La vida no vale nada, cada vez menos luego el régimen neoliberal del Felino Macri consuma una de las mayores transferencias de recursos en la historia argentina (con Macri, los 8 argentinos más ricos son un 253% más ricos), dejando al país en situación de vulneraviliad, pero no solamente económica. Argentina, es un país transformado en laboratorio de un sistema neoliberal extremo, con una CEOcracia en retirada pero con mucho poder de daño que como (pesada) herencia deja el Caballo de Troya de la deuda, y una crisis económica que puede derivar en caos general de aquí a diciembre. Y esa violencia se filtra por el todo social, por las "instituciones", por nuestras formas de vida, hasta lo más íntimo de nuestro ser. Y vivimos inmersos en algo que parece el Experimento de Rosenhan, "cuerdos en lugares dementes", que no es otra cosa que el neoliberalismo como forma inherentes de corrupción, y como factor desencadenante de corrupción colectiva y descomposición social. Es la realidad del modelo neoliberal (con un Gato Macri que se va pero deja su legado) que nos pega una patada al pecho, para seguir comprobando que (otra, y otra, y otra vez) nos siguen pegando abajo.
En la Argentina después de Macri: 2.700.000 personas dejaron de pertenecer a la clase media.
La del neoliberalismo es la historia interminable de un modelo inservible, que aún así, se mantiene para satisfacer las exigencias de rentabilidad del capital a pesar de su adversa función como ariete impulsor de esta nueva recesión. Una doctrina antihumanista que enmascara un trasfondo reaccionario que al tiempo de devaluar el sistema democrático, induce la destrucción del aparato del Estado, abriendo vía libre a la liberalización de todo lo público y la conversión de los recursos sociales en amortización financiera.
Comprobamos que el neoliberalismo como ideología es inherentes de corrupción, y no solamente en el plano individual, sino que el propio sistema que esa ideología propicia es factor desencadenante de corrupción colectiva, cuya proliferación se extiende por igual desde el gobierno hasta el conjunto de expresiones del sistema, abarcando en su afección desde el mundo empresarial hasta los partidos políticos. Y en lo individual, esa tendencia hacia el individualismo y la meritocracia, no es otra cosa que la extensión del la corrupción al plano individual, no ya en un terreno que traspasa las leyes y entra en el terreno del crimen, sino que simplemente forma parte de la descomposición moral de toda la sociedad, que rompe sus lazos sociales. Todo un referente de decadencia y de pérdida de principios éticos que rompe la cohesión social.
De ahí, que por adecuado encuadre haya de concebirse al neoliberalismo no tan solo como una ideología económica, sino además, como un pensamiento fundamentalista con tendencia perturbadora y asesina, que por su carácter excluyente y marcadamente absolutista, resulta totalmente contraproducente para la estabilidad del país y altamente pernicioso para su salud económica y democrática. Asistimos, en medio de esa descomposición, a la transformación de la justicia en una herramienta de dominación que inventa testigos arrepentidos, causas fraudulentas e ignora olímpicamente las garantías constitucionales y el debido proceso. Y de los medios de comunicación, mejor ni hablemos...
Al poner en funciones al nuevo ministro de Hacienda, Hernán Lacunza el Felino Macri pidió a Lacunza "cuidar a los argentinos". ¿De qué? ¿De ellos mismos?. Macri y Bullrich cada vez se parecen a Fernando de la Rúa por su costado grotesco pero despiadado y cruel, porque en 2001 de la Rúa confundió la puerta de salida al dejar un programa de Marcelo Tinelli, y después, el 20 de diciembre, De la Rúa se fue matando gente. A las 8.30, cuando Macri habló en el juramento de Lacunza, todavía resonaba el caso del hombre asesinado por un policía de una innecesaria y brutal patada en el pecho. Toda una cría perfecta de la Doctrina Chocobar que se esparce como una plaga, estos hechos son parte de la línea que baja la ministra de Seguridad Patricia Bullrich, quien expresó "Cuando un policía termina con una amenaza está haciendo lo correcto". Los argumentos de Bullrich fueron los mismos a los que apeló para defender al policía Luis Chocobar, que mató por la espalda a un joven que había cometido un robo en la Boca.
