"Del voto castigo al dólar castigo: cómo entender las variables de un día de terrorismo económico". Así se llama la nota que traigo ahora, la misma habla de la jugada que los mercados hicieron la hacer propia la derrota de Corporación Cambiemos, e invirtieron todas las variables luego de un viernes tan eufórico como artificial en materia financiera. Como opera el antihumanismo especulativo, la extorsión del gran capital como respuesta a una elección que rompió todos los esquemas. El razonamiento es éste: la victoria de Fernández implica que el Felino Macri ya no tiene chances, y por ende, el Gobierno ya no está dispuesto a quemar los dólares que le presta el FMI para poder "timonear" políticamente las semanas que lo separan de un traspaso del poder con una legitimidad en grave decadencia ¿Qué es peor, una megadevaluación o llegar sin dólares a octubre?. Un lío en el que se metieron ellos solitos pero que nos a seguir empobreciendo cada vez más... Y antes de irse, los amarillos van a hacer todo el daño posible, al que se le suma el daño producido por los mercados.
Tenganlo en cuenta antes de votar a otro partido neoliberal: una vez que toman las riendas producirán mucho daño, sobretodo si tienen que irse del poder, aumenta su poder de daño. El único neoliberal bueno (o no tan malo) es el que está fuera de cualquier lugar de poder.
Después de la amplia ventaja electoral a favor de la fórmula Fernández-Fernández, el dólar alcanzó los 60 pesos y el Gobierno apeló nuevamente a subir la tasa de interés por encima del 75 por ciento como única política monetaria. En conferencia de prensa y como en Costa Salguero, Macri volvió a culpar a la oposición por la «desconfianza del mercado”. ¿De qué hablamos cuando hablamos de mercado? «Hablar de los mercados diluye la decisión de unos pocos fondos financieros especulativos», explica la economista Natalia Quiroga Díaz, coordinadora académica de la Maestría de Economía Social de la UNGS y especialista en economía feminista emancipatoria. “Allí aparece en juego la ficción de la autorregulación, que implica que hay una oferta y una demanda, que es lo que no está sucediendo. No es que la ciudadanía se lanzó a comprar dólares y produjo la corrida, sino que muestra la capacidad de esos capitales de cambiar la economía de los países en un escenario en el que se liberalizan todas las regulaciones para la fuga de capitales”. ¿Qué implica una tasa de interés por las nubes? ¿El gobierno busca disciplinar a la sociedad que lo rechazó en las urnas? Apuntes para pensar el complejo escenario político, social y económico que se abre de cara a octubre.
El día después del 47%, Argentina amaneció este lunes con el fantasma de la respuesta de esa abstracción financiera que usualmente se conoce como “los mercados”: el dólar llegó a venderse por sobre los $60, el Banco Central debió vender 100 millones de dólares para contener la divisa en $58, los bonos y las acciones se desplomaron y el Gobierno volvió a subir las tasas de interés alrededor del 75%. El presidente Mauricio Macri y su candidado a vice, Miguel Ángel Pichetto (con el escrutinio de más de 15 puntos de diferencia con Alberto Fernández y Cristina Fernández de Kirchner aún caliente sobre la mesa) brindaron una conferencia de prensa recién a las 16:30, en la cual dijeron:
¿Cómo se debe pensar este momento caliente? La economista colombiana, coordinadora académica de la Maestría de Economía Social en la Universidad Nacional de General Sarmiento (UNGS) y autora del reciente libro Economía pospatriarcal. Neoliberal y después (Lavaca Editora), Natalia Quiroga Díaz, explica a esta agencia: “Lo primero que demuestra es el compromiso carnal entre el gobierno de Mauricio Macri y un sistema financiero especulativo muy concentrado y con mucho poder económico. Son los compromisos que había hecho de sostener las tasas de interés que no son tan altas en ninguna parte del mundo, para garantizar la sostenibilidad del compromiso electoral hasta octubre. De allí surge ese compromiso de no intervención del Estado sobre los capitales especulativos. Eso implica, por un lado, que esto se cae por la decisión democrática del país de castigar a Macri por sus políticas de terrorismo económico y de disciplinamiento de las condiciones de reproducción. Eso como una primera lectura desde una economía feminista”.
