acústico del disco.
Y habría mucho más que decir. Así que mejor escuchalo por vos mismo y dejá que sus oídos se dejen llevar por este extraordinario noneto llamado "Nine Skies".
Lo podés escuchar desde su espacio en Bandcamp:
https://nineskies.bandcamp.com/album/520
Lista de Temas:
1. Colourblind (6:03)
2. Wilderness (6:04)
3. Beauty of Decay (2:15)
4. Golden Drops (4:39)
5. Above the Tide (4:17)
6. Dear Mind (3:26)
7. The Old Man in the Snow (5:38)
8. Godless Land (3:32)
9. Porcelain Hill (4:01)
10. Achristas (4:52)
11. Smiling Stars (6:19)
Alineación:
- Eric Bouillette / guitars, mandolin, violin, keyboards, arrangements
- Alexandre Lamia / guitars, keyboards, arrangements
- Anne-Claire Rallo / keyboards
- David Darnaud / guitars
- Achraf El Asraoui / vocals, guitars
- Alexis Bietti / bass
- Fabien Galia / drums & percussion
- Laurent Benhamou / saxophones
With:
Steve Hackett / guitar solo (2)
Damian Wilson / vocals (9)
John Hackett / flute (7)
Cath Lubatti / violin, viola
Lilian Jaumotte / cello
Una joya, muchas gracias!!
ReplyDeleteAmé todo el album!! buenisimo, a Damian Wilson solo lo había escuchado por treshold y por el proyecto que hizo con Adam Wakeman, es bueno escucharlo por acá también!
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