Y casi a modo de respuesta,un hombre de 70 años con demencia senil es asesinado después de recibir una paliza de los custodios del Supermercado Coto de San Telmo porque robó queso, aceite y chocolote. Los testigos remarcaron que los trabajadores del supermercado le pegaron al anciano con mucha saña, y luego lo dejaron muerto en la calle. Los asesinos no son rattis, no son robocops, son personas comunes puestas en situación de defender a sus patrones en una Argentina consumida por el odio y la crisis.
La línea que baja la ministra de Seguridad Patricia Bullrich es la amenaza para cualquiera que se anime a rebasar un poquito las normas en la Argentina Amarilla, como robar un poco de comida o interrumpir el tránsito de una bicicenda. Eso me hace recordar a los dichos de la demente Lilita Carrió, que ante el operador político Joaquín Morales Solá amenazó con condenar a los periodistas por sus publicaciones, sin dar más detalles, o a un presidente que nos reta por como votamos.
Esta crisis en la que ya estamos y la que se avecina lleva la marca registrada del neoliberalismo en su formato más genuino, cuyo principal objetivo es restablecer las tasas de rentabilidad del poder económico, cueste lo que cueste, o lo que es lo mismo, restaurar el poder de clase de las élites económicas, mediante la aplicación de un modelo que lejos de aportar soluciones fue desde siempre la raíz ideológica de todos nuestros problemas, por tratarse de una doctrina diseñada en beneficio de algunos pocos y detracción de los derechos sociales.
"La duda es si llegan a octubre con una crisis o si les explota en la cara" dice el economista y presidente del Centro de Estudios Scalabrini Ortiz Andrés Asiaín: "no descartamos ningún escenario catástrofe; problemas con los depósitos en los bancos, cepo. Es una situación grave". Datos de una Argentina en rojo y con un estado de vulnerabilidad financiera preocupante, según un estudio de la Universidad Nacional de Avellaneda.
Nuestro último experimento neoliberal
Las políticas de ajuste acentuarán cada vez más la gravedad de los problemas existentes para desembocar de nuevo en una crisis social de múltiples consecuencias; donde a la depresión económica se le sumará el abismo del desempleo, quizás el mayor exponente de sus efectos en nuestra realidad cotidiana, que conjuntamente con la sanidad y educación conforman el mapa actualizado de la cruda realidad que nos deja la Argentina Amarilla.
En Argentina, un país transformado en laboratorio de un sistema neoliberal extremo, el esquema de poderes ha ido consolidándose alrededor de personajes cuyo papel no va más allá de agachar la cabeza y aceptar las condiciones impuestas desde la Casa Blanca y el Mercado. Contaron con el aval para aprovechar el período y enriquecerse con los recursos públicos, consolidar aún más sus lazos con grupos de élite económica y buscar la protección para mantener el estatus quo, reprimiendo cualquier posibilidad de rebelión popular. Ahora que se les voltea la tortilla, los poderes ocultos del sistema se ponen en "modo emergencia" y comienzan a echar mano de todos los mecanismos posibles para convencer del infierno que nos espera si ellos no están protegiéndonos. Un sistema mafioso a gran escala. Y los Amarillo terminaron siendo unos perdedores desquiciados en la república de los matones.
Ello se pudo observar con toda claridad en uno de los peores discursos del Felino Macri, aquel en el que se mostró como un patrón de estancia enojado con los votantes y pidiendo autocrítica a quien le había ganado por 15 puntos. Cuando quiso arreglarlo, fue peor, porque adujo el error a "no haber dormido" (?). Ese Gato Macri alienado y obcecado fue la mejor representación del gobierno y de sus principales espadas mediáticas entre las que incluyo a varias encuestadoras que operaron descaradamente a favor de instalar un clima de paridad electoral que era falso y que hizo que unos cuantos vivos en la timba financiera ganaran ingentes cantidades de dinero entre el viernes y el lunes.
Estúpidos, avaros pero sobretodo crueles, porque se burlan de los más necesitados, de los desocupados, de los hambreados, de los que no llegan ni a mediados de mes.
El Felino Macri tuvo todo: los fierros de los medios, Estados Unidos, el FMI, los mercados, un cambio clima y de época favorable a su ideología en Latinoamérica, una oposición desmembrada y sin rumbo, el presupuesto de Ciudad, Provincia y Nación. ¿Seguirán yendo a la carga las fuerzas liberales y conservadoras llamando chavismo a todo lo que no sea liberal o conservador? Probablemente sí porque la ideología y los intereses han sido siempre más fuertes incluso que los algoritmos que filtran la información.