Quiroga Díaz apunta que el voto castigo no es sólo una respuesta de la sociedad, sino también una respuesta disciplinadora del sistema financiero: “Busca castigar a la población: en un escenario en el que Macri dolarizó las condiciones más elementales para la vida. Una devaluación de este nivel significa trasladar todo el castigo y el disciplinamiento de cara al camino hasta octubre”.
-¿Pasamos del voto castigo al dólar castigo?
-Hemos tenido cuatro años de ser rehenes de las lógicas de las tasas de interés. La decisión de cortar con esos negocios conlleva a la radicalización de la apuesta y a llevar a la población a un temor exacerbado. Un ejemplo: si yo ahora quiero ir a comprar leche, que está a precio dólar, ¿significa que vamos a tener el litro a 60 o 70 pesos? ¿Y en octubre qué es lo que va a pasar? Es lo que yo llamo terrorismo económico: mantener a las poblaciones en condiciones de zozobra permanente mediante una situación extorsiva donde se les imprime un temor que apunta que si en octubre se mantiene esta decisión económica, va a llevar a la ruina a la mayor parte de la sociedad.
Para la economista, es importante desanudar el argumento oficial sobre el fantasma electoral sobre el peso de la corrida. “Lo que está cubriendo así es la irresponsabilidad de una política económica que está al servicio de la especulación financiera. La Argentina de Macri tuvo corridas espectaculares, como las que llevaron el dólar de 20 a 40 pesos, y eso es lo ocurre con estas políticas que se sostienen en el tiempo. Ese modelo que vemos hoy tiene que ver con la insostenibilidad de las tasas de interés por arriba del 70%: el mundo sabe que ese camino no es viable. Todos los fondos saben que este es un modelo para salir rápido: por eso la renovación de las Leliq es mensual”.
-La decisión económica del gobierno siguió ese camino: subir la tasa de interés a casi el 75%. ¿Qué significa esa medida en concreto y cómo se puede explicar lo que ocurrió?
-Lo que tenemos que hacer es un reclamo político para que Macri deje de mover la tasa de interés: él es el capitán de esta movida.Hay que desactivar de todas maneras posibles la idea de que el dólar se va a ir a $80. Hagamos un poco de memoria económica: estamos en el mismo escenario que tuvimos cuando el dólar pasó de 20 a 40 pesos. Sin la suba de la tasa entonces, con el dólar a 45 esos capitales no hubieran regresado. Allí radica lo perverso del mecanismo: al subir la tasa, el gobierno vuelve a atraer a los capitales que se fugaron. Tranquilamente, podría sostener el precio de hoy. Pero no: lo que así está buscando es procurar otra vez la entrada de dólares para que si en octubre no es reelecto, vuelva a haber otra corrida. Por eso hay que hablar de terrorismo económico.
Nota original
Tenganlo en cuenta antes de votar a otro partido neoliberal: una vez que toman las riendas producirán mucho daño, sobretodo si tienen que irse del poder, aumenta su poder de daño. El único neoliberal bueno (o no tan malo) es el que está fuera de cualquier lugar de poder.
Datos económicos discutibles, encuestas por demás favorables al oficialismo y sospechas de maniobras de manipulación financiera fueron algunas de las herramientas a las que echaron mano Gobierno y aliados para construir un falso escenario preelectoral. El resultado de aquella movida dejó un viernes 9 de agostó con un dólar manso, una suba del 7,8% en la Bolsa porteña, una caída del riesgo país en torno al 4% y medios de comunicación hegemónicos eufóricos. Siempre prestos a mirar los datos bursátiles del norte, los últimos celebraron el hecho de que en Nueva York, papeles argentinos como Grupo Galicia, Macro o Pampa Energía subieran cerca del 10%.Redacción Canal Abierto
Hoy, a tan sólo 72 horas de aquel “viernes amarillo”, las mismas variables dieron un vuelco de 180 grados: tras rozar los $63, la cotización del dólar sube y baja entre los 58 y los $60, sin miras a retroceder y expectativas en alza. Entre tanto, las acciones argentinas y los bonos marcan un desplome de hasta 20% en el premarket de Nueva York.
¿Qué pasó en estas 72 horas? ¿Los operadores financieros se equivocaron? ¿Cayeron en la trampa y confiaron en las encuestas del gobierno?
No caben dudas. El terremoto económico financiero de este lunes tiene un solo desencadenante: la sorprendente diferencia a favor del Frente de Todos en las PASO y el golpe mortal a la gestión de Mauricio Macri, hoy virtualmente afuera de la carrera presidencial. Fue tal la debacle que este domingo por la noche varios periodistas militantes de oficialismo llegaron incluso a hablar de una cesión del poder anticipada.
Después de la amplia ventaja electoral a favor de la fórmula Fernández-Fernández, el dólar alcanzó los 60 pesos y el Gobierno apeló nuevamente a subir la tasa de interés por encima del 75 por ciento como única política monetaria. En conferencia de prensa y como en Costa Salguero, Macri volvió a culpar a la oposición por la «desconfianza del mercado”. ¿De qué hablamos cuando hablamos de mercado? «Hablar de los mercados diluye la decisión de unos pocos fondos financieros especulativos», explica la economista Natalia Quiroga Díaz, coordinadora académica de la Maestría de Economía Social de la UNGS y especialista en economía feminista emancipatoria. “Allí aparece en juego la ficción de la autorregulación, que implica que hay una oferta y una demanda, que es lo que no está sucediendo. No es que la ciudadanía se lanzó a comprar dólares y produjo la corrida, sino que muestra la capacidad de esos capitales de cambiar la economía de los países en un escenario en el que se liberalizan todas las regulaciones para la fuga de capitales”. ¿Qué implica una tasa de interés por las nubes? ¿El gobierno busca disciplinar a la sociedad que lo rechazó en las urnas? Apuntes para pensar el complejo escenario político, social y económico que se abre de cara a octubre.
El día después del 47%, Argentina amaneció este lunes con el fantasma de la respuesta de esa abstracción financiera que usualmente se conoce como “los mercados”: el dólar llegó a venderse por sobre los $60, el Banco Central debió vender 100 millones de dólares para contener la divisa en $58, los bonos y las acciones se desplomaron y el Gobierno volvió a subir las tasas de interés alrededor del 75%. El presidente Mauricio Macri y su candidado a vice, Miguel Ángel Pichetto (con el escrutinio de más de 15 puntos de diferencia con Alberto Fernández y Cristina Fernández de Kirchner aún caliente sobre la mesa) brindaron una conferencia de prensa recién a las 16:30, en la cual dijeron:
- “Hoy el kichnerismo tiene más responsabilidad que antes del domingo”.
- “La alternativa kirchnerista no tiene credibilidad”.
- “Los mercados son gente que toma decisiones sobre si confía o no en los argentinos”.
¿Cómo se debe pensar este momento caliente? La economista colombiana, coordinadora académica de la Maestría de Economía Social en la Universidad Nacional de General Sarmiento (UNGS) y autora del reciente libro Economía pospatriarcal. Neoliberal y después (Lavaca Editora), Natalia Quiroga Díaz, explica a esta agencia: “Lo primero que demuestra es el compromiso carnal entre el gobierno de Mauricio Macri y un sistema financiero especulativo muy concentrado y con mucho poder económico. Son los compromisos que había hecho de sostener las tasas de interés que no son tan altas en ninguna parte del mundo, para garantizar la sostenibilidad del compromiso electoral hasta octubre. De allí surge ese compromiso de no intervención del Estado sobre los capitales especulativos. Eso implica, por un lado, que esto se cae por la decisión democrática del país de castigar a Macri por sus políticas de terrorismo económico y de disciplinamiento de las condiciones de reproducción. Eso como una primera lectura desde una economía feminista”.