Mientras tanto, la descomposición continúa, la furia está en las calles, el Titanic está hundido y tenemos en nuestra mano una bomba a punto de explotar... como siempre, nos siguen pegando abajo!.
En la Argentina después de Macri: 2.700.000 personas dejaron de pertenecer a la clase media.
La del neoliberalismo es la historia interminable de un modelo inservible, que aún así, se mantiene para satisfacer las exigencias de rentabilidad del capital a pesar de su adversa función como ariete impulsor de esta nueva recesión. Una doctrina antihumanista que enmascara un trasfondo reaccionario que al tiempo de devaluar el sistema democrático, induce la destrucción del aparato del Estado, abriendo vía libre a la liberalización de todo lo público y la conversión de los recursos sociales en amortización financiera.
Comprobamos que el neoliberalismo como ideología es inherentes de corrupción, y no solamente en el plano individual, sino que el propio sistema que esa ideología propicia es factor desencadenante de corrupción colectiva, cuya proliferación se extiende por igual desde el gobierno hasta el conjunto de expresiones del sistema, abarcando en su afección desde el mundo empresarial hasta los partidos políticos. Y en lo individual, esa tendencia hacia el individualismo y la meritocracia, no es otra cosa que la extensión del la corrupción al plano individual, no ya en un terreno que traspasa las leyes y entra en el terreno del crimen, sino que simplemente forma parte de la descomposición moral de toda la sociedad, que rompe sus lazos sociales. Todo un referente de decadencia y de pérdida de principios éticos que rompe la cohesión social.
De ahí, que por adecuado encuadre haya de concebirse al neoliberalismo no tan solo como una ideología económica, sino además, como un pensamiento fundamentalista con tendencia perturbadora y asesina, que por su carácter excluyente y marcadamente absolutista, resulta totalmente contraproducente para la estabilidad del país y altamente pernicioso para su salud económica y democrática. Asistimos, en medio de esa descomposición, a la transformación de la justicia en una herramienta de dominación que inventa testigos arrepentidos, causas fraudulentas e ignora olímpicamente las garantías constitucionales y el debido proceso. Y de los medios de comunicación, mejor ni hablemos...
Al poner en funciones al nuevo ministro de Hacienda, Hernán Lacunza el Felino Macri pidió a Lacunza "cuidar a los argentinos". ¿De qué? ¿De ellos mismos?. Macri y Bullrich cada vez se parecen a Fernando de la Rúa por su costado grotesco pero despiadado y cruel, porque en 2001 de la Rúa confundió la puerta de salida al dejar un programa de Marcelo Tinelli, y después, el 20 de diciembre, De la Rúa se fue matando gente. A las 8.30, cuando Macri habló en el juramento de Lacunza, todavía resonaba el caso del hombre asesinado por un policía de una innecesaria y brutal patada en el pecho. Toda una cría perfecta de la Doctrina Chocobar que se esparce como una plaga, estos hechos son parte de la línea que baja la ministra de Seguridad Patricia Bullrich, quien expresó "Cuando un policía termina con una amenaza está haciendo lo correcto". Los argumentos de Bullrich fueron los mismos a los que apeló para defender al policía Luis Chocobar, que mató por la espalda a un joven que había cometido un robo en la Boca.
Y casi a modo de respuesta,un hombre de 70 años con demencia senil es asesinado después de recibir una paliza de los custodios del Supermercado Coto de San Telmo porque robó queso, aceite y chocolote. Los testigos remarcaron que los trabajadores del supermercado le pegaron al anciano con mucha saña, y luego lo dejaron muerto en la calle. Los asesinos no son rattis, no son robocops, son personas comunes puestas en situación de defender a sus patrones en una Argentina consumida por el odio y la crisis.
La línea que baja la ministra de Seguridad Patricia Bullrich es la amenaza para cualquiera que se anime a rebasar un poquito las normas en la Argentina Amarilla, como robar un poco de comida o interrumpir el tránsito de una bicicenda. Eso me hace recordar a los dichos de la demente Lilita Carrió, que ante el operador político Joaquín Morales Solá amenazó con condenar a los periodistas por sus publicaciones, sin dar más detalles, o a un presidente que nos reta por como votamos.
Hombre asesinado a golpes en el Coto de Constitución. La fiscal se opuso a la excarcelación de uno de los detenidos. Los acusados del crimen son dos, un vigilador privado y un empleado de caja. Los acusan de matar a golpes a un hombre al que acusaban de hurto de 4 productos.— Mauro Szeta (@mauroszeta) August 22, 2019
Esta crisis en la que ya estamos y la que se avecina lleva la marca registrada del neoliberalismo en su formato más genuino, cuyo principal objetivo es restablecer las tasas de rentabilidad del poder económico, cueste lo que cueste, o lo que es lo mismo, restaurar el poder de clase de las élites económicas, mediante la aplicación de un modelo que lejos de aportar soluciones fue desde siempre la raíz ideológica de todos nuestros problemas, por tratarse de una doctrina diseñada en beneficio de algunos pocos y detracción de los derechos sociales.
"La duda es si llegan a octubre con una crisis o si les explota en la cara" dice el economista y presidente del Centro de Estudios Scalabrini Ortiz Andrés Asiaín: "no descartamos ningún escenario catástrofe; problemas con los depósitos en los bancos, cepo. Es una situación grave". Datos de una Argentina en rojo y con un estado de vulnerabilidad financiera preocupante, según un estudio de la Universidad Nacional de Avellaneda.
Nuestro último experimento neoliberal
Las políticas de ajuste acentuarán cada vez más la gravedad de los problemas existentes para desembocar de nuevo en una crisis social de múltiples consecuencias; donde a la depresión económica se le sumará el abismo del desempleo, quizás el mayor exponente de sus efectos en nuestra realidad cotidiana, que conjuntamente con la sanidad y educación conforman el mapa actualizado de la cruda realidad que nos deja la Argentina Amarilla.
En Argentina, un país transformado en laboratorio de un sistema neoliberal extremo, el esquema de poderes ha ido consolidándose alrededor de personajes cuyo papel no va más allá de agachar la cabeza y aceptar las condiciones impuestas desde la Casa Blanca y el Mercado. Contaron con el aval para aprovechar el período y enriquecerse con los recursos públicos, consolidar aún más sus lazos con grupos de élite económica y buscar la protección para mantener el estatus quo, reprimiendo cualquier posibilidad de rebelión popular. Ahora que se les voltea la tortilla, los poderes ocultos del sistema se ponen en "modo emergencia" y comienzan a echar mano de todos los mecanismos posibles para convencer del infierno que nos espera si ellos no están protegiéndonos. Un sistema mafioso a gran escala. Y los Amarillo terminaron siendo unos perdedores desquiciados en la república de los matones.
Ello se pudo observar con toda claridad en uno de los peores discursos del Felino Macri, aquel en el que se mostró como un patrón de estancia enojado con los votantes y pidiendo autocrítica a quien le había ganado por 15 puntos. Cuando quiso arreglarlo, fue peor, porque adujo el error a "no haber dormido" (?). Ese Gato Macri alienado y obcecado fue la mejor representación del gobierno y de sus principales espadas mediáticas entre las que incluyo a varias encuestadoras que operaron descaradamente a favor de instalar un clima de paridad electoral que era falso y que hizo que unos cuantos vivos en la timba financiera ganaran ingentes cantidades de dinero entre el viernes y el lunes.
Estúpidos, avaros pero sobretodo crueles, porque se burlan de los más necesitados, de los desocupados, de los hambreados, de los que no llegan ni a mediados de mes.
El Felino Macri tuvo todo: los fierros de los medios, Estados Unidos, el FMI, los mercados, un cambio clima y de época favorable a su ideología en Latinoamérica, una oposición desmembrada y sin rumbo, el presupuesto de Ciudad, Provincia y Nación. ¿Seguirán yendo a la carga las fuerzas liberales y conservadoras llamando chavismo a todo lo que no sea liberal o conservador? Probablemente sí porque la ideología y los intereses han sido siempre más fuertes incluso que los algoritmos que filtran la información.
Mientras tanto, la descomposición continúa, la furia está en las calles, el Titanic está hundido y tenemos en nuestra mano una bomba a punto de explotar... como siempre, nos siguen pegando abajo!.
-Mamá, qué es el fascismo?— La lucha es para siempre (@panamacrioffsho) August 19, 2019
-Te lo explico sin palabras, hijo. Fascismo es Larreta.pic.twitter.com/EmLIjYGL5C#LarretaTeVas nahir galarza lanata majul #losamosvuelta
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