Quiroga Díaz apunta que el voto castigo no es sólo una respuesta de la sociedad, sino también una respuesta disciplinadora del sistema financiero: “Busca castigar a la población: en un escenario en el que Macri dolarizó las condiciones más elementales para la vida. Una devaluación de este nivel significa trasladar todo el castigo y el disciplinamiento de cara al camino hasta octubre”.
-¿Pasamos del voto castigo al dólar castigo?
-Hemos tenido cuatro años de ser rehenes de las lógicas de las tasas de interés. La decisión de cortar con esos negocios conlleva a la radicalización de la apuesta y a llevar a la población a un temor exacerbado. Un ejemplo: si yo ahora quiero ir a comprar leche, que está a precio dólar, ¿significa que vamos a tener el litro a 60 o 70 pesos? ¿Y en octubre qué es lo que va a pasar? Es lo que yo llamo terrorismo económico: mantener a las poblaciones en condiciones de zozobra permanente mediante una situación extorsiva donde se les imprime un temor que apunta que si en octubre se mantiene esta decisión económica, va a llevar a la ruina a la mayor parte de la sociedad.
Terrorismo económico
¿De qué hablamos cuando hablamos de «los mercados»? Quiroga Díaz explica: “Es perverso porque la palabra mercado diluye la decisión de unos pocos fondos financieros especulativos. Allí aparece en juego la ficción de la autorregulación, que implica que hay una oferta y una demanda, que es lo que no está sucediendo. Lo que ocurre es que hay un foco concentrado y muy poderoso que es el que hace posible mover el dólar a este nivel. No es que la ciudadanía se lanzó a comprar dólares y produjo la corrida, sino que muestra la capacidad de esos capitales de cambiar la economía de los países en un escenario en el que se liberalizan todas las regulaciones para la fuga de capitales”.Para la economista, es importante desanudar el argumento oficial sobre el fantasma electoral sobre el peso de la corrida. “Lo que está cubriendo así es la irresponsabilidad de una política económica que está al servicio de la especulación financiera. La Argentina de Macri tuvo corridas espectaculares, como las que llevaron el dólar de 20 a 40 pesos, y eso es lo ocurre con estas políticas que se sostienen en el tiempo. Ese modelo que vemos hoy tiene que ver con la insostenibilidad de las tasas de interés por arriba del 70%: el mundo sabe que ese camino no es viable. Todos los fondos saben que este es un modelo para salir rápido: por eso la renovación de las Leliq es mensual”.
-La decisión económica del gobierno siguió ese camino: subir la tasa de interés a casi el 75%. ¿Qué significa esa medida en concreto y cómo se puede explicar lo que ocurrió?
-Lo que tenemos que hacer es un reclamo político para que Macri deje de mover la tasa de interés: él es el capitán de esta movida.Hay que desactivar de todas maneras posibles la idea de que el dólar se va a ir a $80. Hagamos un poco de memoria económica: estamos en el mismo escenario que tuvimos cuando el dólar pasó de 20 a 40 pesos. Sin la suba de la tasa entonces, con el dólar a 45 esos capitales no hubieran regresado. Allí radica lo perverso del mecanismo: al subir la tasa, el gobierno vuelve a atraer a los capitales que se fugaron. Tranquilamente, podría sostener el precio de hoy. Pero no: lo que así está buscando es procurar otra vez la entrada de dólares para que si en octubre no es reelecto, vuelva a haber otra corrida. Por eso hay que hablar de terrorismo económico.
Nota original
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